lunes, 25 de octubre de 2010

Necesidad de combatir la explotación infantil

La explotación laboral de menores en nuestra ciudad, verificada recientemente por autoridades municipales y denunciada ante la Justicia, como ocurrió en el caso de una niña a la que obligaban a cumplir tareas domésticas y fabriles en Melchor Romero, vuelve a poner en evidencia
- la existencia de una realidad tan penosa como preocupante.
Se habla concretamente de un sometimiento

- no sólo a trabajos, sino casi siempre a castigos físicos, que conforman para los más pequeños
- un indignante fenómeno de esclavitud frente al cual se encuentran indefensos.
Tal como lo consignó una nota publicada en este diario,
- las víctimas suelen ser chicos no escolarizados,
- muchos de ellas apartados de sus familias,
- reducidos a servidumbre a cambio de ofrecerles un poco de alimentos,
- ya sea por parte de particulares o de falsas instituciones u hogares de supuesta
contención de menores
que, aprovechándose del completo desamparo de esos niños, terminan
- sometiéndolos a cumplir con trabajos forzados.
Cabría recordar que el año pasado, un informe producido por la cartera laboral bonaerense señalaba que el gobierno provincial había recibido en los primeros cinco meses de 2009 más de 1.000 denuncias sobre situaciones de trabajo infantil en diversas regiones del territorio bonaerense.
El dato había surgido tanto a partir de denuncias como del millar de inspecciones realizadas en áreas donde se desarrollan tareas que suelen congregar mano de obra de menores, como las cosechas de ajo y cebolla y los hornos de ladrillo.

Ahora, la dirección municipal de Niñez y Adolescencia confirmó la existencia de casos de explotación infantil en el oeste de nuestra ciudad, en los que
- se obligaba a trabajar a menores de entre 8 y 12 años
ya sea en pequeñas industrias como en verdulerías, lugares en los cuales fueron rescatados esos chicos por los operadores de esa dependencia comunal que integran un equipo formado por asistentes sociales, psicólogos, médicos y abogados.Las últimas cifras conocidas son elocuentes:
- el trabajo infantil afecta en Argentina a más de 1.500.000 de chicos.
De ellos, unos
- 800.000 lo hacen dentro de los límites de la provincia de Buenos Aires. Y
- 100.000, en la región integrada por el conurbano bonaerense y

el Gran La Plata.
En el orden mundial, la OIT estima que hay
- 165 millones de niños de entre 5 y 14 años que trabajan.
En esta delicada materia, los números y porcentajes resultan tan abrumadores como representativos de una realidad dramática, que debe ser modificada en forma perentoria.

Ya ha sido dicho reiteradamente en esta columna, pero debe insistirse:
- combatir este flagelo es un imperativo moral y, por supuesto,
- una de las obligaciones prioritarias del Estado,
castigándose
a quienes resulten responsables de tan gravoso delito en perjuicio de los chicos.

La tarea, compleja y dificultosa por cierto, exige una coordinación de esfuerzos y el diseño de estrategias elaboradas.
No se trata de apuntar únicamente a inspecciones o controles de las carteras laborales o de los entes municipales -que resultan, desde luego, indispensables- sino también a
- el desarrollo de programas de integración social para los chicos y

- de concientización entre los padres.
Editorial - "El Día" - La Plata - 25-Oct-2010

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