domingo, 20 de febrero de 2011

Rebelión


- La manifestación acorraló al autócrata, pero
- el régimen, que es el Ejército, hace que la revolución todavía espere


La rebelión de la calle árabe se extiende como una mancha de aceite, al menos desde Argelia hasta Yemen. Pero
- la toma del palacio va despacio.
El pasado viernes, una semana después de la renuncia de Hosni Mubarak, miles de egipcios volvieron a manifestarse para celebrar la caída del autócrata, pero
- también para presionar al ejército, que no marca el paso hacia la democracia.
Y en Libia, Bahréin y Yemen, el palacio resiste y reprime a sangre y fuego.
Las cosas como son:
- nada volverá a ser exactamente igual, pero
- el régimen egipcio, cuya columna vertebral es el ejército, ha quedado intacto.
La revuelta comenzó en Túnez y, con el impulso de internet, contagió a Egipto el 25 de enero.
Y dieciocho días de protestas culminaron el 11 de febrero con
- la renuncia de Mubarak, no con la revolución.
- Los manifestantes acorralaron al autócrata, pero
- quien le dio la puntilla, y de golpe, fue el ejército.
El malestar militar con Mubarak
, según "Stratfor", un think tank estadounidense, venía de más lejos, de cuando Mubarak reafirmó que su sucesor sería su hijo Gamal, un personaje que no levanta entusiasmos entre los militares.
Pero,
- ¿Por qué los militares le tendrían ojeriza a Gamal?
Por dos motivos.
Primero,
porque Gamal no es uno de los suyos, ya que no ha hecho la carrera militar.
Si Obama les dice que se pongan en el lado correcto de la historia,
- los militares egipcios ven a Gamal en la acera de enfrente.
Y segundo, porque la eventual elección de Gamal como presidente
- era vista por los generales como "una amenaza" a sus privilegios económicos.
El Ejército Egipcio disfruta de un imperio en una economía que en buena parte es estatal desde los tiempos de Naser, que instauró un sistema socializante y populista.
Los militares fabrican en Egipto de todo y, además, sus empresas no pagan impuestos.
Es decir, lo de
- la mano invisible no es ningún misterio inexplicable para los generales egipcios.
Pero,
- ¿Por qué temían los militares a Gamal?
Naser legó a los egipcios una economía estatalizada que sus sucesores, Sadat y Mubarak, empezaron a privatizar.
“El punto de vista de los militares es que
- las privatizaciones son una amenaza a su posición económica, y
- por eso se oponen a las reformas”,

escribió hace un año la embajadora Margaret Scobey, según los documentos del Departamento de Estado filtrados por Wikileaks.
Y Gamal, bregado en Londres y aliado del magnate egipcio del acero Ahmed Ezz,
- no ocultaba su interés en aumentar su parte del pastel con más privatizaciones.

Por el contrario, el mariscal Tatatui, ahora al frente de la cúpula que manda,
- se formó en el Moscú soviético.
Con la caída de Mubarak,
- el poder militar egipcio no sólo permanece intacto,
- sino que puede hacer y deshacer.
Egipto siempre ha fascinado tanto a los occidentales
que, puestos a imaginar,
- confundimos a Cleopatra con Liz Taylor.
- ¿Nos confundimos también ahora con lo que pasa en el Egipto que aspira al cambio?
El Ejército
, que

- se declaró neutral durante la revuelta,
- supo ponerse al frente de la manifestación popular que
- terminó desbrozando el camino hacia el golpe que acabó con Mubarak
.
Xavier Batalla - La Vanguardia - Barcelona - 20-Feb-2011

¿Es la economía el factor detrás y delante de las revueltas árabes?
La falta de empleos, la pobreza y la corrupción pesaron en Egipto.
Esta semana comenzaron las protestas por los sueldos.
¿Qué pasará en países como Bahrein o Libia?

