martes, 29 de diciembre de 2009

El largo adiós a la Gran Recesión

Una frágil recuperación sucede al mayor desplome económico en medio siglo.

2009 tiene ya capítulo reservado en los libros de historia.
La mayor crisis económica en más de medio siglo explotó unos meses antes, con la quiebra del banco Lehman Brothers, pero ha sido este año cuando se ha ganado a pulso el nombre con el que se la recordará, la Gran Recesión.
A su lado, 2010 será mucho menos convulso, menos dramático, según el vaticinio de los expertos, que apuntan el inicio de una recuperación lenta y desigual, incapaz todavía de taponar la sangría de puestos de trabajo.
Es un pronóstico resabido, lleno de cautelas y escepticismo, un recordatorio de que casi nadie supo ver lo que se venía encima. Más aún, en los análisis sobre 2010 que abundan estos días, se dedica casi tanto espacio a describir qué hará crecer de nuevo a la economía, como a advertir de las emboscadas que acechan en las revueltas del camino, un desfiladero donde cualquier paso en falso puede precipitar la recaída.
El impacto de lo ocurrido este año pesa, y mucho. Hasta hace bien poco, la mayoría de los economistas daba por hecho que la era de la Gran Moderación -las mayúsculas sólo servirán esta vez para resaltar un fiasco monumental-, estaba consolidada.
Se creía que
- el conocimiento sobre las crisis y
- los instrumentos de Gobiernos y bancos centrales
- bastaban para domar los ciclos económicos.
"El problema central de la prevención de la depresión está resuelto", sintetizó en 2003 Robert Lucas, premio Nobel de Economía.
Prevalecía la idea de que el explosivo desarrollo de los mercados financieros era positivo, no una fuente de riesgo. En palabras de Alan Greenspan, ex presidente de la Reserva Federal: "Las tecnologías de la información han expandido de tal manera los mercados que los gobiernos, aun los incrédulos, no tienen otra alternativa que desregular (...) Los mercados financieros mundiales hoy son sin duda más eficientes que nunca".

Y, de golpe y porrazo, la depresión llamó a la puerta.
Porque la única referencia válida que queda para comparar el descalabro del último año y medio es la Gran Depresión de 1929. Y, únicamente si se cumplen los vaticinios de los expertos, y la economía empieza a crecer en 2010, este periodo destructivo quedará sólo en la mayor recesión global en 75 años.
De hecho, los datos que han recopilado los profesores de Economía,
- Barry Eichengreen (Universidad de Berkeley, California) y
- Kevin H. O'Rourke, (Trinity College, Dublín),
muestran que
- la producción industrial,
- los mercados bursátiles y
- el comercio mundial
han caído con más fuerza que en el arranque de la Gran Depresión.
Y, sólo desde el pasado verano,
- los indicadores han empezado a mejorar, aunque

- la evolución del comercio y las Bolsas es aún peor.
En la Gran Depresión,
- la producción industrial mundial cayó 36 meses seguidos, y
- ahora se ha recuperado en 12,
- una diferencia sustancial que abona la idea de que esta etapa destructiva no será tan prolongada como aquella.
Pero el profesor O'Rourke apela, otra vez, a la prudencia:
- "Todavía no sabemos si la demanda del sector privado mejorará lo suficiente.
Hasta ahora, la recuperación se debe en buena parte

- a las ayudas de los gobiernos y
- a la reconstrucción de los stocks en las empresas,
- pero nada de eso puede durar para siempre".

Arrojar algunas estadísticas más ayuda a calibrar la profundidad de la sima en la que ha caído la economía mundial, y particularmente, la de los países avanzados.

Hay que retrotraerse al último gran conflicto bélico, la Segunda Guerra Mundial, para encontrar un desplome del PIB de los países industrializados tan acusado, -3,4% este año.
Y tampoco hay una referencia más cercana para el vertiginoso aumento del paro:
el próximo año, 2010,
- las 30 economías de la OCDE
- sumarán 60.000.000 de desempleados,
- casi el doble que al inicio de la crisis.
El retrato de los mercados bursátiles es sombrío: pese a la remontada de los últimos meses, el batacazo que se dieron las Bolsas en el arranque de la crisis hará de esta década la peor de Wall Street desde 1820, según un reciente estudio de la Universidad de Yale.
Hay ya muy pocas dudas de que el epicentro de este formidable maremoto se gestó en los mercados financieros, donde
- el endeudamiento para comprar activos cada vez más arriesgados y

- que prometían más rendimiento,
- fue durante años una estrategia ganadora entre inversores de todo tipo,
- incluida buena parte de la banca.
La crisis ha volteado de tal manera la percepción sobre la economía, que la resurrección del pensamiento de John Maynard Keynes, más favorable a la intervención estatal y la regulación, ha resultado natural.
Al derrumbe de los mercados financieros siguió
- un severo recuento de daños en buena parte de la banca estadounidense y europea,
- la congelación del crédito privado y
- el parón de la actividad económica, adobado en algunos países con
- el desmoronamiento del sector inmobiliario
.
Y, pese a todo, los países industrializados, con las sonoras excepciones de Reino Unido y España, han salido ya de la recesión, la tasa trimestral del PIB vuelve a ser positiva.
Los expertos coinciden en que
- la masiva intervención pública y
- el buen comportamiento de los países emergentes, con China a la cabeza,
- han sido determinantes para volver a poner en marcha la economía.
Los mandatarios de países emergentes y avanzados, que coordinaron sus "planes anticrisis" en

el G-20, y los gobernantes de los principales bancos centrales insisten en atribuir un carácter histórico a la intervención pública contra la recesión.
El tiempo dirá si fue suficiente, pero lo que es indudable es que no tiene precedentes.
- Los recortes de impuestos,
- los subsidios a la compra de automóviles o
- la inversión en obra pública
- han sumado más del 2% del PIB mundial, y
- han contribuido a sostener la demanda y a mantener millones de empleos.
Del lado de los bancos centrales, la actuación ha sido si cabe más espectacular, por heterodoxa.
La Reserva Federal, el Banco de Inglaterra y el Banco Central Europeo
- redujeron los tipos de interés a mínimos históricos.
- Rebajaron sus exigencias sobre las garantías para prestar miles de millones de euros a la banca privada.
- Pusieron en marcha programas de compra de activos financieros para reanimar los mercados. Y
- ayudaron a diseñar los rescates de las entidades privadas caídas.
El más activista de los gobernadores de bancos centrales ha sido el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, más apremiado también por los estropicios que ocasionaron los activos tóxicos en los balances de la banca de EE UU.
La intervención en las entidades estadounidenses
- acabó con el modelo de banca de inversión (con la excepción de Goldman Sachs) y
- obligó a recapitalizaciones multimillonarias con dinero público.

Pero, aún con

- el paro al alza,
- la tensión en los mercados financieros ha remitido (reflejado en un coste del endeudamiento más bajo) y
- la economía vuelve a carburar.
Un balance que a Bernanke le ha valido la distinción de Personaje del Año, el popular galardón que otorga Time. Es un premio inusual para el gobernador de un banco central, como subraya el arranque del reportaje de la publicación estadounidense: "Es un hombre calvo con barba gris y ojos cansados que habla de economía en su oficina".

Eso sí, la revista destaca que Bernanke tampoco vio venir la crisis y que fue, en su día, uno de los promotores de la teoría de la Gran Moderación (de hecho, fue el que popularizó su nombre).
Y aún así, lo que es determinante ahora es que Bernanke, un estudioso de la Gran Depresión, está dispuesto a ensayar cualquier medida para reactivar el crédito, en contraste con el inmovilismo de los que dirigían la Reserva Federal en los años treinta del siglo pasado.
En un año cautivo de la crisis económica, no es de extrañar que quien pujaba con Bernanke por la distinción de Time fuera "el trabajador chino", así, en abstracto. Como tampoco lo es que publicaciones españolas, como este periódico, consideren que el Personaje del Año es "el parado".

No en vano, España ha sufrido el mayor aumento del desempleo (1,5 millones de parados más en un año) entre los países avanzados.
Las escasas buenas noticias que ha dado la economía en 2009 han salido casi siempre de Asia. Y todo apunta a que seguirá así.
"En 2010, cerca del 50% del crecimiento mundial vendrá de China", aseguran los analistas de Deutsche Bank.

"La crisis ha consolidado la tendencia de más crecimiento en las economías emergentes", suscribe Joachim Fels, de Morgan Stanley, en su último informe sobre la economía mundial.
El PIB de China rondará un crecimiento del 8,5% este año y hay quien pronostica un 10% para el próximo.
"La reorientación hacia un crecimiento basado en la demanda avanza más de lo que sugieren las estadísticas", añade Fels.
Junto a China, la mejor evolución de otros países asiáticos y latinoamericanos (con la excepción de México), confirma que las economías emergentes ganan peso.

