domingo, 17 de junio de 2012

Alemania tendrá que pagar el precio de salvar al euro

Alemania ya no puede mantenerse distante del resto de la zona euro.


Hasta ahora, el país ha permanecido solo, como
- el bastión de la disciplina económica y
- el centro de la moneda única.
Puede que los inversionistas hayan dudado de
- el futuro del euro y
- el éxito de los deudores periféricos, pero
- su confianza en Alemania era inquebrantable.
Pero ya no.
Esta semana aparecieron las primeras señales de que los inversionistas ahora creen que
- la crisis arrastrará también a Alemania.
Después de muchos meses de reciclar sus fondos desde las naciones de la periferia hacia Alemania, los inversionistas ahora también están algo nerviosos al respecto.
Una subasta de bonos alemanes realizada el miércoles posiblemente haya proporcionado una vez más los fondos que el país necesita, pero los costos de financiamiento aumentaron e incluso los rendimientos del bono alemán de referencia en el mercado secundario, los cuales habían sido presionados a la baja hace solo unas semanas al 1,13%, fueron impulsados al 1,52% debido a que
- los inversionistas demandan mayores retornos.
- ¿La razón?
Se dieron cuenta que
- el país ya no puede solamente resolver el problema
  con dinero, y que
- se llegó a un punto en que deberá acoger a los otros
  miembros
- en una unión fiscal más estrecha si el euro ha de
  sobrevivir.
Curiosamente, este punto aparece antes -y no después- de las elecciones griegas de este fin de semana, las cuales hasta ahora se consideraba un punto de quiebre de la crisis en general.
Si Grecia rechaza los partidos conservadores que aprobaron los términos del rescate de deuda de la Unión Europea,
- una salida de Grecia de la moneda única se volverá
  mucho más probable.
No obstante, fue la decisión de los líderes europeos de
- proporcionar un rescate de
- EUR100.000 millones (US$125.000 millones) para
- los bancos españoles la que
- parece haber sido el punto de quiebre.
En lugar de dar otro periodo de respiro a los mercados financieros mientras los políticos trabajan para resolver el problema,
- el rescate bancario parece haber galvanizado
- la percepción del mercado acerca de que
- es necesario acelerar las medidas hacia
- una unión fiscal.
En una intervención muy poco diplomática, el ministro de Economía del Reino Unido, George Osborne, destacó que
- la decisión de rescatar los bancos españoles
- proporcionando los fondos al gobierno español
- no ha podido convencer a los mercados de que
- la deuda soberana española es
- "completamente creíble".
Sugirió que los alemanes, quienes hasta el momento
- han estado resistiendo una unión más estrecha,
  se convencerán de
- hacerlo solo una vez que Grecia haya sido eliminada
   de la moneda.
- Y ése es precisamente el camino hacia 
- una unión bancaria y
- la creación de un bono conjunto de la zona euro,
- que están esperando ahora los inversionistas.
En ambos casos significará
- la dilución de la disciplina fiscal de Alemania tal como
  la conocemos.
En el primer caso,
- los bancos alemanes se volverían responsables de
- sus socios periféricos más débiles y,
en el último caso,
- la emisión de un bono conjunto de la zona euro que
- financiara la región en general significaría que 
- la propia Alemania ya no sería capaz de obtener
- las primas que alguna vez consiguió.
De hecho, el precio
- de financiar a la zona euro en su conjunto escalaría
- hacia el rango del 6% al 7% que
- ofrecen muchas de las naciones periféricas, y
- ya no sería del 1,50% que
- ofrece Alemania por sí sola.
En otras palabras,
- en tanto Alemania sea forzada a unirse al resto de
   la zona euro y a no estar más sola,
- el país y los alemanes comenzarán
- a pagar el costo de salvar al euro.
Richard Hastings - The Wall Street Journal - NYC - 14-Jun-2012

'Grexit' y la destrucción asegurada
El nuevo gobierno griego contará con un arma potente de negociación:

