Los países ricos intentan dejar atrás la crisis a través de las exportaciones
El comercio mundial no levanta cabeza.
La Organización
Mundial del Comercio (OMC) ha revisado, por segunda vez en lo que va de año, la
previsión de crecimiento de los intercambios comerciales en este ejercicio y
calcula que lo harán a un ritmo del 2,5%, lejos del
4,5% previsto hace un año y del 3,3% estimado
en abril.
La última
previsión está en línea con los datos registrados en 2012, cuando el comercio
mundial pegó un frenazo tras el crecimiento del 5,4% en 2011 y apenas aumentó un
2,3%, el nivel más bajo desde 1981. De hecho, la media de crecimiento
del comercio en los últimos 20 años ronda el 5,4% y nada apunta que se
vayan a alcanzar esos niveles en un horizonte cercano.
La
explicación a semejante escenario hay que buscarla en
- los
efectos de la crisis financiera internacional, pero
-
especialmente en la crisis de deuda europea.
“Dado que la
Unión Europea consume aproximadamente
- un
tercio de los bienes que se comercian en el mundo (el dato incluye los
intercambios
entre
países miembros de la Unión) y que
- la
tasa de paro de la región va a seguir cercana a sus máximos
niveles durante algún tiempo,
- el
crecimiento del comercio estará en los próximos trimestres,
previsiblemente,
-
por debajo de la media de los últimos años”, explicaba
la OMC en su nota.
De hecho,
las importaciones de la Unión Europea en la primera mitad del año
han caído un 2% respecto a un año antes, y eso, sin duda, ha
golpeado las cuentas de sus socios comerciales.
Sin embargo,
las exportaciones de la eurozona han crecido a un ritmo del 5,6%
en el mismo periodo y un 30% desde el primer trimestre de
2010, pese a la débil actividad económica en la región. Es decir,
- son las
exportaciones las que sostienen la recuperación
europea.
Pero no solo en
Europa. En Estados Unidos, tanto las exportaciones como las
importaciones han estado planas desde 2012, pero desde abril
pasado las ventas al exterior han repuntado un 2,2% (9% en tasa anual), frente
al 1% de las importaciones (4% anualizado).
“La UE ha
dado la vuelta a su balanza por cuenta corriente en esta crisis, de un
déficit se ha pasado a un considerable superávit en
apenas unos años, y eso se deja sentir en las exportaciones de los
países en desarrollo.
Además,
la expansiva política monetaria estadounidense ha propiciado una
devaluación del dólar, y lo mismo persigue Japón para su divisa
con las políticas puestas en marcha por el nuevo Gobierno.
- Todos
los países están jugando a salir de la crisis exportando,
pero
- para
eso alguien tiene que consumir”,
asegura
Federico Steinberg, investigador principal de economía
internacional del Real Instituto Elcano y profesor de la Universidad Autónoma de
Madrid.
Dada la dureza
con la que la crisis y las recetas para salir de ella han golpeado a las
economías consideradas ricas,
- el
consumo solo puede proceder de las economías emergentes
y lo hace con limitaciones,
como reconoce la
propia OMC.
“La demanda de
importaciones en los países en desarrollo está recuperándose, pero a un ritmo
más lento de lo previsto. Eso ha dificultado el crecimiento de las exportaciones
tanto de los países emergentes como de los países desarrollados en la primera
mitad de 2013 y fue la razón que justificó la rebaja de las previsiones”,
sostienen los economistas del organismo multilateral.
Pese a todo,
los nuevos cálculos siguen resultando optimistas.
Para alcanzar el
objetivo del 2,5% previsto para todo 2013, el volumen de bienes
intercambiados deberá crecer un 3,8% en esta segunda mitad del
año, ya que en los seis primeros meses apenas aumentó un 1,2%.
La OMC sostiene
que el objetivo es “alcanzable” a la vista de la
evolución de algunos indicadores como
- los
índices de gestores de compras,
- las
tarifas de transporte o
- la
producción automovilística.
Pero
otros analistas no comparten ese enfoque.
Andrew Kenningham, de Capital
Economics en Londres, sostiene que
- “hay
pocas razones para prever un repunte tan fuerte
- en los
volúmenes de comercio mundial”.
Kenningham se
basa en los datos facilitados por la Oficina holandesa de Análisis de Política
Económica, que apuntan una caída de las exportaciones del 0,5% en junio
pasado y del 0,9% en mayo, peor de lo estimado inicialmente, lo que
podría deteriorar la cifra del primer semestre.
Asimismo,
la caída del yen “ha demostrado que
- no
tiene un impacto directo sobre la competitividad de las exportaciones
japonesas”,
que
han retrocedido incluso en julio.
Las
exportaciones de la zona euro han sido muy débiles, “con la
excepción de España, que ha mantenido intercambios boyantes con
Reino Unido y Francia”.
La fuerte
caída de las importaciones energéticas de Estados Unidos, dada
- la
débil demanda y la mayor producción nacional,
- “pueden
provocar, incluso, un cambio en las balanzas comerciales de algunos países”,
y solo China
muestra un crecimiento vigoroso, del 5,1%, en julio.
- “Nos
tenemos que acostumbrar a estos niveles moderados de crecimiento del comercio.
- El
cambio de modelo de los países emergentes hacia unas economías con mayor peso de
la
demanda interna es muy lento”, advierte
Steinberg.
La
estrategia de las economías desarrolladas no es nueva, ni mucho menos.
Es el
mismo camino que intentaron los grandes países durante la Gran
Depresión de los años treinta y que dio lugar a
- un
fuerte aumento de las medidas proteccionistas que agudizaron
enormemente aquella crisis.
Un
error que se ha evitado en esta ocasión, pero que, en
menor intensidad, existe.
“Aunque
el frenazo en el comercio mundial ha estado causado
principalmente por shocks macroeconómicos adversos,
hay fuertes indicadores de que
- el
proteccionismo ha jugado también un papel en ese comportamiento y que
- está
adoptando ahora nuevas formas más difíciles de detectar”,
alertaba esta
semana el flamante director general de la OMC, Roberto
Azevêdo.
Alicia González - El País - Madrid - 27-Sep-2013
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