Los garbanzos negros están en Europa del Este: "Son países cuyo alto crecimiento antes de la crisis se basó ampliamente en créditos y el notable descenso de los flujos de capital penaliza su recuperación", señala un reciente informe de Citigroup, que advierte de que el deterioro de las finanzas públicas dará más de un quebradero de cabeza a los gobiernos de estos países.
En el bando de los países avanzados, Estados Unidos ha vuelto a hacer bueno el axioma de que "es una economía flexible que sale antes de las crisis"
.
"Hay indicadores adelantados como
- la cartera de pedidos de las empresas industriales,
- el acusado descenso del stock de nuevas viviendas o
- la menor petición de subsidios de desempleo,
que muestran una reactivación sólida",
asegura el servicio de estudios de Barclays.
Por contraste, de la zona euro los expertos esperan crecimientos muy débiles, que rondarán el 2% del PIB en las principales economías del área, Alemania y Francia.
El consenso es que las economías avanzadas tardarán entre cuatro y cinco años en recuperar el nivel de producción que exhibían en 2007.

La digestión de los excesos acumulados, y singularmente el enorme endeudamiento de agentes privados y públicos en muchas economías, apenas deja opción: con el crédito bajo mínimos, sólo queda someterse a una cura de ahorro para afrontar los pagos de las deudas, lo que
- lastrará el consumo privado y la inversión, y
- encogerá irremediablemente el crecimiento.
"En los años anteriores a la crisis, hubo unas condiciones en los mercados financieros totalmente excepcionales, una infravaloración del riesgo excesiva, el crédito no puede volver a ser como antes", señala Rafael Domenech, economista jefe para Europa de BBVA.

"Una de las principales incógnitas para 2010 es
- si el proceso de "desapalancamiento" seguirán siendo tan intenso,
- si las personas y las empresas volverán a aumentar el ahorro en detrimento del gasto",
agrega Juan José Toribio, profesor de la escuela de negocios IESE y ex director ejecutivo del FMI.
Para Toribio, los efectos del desapalancamiento de la economía es una de las "cuatro incógnitas fundamentales" que planean sobre el incipiente crecimiento económico.
2- La previsible retirada de los estímulos fiscales de los Gobiernos,
3- la posibilidad de que los bancos centrales limiten algunas de sus medidas excepcionales y
4- las dificultades de un sistema financiero que no acaba de culminar su reconversión

completan el cuadro básico de incertidumbres, compartido por todos los analistas.
Si se incluyen puntos de vista más polémicos, la lista de las cosas que pueden dar al traste con la recuperación se amplía.

- ¿Otro Lehman Brothers?
La primera lección de esta crisis fue que dejar quebrar a Lehman Brothers, como hizo la Administración Bush, no fue una buena idea. Los gobiernos se han comprometido a actuar, con inyecciones de capital si fuera necesario, para evitar que una entidad financiera relevante vuelva a caer.
Y han dado diversas muestras ya de que cumplirán su palabra (básicamente, la banca de Reino Unido está nacionalizada).
Pero otro susto similar dispararía de nuevo la tensión en los mercados financieros y la desconfianza entre los bancos. "Todavía pueden aguardar sorpresas en el camino, en Estados Unidos y, sobre todo, en Europa, donde las pruebas de esfuerzo que se hicieron a la banca no fueron transparentes", señala Domenech.
Los problemas en Europa del Este y Grecia han vuelto a poner en el punto de mira a entidades de países centroeuropeos (Austria, Alemania) y nórdicos (Suecia).

- Zombis enredados en una trampa japonesa.
Superado a duras penas la amenaza de otra gran depresión, el temor que prende en las economías avanzadas es repetir la salida en falso que experimentó Japón en los años noventa, cuyas consecuencias todavía sufre.
"En Japón tardaron
- 6 meses en empezar a bajar los tipos,
- 4 años en usar los estímulos fiscales y
- 10 años en afrontar los problemas del sector financiero",
replica José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney.
Tanto en el frente monetario como en el fiscal, las autoridades han reaccionado esta vez mucho más rápido. Pero, aunque no necesiten un rescate urgente, no está claro si las entidades financieras serán capaces de aumentar el crédito cuando la recuperación se consolide.
En el caso japonés, muchos bancos siguieron abiertos como zombis: incapaces de prestar, todo el dinero lo chupaba el agujero creado en sus cuentas por activos devaluados. "No está clara la situación en la que están muchas entidades, con cuentas de resultados peores en 2010 es difícil que se reanude un flujo normal de crédito", señala Toribio.
"Hay una enorme heterogeneidad, queda mucho por hacer en la reestructuración del sector en toda Europa, puede que nos encontremos más de un cadáver cuando abramos la puerta de los armarios", abunda Domenech.

- China echa el freno.
El 8% es la línea que marca en el gigante asiático la diferencia entre un crecimiento suficiente para reducir la pobreza y hace asumible el éxodo rural a las ciudades. Es una obsesión para el Gobierno chino, que supedita todo al baoba ("mantener el ocho"), lema que acompaña sus decisiones.
En 2009 lo ha logrado, pero a costa de un mastodóntico plan de inversiones públicas (equivalente a más del 3% del PIB) y de forzar el grifo de crédito de la banca, que ha aumentado a tasas interanuales del 25%, una rareza en medio de esta crisis financiera.
No es en absoluto un vaticinio generalizado, pero algunos servicios de estudios, como el de Citigroup, no dejan de señalar que se están dando créditos insolventes y que el exceso de liquidez puede calentar la inflación e inflar una burbuja de activos financieros. Una tendencia que obligaría al banco central chino a elevar los tipos de interés y a apreciar la tasa del cambio del renminbi, medidas restrictivas que harían más difícil el baoba.

- Una hucha para el consumidor de EE UU.
Una de las fuerzas que han impulsado el crecimiento mundial en las últimas décadas ha sido el desaforado gasto de los consumidores estadounidenses. Y uno de los primeros indicios de que la recuperación está aquí son indicadores tan locales como las cifras de venta de los comercios de EE UU. A fin de cuentas, el consumo de las familias estadounidenses aporta más del 15% del PIB mundial.
Brian Coulton, analista de la agencia de calificación Fitch, ha recopilado algunas de las razones por las que este repunte podía ser un canto de cisne:
- el endeudamiento de los hogares estadounidenses es muy alto y presiona para aumentar el ahorro;
- el aumento de gasto ha sido alimentado artificialmente por medidas del Gobierno que no se mantendrán (cheques fiscales y subsidios a la compra de coches) y
- el desempleo seguirá subiendo.

- La deuda pública infla otra burbuja.
Es el asunto estrella de los analistas en las últimas semanas. La falta de cobertura de Dubai a la empresa estatal que construye sus delirios urbanísticos y, más recientemente, el castigo de los mercados a Grecia por su abultado déficit público, han encendido el debate.
"Si los problemas de Grecia se extienden a economías más grandes, como España, la credibilidad del euro estará en cuestión", llegó a afirmar esta semana el economista jefe de Goldman Sachs, Jim O´Neill.
Lo cierto es que, con la mayor expansión de deuda pública en décadas, es de esperar que el coste de emisión para los gobiernos se eleve.
Y un repunte en el coste de la deuda pública implica de forma casi automática un encarecimiento en la financiación de las empresas de ese país.
La duda estriba en si eso debe llevar a recortes presupuestarios inmediatos para recuperar credibilidad en el mercado.
La cuestión divide a los teóricos que han descrito con más precisión los mecanismos de la crisis.
- "Es una amenaza fantasma", reitera cada vez que tiene ocasión Paul Krugman, Premio Nobel de Economía en 2008.
- "El ritmo al que se está acumulando la deuda gubernamental podría propiciar fácilmente una segunda oleada de crisis", escribió hace poco Kenneth Rogoff, profesor de Economía de la Universidad de Harvard.
- Y Carmen Reinhart, profesora de la Universidad de Maryland, que ha publicado junto a Rogoff la más completa radiografía de las últimas crisis, advierte que hay países con mayores "niveles de intolerancia" a la deuda.

- Los estímulos fiscales, en desbandada.
"¡No!", grita el coro de analistas. Entre ellos, muchos de los que avisan del peligro del aumento de la deuda pública y aconsejan recortes presupuestarios. Domenech matiza: "Hay países como España, que empezaron antes y con más intensidad, y por tanto, deben empezar la consolidación fiscal antes. Y otros, como Alemania o Francia, que se gastaron menos al principio, pueden permitirse extender las medidas anticrisis un poco más".

- Aquí viene el petróleo otra vez.
"¿Han aprendido los inversores la lección de que una economía mundial frágil no puede pagar 145 dólares por barril?", se pregunta el servicio de estudios de Merrill Lynch. "Confiamos en que sí, pero no estamos seguros", es la titubeante respuesta.
Con la mayor recesión en medio siglo, el precio del crudo ha bajado desde aquella cumbre que alcanzó en julio de 2007. Y, pese a la mayor recesión medio siglo, el precio se mantiene en los 75 dólares, un nivel históricamente alto. "Cuando la recuperación se consolide, no hay nada que impida que los mercados de materias primas vuelvan a calentarse".
El aviso es, ni más ni menos, que de Nouriel Roubini, el profesor dede la Universidad de Nueva York que se ha hecho un hueco mediático por haber sido uno de los pocos que predijo el desastre. Y nada lo impide porque los renovados esfuerzos de regulación apenas tocan estos mercados, tan sensibles a la especulación financiera.

