Es
difícil de detectar el beneficio de los descubrimientos tecnológicos
del Silicon Valley en el PIB
Alrededor del mundo existe un gran entusiasmo por
- el tipo de innovación tecnológica que se
simboliza en Silicon Valley.
Según esta forma de ver las cosas,
- el ingenio de Estados Unidos es
- su
verdadera ventaja comparativa,
- ventaja que otros se esfuerzan por imitar.
- Sin embargo, existe también un enigma:
- es difícil
detectar los beneficios de esta innovación
- en las estadísticas del
PIB.
Lo que ocurre hoy día es análogo a los
avances que tuvieron lugar hace algunas décadas, a principios de la era de
las computadoras personales.
En el año 1987, el economista
Robert Solow —galardonado con el Premio Nobel por su trabajo
pionero sobre el crecimiento— se lamentaba indicando
que
- “se puede ver la era de las
computadoras en todas partes
-
menos en
las estadísticas de productividad”.
Hay varias explicaciones posibles para
esto.
Quizá el PIB realmente no capture
- las mejoras en los estándares de
vida que
- la innovación de la era de la
computadora está engendrando.
O tal vez
- esta innovación es menos
importante de lo que sus entusiastas creen.
- Sucede que hay algo de verdad en ambas
perspectivas.
Recordemos la forma en que hace unos años,
justo antes del colapso de Lehman Brothers,
- el sector financiero se
enorgullecía de su capacidad de innovación.
Debido a que las instituciones financieras
habían atraído a las mejores y más brillantes mentes de todo el mundo, uno no
habría esperado nada menos.
No obstante, al examinar
esto de manera más detenida se hizo evidente que
- la mayor parte de
dicha innovación implicaba
- idear mejores formas para estafar a los
demás,
- manipular a los mercados sin ser
descubierto,
- al menos, no durante un largo periodo y
- explotar el poder de
mercado.
En este periodo, cuando
- los recursos fluían
hacia este sector “innovador”,
- el crecimiento del PIB
fue marcadamente menor
- al que se registraba anteriormente.
Incluso en los momentos más
propicios, el sector financiero
- no condujo hacia un
aumento de los estándares de vida, con excepción de
- los estándares de vida de los
banqueros, y con el tiempo
- condujo hacia la
crisis de la cual ahora nos estamos recuperando.
- La contribución
social neta de toda esta “innovación” fue
negativa.
De manera similar, la
burbuja del puntocom que precedió a este periodo
- se caracterizó por la
innovación,
existen sitios web a través de los cuales
uno puede pedir en línea refrescos y comida para perros.
Por lo menos este periodo dejó un legado
de
- motores de búsqueda
eficientes y
- una infraestructura de
fibra óptica.
Sin embargo,
- no es nada fácil
evaluar cómo
- el ahorro de tiempo que implica las
compras en línea,
- o el ahorro de costes que
pudiese derivarse de una mayor
competencia,
- debido a que es más fácil
comparar los precios en línea,
- afecta a nuestros estándares de
vida.
Dos cosas deben quedar en claro.
En primer lugar, puede que
- la rentabilidad de una
innovación no sea una buena medida de
- su contribución neta a
nuestros estándares de vida.
En nuestra economía actual, en la cual
“el ganador se lleva todo”, un innovador que
desarrolla un mejor sitio web para la compra y entrega de comida para perros
puede atraer a todos los clientes alrededor del mundo que usan la red de
Internet para
- realizar pedidos de comida
para perros,
- obteniendo dicho innovador
grandes ganancias en el proceso.
- Pero sin el servicio de
entrega, gran parte de las mencionadas
ganancias
- simplemente hubiesen sido
percibidas por otros.
- La contribución neta
del sitio web al crecimiento económico
- puede que sea, en los hechos,
- una contribución relativamente
pequeña.
Es más, si una
innovación, como por ejemplo los cajeros automáticos
en la banca,
- conduce a un aumento en el
desempleo,
- ninguno de los costes
sociales —
- ni el sufrimiento de aquellos
que son despedidos,
- ni el aumento en los
costes fiscales por tener que pagar a estas personas
las prestaciones por
desempleo—
- se refleja en la rentabilidad de
las empresas.
Del mismo modo, nuestra métrica del PIB
- no refleja el coste del
aumento de la inseguridad que las personas
- puedan llegar a sentir
cuando aumenta
- el riesgo de pérdida de
un puesto de trabajo.
Es de igual importancia el hecho de que
con frecuencia la métrica del PIB no refleja de manera precisa - la
mejora en el bienestar de la sociedad que se deriva de la
innovación.
En un mundo más simple, en el cual
- la innovación significaba
simplemente
- la reducción del coste de la producción de,
- digamos como ejemplo, un
automóvil, era fácil
- evaluar el valor de una innovación.
Sin embargo, cuando
- la innovación afecta a
la calidad de un automóvil,
- la tarea se torna mucho
más difícil.
Y esto se hace aún más evidente en otros
ámbitos:
- ¿Cómo evaluamos con
precisión el hecho de que, debido a los avances médicos,
- la cirugía cardiaca tiene ahora
mayor probabilidad de éxito que en el pasado,
- lo que a su vez conduce a un
aumento significativo en
- la esperanza y calidad de
vida de las personas?
No obstante, uno no puede evitar la
incómoda sensación de que, cuando todo está dicho y hecho,
- la contribución de las
más recientes innovaciones tecnológicas
- al crecimiento a largo
plazo,
- en lo que se refiere a los
estándares de vida, puede ser
- sustancialmente
menor a la que los entusiastas afirman que es.
Se ha dedicado una gran cantidad de
esfuerzo intelectual a la elaboración de mejores
maneras de
- maximizar los
presupuestos de publicidad y marketing,
- dirigiéndose dichos esfuerzos
específicamente hacia determinados clientes,
- en especial hacia clientes
ricos, quienes realmente pueden comprar el producto.
Sin embargo, es posible que los estándares
de vida se hubiesen elevado aún más si todo ese talento innovador se hubiese
asignado a investigaciones fundamentales, o incluso a investigaciones más
aplicadas que pudiesen haber dado lugar a nuevos
productos.
Sí es verdad, estar mejor conectados unos
con otros, a través de Facebook o Twitter, es
realmente valioso. Pero
- ¿Cómo podemos comparar estas
innovaciones con otras como
- el láser, el transistor, la
máquina de Turing y el mapa del genoma humano,
- cada una de las cuales ha
dado lugar a una avalancha de productos que
- a su vez conducen a
transformaciones?
Por supuesto, tenemos motivos para soltar
un suspiro de alivio.
Si bien puede que no
sepamos
- cuánto están
contribuyendo a nuestro bienestar
- las recientes innovaciones
tecnológicas,
- al menos sabemos que, a
diferencia de lo que ocurrió con
- la ola de innovaciones
financieras
- que caracterizaron a la economía
mundial precrisis,
- el efecto de
las más recientes innovaciones es
positivo.
Joseph Stiglitz - Premio Nobel de Economía - El País - Madrid - 30-Mar-2014
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