sábado, 23 de enero de 2010

Los sebastián boys

Tienen menos de 40 años, son tecnócratas, con posgrados y sin la carga histórica del pasado.
Son más de mil, y están siendo reclutados para formar las capas medias del nuevo gobierno.
Juventud, juventud, juventud, es la consigna del nuevo Presidente electo, también buenos currículos y antecedentes intachables.
Quiénes son, quiénes pueden ser y cómo será el nuevo establishment.


El televisor está prendido en un improvisado living de pasillo en el segundo piso del Hotel Crowne Plaza, donde funciona el comando de Sebastián Piñera el día de la elección. Por un ventanal se puede ver la misma imagen que transmite la pantalla: el candidato, su señora e hijos, arriba del escenario, eufóricos; él dando su primer discurso como Presidente electo, miles de personas con banderas de colores lo ovacionan.
Parado detrás de un sofá, mirando la tele, mochila al hombro, camisa afuera, pasa inadvertido el rostro agotado de Ignacio Rivadeneira (34), abogado de la UC, soltero, ex alumno del Tabancura, vecino y brazo derecho de Sebastián Piñera, y uno de los que lo ayudó a escribir el largo discurso que ahora escucha.
Un mes atrás, Ignacio Rivadeneira estaba arriba del escenario mientras Piñera daba el discurso ganador de la primera vuelta de las elecciones presidenciales.
El entonces candidato escribió de su puño y letra la lista con los nombres de las personas que debían acompañarlo en el escenario y salir en la foto: tenían que estar Rivadeneira, sus hijos, la economista Soledad Arellano, Luis Larraín (el del testimonio gay en la franja), el actor Luciano Cruz Coke, el economista Felipe Kast.
Piñera y su señora Cecilia Morel eran los únicos "con canas" en esa imagen.
Alejado de la lógica de los partidos, Sebastián Piñera privilegió caras nuevas, más apolíticas para rodearse durante la campaña, dejando a los rostros conocidos de la UDI y Renovación Nacional en un segundo plano. Y ahora, que el nuevo gobierno comienza a instalarse, la tónica será la misma.
También la noche del triunfo, mientras Piñera celebraba en su casa de San Damián, donde corría champaña barata y mini sandwiches, le dijo a sus invitados:
- Por favor, manden gente joven. Este gobierno necesita profesionales jóvenes de excelencia.

Les pidió que buscaran buenos currículos.
Pero muchos meses antes de eso, a las oficinas de los centros de estudios ligados a la derecha
- Instituto Libertad, Libertad y Desarrollo y
- la Fundación Jaime Guzmán,
que tienen la tarea de reclutar, habían llegado miles de currículos de jóvenes que quieren trabajar en el nuevo gobierno. Los requisitos de Piñera eran claros:
- menores de 40,
- profesionales, ojalá con estudios en el extranjero y
- hoja de vida intachable.
- Y también mujeres, le faltan mujeres.
El lunes pasado, al mediodía, las cabezas del Instituto Libertad y Desarrollo estaban reunidas, celebrando la elección. Entonces Hernán Büchi, ex ministro de Hacienda del régimen militar, tomó la palabra y dijo que cuando veía a los jóvenes que trabajan en el Instituto pensaba que era una lástima que no tuvieran la oportunidad, que sí tuvo él cuando era muy joven, de implementar las ideas y sus proyectos en el Estado, y que ahora sí la tendrán.
-Esta es una oportunidad histórica y hay que dejar de lado la comodidad para un beneficio mayor -dijo.
Resumía bien las expectativas de los jóvenes que ahora esperan su oportunidad. La generación que llenará las capas medias del nuevo gobierno es más tecnócrata, no tiene la carga del pasado -no tenía edad para votar en el plebiscito- y en ella conviven conservadores y liberales.
Algunos ya se refieren al "nuevo partido transversal", como se le llamó a quienes llegaron al gobierno de Patricio Aylwin en 1990, y que terminaron privilegiando el espíritu común de la Concertación más que los propios partidos.
- Las semillas de esta generación se dieron en torno al comando y a las comisiones Tantauco, pero
- la semilla más importante es la expectativa de poder, eso reúne y es capaz de pegar cualquier cosa,
dice José Miguel Izquierdo, analista del Instituto Libertad, y que trabajó en el comando.