- Los Bancos Centrales desandan el camino.
- Si el petróleo vuelve a galopar,
- la inflación subirá y
- hará más difícil la vida a los bancos centrales.
Pero, salvo sorpresas por ese flanco,
- el paro y el bajo nivel de utilización de la capacidad de las empresas
- permiten anticipar incrementos muy tenues de los precios del consumo.
Con ese escenario, casi ningún analista pronostica que el BCE toque los tipos de interés antes del verano, o que la Reserva Federal lo haga antes de final de 2010. Y, lo más probable, es que
- la retirada de las medidas extraordinarias de liquidez sea muy gradual.
Para espantar las dudas, Bernanke ha puesto a la vista en su despacho una foto en blanco y negro, retrato de los gobernadores que se pasaron de prudentes en la Gran Depresión.
"La recesión, desde un punto de vista técnico, se ha acabado, pero parecerá durante un tiempo que sigue aquí, sobre todo por el desempleo", afirmó en octubre el presidente de la Reserva Federal, que afronta los obstáculos que vendrán con resignación.
En el calendario que corona su mesa, cada fecha se encabeza con una variación humorística de la popular Ley de Murphy: "Todo lo que puede ir mal, irá mal".
La economía mundial agradecería que, al menos en 2010, esa peculiar ley se tomara muchos días de vacaciones.

ALEJANDRO BOLAÑOS - "El País" - Madrid - 29-Dic-2009

Economía mundial: La "Gran Estabilización"

La recesión fue menos calamitosa de lo que muchos temían, pero sus consecuencias serán más peligrosas que lo que muchos esperan.

Se conoce como la "Gran Recesión", el año en el que la economía global sufrió su crisis más profunda desde la II Guerra Mundial.
Pero un nombre igualmente apropiado sería la "Gran Estabilización". Porque 2009 fue extraordinario,
- no sólo por el modo en que cayó la producción,
- sino que también por el modo en que se evitó una catástrofe.
Hace 12 meses, el pánico que sembró la quiebra de Lehman Brothers había llevado a los mercados financieros al borde del colapso.
La actividad económica global, desde la producción industrial hasta el comercio exterior, cayó más rápido que a principios de la década de 1930.
Esta vez, no obstante,
- La declinación se detuvo a los meses.
- Las grandes economías emergentes se aceleraron.
- La producción de China, la que se estancó pero nunca cayó, estuvo creciendo a un índice anualizado de cerca del 17% en el segundo trimestre.
- A mediados de año las economías grandes y ricas del mundo, con la excepción de Gran Bretaña y España, habían empezado a expandirse de nuevo.
- Es probable que sólo algunos rezagados, como Letonia e Irlanda, estén todavía en recesión.
Ha habido mucho daño colateral.
El desempleo promedio a través de la OCDE es de casi el 9%. En Estados Unidos, donde la recesión empezó mucho antes, el índice de desempleo se duplicó al 10%.
En algunos lugares, los años de avance en la reducción de la pobreza han retrocedido a medida que los más pobres se han visto afectados por
- el doble mal de ojo de las economías débiles y
- los precios aún altos de los alimentos.
Pero gracias a la flexibilidad de las economías grandes y populosas como la de China, India e Indonesia, al mundo emergente en general no le fue peor en esta caída que en la recesión de 1991. Para muchos en el planeta, la Gran Recesión no fue tan grande.
Esa consecuencia no fue inevitable.
Fue el resultado de la respuesta de gobierno más grande, más amplia y más rápida en la historia. - Se envolvió a los bancos tambaleantes en un capullo de miles de billones de dólares de garantías y dinero público.
- Los Bancos Centrales redujeron drásticamente las tasas de interés;
- los grandes expandieron considerablemente sus estados de cuentas.
- Los gobiernos de todo el mundo adoptaron el estímulo fiscal con gusto.
- Este activismo extraordinario contribuyó
- a detener el pánico,
- a apuntalar el sistema financiero y
- a hacer frente al colapso en la demanda privada.
A pesar de las afirmaciones de lo contrario, la Gran Recesión podría haber sido una Depresión sin ésta.

Estable, pero débil
Esas serían las buenas noticias.
La mala es que la estabilidad de hoy, aunque es bienvenida, es preocupantemente débil, tanto
- porque la demanda global todavía depende del apoyo del Gobierno
- como porque la generosidad pública
- ha ocultado viejos problemas, mientras
- ha creado nuevas fuentes de volatilidad.
Los precios de las propiedades todavía están bajando en más lugares que en donde están subiendo y, como muestra la nacionalización de Hypo Group de Austria, las tensiones bancarias aún persisten.
- La divergencia permanecerá.
- La demanda en el mundo industrializado seguirá siendo débil, especialmente en los países con familias muy endeudadas y sistemas bancarios quebrados.
Y
- a medida que aumenta la carga de la deuda pública,
- los gobiernos del mundo industrializado encontrarán que es cada vez más difícil pedir prestado.
El contraste con las economías emergentes
mejor administradas se agudizará.
Los inversionistas ya están preocupados del incumplimiento de Grecia, pero otros miembros de la zona del euro también están en peligro. Incluso Gran Bretaña y Estados Unidos podrían enfrentar costos de empréstitos muchísimos más altos.
Los pesimistas esperan todo tipo de impactos en 2010,
- desde crisis de deuda soberana (¿un incumplimiento griego?)
- hasta un proteccionismo imprudente (los aranceles estadounidenses contra la moneda "injusta" de China, por ejemplo).
Lo más probable es un sinnúmero de problemas menores,
- desde alzas repentinas en el rendimiento de bonos (Gran Bretaña antes de las elecciones),
- hasta decisiones fiscales miopes (impuesto a las transacciones financieras) y huelgas por reducciones de sueldos (British Airways es un presagio).
Poco importante en comparación con el cataclismo de hace un año, pero suficiente como para moderar la alegría de las festividades.

Editorial - "El Mercurio" - Sgo. de Chile - 29-Dic-2009

lunes, 28 de diciembre de 2009

Mujeres actuales

Nuestra época se caracteriza por
- la ausencia de referencias estables y
- la incertidumbre.
Esto afecta también a las identificaciones en el campo de la feminidad.


Los norteamericanos, que hacen estadísticas de todo, han comprobado la enorme mutación por la que ha atravesado la mujer estadounidense en las últimas décadas.
No podemos extrapolar directamente estos datos, pero, en general, se comprueba que las mujeres actuales son
- más poderosas,
- menos dependientes y
- representan una mayoría de la fuerza laboral.
En las sociedades occidentales, la mayoría de las personas que piden el divorcio son mujeres y actualmente, como ha analizado el sociólogo francés Alain Touraine, ya no lo hacen tanto pensando en lo sufrido como en buscar una vida más satisfactoria.
Esta mutación, que las hace
- sentirse menos en desigualdad respecto de los hombres,
- las enfrenta también a la competencia y rivalidad tradicionalmente masculinas y
- aboca a muchas a un destino de frustración e insatisfacción.
El modelo de mujer
propuesto por el discurso contemporáneo dominante se corresponde con
- una mujer multifacética, que le da a todo, y que,
- en algunas de sus versiones, se sitúa en el posfeminismo.

Este nuevo modelo de mujer superpoderosa tiene varias caras.
- Como madre es hiperpedagógica, a menudo angustiada por el correcto desarrollo de sus hijos, y que incluso puede tener a su pareja como alumno predilecto, porque este estilo de mujer-madre se traslada a las relaciones de pareja donde cada vez más los hombres establecen relaciones marcadas por la dependencia infantil.
- Como mujer debe,
- conservar su hermosura independientemente de su edad,
- enseñarle al hombre como hacerla gozar,
- ser polivalente y
- no enamorarse.
Pero esta posición inhibe el deseo masculino, lo que lleva a la queja femenina actual de que «no quedan hombres».
El modelo de pareja actual se basa en hablar de lo que no funciona, a petición de la mujer, con el propósito de que él admita sus fallos y de que cambie.
Ese «tenemos que hablarlo» pasa a ser un imperativo mortificante en las parejas de hoy.
El hombre, en vez de declarar su amor, lo suplica y se aboca a la feminización. Por eso apreciamos fenómenos emergentes como
- el declive de la virilidad o
- el fenómeno metro-sexual.
Curiosamente, el hombre se feminiza en la medida en que para la mujer adquiere cada vez más el lugar del Yo ideal.

