viernes, 27 de abril de 2012

Liberales, socialistas y conservadores


En nuestros debates cotidianos muchas veces utilizamos etiquetas que, en más de una ocasión,
- buscan descalificar al adversario.
Así, por ejemplo, alguien que opina que
- los monopolios son malos es un "neoliberal insensible" o
- quien propone la intervención del Estado en un mercado es un "socialista retrógrado".

En cualquier caso con una carga notoriamente peyorativa.
En el otro extremo están
- las definiciones tan amplias que pueden incluir a cualquiera.
- Si los liberales son los partidarios de la Libertad,
- los conservadores son los defensores de nuestros mejores valores y
- los socialistas los promotores de la solidaridad
- ¡quién no quiere ser las tres cosas!

Y sin embargo,
- el fin de la historia nunca llegó, y
- las ideas siguen pesando y

- todos somos esclavos de pensadores muertos,
- como argumentó Keynes, sepámoslo o no.

Y es que
- no saber a qué ideología corresponden nuestras ideas
- no es independencia de criterio,
- es mera ignorancia.


¿A qué viene todo esto?
En los últimos días en distintos medios de comunicación vi usar las tres palabras del título con distintos significados.
A modo de ejemplo,
- ¿El Frente Amplio es un partido conservador?
Si la definición de conservador es
- defensor del statu quo de la sociedad, sin dudas lo es. Pero
- si Reagan y Thatcher son conservadores, evidentemente no.
Entonces,
- salvo que explicitemos en cada caso que queremos decir
- la logomaquia nos puede conducir a confusiones importantes.

Para evitarlo, Hayek da una clasificación muy útil, por cierto
- mucho más que la simple izquierda - derecha que tantas veces oscurece más de lo que aclara.
Consiste en
- ver qué valor le da cada ideología a la tradición.
Los conservadores serían
- quienes piensan que la tradición tiene un valor superior a la razón y por tanto
- se atienen a ella, como fuente de verdad.

Los socialistas serían quienes piensan que
- la tradición no tiene ningún valor y por lo tanto
- la razón puede crear mejores soluciones a tabla rasa, sin tener en cuenta el pasado.
Los liberales
serían quienes piensan que
- la tradición brinda información útil sobre la forma en que los hombres resolvieron sus problemas en el pasado,
- pero no necesariamente la mejor para todos los casos
.
En este sentido,
- no conviene contrariarla cuando funcionó bien (aún en los casos en que no la terminemos de entender), pero eso no quiere decir que
- no sea susceptible de modificaciones.
Es más, existen sociedades enteras que
- han desaparecido por atenerse a sus "tradiciones" cuando estas
- ya no se adaptaban a la realidad en que vivían.

Mientras que los conservadores - pueden morir atados al mástil por seguir fórmulas anacrónicas,
- el error de los socialistas es el contrario.

- No tomar en cuenta la valiosa información que acumularon generaciones de seres humanos
a través de un extenso proceso de prueba y error también conduce al desastre.

Los impulsos refundacionales o la confianza excesiva en la razón
- para diseñar soluciones de ingeniería social pretendidamente superiores a la acción descentralizada de los hombres
- han demostrado ser un rotundo fracaso.
La clasificación de Hayek resulta entonces
- útil para el análisis y fácil de aplicar.
De paso nos lleva de la mano a una conclusión local e ineludible;
- en Uruguay nos sobran conservadores y socialistas
- y nos faltan liberales.
- Lo que explican muchas cosas

Hernan Bonilla - El Pais - Montevideo - 27-Abr-2012

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