Un egipcio recuerda que cuando llegó a Santiago a fines de los 80 intentó importar celulosa desde su país. "CE-LU-LO-SA a Chile. ¿Sabe lo que es eso? Antes producíamos mucho más en mi país".
Es cierto que
- el cansancio social y la exigencia de cambios políticos tumbaron a Hosni Mubarak.
Pero junto a las reivindicaciones
- se encontraba la pésima economía, mismo factor que pesó en Túnez y que
- podría decidir el futuro de los demás países contagiados por las revueltas en el mundo árabe.
Siguiendo el caso egipcio, la alegría que desató el viernes 11 la abdicación del "Faraón" parece una brisa lejana ante las manifestaciones de esta semana, pero, eso sí, por motivos diferentes, menos románticos, más terrenales:
- mejores sueldos, pensiones, alimentos más baratos.
Stratfor -la agencia de inteligencia privada conocida como la CIA en las sombras- elaboró esta semana un informe titulado
- "La próxima crisis de Egipto: La Economía",
en que detalla por qué
- los militares que tienen el poder transitoriamente deben estabilizar las finanzas
si no quieren nuevas revueltas.
Así, el ejército egipcio confirmó el jueves un aumento de 15% de sueldos y pensiones de los funcionarios estatales, que había decretado Mubarak durante los estertores de su gobierno.
Los militares decidieron aumentar además en 15% las pensiones a civiles y uniformados.
"En esta era post Mubarak,
- los militares deberían ser capaces de entregar el orden y la seguridad jurídica
para 'volver a los negocios'",
dice Cristopher Davidson, experto en estudios de Medio Oriente de la Universidad de Durham.
- La verdadera preocupación del pueblo egipcio era la corrupción que rodeaba al régimen y
- la forma en que se infiltró en el mundo de los negocios,
"con esto en el pasado, la economía egipcia comenzará a avanzar lentamente".
Se estima que los Mubarak amasaron una fortuna de US$ 40.000 millones.
Por ahora las protestas suman y suman.
En su análisis, Stratfor señala que
- Egipto es una de las economías menos dinámicas del mundo.
"La economía de Egipto es un desastre, y los rebeldes se sentirán decepcionados si esperan mejoras, pero ése no es el tema principal de la rebelión", dice a este diario Thomas W. Lippman, miembro destacado del Council on Foreign Relations.
- ¿Qué pasa con los contagiados Libia, Yemen, Bahrein, Argelia?
Tras las primeras escaramuzas, el rey Hamad de Bahrein anunció un subsidio de 2.000 euros para cada familia, pero las protestas aumentan día a día.
"Fundamentalmente depende de
- las variables políticas el que un régimen sufra o no revueltas y
- la manera en que se enfrente a ellas",
dice Alan Richardson, experto en política y economía de Medio Oriente de la Universidad de California de Santa Cruz.
En Bahrein, por ejemplo,
- está la división entre la minoría sunita en el poder y la mayoría chiita,
- pero el país ha casi agotado su petróleo y gas,
- "por lo que le resulta más difícil distribuir", comenta Davidson.
Por otro lado, "las respuestas de los gobiernos son más importantes, al menos en el corto plazo, que el dinero que tengan.
La grave violencia de las fuerzas gubernamentales en Bahrein hace difícil, si no imposible, para la oposición pensar en acuerdos", señala John O. Voll, profesor de Historia Islámica de la Universidad de Georgetown.
Yemen es un país pobre cuya producción petrolera alcanza apenas para su consumo.
Libia es el país más rico del norte de África, pero las mejoras económicas y subvenciones anunciadas parecen estériles.
Argelia tiene US$ 150 mil millones en reservas de divisas, el petróleo está casi a US$ 100 el barril, que podría usar para calmar las preocupaciones económicas de la población, estimó Reuters.
"En Libia y Argelia hay regímenes despiadados y viciosos.
- Es la voluntad de asesinar a sus propios ciudadanos y
- no los recursos económicos lo que los distingue", señala Richardson.
La buena noticia -estima- es que
- la juventud árabe exige mayor participación política y
- una distribución más equitativa de los recursos.
La mala es que
- las estructuras de las "clepto-gerontocracias" están bien arraigadas y
- tienen aliados extranjeros.
"Pero la generación mejor preparada de la historia árabe no va a rendirse fácilmente.
El ejemplo de Turquía muestra claramente que
- el islamismo, el nacionalismo y la democracia son perfectamente compatibles.
Pero nadie puede predecir qué va a pasar, como siempre ocurre en los períodos de tales trastornos", dice Davidson.
Quizás en las revueltas egipcias no aplica totalmente el "It's the economy, stupid" que popularizó Bill Clinton en la campaña presidencial de 1992 contra George H.W. Bush. Pero casi.

No es la religión
- Las aspiraciones de un mejor pasar económico,
por otro lado,
- dejan en un segundo plano los fanatismos religiosos.
"Lo último que pasa por tu mente es la religión", dijo Ahmed Mitwalli, un joven residente de un barrio de El Cairo antes conocido como la República Islámica de Imbaba, a The New York Times.
- "Es lo último que surge (la religión).
- Ellos necesitan dinero, necesitan contraer matrimonio, un automóvil".
- "Pan, justicia social y libertad.
- ¿Qué hay de religioso en eso?", dijo.

Demandas de egipcios
Las movilizaciones egipcias continuaron esta semana, pero por exigencias económicas.
1.500 ingenieros, empleados y trabajadores de la administración egipcia del Canal de Suez exigieron aumentos salariales y seguro médico laboral.
Mismas demandas de 20.000 trabajadores textiles, maquinistas y empleados aeroportuarios y bancarios, entre otros.
GASPAR RAMÍREZ - El Mercurio - Sgo. de Chile - 20-Feb-2011

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