Por eso es frecuente escuchar frases del tipo: «Si ellos lo hacen, ¿por qué nosotras no?».
La mujer autónoma
, sometida al imperativo de no enamorarse, busca compensar con la maternidad, cada vez más bajo el modo de la adopción en solitario, las dificultades con el amor.
El aumento de las dificultades para hacer pareja conduce a la promoción de la madre, acrecienta la necesidad del niño como objeto de amor.
Resulta paradójico:
- La independencia de la mujer ha conducido a reforzar su posición de madre que, curiosamente, era uno de los destinos fundamentales que tradicionalmente se le adjudicaban a la feminidad.

Manuel Fernádez Blanco - "La Voz de Galicia" - Sgo. de Compostela - 28-Dic-2009

domingo, 27 de diciembre de 2009

Felices Fiestas 2009 !!!


Repique de medianoche ...

Chubasquea,... la mar dura pega por la proa...
... duelen los huesos y más, duele el alma.
...Cuatro ojitos clavados en la manos de Grand PA,
que como garras, se aferran a la rueda,
dibujando las crestas tortuosas del destino.
Buscan paz,solidaridad,respeto, futuro...
y alegría ...navegan con fe de recalar por ellos,
en una sociedad sana y noble
que les garantice por siempre una vida en
Libertad, Igualdad y Justicia.


¡¡¡ Felices Fiestas, Dear Friends !!!

Run, Juan & Miles

Puerto de Olivos, Diciembre del año del Señor del 2009

Chile: Adivinanzas electorales

José Antonio Viera-Gallo, que es una de las pocas personas razonables, equilibradas, ilustradas, que todavía quedan en la izquierda chilena tradicional, aconsejó a los dirigentes de la campaña de Eduardo Frei que no se dediquen a "satanizar" a la derecha.

Es un buen consejo, pero me parece difícil que sea verdaderamente analizado y escuchado por sus pares.
- ¿Por qué?
Porque lo esencial de la campaña de la Concertación ha consistido en eso:
- en dejar a un lado el verdadero debate de las ideas, de los contenidos, de los programas de gobierno, y
- sostener que si no gobiernan ellos, que si no se unen todos, llega al poder la derecha, es decir, el cuco, el malo de la película.
Es un argumento simple, de aparente eficacia, y la Concertación ha caído de cabeza en la tentación de este simplismo.
Pero ya lo he dicho en crónicas anteriores: en una democracia moderna, desarrollada, la posibilidad real de alternancia en el poder es decisiva.
De lo contrario, la sociedad estaría formada
por ciudadanos que pueden gobernar y por otros que no pueden, vale decir, ciudadanos de primera clase o de segunda.
Algo parecido se planteó en los días de la elección de Jovino Novoa a la presidencia del Senado. Las cosas quedaron claras entonces, pero esta tendencia a creerse dueños del llamado progresismo, a arroparse, contentos y felices, en las banderas del pensamiento políticamente correcto, es un vicio ideológico, una tara del siglo XX que todavía, entre nosotros, no desaparece del todo.
Como podemos advertir, la palabra "izquierda" se ha transformado en una palabra mágica, una especie de escudo moral y mental.
El uso de los nombres, en la Edad Media, condujo a una polémica que duró siglos: la de los nominalistas y los universales. Parece que nosotros, ahora, estamos en camino de resucitar el mismo y viejo dilema, pero sin darnos cuenta.
Otra palabra que se ha vuelto complicada, ambivalente, peligrosa: la exclusión. Me alegro, personalmente, de que el PC chileno tenga una representación de dos o tres diputados en el Parlamento, pero no me alegro tanto de los pactos supuestamente instrumentales entre el centro y el comunismo que se han celebrado con el pretexto de combatir la exclusión.
Hagamos algunas reflexiones que corren el serio peligro, en nuestro pequeño ambiente, de parecer perversas.
Los socialismos reales del siglo XX, comenzando por la Unión Soviética, llevaron la práctica de la exclusión a extremos delirantes y criminales. Si usted estaba en desacuerdo con los regímenes imperantes, si usted era trotskista, socialdemócrata, zarista, corría el riesgo casi seguro de perder su trabajo, de ser encarcelado, de que sus obras científicas o literarias fueran censuradas, de verse internado en un hospital psiquiátrico.
Era un fenómeno que alguien bautizó como "delirio lógico":
- si usted no estaba de acuerdo con el paraíso ideológico impuesto por los bolcheviques,
- usted tenía que estar "enfermo de la cabeza".
- Era la exclusión como sistema, producto, hay que reconocerlo, de siglos de exclusión practicada desde el otro extremo de la sociedad.
El resultado social fue terrible, dramático, y todavía no deja de manifestarse
.
Pues bien, los comunistas chilenos tienen derecho a llegar al Parlamento con sus votos legítimos, pero tienen que decirnos algo sobre lo que sucedió, tienen que hacer alguna forma de autocrítica.
Alguien declaró por ahí que aquellas cosas sucedieron hace muchos años, que ya no tienen auténtica vigencia. Y hasta nos aconsejaron, desde fuera, en un entremés internacional, que el Gobierno próximo incorporara al gabinete ministros comunistas.
Es una deriva, una inclinación más o menos inconsciente y francamente extraordinaria. Estuve hace poco en Rumania, con motivo de la publicación en Editura Art de mi última novela, y escuché anécdotas escalofriantes sobre el periodo de Nicolae Ceaucescu.
Nadie pensaba que el tema no fuera vigente, urgente, de una presencia dolorosa y no del todo resuelta en la vida diaria. Después, en un gran diario español, leí una entrevista a Vaclav Havel, ex jefe del Estado checo, notable ensayista y autor de teatro, disidente del comunismo en los años que siguieron a la invasión de su país por los tanques soviéticos, y decía en forma serena, grave, con su enorme autoridad intelectual:
- "El comunismo, que arruinó la vida de millones de personas..."
- ¿Historias del pasado, fantasmas reaccionarios?
El último invento retórico es que la campaña de Frei será una lucha contra "el poder del dinero". Es un recurso a la truculencia, pero no me convence nada.
El Gobierno de Ricardo Lagos, el más constructivo y creativo de la Concertación, gobernó a través de un buen entendimiento simultáneo, siempre conversado, negociado, con las fuerzas del trabajo y de la empresa.
Michelle Bachelet
puso el énfasis del Gobierno suyo en la no exclusión de las mujeres y en la proteccióm social, pero, a través de su ministro de Hacienda, mantuvo un trato prudente, inteligente, con los sectores empresariales y financieros.
En las grandes democracias modernas, en Alemania, Francia, España, el poder del dinero existe en gloria y majestad, pero controlado, contrapesado, limitado por
- las leyes,
- la opinión pública,
- los sindicatos,
- los partidos de izquierda.
Son democracias criticables, susceptibles de reformarse, de perfeccionarse, pero nadie pretende volver a los lentos, paquidérmicos, insensibles Ogros Filantrópicos (para citar al poeta Octavio Paz) del siglo pasado.
- ¿Más Estado?
Mi respuesta es clara:
- Mejor Estado, y lo menos burocrático, lo menos autoritario que sea posible.
Supongo que mis lectores ya habrán adivinado por quién voy a votar en las elecciones del 17 de enero próximo. Siempre en mi vida voté por la izquierda o por la centro izquierda, por el no a la Constitución de 1980, por el no a Pinochet, por la Concertación, pero ahora, por una vez, en la coyuntura chilena de hoy, me siento obligado a cambiar.
Lo hago a conciencia, después de meditarlo bien, y sin la menor hipocresía. Siempre he tenido un sentimiento de izquierda, pero el rótulo de izquierdista, el letrero, la aureola santurrona, no me interesan para nada.
Creo que el probable Gobierno próximo de Sebastián Piñera podría darle un impulso a nuestro desarrollo económico, que en los últimos años ha languidecido algo, sin provocar un retroceso en las conquistas sociales que ha logrado la Concertación.
Por su lado, la Concertación tendrá cuatro años para reinventarse, como se dice ahora, proceso que no se puede alcanzar en tres semanas, y la Democracia Cristiana podrá volver a leer los textos fundacionales e inspirarse en ellos.
La idea que lanzó Piñera en plena campaña de buscar apoyos transversales dentro del mundo de la DC no me pareció mala, a pesar de que fue rápidamente rechazada y por razones obvias.
Ahora, sin ser un experto, observo que los electores apoyaron a personas del centro de la DC, esto es, al centro del centro, y esa tendencia también me parece interesante.
Por otra parte, no tengo la intención de integrarme a ninguna campaña electoral.
Hago una campaña diaria, dura, a veces implacable, por seguir leyendo y escribiendo, por mantenerme atento a la evolución del mundo de hoy, y les aseguro que la lucha no es en absoluto fácil.
Estuve hace poco en Lima y se me acercaron jóvenes universitarios. ¡Qué vigente está usted!, me dijeron.
Tuve la sensación curiosa de que había ganado mis elecciones personales, y me sentí contento y tranquilo, con la conciencia en calma.
JORGE EDWARDS - "El País" - Madrid - 27-Dic-2009

La era del capitalismo filantrópico

El dilema de crear riqueza y construir una sociedad de la que nos sintamos orgullosos ha generado un nuevo capitalismo, "social", "creativo", "filantrópico".