La nueva patrulla juvenil
Cuando Piñera se hizo visible en política, en 1989, hace 20 años, tenía 40 años, y era ya viejo para los estándares que él está pidiendo para su gobierno. Bajo esa lógica, Rodrigo Hinzpeter -quien junto a Ignacio Rivadeneira y su hija Magdalena Piñera formaron el círculo íntimo del candidato durante la campaña- a los 43 años es el más viejo de los jóvenes que rodean a Sebastián Piñera.
Hinzpeter hoy es el hombre más poderoso del piñerismo y probable ministro. La noche del triunfo lloró de emoción abrazado con Alberto Espina. Es un afamado abogado del estudio Bofill, Mir, Álvarez, Hinzpeter & Jana. Su relación con Piñera comenzó en 1989 cuando fue jefe de campaña de Evelyn Matthei, candidata a diputada. Tras el Piñeragate, Hinzpeter apoyó a Piñera y en 2005 se selló la alianza entre ambos cuando el abogado se transformó en uno de los artífices de la candidatura presidencial de Piñera en desmedro de Lavín.
Hasta hace seis meses, la imagen de Hinzpeter era la de una persona más bien dura, fría y de trato seco, pero hoy se erige como el gran articulador de equipos, que escucha, que da espacio a los jóvenes, que construye acuerdos.
-Él nos empoderó, es el arquitecto de que haya un grupo de chicos de treinta y tantos en puestos claves y que participaron en áreas que fueron muy simbólicas -dice un miembro del comando.
Ignacio Rivadeneira también es abogado y máster en políticas públicas de Harvard. Es hijo de Ricardo Rivadeneira, ex presidente de RN. Piñera lo conoce desde sus tiempos en la juventud del partido y porque trabajó en su campaña de 2005. Durante la reciente campaña fue tomando importancia hasta convertirse en el segundo brazo derecho, después de Hinzpeter. De perfil bajo, "más perno que cool", dicen sus cercanos, el ex alumno del colegio Tabancura es más tecnócrata que animal político. Le hace los discursos a Piñera, le ve sus columnas y es muy trabajólico.
Más abajo en influencia, pero de gran consolidación, está Hernán Larraín Matte (35), hijo del senador UDI, Hernán Larraín. Ex alumno del colegio Apoquindo, estudió derecho en la Finis Terrae, ciencia política en la UC y un máster en políticas públicas en el London School of Economics. Liberal de pensamiento, entró al comando por una puerta lateral -ganó la licitación de la plataforma web de la campaña con su empresa Storm- y terminó siendo el responsable del exitoso marketing de la campaña y su franja.
- Él supo traducir en el marketing el mensaje de una derecha más fresca, moderna e inclusiva -dice un cercano.
Su paso por el comando fue bien evaluado y se especula que estará en La Moneda.
Se piensa lo mismo de Francisco Irarrázaval quien, con un poco de burla, fue llamado el "Bowen de Piñera", ya que tal como Sebastián Bowen, la figura joven del comando de Eduardo Frei, ambos vienen de Un Techo para Chile. Con experiencia en temas de pobreza, el ingeniero civil de la UC y máster en desarrollo económico de Harvard, empezó trabajando en los grupos Tantauco y luego él mismo se ofreció para trabajar en el comando.
Junto a los hijos menores de Piñera, Sebastián y Cristóbal, ha estado encima del llamado "comando juvenil" que recorrió el país arriba de un bus con el slogan "Mójate por Chile" que incentivaba a que los jóvenes se inscribieran en los registros electorales.

