sábado, 2 de octubre de 2010

Retrato de la globalización

Lula deja dos Brasil: el que emerge, como sucede con India, y el de la desigualdad, como pasa también en India.

Brasil parece haber escrito la historia al revés. Los países que han terminado teniendo un emperador empezaron siendo una potencia emergente.
Estados Unidos, por ejemplo, derrotó a España en Cuba en 1898, con lo que se convirtió en una potencia emergente que, por primera vez, extendió su soberanía más allá de sus límites continentales.

Décadas después, el historiador Arthur Schlesinger jr. pudo hablar de una "presidencia imperial". Y 1898 también es emblemático porque significó la pérdida para España de las últimas colonias de su imperio.
Brasil no ha recorrido este camino, sino el inverso: empezó teniendo un emperador y ahora es una potencia emergente.
Brasil surgió como Estado nación por un hecho nada frecuente en la historia colonial: el traslado, a causa de las guerras napoleónicas, de la capital del imperio portugués de Lisboa a Río de Janeiro, con lo que Brasil se convirtió en un reino dentro del Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve (1807-1821).
Y su independencia fue proclamada el 7 de septiembre de 1822 por Pedro I, hijo del rey de Portugal, que fue aclamado como emperador de Brasil.

La monarquía, sin embargo, sólo duró hasta 1889, cuando se proclamó la república. Y en algo más de un siglo de república, los brasileños han presenciado el derrocamiento de dos presidentes constitucionales, el suicidio de otro para no ser destituido y la destitución de un presidente de acuerdo con la Constitución.
En resumen, Brasil ha sufrido dos dictaduras:
- la del Estado Novo de Getúlio Vargas, que acabó suicidándose, y
- la militar, que se prolongó desde 1964 hasta 1985.
Fueron años grises, en los que hasta cinco generales se sucedieron en el poder. Pero el regreso a la democracia acabó imponiéndose cuando los militares admitieron la necesidad de una apertura "lenta, gradual y segura".

El economista Edmar Bacha se hizo un nombre al escribir entonces la fábula de Belindia –parte Bélgica y parte India–, en la que argumentó que
- la dictadura militar brasileña estaba creando un país en el que
- una minoría vivía como un belga medio mientras
- la gran masa era tan pobre como el indio corriente.
Cuatro decenios después, Brasil se ha convertido en una potencia emergente. Durante la presidencia de Luiz Inácio Lula da Silva, iniciada el 1 de enero del 2003,
- la clase media brasileña ha crecido hasta abarcar a más de la mitad de la población activa y
- se ha reducido a la mitad el nivel de pobreza.Brasil es
- el quinto país más poblado y
- la primera potencia económica y política de América Latina.
- Está entre los veinte primeros países en producción y reservas de petróleo,
- el primero en piedras semipreciosas y
- se cuenta entre los diez mayores en hierro, acero, estaño y manganeso.
Pero no sólo tiene vastos recursos naturales:
- también es un país avanzado en nuevas tecnologías.
Salió de la crisis actual en diciembre del 2009, según su ministro de Economía, Guido Mantega, y tiene un modelo económico que comenzó a abrirse en la década de 1990. Ha creado el mito de la "democracia racial", patriarcal y machista, y es un país predispuesto a acoger e incluso a crear nuevas religiones.

El mérito de Lula ha sido
- eliminar el radicalismo político y situar a Brasil en el mapa.
Brasil pertenece al G-20 (el grupo de los países más desarrollados y los emergentes);
- es cortejado por Estados Unidos, como sucede con India, otra potencia que sube;
- ha reforzado su músculo militar, y
- se ha atrevido a mediar en la crisis provocada por el controvertido programa nuclear iraní.
Brasil también genera, sin embargo, dudas.
- ¿Qué pueden cambiar las elecciones presidenciales de mañana, 3 de octubre, de las que puede surgir el sucesor o sucesora de Lula?
La política hacia Estados Unidos continuará siendo de prudente convivencia, posible colaboración y mínimo enfrentamiento.
Y Brasil ha practicado una "diplomacia de la generosidad" en América Latina que ha redondeado la paradoja:

- Lula, que no es Hugo Chávez, suscribió el libre comercio, por lo que fue aplaudido en Davos,
- mientras académicos e intelectuales, además de Fidel Castro, lo calificaban de
"pragmático de izquierda".
Aprincipios del siglo XXI, sin embargo, aún existen dos Brasil:
- el que emerge, como sucede con India, y
- el de las enormes desigualdades, también como India.
- Brasil es un retrato de la globalización y
ejemplifica, al igual que India,
- las oportunidades y los problemas del mundo actual.
Cristovam Buarque
, ex ministro de Educación, lo explica de esta manera:
- "Brasil tiene cinco campeonatos mundiales (de fútbol), pero
ningún premio Nobel.
- La pobreza y la falta de preparación son un círculo vicioso".

Xavier Batalla - "La Vanguardia" - Barcelona - 2-Oct-2010

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