En los dos últimos siglos nos hemos dedicado a reforzar el paradigma de que los seres humanos nos movemos sólo por un afán egoísta, que nos lleva a poner nuestro interés individual por sobre el del resto, privilegiando siempre el obtener.
Este ha sido el motor del capitalismo, desde Adam Smith en adelante, que ha traído consigo
- un crecimiento sin precedentes en la historia de la humanidad,
- liberando las infinitas capacidades individuales que,
- producto de ideologismos que niegan o buscan coartar este rasgo esencial de la naturaleza humana,
- han quedado aprisionadas por superestructuras sociales de carácter artificial.
Con todo, lo cierto es que el interés individual no es el único motor que nos mueve. También tenemos otro, más escondido, pero igualmente poderoso, y que aparece cuando el primero se queda sin combustible, cuando el tener más ya no es una motivación.
Este es el motor del servicio a los demás, que emerge de esa fibra de trascendencia que también es propia de la naturaleza humana.
- No sólo buscamos obtener para nosotros,
- sino también entregarnos a otros;
- no sólo tenemos ambiciones,
- sino también aspiraciones.

¿Hacia un nuevo orden?
Estos dos motores que mueven a las personas
encuentran, consecuencialmente, una expresión en el orden social. Sólo que, hasta hace algunas décadas, parecían correr por caminos paralelos.
- El sector privado se movía con el motor del obtener, y
- el sector social se movía con el motor del entregar
.
Pero claro, como el primero de ellos tiende a encenderse antes y a empujar por sí solo, el sector privado se desarrolló con fuerza desde el momento en que se le dio legitimidad al interés individual, mientras que el sector social fue avanzando muy lentamente, con los recursos humanos y materiales desperdiciados por el sector privado.
- ¿Y el sector público?
Bueno, se ha hecho cargo de sus roles más clásicos, pero no ha sido el mejor ejemplo en su rol social, pues en él conviven, las más de las veces en conflicto,
- el deseo de servir y
- el deseo de servirse
- ¿Qué ha pasado, entonces, que esos dos caminos han empezado a buscar puntos de convergencia?
La simple constatación de que el mundo, particularmente en los últimos 25 años, ha crecido a tasas nunca antes vistas, pero no lo ha hecho para todos, lo que significa que hoy, a pesar de los innegables avances, existen mil millones de personas que viven con menos de un dólar al día.
En otras palabras, nunca como hoy se hace tan necesario buscar una respuesta al dilema del desarrollo:
- ¿Cómo crear riqueza y, al mismo tiempo, construir una sociedad en la que nos sintamos orgullosos de vivir?
Bill Gates
es quizás la encarnación actual más visible de alguien que, habiendo generado una riqueza sin precedentes impulsado por el motor del interés individual, está involucrado como pocos lo han hecho en la solución de problemas sociales, impulsado ahora por el motor del servicio a otros.
Tanto, que en junio de 2008 dejó su rol de ejecutivo máximo en Microsoft para dedicarse de cuerpo entero a la Fundación Bill y Melinda Gates, acuñando entonces el concepto de "Capitalismo Social", el que luego rebautizó como "Capitalismo Creativo".
Y lo explicó así:
"El capitalismo ha mejorado la vida de miles de millones de personas, algo que es fácil olvidar en tiempos de gran incertidumbre económica. Pero ha dejado fuera a miles de millones más.

Los gobiernos y las organizaciones sin fines de lucro tienen un rol irremplazable en ayudarlos, pero tomará demasiado tiempo si quieren hacerlo solos. Son principalmente las compañías las que tienen las competencias para hacer que las innovaciones tecnológicas funcionen para los pobres.
Para sacarle el máximo provecho a esas competencias, necesitamos un capitalismo más creativo:
- un intento para estirar el alcance de las fuerzas del mercado, de modo que más compañías se beneficien por trabajar para mejorar la calidad de vida de más personas".
Cualquiera sea su expresión concreta, lo probable es que estamos siendo testigos del surgimiento de una versión renovada del capitalismo,
- un Capitalismo 2.0, que ya no se limita al sector privado, sino que se extiende, a través de múltiples vías, al sector social.

Las huellas de la nueva tendencia
- ¿Cómo ha ido avanzando esta tendencia, para que podamos estar hablando hoy de una versión evolucionada del capitalismo?
Los primeros pasos, a los que en nuestros días calificaríamos de higiénicos, se dieron hacia mediados del siglo XIX, como reacción al capitalismo en su estado bruto -o brutal dirían algunos-, el llamado capitalismo manchesteriano.
Aún antes de la existencia de leyes sociales que lo limitasen, hubo empresarios que estuvieron dispuestos a obtener menos utilidades con tal de otorgar ciertos beneficios a sus empleados, como
- un fondo de salud,
- limitación de jornada o
- no contratación de niños.
Un paso adicional se comenzó a dar hacia finales de esa centuria cuando Andrew Carnegie, el hombre más rico de la época, fundó 2.509 bibliotecas y donó el 90% de su fortuna antes de morir, dando pie a las grandes donaciones y a la creación de fundaciones personales, como la Ford, que nacería hace poco menos de un siglo.
Dave Packard, uno de los dos fundadores de HP, iría un paso más allá, sentando en 1960 las bases de lo que hoy conocemos como responsabilidad social empresarial (RSE):
"Mucha gente asume, equivocadamente, que una compañía sólo existe para ganar dinero. Aunque éste es un resultado importante, tenemos que ir más a fondo y encontrar las verdaderas razones de nuestra existencia... La gente se junta y forma una compañía para lograr colectivamente algo que no podría lograr separadamente, y que se traduce en una contribución a la sociedad".
Y en los 70 aparecerían las campañas de marketing conectadas con causas de beneficencia, como nuestra Teletón, en que las compañías prometían donar una parte del precio de venta del producto. Hasta aquí, sin embargo, nada muy nuevo bajo el sol, y nada que permitiese decir que estábamos en presencia de un Capitalismo 2.0. Al fin y al cabo, nada de esto sería capaz de producir un impacto contundente y masivo en la calidad de vida de aquéllos que no tenían acceso al mercado, es decir, los que el propio sistema capitalista dejaba fuera.
Sin embargo, las últimas dos décadas han sido testigos de una profundización radical en el involucramiento de agentes y prácticas del sector privado en el sector social. Es aquello de lo que Matthew Bishop, jefe de la oficina de Nueva York de la revista The Economist, da cuenta en su libro "Capitalismo Filantrópico: ¿Cómo los ricos pueden cambiar el mundo?".
Este sugerente título sirve para ilustrar el reciente fenómeno por el que una cantidad cada vez más grande de dinero privado -junto con las conexiones y la reputación de los donantes- se pone al servicio de causas sociales, pero con la misma aptitud que el capitalista usa en sus negocios:
- agresividad,
- sentido del riesgo,
- eficacia y, sobre todo,
- atención a los resultados.
En otras palabras, gestión privada aplicada a problemas sociales. Y los ejemplos son crecientes: desde Bill Gates y su fundación hasta inversionistas como Warren Buffett, pasando por los grandes visionarios como
- Ted Turner (CNN),
- Richard Branson (Virgin) y
- Mo Ibrahim (Celtel);
- los donantes de Silicon Valley;
- las fundaciones de empresas como Google, WalMart y Coca Cola;
- las celebridades filántropas como Bono, Angelina Jolie, Elton John y Bob Geldof; y
- los grandes intermediarios como Bill Clinton o Goldman Sachs.
En síntesis, son tres huellas las que están marcando esta nueva tendencia, que en Chile comienza a dar tímidos pasos:
- a) Un aumento sustancial en la cantidad de dinero privado invertido en causas sociales, proveniente de grandes corporaciones y de millones de donantes individuales;
- b) El involucramiento de ejecutivos experimentados del sector privado en el manejo de estos fondos, con la consecuente utilización de las mejores prácticas de gestión y de innovación, y
- c) El surgimiento del concepto de emprendimientos sociales, esto es, de empresas en las que se combinan el lucro de los dueños con el beneficio gratuito que la sola existencia de ese negocio representa para la sociedad, para cuyo financiamiento, incluso, han surgido los hoy llamados fondos de inversión social.