- la capacidad de destruir la zona euro
Segun Citigroup, el contagio desatado por una salida de Grecia forzaría
- un segundo rescate en España
Los analistas no se ponen de acuerdo sobre
- los efectos de una salida de Grecia del euro,
pero va tomando cuerpo la idea de que
- la amenaza de desintegración de la eurozona puede ser
- un arma mortífera en manos de quien gane las elecciones.
- Con ella puede presionar a Alemania.
- Pero no todos lo ven igual...
Alex Tsipras puede ser demasiado joven para conocer las estrategias de la guerra fría, pero quizás algún viejo compañero del KOE, la organización comunista de Grecia (maoísta), segunda facción de la alianza de izquierdas Syriza, le habría explicado
- en qué consiste la táctica de destrucción mutua asegurada.
Puede ser útil para las primeras reuniones con la troika si Syriza gana las elecciones de hoy.
Porque, si la última carta de los acreedores de la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) consiste en
- amenazar con dejar que Grecia salga del euro por
- incumplimiento en la próxima fase del ajuste,
- la última jugada de Tsipras podría ser: "¡Atrévanse!".
Ya sería de por sí una bomba la moratoria unilateral sobre 174.000 millones de euros de deuda que Syriza amenaza con declarar si la troika no hace concesiones.
La salida del euro —Grexit según el último acrónimo acuñado por los mercados de bonos—
- convertiría en humo financiero el pacto existencial en
  que se basa el euro:
- que la unión monetaria no es reversible.
- "No queremos abandonar el euro, pero
- si nos obligan a salir de la zona euro van a pasar por
  grandes dificultades",
dijo Yanis Tsolios, economista y miembro del comité coordinador de Syriza.
- "Si Grecia sale ¿cuál será el futuro para España?
- ¿E Italia?".
No es sólo Syriza quien empieza a darse cuenta de que
- Grecia, en el momento de su debilidad más crónica,
- puede tener más poder de negociación que nunca.
El partido de centro derecha Nueva Democracia, de Antonis Samaras, también
- pretende arrancar concesiones de las potencias de la UE
  si forma un gobierno tras las elecciones.
Ya ha pedido la adopción escalonada del odiado segundo Memorandum de Entendimento (sic),
- programa de ajustes por 11.500 millones de euros que 
  incluye
- una reducción de salarios básicos del 22%,
- despidos de 15.000 funcionarios y
- 1.000 millones menos para sanidad.
Y la troika ha dejado entrever en los últimos días, que
- si Nueva Democracia forma un gobierno, está dispuesta a
- dar más tiempo a reembolsar la deuda y
- adoptar un agresivo plan de inversiones mediante el
  Banco Europeo de Inversiones,
- crear un fondo de garantía para financiar pymes y
- la aceleración de fondos estructurales para obras de
  infraestructura.
Nueva Democracia quiere también excluir a pequeños inversores griegos de la quita aplicada a los tenedores de bonos tras la reestructuración parcial de la deuda griega.
Muchos comentaristas creen que si la troika se muestra comprensiva con Syriza también, Tsipras suavizará sus reivindicaciones. "Ya han empezado a diluir algunos aspectos: no harán nada que fuerce la salida del euro", dijo el politólogo Dionysi Dimitrakopoulos, de Birkebeck College (Universidad de Londres), que prevé una victoria de Syriza pero sin mayoría absoluta.
Es más, "Syriza ha dicho que pretende nacionalizar los bancos con el dinero prestado por la Unión Europea, de modo que no les conviene romper".
"No te dejes engañar por la retórica de Syriza, esto no va a ser Doctor Strangelove", dice Giorgios Krimpas, veterano economista de la Universidad de Atenas en referencia a la película satírica de Stanley Kubrick sobre un apocalipsis nuclear provocado accidentalmente.
Tsipras esta siendo asesorado por "economistas muy sólidos y sensatos", como Euclid Tsakolotos y Giorgios Stathakis de la izquierda eurokeynesiana, asegura Krimpas.
Hasta hay quienes creen que Syriza puede realizar las reformas que jamás pudo llevar a cabo el viejo sistema bipartidista, dominado por el clientelismo endémico de los socialistas del Pasok y los conservadores de Nueva Democracia.
"No descartaría que Tsipras pudiera hacer lo de Lula en Brasil, plantando cara a intereses especiales y sindicales", dijo un director griego de un banco de inversiones francés en Londres, en referencia a la sorprendente capacidad del líder de la izquierda brasileña Luiz Inácio Lula da Silva en el 2003 para tranquilizar a los mercados tras su victoria.
Pero no es tan fácil que Syriza se vuelva posibilista de la noche a la mañana, sobre todo en
- un país atrapado en una unión monetaria en la cual
- lo único posible durante el futuro visible es más
  sufrimiento.
"Su identidad como formación política depende de la abolición del memorándum; si incumple desaparecerá", dijo Status Kouvelakis, catedrático de Filosofía Política del King's College (Universidad de Londres).
- "La mayoría de los griegos quieren que Grecia permanezca
  en el euro, pero
- hay que tener en cuenta que hay otra mayoría que insiste
  también en que
