En mi avanzada edad,
me gustaría creer que algunas de las cosas que he aprendido le podrían
ayudar a aquellos que ahora labran los campos en los que yo trabajé.
Por tanto, a
continuación ofrezco 10 sugerencias que me hubiera
gustado recibir cuando tenía 40 años y comenzaba mi
carrera de ejecutivo. Cometí el error de pasar por alto muchas de estas, pero no
todas.
1. Cuanto menos revele confidencias
a otros en la organización, le irá mejor.
Lo que cree que son conversaciones inocentes pueden
causar daños serios.
Quédese con sus especulaciones y
preocupaciones.
2. Asegúrese de dirigir hacia abajo.
Dedique tiempo a los
empleados de bajo nivel en su empresa y procure comportarse bien con todos
ellos.
- Un saludo cortés al operador del ascensor,
- decir gracias al cartero y
- decir una palabra cordial a las asistentes
será muy
apreciada.
3. El liderazgo es un trabajo de tiempo completo.
Todo pequeño signo está
siendo leído y su impaciencia, decepción e inseguridad será
magnificada por aquellos que transmiten las lecturas que hacen de
usted.
No hay tiempo para
exuberancias no planeadas, y
- los mensajes se deben enviar solo cuando hayan sido cuidadosamente
premeditados.
Tenga particular cuidado
con lo que escribe, especialmente los correos
electrónicos: estos nunca
desaparecen.
4. Siga buscando consejo.
Tome
su almuerzo al menos una vez a la semana en la cafetería de la oficina, o
asegúrese de pasear cerca de una estación de café, y
- escuche lo que otros están diciendo.
Si alguien quiere hablar con usted, existen
todas las razones para escuchar.
Si le ofrecen críticas, tome su tiempo para
responder con cuidado incluso si no está de acuerdo con lo que le están
diciendo.
5. El chiste que usted cree que es ingenioso a menudo no lo
es.
Su
sentido del humor a menudo se puede malinterpretar como
condescendiente o torpe.
Si a pesar de todo cree que contar un chiste o
narrar una historia chistosa es importante para transmitir un punto, primero
cuénteselos a su cónyuge o a un amigo de confianza.
El humor puede ser riesgoso.
- Nunca bromee sobre temas
serios.
6. Lo importante es asegurarse que lo importante siga siendo lo
importante.
Explique su estrategia con frecuencia y
después exprésela de manera distinta y
repítala.
7. Nunca se queje; nunca explique.
Nadie
escucha.
- Asuma la culpa si algo sale mal.
- No culpe por errores a gestiones
anteriores, el clima, la mala suerte o los competidores.
- No se muestre a la defensiva.
Vea hacia el futuro, a menos que su renuncia
haya sido solicitada.
8. Confíe en sus asesores profesionales y acoja su
experiencia.
- Procure no dudar del mercado.
- No hay tal cosa como datos perfectos
sobre nada.
- Tome decisiones y siga
adelante.
9. Tenga cuidado con el uso de la palabra
"promedio".
Uno se puede ahogar en un río cuya profundidad
promedio ofrece un sentido falso de seguridad.
Asuma que lo peor podría ocurrir, porque a
menudo así será.
10. Es un cliché, pero es cierto.
- Nunca diga o haga nada que le molestaría ver narrado en la
primera plana de un periódico.
Al
interactuar con los medios de comunicación, evite responder a
preguntas hipotéticas, recuerde que el micrófono realmente nunca
está apagado, y nunca acepte hablar "off the record".
- La única respuesta pública a una crisis es la
honestidad.
Un aspecto fascinante de la vida para un ejecutivo que está
en el ojo público es que
- hay muy pocas formas para aprender el arte del
estilo cordial.
Tampoco hay privacidad.
Pero hay premios y uno generalmente recibe un buen salario por las limitaciones
impuestas.
Los medios de comunicación
siempre están viendo, y cualquier paso en falso en su vida personal puede ser
distorsionado.
Los que asumen un puesto
de liderazgo público pueden esperar un trato duro cuando las cosas salen mal. Si
las cosas salen bien, el silencio de los medios debería ser aceptado con
agradecimiento.
Si todas las sugerencias de arriba se resumieran en un
mensaje esencial que le pudiera ofrecer a una persona que acaba de llegar a la
vida pública, sería este:
- diga la verdad, en el trabajo y en público.
Pero también recuerde:
- uno no tiene que responder todas las preguntas
ya sea de un colega o de un reportero.
La prensa aceptará una
objeción a la pregunta, pero
- una mentira casi siempre se
descubre pronto, y
- el daño a la reputación de la persona que
miente —y
- a menudo a la organización que esta persona
representa—
- es
severo.
Si no puede responder o decide no hacerlo, dígalo y siga
adelante.
Podría parecer sencillo y fácil de
hacerlo, pero fíjense los pocos que logran
hacerlo.
Fay Vincent - Ex vicepresidente de Coca Cola Co. - The Wall Street Journal - NYC - 8-Feb-2014
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