No es verdad que un gobierno con
- altísimos niveles de inflación,
- nulo crecimiento económico,
- los niveles más elevados de
criminalidad en el continente,
- corrupción generalizada y
- escasez de los productos más
básicos
- tenga sus días contados.
Tampoco es suficiente que se multipliquen las
protestas ciudadanas y que la prensa internacional destaque las severas
limitaciones a la libertad de información. Si así fuera,
- Maduro debería haber caído hace
tiempo,
especialmente después de las manifestaciones
del último mes.
Eso podrá pasar en Ucrania, pero el caso
venezolano es muy distinto. Veamos por
qué.
Nosotros nos quedamos con detalles anecdóticos, como la increíble elocuencia de Chávez o el hecho de que Maduro pretenda que su amado líder se le presente como un pajarito.
Nosotros nos quedamos con detalles anecdóticos, como la increíble elocuencia de Chávez o el hecho de que Maduro pretenda que su amado líder se le presente como un pajarito.
Pero esos rasgos extravagantes
nos impiden ver que
- el sistema chavista es
genial, aunque perverso, y que
- hay factores que explican que
aún tenga un amplio apoyo popular, que
- si no es mayoritario, al menos
le permite sobrevivir y ganar tiempo. Chávez descubrió
que
- los golpes de Estado tradicionales
son bastante ineficientes.
- De hecho, él mismo fracasó en
alguno.
- Hay que conseguir el apoyo
del Ejército y, lo que es más difícil,
- mantener su
lealtad. Además,
- es necesario encarcelar o
eliminar a los enemigos, y todo esto es
- ingrato, políticamente
costoso y difícil de realizar. - El método chavista es el de
las termitas,
que van corroyendo
el sistema de a poco, sin que duela ni se note.
- Con mucha plata y los
nombramientos precisos, dejó contento al Ejército.
- Con sistemas similares, fue
controlando a la judicatura, la policía y otros organismos
públicos.
- Ahogó la libertad de prensa, que es
una típica libertad burguesa que
- no interesa demasiado a las
masas, mientras se siga hablando de deporte y
farándula.En suma, Chávez se valió de infinitos
resquicios legales y de la torpeza de la oposición (que en un momento decidió no
presentarse a las elecciones en protesta por las trampas electorales) para
- dictar las leyes que más le
convenían, entre ellas una que
- distribuyó las circunscripciones
electorales de un modo muy favorable al chavismo. Si a esto se agrega que los
democratacristianos y los socialdemócratas
- estaban desprestigiados por su
ineficiencia y corrupción,
por supuesto, bastante menores que las
actuales, tenemos
- un panorama muy propicio para
experimentos populistas y antipolíticos,
como los representados por Chávez y
Maduro.
- Todo esto es genial y maligno.
- Todo esto es genial y maligno.
Le ha permitido al chavismo
- deshacer intentos
golpistas y mantener a raya a una oposición que apenas logra unirse,
y no logra articular un discurso que le haga
el peso a la magia retórica gobiernista.
Pero la pervivencia del sistema no se explica solo por la perversa habilidad de quienes lo montaron.
Pero la pervivencia del sistema no se explica solo por la perversa habilidad de quienes lo montaron.
Es cierto que las últimas elecciones
presidenciales fueron muy dudosas (por algo no se permitió el ingreso de
observadores extranjeros), pero sería ingenuo negar que
- Maduro aún goza de un apoyo
considerable.
- ¿De dónde sale este apoyo?
- De la historia y del
presente.La historia les
recuerda a muchos venezolanos un tiempo, en la década del setenta,
cuando
- Venezuela nadaba en las riquezas
del petróleo, pero
- ellos no tocaron casi nada.
Había magníficas casas, autopistas y recursos
para la investigación científica, pero
- la educación para las grandes masas
era mala y
- el acceso a la salud no estaba a la
altura del nivel económico del país.
Más allá de las declaraciones retóricas de
los partidos de izquierda, lo cierto es que
- la clase política entera era
percibida como lejana y carente de
interés
- por los problemas diarios de esas
masas que habitaban los barrios marginales de Caracas.
- Venezuela estaba muy bien, pero
para los otros.
- En ese contexto, llega Chávez, un hombre cercano, que
- En ese contexto, llega Chávez, un hombre cercano, que
- les habla en su idioma y es uno
de ellos.
Por primera vez sienten una verdadera
identificación con el que está arriba. Maduro, en verdad, no es Chávez, pero
mantiene el mismo discurso contra los poderosos, contra los ricos, contra el
imperio, a quienes se culpa de todos los males.
En este contexto, las protestas de los
universitarios y demás miembros de la clase media todavía le parecen a esas
masas desposeídas muy alejadas de su diaria realidad.
Y la propaganda chavista ha
logrado convencer a esa parte de la población que
- se trata de grupos que simplemente
están tratando de recuperar los privilegios de antaño. También hay razones muy
actuales que justifican el apoyo del que aún goza Maduro.
- Como Cristina Fernández y otros
populistas, el chavismo sabe que
- mientras haya subsidios y
otras formas de paternalismo,
- podrá gozar de sustento
popular.
O al menos será difícil que
- esas miles de personas se sumen a
unas protestas que buscan
- unos cambios inciertos y menos
palpables que
- el bono o la ayuda de que disponen
hoy y ahora.
Se trata de
- un tipo de proletariado muy
conservador, que
- no está dispuesto a sumarse a
aventuras impredecibles,
- más propias de jóvenes
acomodados.
- No es fácil, entonces, el panorama para la oposición.
- No es fácil, entonces, el panorama para la oposición.
- Pero tiene una importante ventaja
de su parte.
Maduro y su gente
- no pueden hablar sin insultar,
sin atribuir los más oscuros motivos a
quienes piensan distinto.
La mayoría de los líderes
opositores
- habla, en cambio, otro lenguaje.
Quizá sean
- políticamente torpes y no
consigan la necesaria unidad para enfrentar a un enemigo tan poderoso.
- Pero su mensaje no transmite
odio ni recurren a la mentira como arma política.
- Eso no es todo, quizá no sea mucho.
Pero es un comienzo.
Joaquín García Huidobro - El Mercurio - Sgo. de Chile - 3-3-2014
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