El desafío adaptativo
Aunque la tendencia es cada vez más visible, el escepticismo respecto de sus beneficios sigue estando presente.
Para muchos, el sector privado debe permanecer donde está, no pretendiendo extenderse a lo social, y asegurándose de hacer bien su trabajo, que no es sólo generar utilidades.
También debe
- pagar impuestos,
- no producir bienes que provoquen daño a la gente,
- retribuir con salarios y beneficios decentes,
- dejar de corromper la política, y
- obedecer las regulaciones que atienden al interés público.
El acento tendría que estar en

- cómo se gana el dinero más que en cómo se gasta, porque
- haciéndolo bien en lo primero se generaría más beneficio social que desviando la atención hacia lo segundo, que es de menor impacto.
Pero el aporte privado va mucho más allá de los montos donados, y tiene esencialmente que ver con la capacidad de innovación que puede poner a disposición de la solución de los problemas sociales.
Tratándose de
- enfermedades como la malaria o el virus VIH,
- el desarrollo de energías sustitutivas del petróleo,
- la brecha digital,
- el acceso al crédito,
- la incorporación de los grupos más desposeídos a mercados de bienes y servicios, entre tantos otros;
- la creatividad,
- el empuje y
- la gestión eficiente del sector privado
pueden servir para buscar soluciones más rápidas y efectivas.
Sin embargo, para que ello produzca resultados sostenibles y "los ricos puedan cambiar el mundo" -en palabras de Bishop- es posible vislumbrar desde ya algunos desafíos adaptativos, es decir, algunos asuntos en los cuales el sector privado debe adaptar su mirada y su forma de actuar, porque el escenario es distinto.
Desde luego, las culturas del sector privado y del sector social son diferentes, lo que hace difícil la colaboración, al punto que se generan suspicacias y desconfianzas, con etiquetas que se ponen de uno y otro lado para reforzar la posición propia, como las de "ineficientes", "burocráticos" o "lentos", desde una vereda, y "monetizados", "pragmáticos" o "engreídos", desde la del frente.
Pero también está el cómo el sector privado entiende y trabaja los procesos de cambio social, en los que es necesario movilizar no a los clientes, que voluntariamente compran productos y servicios de acuerdo a sus preferencias, sino a los ciudadanos, que muchas veces se resisten a cambiar sus hábitos, sin mencionar siquiera lo que implica lidiar con el mundo político.
Por lo tanto, si bien es cierto que las prácticas de gestión e innovación que aporta el sector privado son de un enorme valor para enfrentar problemas sociales, ellas deben adaptarse a un escenario que muestra diferencias profundas con aquel en que tradicionalmente han sido aplicadas.
De ahí la relevancia que pasa a tener la humildad, para entender que no existen recetas mágicas que se puedan importar fácilmente, y para valorar y entender el trabajo hecho hasta ahora por el sector social.

Sin esa humildad, es probable que se inviertan millonarios recursos que, al final del día, no sean capaces de generar la transformación social que este tipo de desafíos requiere.

Hacerlo bien y hacer el bien
Más allá de la experimentación, vía ensayo y error, que se podrá observar en los años que siguen, encontrando vías más efectivas para enfrentar problemas sociales desde el sector privado, quizás lo más relevante de esta tendencia que se observa está en lo que pasa al interior de las personas que se están sumando a ella, lo que asegura que efectivamente se está avanzando hacia un nuevo orden, hacia un Capitalismo 2.0.
Porque la abundancia está haciendo que el motor del entregar vaya cobrando cada vez más relevancia. Es como si, poco a poco, las personas fuéramos buscando algo más que ganar dinero.

Es como si, cada vez más, quisiéramos trascender hacia otros. Es como un lento despertar social de algo que está escondido en nuestro ser individual.
Y, claro está, los síntomas se perciben mucho más nítidamente en las nuevas generaciones, que viven con menos ataduras, porque quizás confían en que sus necesidades materiales, en la etapa de desarrollo en que se encuentra el mundo, se cubren casi por añadidura.
Una razón más, entonces, para que el sector privado transite

- desde sólo "hacerlo bien"
- a también "hacer el bien".
Sin ese sentido de propósito más profundo le será más difícil atraer y retener al talento joven, que ya no se mueve con un solo motor, sino que crecientemente lo hace con ambos.

Juan Carlos Eichholz - Universidad Adolfo Ibáñez - "El Mercurio" - Sgo. de Chile - 27-Dic-2009

sábado, 26 de diciembre de 2009

La Argentina y Japón: ¿Misterios políticos del siglo XX?


"La idea de hacer un país nuevo; no renovar una sociedad, sino crear una sociedad, que en buena medida se hizo, no salió bien. No hay vuelta que darle" (1) - Tulio Halperin Donghi.

El 1985, Julián Marías publicó España inteligible . Quiso dejar en claro que la historia de su país se comprende fácilmente, que España no es un país "anormal" o "enigmático", como dicen muchos españoles.
Tampoco la Argentina es un enigma.
Se ha dicho que nuestro fracaso es el "misterio político más grande del siglo XX", la cara opuesta del "milagro" japonés.
Me parece una exageración, otro producto de nuestra soberbia.
Además, ¿por qué se considera que la Argentina es un "misterio" pero no
- Rusia (con grandes recursos naturales),
- la Italia de Mussolini y
- tantos otros países
que, en el siglo XX, profundizaron su pobreza por adherir a ideologías totalitarias?
La historia de la humanidad podrá ser el archivo de las locuras del hombre, pero esto no ha impedido que se la explique y comprenda.

Entre las causas del fracaso, hay una determinante: El desprecio por las instituciones.
Desde principios del siglo XX, la sociedad argentina ha rechazado y despreciado la única filosofía política que creó instituciones: el liberalismo, que diseñó nada menos que el Estado constitucional, la máxima institución política que puede tener una nación.
En cambio, ha preferido votar y apoyar a caudillos populares que simpatizaban con ideologías totalitarias, empezando con Yrigoyen (1916).
Los fascistas italianos consideraban que el yrigoyenismo era lo más parecido al fascismo de Mussolini, según expresó el embajador italiano en 1930 y la revista fascista oficial "Gerarchia" (2).
Una sociedad que menosprecia el liberalismo no puede pretender, pues, contar con instituciones; por ejemplo, una justicia independiente (pilar del liberalismo) que la defienda de impuestos confiscatorios.
Cabe recordar que la sociedad argentina confunde el liberalismo político con el liberalismo económico (también con el neoliberalismo), una ideología que promueve la liberación de la economía en forma súbita, sin estrategia previa alguna.
Esta confusión se debe a una desafortunada coincidencia histórica: cuando el liberalismo estaba en vías de consolidarse, la revolución industrial producía sus mayores injusticias con la clase trabajadora.
Así quedó etiquetado como una ideología que defiende la "explotación de los pobres por los ricos", lo que, más tarde, fue aprovechado hábilmente por las ideologías totalitarias para imputar a liberalismo injusticias que este no generó ni jamás bendijo.
Porque los creadores del liberalismo (Locke, Montesquieu, Tocqueville y otros)
- no fueron defensores del liberalismo económico
- ni de los excesos de la revolución industrial,
- sino los teóricos del constitucionalismo.
- Por eso al liberalismo también se lo llama "constitucionalismo liberal".

La propaganda ideológica también ha hecho creer a la sociedad argentina que el liberalismo postula un "Estado mínimo", que rehúsa gastar en beneficios y ayuda social a los más humildes; esto es falso, un error, incluso, común entre algunos "liberales" fundamentalistas (economicistas).
Porque el "Estado social" o de bienestar, como, por ejemplo, el de los países nórdicos (Suecia, Finlandia, etc.), también es constitucional; o sea, una creación del pensamiento liberal.
Claro que los beneficios sociales que distribuyen los Estados nórdicos son posibles gracias al dinero que generan los sectores privados de estos países, que están entre los más competitivos y adelantados del mundo, con empresas de primer nivel como Nokia, Ericsson, Ikea, Scania, Saab y Volvo.
En el ranking de competitividad del World Economic Forum ,
- Dinamarca está en el puesto 3;
- Suecia, en el 4;
- Finlandia, en el 6, y
- Noruega, en el 15,
- Argentina, en el 85, en una medición de 134 países.
Los pueblos nórdicos lograron la más justa distribución de ingresos del mundo porque,
- además de adherir al constitucionalismo liberal,
- impulsan y facilitan la vida empresaria y las inversiones extranjeras.
Según la revista norteamericana "Forbes", el mejor país para hacer negocios, en 2009, fue Dinamarca.
La justicia social y prosperidad del Japón no es obra de un "milagro", sino la consecuencia de acciones inteligentes y bien planificadas, con mucho trabajo detrás.
Así surge del libro "Japan as Nº 1" , de Ezra Vogel, que muestra que la japonesa es una sociedad basada en
- el mérito y la autoexigencia,
- con una gran vocación por saber cada día más;
- una verdadera "sociedad del conocimiento".
En Japón, hay una gran cantidad de programas televisivos que emiten cursos de ciencia y otros saberes, como clases de inglés, alemán, chino, francés y ruso.
Al Estado japonés, ingresan los mejores promedios de la universidad de Tokio. Estos funcionarios conforman una elite que tiene la sana costumbre de
- reunirse semanalmente con los directivos de las grandes empresas japonesas, para
- brindarles información y coordinar estrategias de política económica para
- que estas puedan conseguir nuevos mercados y negocios alrededor del mundo.
El Estado japonés no es, pues, enemigo de la empresa, sino que trabaja junto con ella por el bien de la sociedad.
Ahora bien,
- ¿Por qué creen algunos que hace falta decir mucho más para explicar el fracaso argentino?
- ¿Es que no alcanza con haber rechazado el constitucionalismo liberal?
En suma,
- ¿Por qué se rechazan las explicaciones realistas y simples y se prefieren las complejas, mitológicas o conspirativas?
Me parece que dos son las razones:
- La primera es que el mito "misterio político del siglo XX" sirve a la sociedad argentina para irresponsabilizarse, del mismo modo que cuando echamos la culpa a los extranjeros por nuestros errores y desfalcos, una costumbre que empezó a principios del siglo XX, cuando nos victimizábamos frente al imperio británico.
- La segunda es que estas explicaciones parten de una premisa muy equivocada: suponer que el argentino (en especial, si es profesional y habla idiomas) es "talentoso", "rápido" para comprender, de inteligencia indubitable.
De ahí el origen de esa frase que tanto se repite: "No se entiende por qué, con nuestros recursos humanos, no salimos adelante".
Vale aclarar que tener un conocimiento profesional no es sinónimo de inteligencia alguna. Julián Marías, que leía en griego a Aristóteles, en latín a San Agustín y en alemán a Heidegger, dijo que la inteligencia no consiste en
- leer mucho,
- tener un título universitario o
- hablar idiomas,
- sino en "abrirse a la realidad, dejar que ella penetre la mente" (3).
Esto significa, entre otras cosas, tener una figura de mundo que se corresponda con la realidad.
Sin embargo, cuando uno habla con un profesional argentino, va todo bien hasta que llegamos a política y economía. Y ahí uno descubre que su ideología (sus anteojeras marxistas) le obstruyen la visión de la realidad mundial:
- empieza a defender modelos de países fracasados,
- a justificar los atropellos de nuestros gobernantes con argumentos irracionales
- o bien a esgrimir teorías victimistas y conspirativas.
Las estupideces más grandes de la humanidad
también han salido de la boca de gente "culta"; por ejemplo, de algunos intelectuales.
De sus libros e ideas nacidas en universidades prestigiosas, han nacido ideologías totalitarias que han sumido a países enteros en la pobreza, la inflación, la cárcel política y la muerte.
En definitiva, no hay que confundir
- erudición o conocimiento en un área específica del saber humano
- con la capacidad para pensar y ver la realidad tal cual ella es y se nos presenta.

