viernes, 23 de agosto de 2013

Nacionalidad: MARINO


Creencia en hombres marinos
In memoriam de Javier Atutxa Olabarri


ES difícil juzgar a las personas sin conocerlas a fondo pero él era marino y un nacionalista moderno, abierto, tolerante y receptivo.
Su sentido del humor denotaba inteligencia y autocrítica. Una de las pocas veces (desgraciadamente) que coincidí con él y hablamos de política, le comenté que iba yo a proponer la Nacionalidad Marítima y me dijo que le iba a poner en un brete pues conocía muy bien de qué le hablaba.
Mientras tanto otro difunto y querido viejo (tremendo fanfarrón), Imanol Elortegi,, nos amenizaba con chistes sobre economistas e ingenieros navales.
Él y yo sabíamos que los marinos, sean de la nacionalidad que sean y estén donde estén, se entienden al momento.
Que la Nacionalidad Marítima implica cosas tan básicas y necesarias como
- el auxilio y ayuda mutuos,
- de aguas de libre paso,
- de hombres orgullosos pero no soberbios,
- de personas que comprenden la pequeñez y la fragilidad del hombre ante la naturaleza,
- lo efímero del tránsito vital,
- la diversidad y la complejidad de culturas y de seres humanos,
- de ideologías, de religiones o de filosofía.
- Que conocer las mentalidades es predecir las reacciones humanas ante
- las tormentas y los problemas que de forma natural e ineludible acontecerán.
- Que salvar la nave, salvar a todos, es salvarse uno.
Siendo ambos marinos vascos pensantes y no solo hombres de acción y conscientes de la importancia marítima en nuestra acreditada tradición técnica, y conociendo nuestra Historia Marítima de los últimos diez siglos, sabíamos de la importancia que para Euskadi y para España tuvieron los hombres de mar de la Escuadra de Castilla.
- Nuestra tierra era propicia para la construcción de barcos.
- Productora de constructores de naves y audaces marinos de altura y de derrota
- que sabían manejarlos.
- De pescadores de altura y de bajura.
- De ilustres marinos de guerra y mercantes.
- De afamados piratas y corsarios.
Muchos cronistas, espías y diplomáticos medievales y renacentistas afirmaban que
- nos entendíamos en euskera con los fabulosos seres marítimos que habitaban los mares,
- tal era la pericia de nuestros marinos y la habilidad de los constructores de nuestras naos.
La caza de ballenas, cuyo práctico monopolio para la obtención de su aceite ostentamos desde el siglo XIII en esta parte del globo hasta bien entrado el siglo XIX.
De ahí que a la ballena franca se le denomina entre los naturalistas biscayensis.
La pesca industrial del bacalao comenzó en las postrimerías de siglo XVI y tuvo gran importancia comercial hasta hace pocas décadas.
En la guerra de Reconquista de España y la posterior conquista y esquilmación de América tras su descubrimiento, los vascos toman un protagonismo inusitado.
A pesar de que viendo las fogueras, nuestra demografía nos han dejado una vasta lista de Marinos Ilustres y de bosques pelados con pocos robles y ninguno de menos de doscientos años de vida.
- Fabricar armas y manejarlas y
- el arte de navegar y construir
- eran oficio de vascos.
El desarrollo asombroso en un país sin recursos financieros ni población numerosa, donde se construyeron un increíble número de urcas, pataches, setias, galeras, galeas, galeazas, serantes, carabelas, galeones, zabras, galizabras, filipotes, corbetas, fragatas, goletas, traineras, bateles, etc.
El complejo marítimo-industrial ha dejado una huella aún visible en el territorio y un influjo indudable y decisivo en la vida y en la mente de los vascos.
Nuestra historia marítima deja nombres como
- Elcano, Mendoza, Recalde, Zubiaur, Mateo de Laya,
- Menchaca, Gaztañeta, Legazpi, Blas de Lezo,
- Cosme Damián Churruca, Olaeta, los Echévarri, los Ibarra, los Aznar, etc.
Necesitamos
- más hombres marinos para maniobrar con seguridad en el presente y
- arrumbar al futuro con acciones premeditadas, planeadas y consensuadas.
Siempre habrá riesgo de accidentes pero la prevención y la preparación lo reducen, y en caso de producirse minimizan sus efectos.
Javier: con pocas palabras nos comprendimos y no importó la lengua. Apertura de mente, visión integral y audacia. Pensamiento y acción coherentes. Corazón y claridad integrales. Oroi gozo bat!
Joseba Markaida - DEIA - Bilbao - 22-Ago-2013

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