- no quiere que sea a cualquier coste", dice.
Kouvelakis es uno de los simpatizantes de Syriza que defiende salir del euro ("es inevitable porque la troika jamás va a decir: 'vale hablemos'", dice).
La opción de salir es una posición minoritaria en la coalición de Syriza, pero "conforme van viendo que es la única forma de cumplir con la promesa de rechazar el rescate, van a tener que diseñar un plan de salida", dijo Costas Lapavotsas, de la Escuela de Estudios Orientales y Africanos (SOAS), otro griego expatriado en Londres.
Aunque no tenga razón,
- la presencia de estas convicciones en el entorno de Syriza
- da más credibilidad a la táctica de negociar con la troika, mientras
- sujeta la bomba de la destrucción mutua asegurada.
Los propios votantes griegos pueden ser conscientes del arte de negociación mediante el equilibrio del terror de la guerra fría.
El ministro de Finanzas polaco, Jacek Rostowksi, explicó el dilema para Berlín y Frankfurt en una tribuna en el Financial Times: puesto que
- no se ha creado un muro cortafuegos para proteger a
  países como España e Italia de
- la ola de contagio que desataría la salida griega del euro —explicó—,
- "no sería de extrañar que muchos votantes griegos,
- conscientes de las posibles consecuencias para el resto
  de Europa de
- una moratoria de su país, decidiesen
- ir de farol en la partida de póquer con la zona euro".
Es más, muchos analistas en bancos de inversiones de la City coinciden con el marxista Kouvelakis en que
- a Syriza no le temblaría la mano ante la posibilidad de
- pulsar el botón rojo marcado ¡Grexit!".
Citigroup en Londres vaticina en un informe que
- "Grecia saldrá de la unión monetaria el 1 de enero del 2013",
- tras una previsible intensificación de la fuga de depósitos,
- ya se han fugado 80.000 millones de euros en el último año,
- según los cálculos del ex primer ministro Lucas Papadimos.
- Hasta saldrá, según los economistas de Citi, si gana
  Nueva Democracia.
Wim Buiter, economista jefe de Citi, calcula que el Grexit
- "puede ser contenido sin la salida forzada de otros
  países",
- siempre que se adopten las siguientes medidas:
- un nuevo programa de inyección masiva de liquidez a
  los bancos,
- nuevos rescates para Irlanda y Portugal y España y,
  posiblemente
- en caso de una fuga generalizada de depósitos bancarios
  en España e Italia,
- la creación de un sistema de garantía de depósitos
  paneuropeo.
"No creo que vaya a haber un efecto dominó si Grecia sale del euro;
- el problema para la integridad del euro será
- si Grecia se recupera rápidamente tras salir, lo cual
  creo que es posible, y
- países como España ven que es una opción atractiva",
dijo Roger Bootle de Capital Economics, en un almuerzo del euroescéptico Institute of Economic Affairs en Londres el mes pasado.
Esta es una lectura de las más optimistas de las consecuencias de Grexit.
Goldman Sachs teme que sería
- casi imposible adoptar a tiempo
- las medidas de   minimización del daño y
- "la zona euro puede deshacerse" si sale Grecia.
Goldman dibuja 3 escenarios.
- "Si Grecia decidiese unilateralmente salir de la
   unión monetaria,
- el BCE dejaría de proporcionar liquidez y Grecia acabaría    privada de acceso a capital", explica en su informe.
- Esto generaría un contagio imparable y
- salidas de depósitos en el resto de la periferia tan
  fuertes como
- los 80.000 millones fugados de Grecia.
Por tanto,
- el resultado de un pulso de destrucción mutua asegurada
  si gana Syriza o
- de una más diplomática reivindicación de concesiones de
  un gobierno de Nueva Democracia,
- dependerá en gran medida de
- si Alemania, (y Francia) cree en la versión optimista
  de Citi o
- la pesimista de Goldman Sachs (y los economistas de
  Syriza) respecto a
- el impacto de una salida griega del euro.
Si Alemania considera
- contenible el contagio del Grexit, puede ser cierta
- la maquiavélica tesis del Chancellor británico George
  Osborne que
- "el gobierno alemán necesita la expulsión de Grecia para
- explicar a la opinión pública alemana porque tiene que
  hacer ciertas cosas, como
- la unión bancaria, eurobonos".
Angar Belke, economista de la Universidad de Essen, cree que
- Alemania podría facilitar un aplazamiento de
- hasta 10 años de la deuda griega, una vez que saliese.
-"Sólo estamos pagando 1,3% a diez años, de modo que no
  nos costaría nada",
dijo en una conversación telefónica.
Pero
- si los pesimistas de Goldman Sachs aciertan y
- Grexit supone el principio del fin del euro,
- los griegos pueden tener la última carta en la megapartida
  de póquer.
Porque
- el colapso de la zona euro —según calcula Crédit Suisse—
- pasaría una gigantesca factura a Alemania,
- unos 670.000 millones de euros,
- un 25% del PIB de la potencia germana.
"Desde luego,
- Syriza está haciendo la guerra fría",
dice Jean Pisani-Ferry, del Instituto Bruegel.
- "Esperemos que no acabe siendo caliente".
Andy Robinson - La Vanguardia - Barcelona - 17-6-2012


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