Onda sub 45
En las nuevas capas de jóvenes que llegarán al Gobierno, conviven dos grupos.
- Los más conservadores, en general ligados al gremialismo, y
- los liberales, más abiertos en lo valórico.
- Una es la derecha de pantalón beige y mocasines y
- la otra, la derecha que lee "The Clinic", que se siente más cool y que podría tener de emblema a Hernán Larraín Matte o Cristóbal Bellolio (Independientes en Red, ex marquista que apoyó a Piñera). También Ignacio Rivadeneira, aunque se ve más formal -dice un cercano asesor de la Presidenta Bachelet.
En general son más "abajistas", desencorbatados y usan palabras como "ese chico" o "guapa" y son más coloquiales que los sobre 45 años. También pueden convivir con la polola y comer en el Liguria, aunque el "piñerismo" es muy del Tiramisú, la popular pizzería del barrio El Golf.
El mediático José Miguel Izquierdo, experto electoral del Institituto Libertad y un "Sebastián boy" sin duda alguna, lo define así: "Somos más surfers que de la pastoral católica".
La mayoría admira
- al líder conservador inglés David Cameron,
- al Presidente francés Nicolás Sarkozy y
- a Barack Obama.
Leen y analizan sus discursos, han sido una clara inspiración para los creativos jóvenes que hicieron la franja de Piñera.
Durante la campaña, los jóvenes del comando leyeron los libros que Rodrigo Hinzpeter les sugirió, como
- Political Brain, de Drew Western -que hablaba de las emociones en política y que discutieron juntos-,
- Eyewitness to Power:
- The Essence of Leadership,
- Nixon to Clinton, de David Gergen y
- No Place for Amateurs: How Political Consultants are Reshaping American Democracy, de Dennis W. Johnson.
Todos comprados por Amazon.
-Pero jamás leerían al sociólogo francés Alain Touraine -dice un asesor de Michelle Bachelet, con ironía.
También son bastante informales, sello de Sebastián Piñera a quien nadie le dice "don", pese a sus 60 años. Es simplemente Sebastián.
La dinámica de Piñera es establecer
- proyectos,
- objetivos,
- metas,
- plazos y
- delivery.
La metodología de gestión es cómoda, flexible, no tiene que ver con marcar tarjeta, no hay dress code. La clave es que se respeta la libertad del proceso, pero lo que importa es el resultado -dice un joven cercano a Piñera.

El nuevo "partido transversal"
En estos días, las altas esferas del piñerismo gastan la mayor parte del tiempo definiendo el gabinete, pero ya hace varios meses que se forma la segunda capa del gobierno, que está siendo reclutada por los think tanks de la derecha.
En diciembre de 2008, después del congreso de las Termas de Colina en que la UDI proclamó a Sebastián Piñera, éste se reunió con Miguel Flores, presidente de la Fundación Jaime Guzmán. En la oficina del candidato, Flores se comprometió a estructurar una red de profesionales jóvenes vinculados a la fundación para trabajar en el futuro gobierno.
En agosto de 2009, con absoluta discreción, se comenzó a llamar gente y a preguntarles, directamente, si estarían disponibles.