Creo, pues, que entre los profesionales de estas tierras hay muchos con pericia profesional; algunos con la consabida "viveza", pero pocos con inteligencia en el sentido antes apuntado.
De ahí que no resultan ningún "misterio" el fracaso de la Argentina ni el "milagro" japonés.
Su inteligibilidad, su comprensión, se obtiene fácilmente si se parte de las premisas correctas.
(1) "La Nación", ADN Cultura, 13 de septiembre de 2008.
(2) J. J. Sebreli, "Crítica de las ideas políticas argentinas", editorial Sudamericana, página 139.
(3) "Apertura a la verdad", www.arvo.net.
Diego F. Wartjes - "La Nueva Provincia" - Bahía Blanca - 26-Dic-2009

viernes, 25 de diciembre de 2009

Izquierda mediática sin "software"

EL pensamiento de la "anciana" izquierda española inventó hace tiempo "el fantasma de la caverna mediática" de la derecha y se tomó un descanso.
Así lleva décadas en el sueño de la hibernación. Tanto da que le hayan pasado desapercibidas
- la globalización,
- la demolición del muro de Berlín,
- la evaporación de las políticas redistributivas,
- los países emergentes o
- figuras de tanto trasfondo como Barack Obama.
Con la llegada de Rodríguez Zapatero al poder, la izquierda mediática recuperó cierto «hardware», pero sigue sobreviviendo en precario, sin el aliento imprescindible del «software».
Inmovilizados
con todo el equipaje en los andenes de la "estación Gramsci", los "intelectuales orgánicos" han visto pasar muchos trenes con destinos que le son ajenos y remotos:
- meritocracia educativa,
- sociedad del conocimiento,
- valores frente a relativismo,
- vinculación,
- ciberespacio,
- cultura digital.
Ya ni recuerdan cuando circuló sin pararse el tren que llevaba a Sillicon Valley.
Al final, la "izquierda mediática" de siempre tuvo que pactar con la "izquierda de la farándula" y ha pagado esa complicidad con creces, perdiendo
- calado reflexivo,
- utillaje intelectual y
- proyección de futuro.
Preserva su hegemonía
en el humus post-ideológico, pero de modo decreciente, sin mucha autoestima, avergonzada por esos extraños compañeros de viaje que viven de

- la simplificación,
- la pose y
- el estrago.
Esa alianza fue un error que tuvo que sellarse como aquellos matrimonios a la fuerza que luego ni tan siquiera llegan a consumarse.
- Cuando debieran estar pensando en la metamorfosis del Estado de bienestar se ven implicados en las farsas tragicómicas de Hugo Chávez,
- Cuando tenían la oportunidad de pensar Europa se dedican al antiamericanismo primario,
- Cuando se les esperaba para entender el presente de Brasil se dedican a caricaturizar el pasado de Israel.
- Es equivocarse sistemáticamente de hora y lugar.
Es tal vez lo último que queda de un pensar que pretendía ser sistemático, omnímodo, absoluto.
Es por eso que, en lugar de despedirse de todo fleco ideológico y asumir una experiencia de la Historia, se quedan en la apariencia mediática y en el despojo de una izquierda atávica.

Y así va todo, en el empeño por poblar de sombras una caverna mediática de la derecha que ya lleva un tiempo prácticamente vacía, sólo con vestigios y posos de algo ido. Queda únicamente un mínimo retén de guerreros ajados y castizos.
Repensar la acción política de nuestro tiempo requiere de mucha claridad y alta definición, de dosis generosas de megapíxeles. Como son
- los demócratas de Obama o
- la reconversión en marcha de la socialdemocracia en Europa,
se perfilan actitudes en disposición de dotar al centro-izquierda de más megapíxeles y de un «sofware» más fluido y resolutivo.

En lo mismo está el centro-derecha, por completo libre de las penumbras de la caverna mediática, presente en muchos puentes de mando de la Unión Europea, pertrechándose de nuevas ideas en sus «think tanks», a la espera de una reorientación del partido republicano que llegó al poder con Lincoln.

¿Derecha mediática igual a caverna?
Espantajo inútil
y obsoleto para niños que han sabido convivir con ET, para los nuevos ciudadanos que
- franquean todos los días la frontera de la interconexión,
- creen en el fundamento familiar,
- acceden naturalmente a los lenguajes de la moderación,
- comprenden que si hay más ricos no quiere decir que haya más pobres,
- entienden que el libre comercio libera energías, y
- saben mucho más de «software» que los socialistas de cátedra.
VALENTÍ PUIG - "ABC" - Madrid - 25-Dic-2009

lunes, 21 de diciembre de 2009

Una gran bienvenida

Una masiva presencia de hinchas albirrojos le dio una ruidosa recibida en Ezeiza al equipo de Sabella, que estuvo a un paso de la gloria en el Mundial de Clubes.
Esta madrugada volvían en caravana rumbo al Country.

Una verdadera multitud de enfervorizados hinchas de Estudiantes le dieron esta madrugada una cálida bienvenida al equipo subcampeón mundial, y la fiesta se prolongó hasta la salida del sol, e incluso hasta mucho más allá todavía porque los ecos se extendieron en distintos puntos de la región.
Los simpatizantes albirrojos pudieron movilizarse a través de las gestiones realizadas, un poco a las apuradas, por las distintas filiales y agrupaciones del club que fletaron micros hacia las cercanías del Aeropuerto Internacional de Ezeiza, ya que la seguridad había vedado el ingreso al espigón del mismo.

Gracias a todos
Si bien no hubo "milagro", los hinchas coincidieron plenamente en reconocer el gran esfuerzo que realizó el equipo en procura de dar forma a una hazaña futbolística, que estuvo muy cerca de abrazarse a ese objetivo.
No pudo en los 90' y luego, en el alargue, tuvo que ceder ante el que se considera, hoy por hoy, en el mejor equipo del mundo.
Así, la hinchada de Estudiantes siguió desde las primeras horas de la mañana de ayer el desarrollo de los acontecimientos, indagando sobre el viaje a Ezeiza, el trayecto que haría el ómnibus de los jugadores y si finalmente el punto de reunión para que estalle la fiesta iba a ser la plaza Moreno, el centro mismo de nuestra ciudad.
Desde ya se esperaba una madrugada cargada de eventos y múltiples sorpresas.
Caravanas de autos, micros y gente al costado de la ruta saludaron esta madrugada el paso del autobús que transportaba a los subcampeones del mundo.
El aliento y las palabras de agradecimiento fueron una constante, más allá que los jugadores se mostraron ciertamente abatidos por no haber alcanzado el objetivo máximo, ese sueño que venían acunando desde que el pasado 15 de junio, cuando se consagraron campeones de América.
La llegada de la caravana a nuestra ciudad generó un revuelo singular. Tan es así que muchos hinchas abandonaron la hora del descanso para sumarse a esta fiesta de bienvenida y de agradecimiento por lo realizado a este grupo comandado por Sabella y capitaneado por Juan Sebastián Verón, uno de los jugadores que más vivaron los hinchas a lo largo de los más de cincuenta kilómetros de recorrido entre Ezeiza y La Plata.
Información - Comentario - "El Día" - La Plata - 21-Dic-2009

domingo, 20 de diciembre de 2009

Estudiantes: Fue un grande


Estudiantes escribió ayer otra página de su rica historia. Una final para recordar.

