martes, 11 de febrero de 2014

Desigualdad: Mal Bicho


Ha sido un shock.
Hecha pública en diciembre pasado, la prueba PISA sitúa a la educación francesa en el lugar 25 entre los 65 países incluidos, superada por la de Polonia o Alemania, que hace diez años estaban muy por debajo.
 
Un shock tan fuerte como
- descubrir que su sistema escolar, en lugar de reducir las desigualdades sociales,
- propósito fundamental de cualquier sistema educativo, las amplía.
Esto se explica por
- la pésima calidad de las escuelas a las que asisten los grupos más vulnerables, y
- la enorme brecha que hay entre éstas y aquellas en las que se forman 
  los hijos de los sectores más acomodados.
La voz de alarma viene de Le Monde , un diario reputadamente progresista.
-"El sistema educativo no cumple con su papel de ascensor social.
- Él acentúa las inequidades sociales y se muestra incapaz de logar que
- tengan éxito los hijos de las familias desfavorecidas".
El trayecto no tiene sorpresas.
Quien proviene de una familia con recursos
- ingresará a un excelente jardín infantil,
- a la mejor escuela maternal y así por delante,
- hasta ingresar a un buen liceo y a
- las más destacadas universidades y escuelas superiores.
En cada paso, y en especial en el último, los grados de selectividad son extremos, aunque esto nadie lo declare.
Todo esto ocurre, ojo, al interior de la educación pública, que cubre el 80% de la matrícula; no como sucede en Chile, donde la línea divisoria está entre la pública y la privada.
El factor clave es archiconocido:
- barrios caros,
- educación buena; y
- viceversa.
Pruebas al canto. Se dice que
- el 30% de los alumnos de la famosa Escuela Nacional de Administración,
- donde se forma la élite que maneja el Estado y la empresa, proviene de
- un mismo jardín infantil, situado por cierto en un barrio chic .
Aunque basta con observar a los alumnos de una escuela primaria de un barrio acomodado y descubrir que no hay ninguno de origen africano o árabe, en un país en que una cuarta parte de su población desciende de inmigrantes.
- "El modelo francés de escuela republicana está en panne ", concluye Le Monde .
El resultado es
- la migración masiva de las clases altas y medias hacia la educación privada.
- Gestionadas mayoritariamente por las iglesias,
- esas escuelas están regidas por un contrato con el Estado -el que las financia-
- que les impide ejercer cualquier tipo de selección y proselitismo religioso.En Chile conocemos la tendencia: las familias con más recursos (no solo económicos, sino sociales y psicológicos) abandonan la educación pública en beneficio de la privada, condenando a la primera a la decadencia.
Lo mismo está conociendo Francia. Como me lo decía uno de los más destacados sociólogos de la educación en ese país:
- "Para nuestros padres, la educación privada estaba fuera de su firmamento;
- para nosotros, era una alternativa que rechazábamos;
- para nuestros hijos, en cambio, el asunto ya está fuera de cuestión:
- optan por la educación privada".
Y agregaba un dato sorprendente: que,
- hoy por hoy, el 40% de los alumnos franceses han pasado en algún momento de su trayectoria escolar
- por la educación privada, y el número crece exponencialmente.Muchos creen que
- la educación pública es el espacio de integración e igualación por antonomasia;
- que bastaría con ampliarla y reforzarla para remediar las desigualdades, y
- que el mejor ejemplo lo provee el "modelo francés".
La evidencia indica, desgraciadamente, que están equivocados.
- La desigualdad es un mal bicho,
- que se las arregla para sobrevivir y propagarse tanto
- en un sistema de educación mixto, como el chileno,
- como en uno público, como el francés.

- Un bicho inmune, parece, a cualquier solución que 
- se pretenda total y definitiva.
Eugenio Tironi - El Mercurio - Sgo. de Chile - 11-Feb-2014

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