Hoy manejan 803 currículos.
- Los mayores tienen 42 años, pero el promedio es de 32.
- Muchos tienen posgrados en el extranjero, hay
- 241 abogados,
- 113 ingenieros comerciales,
- 125 ingenieros civiles,
- 54 periodistas,
- 44 arquitectos,
- 31 pedagogos,
- 24 constructores civiles y
- 19 cientistas políticos y administradores públicos, más
- 152 personas con otras profesiones.
Muchos venidos del gremialismo, de las federaciones de estudiantes, del programa "Jóvenes al Servicio de Chile".
Gente que trabajó en municipalidades, en gobiernos regionales, que conoce el aparato estatal y tiene cierta ventaja sobre los que vienen del mundo de la empresa o la academia -dice Miguel Flores. Conocen el engranaje público, muchos han tenido que trabajar con poco presupuesto en municipalidades y entenderse con el gobierno central o regional.
El reclutamiento de profesionales lo manejó Álvaro Cruzat (38), agrónomo, MBA IESE- España y ex gerente de Colo Colo que fue presidente de la Feuc y hoy es gerente de la división Iconstruye.
Algunos de los reclutados por la Fundación estuvieron en los grupos Tantauco, como el abogado de la UC Sebastián Donoso, experto en pueblos originarios.
Carol Bown (31), abogada de la UC con posgrado en Georgetown, ex candidata a alcaldesa por Quilicura, reúne las condiciones buscadas, además de ser mujer, a lo que Piñera le quiere dar prioridad.
También Francisca Correa, la primera mujer presidente que tuvo la Feuc en los 90, y que hoy maneja una red de jardines infantiles. Otro de los que se nombran es Julio Poblete, arquitecto de la UC con un máster en Harvard, y que trabajó con Joaquín Lavín en la Municipalidad de Santiago junto a Fernando Rojas, un ingeniero de la UC que hoy es gerente de Habitat y que también estuvo en Harvard.
También Sebastián Soto (32), un abogado de la UC a cargo del área legislativa de Libertad y Desarrollo. Y Nicolás Figari (33), abogado, que hoy es el jefe de gabinete de Jovino Novoa.
La gente que viene de la Fundación Jaime Guzmán responde a la derecha más conservadora, con mucho "sentido de misión" -una característica más UDI que RN, pero, como para la mayoría de estos jóvenes, Pinochet casi no les dice nada.
Al Instituto Libertad, de Renovación Nacional, dirigido por María Luisa Brahm, han llegado más de 1.000 currículos y tienen a una persona especializada clasificándolos.
Va a salir una generación muy potente, muy comprometida que ha visto una puerta abierta. Si la mitad de esto se hace realidad tendremos un avión de gobierno -dice Brahm.
José Miguel Izquierdo, experto electoral del Instituto Libertad, también está entre los nombres destacados del piñerismo joven. Libertad ha venido a reemplazar a la juventud de RN que casi no existe como semillero, no así en la UDI.
De Libertad será la jefa de gabinete de Cecilia Morel, la abogada Daniela Godoy. También se mencionan como "reclutables" a Alejandra Candia, ingeniera comercial, a Rodrigo Yáñez, abogado que ve los temas jurídicos y legislativos, y a Trinidad Valdés, quien ve los temas municipales, nombres que se repiten al hablar con diversas fuentes del sector.
A Cristián Larroulet, sin duda un hombre clave del nuevo gobierno, presidente del Instituto Libertad y Desarrollo, le han llegado muchísimos currículos, aunque no los han buscado como institución. LyD tiene entre sus filas nombres importantes para la nueva administración como Felipe Kast (32), hijo de Miguel Kast, doctor en economía y máster en políticas públicas de Harvard, a Felipe Silva Méndez, economista, y a Ena von Baer, derrotada candidata a senadora, quien se menciona como posible vocera.
De estos tres think tanks salieron muchos de los miembros de los grupos Tantauco que lideró Magdalena, la influyente hija de Sebastián Piñera. Un cercano asesor del Presidente electo dice que por ser hija sería raro que estuviera a cargo de un servicio, pero es probable que forme parte de la Presidencia donde trabajan más de 140 personas de íntima confianza del Presidente. "Si ahora está la Jupi (María Angélica Álvarez, amiga de Bachelet), ¿por qué no puede estar la Mane?", se pregunta la fuente.
Un rostro femenino fuerte que ha salido de los Tantauco es el de la economista y doctorada en el MIT Soledad Arellano (37), muy cercana al economista Felipe Larraín y a Piñera desde su campaña presidencial de 2005.
En el área de las mujeres, otra cara que se daba por sentada en La Moneda y que se terminó por alejarse es la aún diputada UDI, Marcela Cubillos, que en marzo dejará su cargo porque no quiso ir a la reelección. Entró con mucho poder al comando, pero tras el primer debate tuvo fuertes diferencias con Rodrigo Hinzpeter. El "estilo Sebastián"
Al próximo Presidente de Chile le acomoda trabajar con gente joven. Y, desde los tiempos en que era sólo empresario, y luego de político, recluta jóvenes para trabajar con él.
No sólo porque pagaba poco en sus tiempos de full empresario, sino porque tiene un estilo informal y rápido que se ajusta bien con gente más moldeable y desprejuiciada. Le gusta la gente inteligente y con iniciativa -dice un ex colaborador.
Para buscarlos, siempre se ha fijado mucho en su desempeño académico y le interesan, por ejemplo, los mejores egresados de la UC. Para eso llama a sus contactos, a gente de la universidad y pregunta "cuáles son los buenos" -recuerda otro estrecho colaborador suyo.
El abogado y actual director del Centro de Liderazgo Estratégico de la U. Adolfo Ibáñez, Juan Carlos Eichholz, trabajó con Piñera cuando estaba recién salido de Derecho de la Católica. Llegó el año 92 a trabajar con el entonces senador de RN, unos meses después del Piñeragate, etapa en que recuerda a un Piñera golpeado pero lleno de energía por levantarse.
El trato con él es de igual a igual, y así es con toda la gente joven. Se da una buena simbiosis y aunque Piñera es rápido, voraz, ansioso y con varios temas al mismo tiempo, la gracia es su horizontalidad. Piñera no es un gallo inspirador, pero sí movilizador. Mueve desde la gestión, desde la capacidad de cada uno de desafiarse a sí mismo -dice Eichholz.
Un ex ejecutivo de Piñera que prefiere el anonimato dice que el Presidente electo necesita energía y saca lo mejor de la gente, pero no le gusta hacerse cargo de lo más cercano de cada uno, de sus motivaciones, y asume que la gente estará con él sólo por un tiempo.
Están entre 3 y 8 años máximo y es raro, en sus empresas, que la gente de más de 32 se quede con Piñera porque eso es ya un proyecto de vida, y a Piñera no le interesa manejar eso. Tampoco generar espacios de mayor intimidad. Él genera simpatía, pero no intimidad -dice el ex ejecutivo.
Eso, dice un cercano a Piñera, lo aprendió a golpes. "Cuando fue ejecutivo primero y luego empresario, reclutó harta gente joven. Pero después se dio cuenta del desgaste que es manejar personas", dice.
No somos "yesmanes" (del inglés yes man, sí señor) -dice Francisco Irarrázaval -. A Sebastián le gustan las ideas propias, que seas analítico y tienes que ser capaz de discutirle. Uno se siente en libertad total.
Claro que algunos reconocen que hoy, aparte de Hinzpeter, son pocos los que le discutían fuerte durante la campaña.
En esta relación horizontal -dice Eichholz- le puedes cuestionar todo lo que quieras. Hace que uno tome sus propias decisiones. Es empoderador.
Los que han trabajado con él reconocen el tremendo aprendizaje de su capacidad e inteligencia. Pero concuerdan en que dice "lo hiciste mal" y punto, pero no entra al "por qué lo hiciste mal". No se da ese trabajo, en general, con la gente más joven. No hay tiempo.