Estudiantes merece una ovación de pie. Estuvo ayer a dos minutos de la gloria. Ganaba 1 a 0, con gol de Mauro Boselli, cuando faltaban apenas 120 segundos para que terminara el partido.
Barcelona lo pudo empatar y, en el alargue, la historia cambió. Primero fue un cabezazo de Pedro y luego -ya en el complemento del suplementario- un pechazo de Messi los que sellaron la consagración del equipo catalán.
Pero Estudiantes vuelve como un grande. No sólo peleó de igual a igual frente al mejor equipo del mundo. Lo hizo con hidalguía, con bravura, con entereza... Y el sueño estuvo más cerca de lo que muchos habían imaginado.Culmina así otro capítulo glorioso de la historia albirroja.
Esta final quedará para siempre en la memoria pincha. Este equipo se ha ganado un lugar eterno en el corazón de los hinchas. Lo entregó todo. Y pagó con creces el sacrificio de los más de cuatro mil hinchas que fueron a alentar a Dubai.
Y de los miles y miles y miles que empujaron, con el pecho estrujado, frente a los televisores de La Plata.Estuvo tan cerca en el tiempo -a dos minutos del final de los 90 minutos reglamentarios- y tan próximo en el resultado -ganando 1 a 0 tras el magnífico gol de Boselli- que lo hecho ayer por Estudiantes tal vez no pueda medirse en su real magnitud.
Porque haber llegado a esa instancia frente al equipo que domina en su sentido más amplio el espectro futbolístico mundial, que tiene en su plantel a una verdadera selección internacional, que cotiza en el mercado futbolero en varias decenas de millones de dólares y que es considerado la máxima potencia futbolística del planeta, es un legítimo orgullo para todo Estudiantes, por supuesto, pero también para el fútbol argentino.
Los propios enviados catalanes, acostumbrados a ver cómo el Barça pulveriza a sus rivales, no salían ayer de su asombro y lo comentaban en sus medios. "Ningún equipo del mundo se la ha puesto al Barcelona tan difícil como el Estudiantes", señalaban.
Y eso se debió en primer lugar a un planteo táctico muy inteligente dispuesto por Alejandro Sabella y sus colaboradores; a una ejecución técnica inobjetable por parte de los equipistas y, fundamentalmente, a partir de una entrega conmovedora de los jugadores, que dieron, como lo habían prometido, el 120% de sus posibilidades.
Siempre se le ha reconocido a Estudiantes su mística, un concepto muchas veces difícil de explicar, pero generalmente utilizado en la victoria. Sin embargo, justo es decir que esa mística pudo aparecer también en la derrota.
Esa que lleva a dar más de lo que se tiene, a enfrentar al mejor equipo del mundo y ponerlo contra las cuerdas hasta segundos antes del último round.Y si bien es cierto que las derrotas no se festejan, también lo es que sí se reconocen. Y eso es lo que entendieron los miles de hinchas de Estudiantes que aquí en La Plata salieron a expresar su gratitud ante el conmovedor esfuerzo de un equipo que lo dio todo y aún más, y los miles que allá en Abu Dhabi hicieron flamear hasta lo más alto el orgullo de sentirse Pincha.
Una multitud albirroja alentó desde las tribunas de Abu Dhabi en lo que fue una postal conmovedora. Allí se mezclaban historias como la de Claudio Prieto, que dejó la carnicería de 60 entre 8 y 9 para llegar hasta allí, o la de Claudio Ponce, que vendió su moto para poder estar en Dubai, entre tantas otras que EL DIA ha reflejado en estas últimas jornadas.
Y otra multitud, aquí en La Plata, salió a desafiar la lluvia para mostrar sus banderas, para colmar la avenida 7 y obligar al corte de calle 50, para gritar su agradecimiento hacia ese equipo de gladiadores que dejó bien alto en el mundo el nombre de Estudiantes de La Plata.
Porque Estudiantes estuvo a dos minutos de la máxima gloria deportiva que el mundo le reconoce a los clubes de fútbol, esa misma que supo conocer en 1968 con otros héroes tan ejemplares como estos de hoy.
Porque lo que sucedió ayer en los Emiratos Arabes fue tan importante como aquella proeza de Manchester.
En definitiva, lo que se vivió en estos días fue mucho más que un hito deportivo.
La Plata ha asistido
- a un fenómeno de pasión,
- a un entramado de lealtades, sacrificios y aventuras
que trasladó hasta los lejanos Emiratos Arabes a una multitud con la camiseta albirroja.
Un fenómeno que, además, movilizó una inversión platense de más de 20 millones de dólares.
Ahora Estudiantes volverá con gloria, a pesar de que se le escapó la copa mundial por unos pocos segundos. Y su gente ya está preparando una movilización de bienvenida, cuando todavía está fresca en el recuerdo aquella multitudinaria recepción cuando este mismo equipo volvió de Brasil como campeón de América.
La delegación albirroja llegará en la medianoche de hoy, y hasta las autoridades del aeropuerto internacional de Ezeiza han dispuesto operativos especiales para contener a lo que se espera será una multitud.
Ese equipo que lo dejó todo bien se lo merece.
Porque las derrotas, si se dan en el marco y en el trámite de lo sucedido ayer en la final del Mundial de Clubes, también engrandecen.
Comentario - "El Día" - La Plata - 20-Dic-2009

La epopeya de los hinchas
120 minutos de fervor y aliento: conmovedora ovación para el equipo

Fue el comentario obligado de todos los que estuvieron en el estadio. Organizadores, periodistas, espectadores. Nadie en el Bin Sayed Sport City se cansó de elogiar la movilización histórica y multitudinaria de los hinchas pincharratas que, durante todo el partido, hicieron sentir locales al equipo de toda su vida.
Más de 5.000 leones alentaron sin parar durante los 120 minutos que duró el encuentro y, tras el pitazo final del mexicano Benito Archundia, despidieron a los jugadores con una ovación conmovedora.
"Son extraordinarios", graficó un periodista español cuando vio la marea rojiblanca apostada detrás de uno de los arcos de este estadio, un verdadero coliseo del siglo XXI.
Fue tan espectacular la caravana de apoyo de los fanas pinchas que los simpatizantes del Barcelona -los auténticos y los adoptivos que consiguieron en Abu Dhabi-, se dedicaron a hacer dos cosas en la previa, durante y después del partido:
- alentar al equipo catalán y,
- acaso con algo de admiración y asombro, sacarle fotos a los seguidores del León.
Las banderas rojiblancas otra vez fueron un clásico en las dos bandejas del Bin Sayed. "Tolosa presente", "Los Hornos", "Seba", "Familia Blasco", "Gracias viejos por hacerme pincha", "Temperley es del León", "El 7 a 0 no se olvida más", "Rey de América" o "El Mondongo con el León" fueron algunos de los tantos "trapos" que los fanáticos hicieron ver en la tarde noche de ayer aquí en Abu Dhabi.
Si bien en un principio se especuló con que los hinchas albirrojos iban a poder estar todos juntos, la venta previa con distintas ubicaciones hizo que estuvieran repartidos por distintos sectores del estadio y que, de esa manera, las banderas se vieran tanto en las tribunas ubicadas detrás de los arcos como en las imponentes gradas laterales.
Desde ahí, el aliento fue ensordecedor y motivó el aplauso final de los jugadores de Estudiantes como muestra de agradecimiento a tanto apoyo.
El clásico "Estudiaaa, Estudiaaa..." se hizo escuchar ni bien arrancó el partido e incluso de manera más fuerte con el match ya consumado, cuando en el campo de juego se procedía a la premiación y entrega de medallas.
La organización hizo que los fanáticos de ambos equipos estuvieran todos juntos, por lo que el duelo de hinchadas se vivió de manera intensa pero siempre con el respeto que merecían ambas parcialidades por el espectáculo brindado desde las tribunas.
Los del Barcelona felices por el título y acompañados en el apoyo por los espectadores locales que siguieron obnubilados a la figura de Messi y los suyos.
Los del Pincha, orgullosos por una cuarta final en apenas tres años y, haciendo sentir locales al equipo en la tierra de las mil y una noches, agradecidos a los jugadores por llevar los colores de Estudiantes a la élite del fútbol mundial.
Tal vez por eso el aplauso final no sorprendió a nadie. Era lógica pura. Era un agradecimiento sincero y pasional.
FACUNDO BAÑEZ - "El Día" - La Plata - 20-Dic-2009