domingo, 13 de mayo de 2012

Golden workers


Sociólogos y economistas proponen la jubilación progresiva
Los trabajadores mayores no aportan menos que los jóvenes, según el Iese
 
El presente y el futuro de la jubilación es un debate de realidades e
intereses dispares.
- La crisis,
- la situación del mercado laboral,
- los puntos de vista en muchas ocasiones contrapuestos entre
  el Estado y los empresarios
- llevan a análisis excesivamente apegados al presente.
Se arrincona el planteamiento a futuro y el impacto de una sociedad
que envejece.
Y también se orilla el lado psicológico, sociológico y
- la repercusión de la pérdida de capital intelectual que
- supone el abandono del trabajo por parte de los mayores.
Hay coincidencia entre los sociólogos a la hora de
- considerar absurda la obligatoriedad de la jubilación
(las edades varían en función de cada país de la UE).
Pau Miret, sociólogo e investigador del Centre d'Estudis Demogràfics (UAB), señala que
- se tendría que eliminar la edad máxima para que
- fuese el trabajador el que eligiese cuándo abandona el
  mercado laboral.
La jubilación supone
- una pérdida de capacidad adquisitiva y
- un cambio importante en la trayectoria vital, que
- convendría pilotar, en un escenario de normalidad ahora inexistente
   personalmente.
Pero no sólo desde la sociología se defienden estas tesis.
En una Unión Europea caracterizada por una mayor y mejor esperanza de vida,
- la edad media real de jubilación es de 61 años.
Es una foto con algo de movimiento, ya que la crisis económica está llevando a los gobiernos a modificar esta realidad, pero un movimiento insuficiente según los analistas económicos. En un nuevo y prolijo estudio realizado desde el Iese por el profesor Antonio Dávila para la Comisión Europea se señala que
- los trabajadores mayores que elijan mantenerse en activos laboralmente
- van a ser vitales para la economía.
Bajo el título Golden workers (trabajadores dorados, o de oro), el informe advierte de
- la necesidad de mejorar los entornos -en todos los niveles- laborales para
- retener a esta población mayor, que ahora
- las empresas quieren quitarse de encima por su mayor coste.
No se trata de hacer una apología del trabajo, ya que lo que muchos desean (en el caso de que conserven su empleo) es jubilarse y cobrar una pensión, sino de mirar hacia un futuro próximo:
- la economía y la sociedad han cambiado y se necesitan fórmulas flexibles.
- El descenso de la natalidad,
- el aumento de la esperanza de vida y
- el incremento de su calidad
- dejan obsoleta la relación trabajo-cronología.
Desde que se creó la Seguridad Social (1967)
- esta esperanza ha aumentado más de un lustro -hoy
- los 70 años se corresponden a los 65 de no hace tanto-.
Entendida la jubilación como un derecho, y no una obligación, lo ideal, señala Pau Miret, es que
- se camine hacia una jubilación flexible; es decir, que
- el profesional siga aportando conocimiento aunque sea a tiempo parcial.
Legalmente, la posibilidad existe -en España
- se puede trabajar hasta los 70 años y
- aplicar una reducción de jornada-, el problema es que
- casi no se practica -salvo los autónomos-.
El estudio del Iese parte de la constatación de que
- en el 2050, el 33% de la población europea tendrá 60 años o más,
- lo que puede impactar profundamente en la sostenibilidad del sistema
   de pensiones.
Ante esta proyección, se intentan aportar ideas para
- desarrollar y se desmontan los "mitos discriminatorios" que
- vinculan a los mayores con falta de eficacia y productividad.
Además de defender el aumento la edad de la jubilación, se apuesta por
- introducir de facto el retiro por fases o parcial, así como
- reducir el coste de la seguridad social de los más mayores para las empresas.
Esto choca con el menú de los últimos años, que ha sido el de las prejubilaciones masivas -actualmente los gobiernos han puesto coto-,
- el interés de las empresas por quitarse de encima a los trabajadores más caros,
- que son normalmente los veteranos.
El estudio del profesor Dávila indica que
- la discriminación por edad es una de las mayores barreras para
- la empleabilidad de los mayores, cuando en realidad
- las investigaciones no han encontrado diferencias relevantes con respecto a
- lo que aportan los trabajadores jóvenes.
Si bien la capacidad de realizar algunas labores físicas y algunas funciones mentales pueden menguar, señala el informe, las personas mayores son mejores
- en el uso del lenguaje,
- a la hora de procesar problemas complejos en situaciones extremas y
- en el control de las emociones.
También se subraya que
- el absentismo no aumenta con la edad.
Se reclama así un entorno físico adecuado en el trabajo y que se ofrezca formación en lo que se refiere a las nuevas tecnologías para evitar unas de las principales causas de retiro:
- la desmotivación al verse relegado.
Puede parecer que el informe del Iese es excesivamente economicista, pero, sea casual o no, muchos planteamientos coinciden con aquellos en los que el individuo es el centro del análisis.
El grupo de investigación de Sociología del Envejecimiento de la Universitat Jaume I ha elaborado un estudio en el que
- defiende la opción de retirarse temporalmente de la vida laboral en
- el momento que cada persona considere más oportuno (estudios,
  paternidad, viajes...) y
- no obligatoriamente al final del ciclo.
O sea, propone
- combinar el trabajo con ciclos de descanso en el que
- se "consuma" parte de la pensión.
- La flexibilidad es clave para afrontar el futuro, pero
- las teorías chocan con los rígidos usos y costumbres.
Las estructuras vitales están cambiando o, por lo menos, el anhelo de
- tener una vida en la que se equilibre simultáneamente
- el trabajo, la familia, la educación y el ocio y que
- estos no sean tramos secuenciales.

- Aquí está la propuesta de los Golden workers.
 Cristina Sen - La Vanguardia - Barcelona - 13-May-2012

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