Hollande no duda en ocupar el
poderío militar galo
Crecen las intervenciones
armadas y bases en ex colonias como Mali, Chad y la República
Centroafricana.
A estas alturas, para nadie es un
secreto que François Hollande tiene una doble vida.
Pero no necesariamente la que usted
está pensando.
Por un lado, aparece el ineficiente
líder doméstico, que conduce una economía que no despega y detenta la peor
popularidad de un Presidente de la V República.
Por otro, destaca un
Mandatario sumamente decidido a
- ocupar
el poderío militar de Francia como
un arma global determinante.
Ya sea
- expulsando a milicias ligadas a Al Qaeda
de Mali,
- separando bandos en la República
Centroafricana (RCA) o
- manteniendo a raya a los piratas franceses en
las costas de Somalia,
- las fuerzas francesas están cobrando un rol
cada vez más protagónico
- en
África y en algunos puntos calientes de Medio
Oriente.
En este contexto, el ministro de
Defensa, Jean-Yves Le Drian, anunció que
- Francia va a ampliar su presencia
militar actual en ex colonias
- con nuevas bases especializadas para combatir
mejor
- la amenaza de grupos
extremistas.
"Estamos reorganizando
nuestros despliegues en África para reaccionar mejor a crisis
potenciales", dijo Le Drian a
The Associated Press.
Este enfoque
contraterrorista incluye
- desplegar 3.000 soldados en
la zona del Sahel -entre el Sahara y la sabana
sudanesa- y
- la creación de puestos especializados
para logística, inteligencia y
aviones de
combate.
El liderazgo que está adquiriendo
Francia a la hora de prácticamente arrastrar a la Unión Europea a
desarrollar un mayor compromiso con la seguridad
global -que aprobó crear una misión militar para la RCA- por
supuesto genera reacciones encontradas.
Tras sostener ayer una reunión en la
base británica de Brize Norton, el Primer Ministro
David Cameron
- destacó "el liderazgo y el
coraje de François" y
- brindó un "apoyo
total" a las intervenciones en África.
Solo tres meses antes, el
Parlamento le había negado
la autorización
a Cameron para castigar al régimen sirio por
gasear a su gente, todo esto mientras cazas y buques galos
sí iban en camino a unirse a una operación estadounidense contra
Bashar Al Assad.
Desde la extrema derecha, la líder del
Frente Nacional, Marine Le Pen, se ha preguntado en
varias oportunidades
- por qué Francia debe actuar en
África,
- cuando hay recortes en Defensa que
pueden dejar a los soldados galos
- expuestos al riesgo y ante la inacción de
otros socios europeos.
Mientras, el diario
izquierdista Liberation
- acusa una agenda intervencionista propia de un
país como Estados Unidos.
Cambio de
actitud
Francia siempre ha jugado
un rol proactivo en materia de seguridad, aunque con
matices.
Sus soldados partieron a
Afganistán tras los atentados terroristas en Nueva York en 2001,
pero se negaron a regresar a Irak en 2003 -el tiempo
probaría que con justa razón-.
También sus marinos han
patrullado de forma constante el golfo de Adén y el
golfo Pérsico para proteger las rutas marítimas comerciales de los
piratas y de los iraníes (ahora supuestamente rehabilitados).
Pero
- quien abrió la puerta ancha para
volver a intervenir en África
- fue el centroderechista Nicolas
Sarkozy, cuando en marzo de 2011
- ordenó que sus cazas Mirage 2000
y Rafale dieran una primera estocada
- al régimen dictatorial libio, la que pronto
probaría ser mortal para
Moammar Jaddafi.
Y su sucesor en el Elíseo,
aunque viniendo de la orilla izquierda, no se quedó
corto.
Las razones
que explican el renovado impulso militar de Francia en África son
múltiples.
- Al nutrido intercambio comercial se suma el
hecho de que
- en el continente viven 100 millones de
francoparlantes y que
- cuatro de cada diez inmigrantes que residen en
suelo galo son africanos.
A la larga, se trata de una relación
que se remonta a siglos. Aunque solo vale recordar que al principio
del siglo XX,
- Francia extendía su dominio sobre
- Túnez, Marruecos, Mauritania, Senegal, Guinea,
Mali, Costa de Marfil, Benin,
- Níger, Chad, la República Centroafricana y la
República del Congo y
otros
territorios.
Si bien esa presencia se ha visto
reducida significativamente desde el fin de la Segunda Guerra Mundial y los
procesos de independencia de la década de los años 60 y 70 en África,
- París sigue manteniendo fuertes lazos
políticos, económicos y militares
con la inestable región, que hoy
- lo han vuelto a convertir en un actor
internacional gravitante.
- Y por lo visto, lo será cada vez
más.
Juan Pablo Toro - El Mercurio - Sgo. de Chile - 1-Feb-2014
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