Lo mismo en política.
-No es Jaime Guzmán -agregan.
Pero como el próximo Presidente no es desconfiado, dicen que no es difícil trabajar con él aunque uno esté comenzando o falte experiencia.
Confía en la gente con la que trabaja, porque sabe que son capaces y por algo los escogió -dice un ex ejecutivo.
También hay bastante coincidencia en que es muy poco rencoroso, lo que hace fluidas sus relaciones.
Pero le cuesta formar equipos reales, y en esta campaña, los únicos jóvenes importantes fueron Rodrigo Hinzpeter, Ignacio Rivadeneira y sus hijos. Ese fue el círculo de hierro real -dice un alto dirigente de la UDI.
Los jóvenes le acomodan porque no tienen agendas propias, porque son flexibles y se acomodan a su liderazgo.
Cuando se topa con agendas propias le saltan los fusibles -agrega un colaborador.
Ahora Piñera no tendrá que manejar directamente a los más de mil jóvenes que deberían entrar a su gobierno, pero sí dar el marco para que el recambio generacional finalmente se produzca, al menos desde el Estado.
Los jóvenes de la Concertación fueron submarineados por las cúpulas, por Escalona, Latorre, Auth y Gómez -concluye un miembro del comando de Piñera-. A nosotros no nos pasó lo mismo. Ojalá ahora podamos demostrar que somos más que una buena intención.

Sabine Drysdale - Paula Coddou - "El Mercurio" - Sgo. de Chile - 23-Ene-2010

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