domingo, 2 de febrero de 2014

Francia, el nuevo gendarme de África


Hollande no duda en ocupar el poderío militar galo
Crecen las intervenciones armadas y bases en ex colonias como Mali, Chad y la República Centroafricana.

A estas alturas, para nadie es un secreto que François Hollande tiene una doble vida.
Pero no necesariamente la que usted está pensando.
Por un lado, aparece el ineficiente líder doméstico, que conduce una economía que no despega y detenta la peor popularidad de un Presidente de la V República.
Por otro, destaca un Mandatario sumamente decidido a
- ocupar el poderío militar de Francia como un arma global determinante.
Ya sea
- expulsando a milicias ligadas a Al Qaeda de Mali,
- separando bandos en la República Centroafricana (RCA) o
- manteniendo a raya a los piratas franceses en las costas de Somalia,
- las fuerzas francesas están cobrando un rol cada vez más protagónico
- en África y en algunos puntos calientes de Medio Oriente.
En este contexto, el ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian, anunció que
- Francia va a ampliar su presencia militar actual en ex colonias
- con nuevas bases especializadas para combatir mejor
- la amenaza de grupos extremistas.
"Estamos reorganizando nuestros despliegues en África para reaccionar mejor a crisis potenciales", dijo Le Drian a The Associated Press.
Este enfoque contraterrorista incluye
- desplegar 3.000 soldados en la zona del Sahel -entre el Sahara y la sabana sudanesa- y
- la creación de puestos especializados para logística, inteligencia y 
  aviones de combate.
El liderazgo que está adquiriendo Francia a la hora de prácticamente arrastrar a la Unión Europea a desarrollar un mayor compromiso con la seguridad global -que aprobó crear una misión militar para la RCA- por supuesto genera reacciones encontradas.
Tras sostener ayer una reunión en la base británica de Brize Norton, el Primer Ministro David Cameron
- destacó "el liderazgo y el coraje de François" y
- brindó un "apoyo total" a las intervenciones en África.
Solo tres meses antes, el Parlamento le había negado la autorización  a Cameron para castigar al régimen sirio por gasear a su gente, todo esto mientras cazas y buques galos sí iban en camino a unirse a una operación estadounidense contra Bashar Al Assad.
Desde la extrema derecha, la líder del Frente Nacional, Marine Le Pen, se ha preguntado en varias oportunidades
- por qué Francia debe actuar en África,
- cuando hay recortes en Defensa que pueden dejar a los soldados galos
- expuestos al riesgo y ante la inacción de otros socios europeos.
Mientras, el diario izquierdista Liberation
- acusa una agenda intervencionista propia de un país como Estados Unidos.

Cambio de actitud
Francia siempre ha jugado un rol proactivo en materia de seguridad, aunque con matices.
Sus soldados partieron a Afganistán tras los atentados terroristas en Nueva York en 2001, pero se negaron a regresar a Irak en 2003 -el tiempo probaría que con justa razón-.
También sus marinos han patrullado de forma constante el golfo de Adén y el golfo Pérsico para proteger las rutas marítimas comerciales de los piratas y de los iraníes (ahora supuestamente rehabilitados).
Pero
- quien abrió la puerta ancha para volver a intervenir en África
- fue el centroderechista Nicolas Sarkozy, cuando en marzo de 2011
- ordenó que sus cazas Mirage 2000 y Rafale dieran una primera estocada
- al régimen dictatorial libio, la que pronto probaría ser mortal para 
  Moammar Jaddafi.
Y su sucesor en el Elíseo, aunque viniendo de la orilla izquierda, no se quedó corto.
Las razones que explican el renovado impulso militar de Francia en África son múltiples.
- Al nutrido intercambio comercial se suma el hecho de que
- en el continente viven 100 millones de francoparlantes y que
- cuatro de cada diez inmigrantes que residen en suelo galo son africanos.
A la larga, se trata de una relación que se remonta a siglos. Aunque solo vale recordar que al principio del siglo XX,
- Francia extendía su dominio sobre
- Túnez, Marruecos, Mauritania, Senegal, Guinea, Mali, Costa de Marfil, Benin,
- Níger, Chad, la República Centroafricana y la República del Congo
  otros territorios.
Si bien esa presencia se ha visto reducida significativamente desde el fin de la Segunda Guerra Mundial y los procesos de independencia de la década de los años 60 y 70 en África,
- París sigue manteniendo fuertes lazos políticos, económicos y militares
  con la inestable región, que hoy
- lo han vuelto a convertir en un actor internacional gravitante.
- Y por lo visto, lo será cada vez más.
Juan Pablo Toro - El Mercurio - Sgo. de Chile - 1-Feb-2014

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