domingo, 15 de diciembre de 2013

¿Cuál es el problema de las economías avanzadas?

File:IMF advanced economies 2008.png
Es rentable la inversión en infraestructuras productivas que engendra el crecimiento a largo plazo.
 
- ¿Es el lento crecimiento actual de las economías avanzadas una continuación del deterioro
   prolongado o
- refleja las consecuencias normales de una profunda crisis financiera sistémica?
Y, lo que es más importante,
- ¿Necesitamos responder esa pregunta definitivamente para impulsar el ritmo de
   la recuperación económica?
En una reciente conferencia del Fondo Monetario Internacional (FMI), el exsecretario del Tesoro de Estados Unidos, Lawrence Summers, sostuvo que
- el triste crecimiento actual tiene raíces profundas que son anteriores a la crisis
  financiera mundial.
Summers insistió, en particular, en
- la necesidad de más inversión en infraestructuras,
opinión que la mayoría de los economistas comparten encarecidamente, sobre todo si se trata de una inversión verdaderamente productiva.
Desde luego, otros están preocupados por el deterioro prolongado, si bien la mayoría ha insistido en el lado de la oferta en lugar de en el de la demanda.
El economista Jeffrey Sachs, por ejemplo, ha sostenido que
- la economía de EE UU debe afrontar una plétora de impedimentos estructurales
  al crecimiento sostenido, incluida
  - la deslocalización,
  - los desajustes en el mercado laboral y
  - las infraestructuras deterioradas.
El empresario de Internet Peter Thiel y el legendario campeón de ajedrez Gary Kaspárov han indicado que el malestar es aún más profundo, como también lo ha hecho el economista Robert Gordon.
Sostienen que
- el motor tecnológico que ha impulsado a la humanidad
- de una meseta económica a la siguiente durante los 200 últimos años
- está perdiendo fuelle.
Dicho de forma sencilla,
- la red Internet puede ser genial, pero no es esencial precisamente como
  - el agua corriente,
  - la electrificación o
  - el motor de combustión interna.
La tesis de Gordon-Kaspárov-Thiel es extraordinariamente interesante, aunque yo he discutido sus conclusiones negativas, tanto por escrito como en un debate en Oxford.
Personalmente, creo que
- el mayor riesgo es el de que el ritmo del progreso tecnológico
- se acelere demasiado para que las sociedades se adapten, si bien
- la experiencia ha sido hasta ahora fundamentalmente positiva.
Desde luego, las actuales economías avanzadas necesitan urgentemente
- abordar toda clase de deficiencias tecnológicas, sociales y políticas.
No obstante, el insuficiente crecimiento de los cinco últimos años sigue presentando todas las características de
- una típica recuperación lenta resultante de una crisis sistémica profunda,
como Carmen Reinhart y yo documentamos en nuestro libro de 2009 This time is different (“Esta vez es diferente”).
Naturalmente,
- la reforma estructural es esencial después de una crisis financiera, 
  como también
- unas políticas encaminadas a mantener la demanda agregada mientras 
  sana la economía.
En mi opinión, el mayor fallo de la política económica posterior a 2008 ha consistido en
- la incapacidad de los Gobiernos para encontrar formas creativas
- de amortizar unas deudas insostenibles, por ejemplo,
- en los mercados hipotecarios de EE UU y en la periferia de Europa, incluida
- la falta de emisión de deuda pública en los casos necesarios para
- facilitar la reestructuraciónen particular si
- con la misma operación se podía reducir la deuda general a escala de las economías
  (o a escala de la zona del euro).
Pero Summers tiene razón, desde luego, en que
- la inversión productiva en infraestructuras es lo que está al alcance de la mano.
Naturalmente, los Gobiernos deben estar preocupados por
- la trayectoria a largo plazo de la deuda pública,
pese a las insensateces con carga política y polémicas que afirman lo contrario, pero
- la inversión en infraestructuras productivas que
- engendra el crecimiento a largo plazo es rentable,
por lo que no tiene por qué haber conflicto alguno
- entre la estabilización a corto plazo y
- los riesgos para la sostenibilidad de la deuda a largo plazo.
Con
- los bajísimos tipos de interés y
- el elevado desempleo actuales,
- la inversión pública es barata y
- hay abundancia de proyectos que ofrecen grandes beneficios:
  - reparar puentes y carreteras,
  - actualizar las redes eléctricas anticuadas y
  - mejorar los sistemas de transporte de masas,
por citar solo algunos ejemplos notables.
No se me escapa que hay quienes tienen una fe ciega en que
- los multiplicadores keynesianos son mucho mayores que la unidad,
- lo que quiere decir que incluso el gasto gubernamental despilfarrador es productivo, pero,
- en vista de que no se dispone de demasiadas pruebas empíricas al respecto y
- de las preocupaciones legítimas sobre el socavamiento de
- la confianza en la eficacia del Gobierno y habiendo tantas opciones para
- la utilización productiva de los recursos,
- se asemeja a una distracción ideológica titánica.
Tampoco está claro, precisamente,
- Por qué deben financiarse prácticamente todas las infraestructuras 
  con fondos públicos.
Aún existen
- consorcios enormes de riqueza privada sin utilizar y que
- se pueden movilizar rápidamente para apoyar las infraestructuras productivas.
El Gobierno debe ayudar con los derechos de uso de las infraestructuras antes de su construcción y con una reglamentación fuerte para proteger posteriormente el interés público.
En su primer mandato, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, propuso la creación de un Banco de Infraestructuras para que contribuyera a fomentar las asociaciones público-privadas. Sigue siendo una buena idea, sobre todo si el banco contara con un personal profesional que contribuyera a orientar las opciones públicas en materia de costos y beneficios (incluidos los medioambientales).
Aun cuando los multiplicadores keynesianos cuenten con un gran consenso,
- la movilización del capital privado para la inversión presenta
- la mayor parte de las ventajas de la emisión de deuda pública.
Conviene hacer una salvedad. Algunos comentaristas han indicado que la causa primordial del deterioro prolongado, además de la explicación principal de unos tipos de interés bajísimos, es
- la escasa fecundidad en todo el mundo avanzado.
Si así fuera, la argumentación en pro de todo tipo de inversión, pública o privada, sería más variada; tiene que haber mano de obra para utilizar el capital, pero sospecho que los factores que explican el lento crecimiento actual y los bajos tipos de interés no se limitan a las bajas tasas de fecundidad y, en ese caso, estas no serían un obstáculo.
Lo importante es que
- los argumentos en pro de la ampliación de la inversión en 
  infraestructuras productivas
- no se basan en un punto de vista o una teoría económica 
  estrechamente ideológicos.
Ya esté en lo cierto Summers sobre el deterioro prolongado de las economías avanzadas 
-  o ya estemos aún padeciendo principalmente las consecuencias de la 
   crisis financiera,
- es hora ya de acabar con el estancamiento político y

- restablecer el crecimiento.
Kenneth Rogoff - El País - Madrid - 15-Dic-2013 

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