martes, 12 de junio de 2012
Los españoles podrían lamentar este rescate
- Los bancos españoles posiblemente estén a salvo por el
momento, pero
- los españoles no lo están.
- El nivel de deuda soberana acaba de ser incrementado, pero
- no la capacidad de España para financiarlo.
Solamente hay que mirar
- la reacción del mercado a los acontecimientos del fin de
semana, cuando
- España obtuvo la promesa de la Unión Europea de entregarle
- 100.000 millones de euros en préstamos para
- financiar su sector financiero.
A primera vista, el paquete parece maná caído del cielo.
Los bancos españoles obtienen el dinero que necesitan para
- cubrir sus enormes pérdidas hipotecarias y
- mantenerse a flote, y
el gobierno español, al no buscar un rescate soberano,
- elude la imposición de mayores medidas de austeridad que
- otros candidatos a rescates, como Irlanda, Portugal y Grecia,
- se vieron forzados a implementar.
El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, ciertamente
proclama el paquete como
- una gran victoria para España.
Entonces,
- ¿Por qué el costo de financiar dinero a 10 años subió en vez
de caer?
- ¿Y por qué el propio euro cayó tras la noticia?
Porque ahora
- la deuda soberana española puede estar más expuesta de lo
que estaba antes.
Parte del problema es
- el paquete en sí mismo.
La otra parte es
- cómo reaccionará a él el resto de la zona euro.
Aunque España puede haber preferido que el dinero se pague
directamente a los bancos, Bruselas, o tal vez se debería decir
Berlín, insistió en que
- los fondos fueran provistos al gobierno para que
-los distribuya a través de su Fondo para una Reestructuración
Ordenada Bancaria.
Esto significa que
- es el Estado, no los bancos, el responsable por la deuda, y
- que la carga de deuda del país respecto del PIB podría verse
incrementada en hasta 10% si se usan todos los fondos.
En lugar de alcanzar 82% del PIB en 2013, el ratio ahora podría
seguir creciendo hasta 95% del PIB en 2015.
Como aún se espera que
- la economía se contraiga hasta 2% este año, y que
- los ingresos tributarios caigan en un monto similar,
- es probable que España solo obtenga alivio si
- sus costos de financiamiento caen significativamente.
- Y quizá ello no suceda.
Por el momento, sigue siendo poco claro
- si el préstamo provendrá del Mecanismo Europeo de
Estabilidad, que entra en vigencia el mes próximo, o de
- el actual Fondo Europeo de Estabilidad Financiera.
Si proviene del primero,
- los acreedores del nuevo préstamo tendrán prioridad si
se produce una cesación de pagos, y
- los titulares actuales de bonos españoles se verán
- al final de la fila.
Esto difícilmente vaya a alentar a los inversionistas a
- continuar comprando bonos españoles y el país podría ver
- que sus costos de financiamiento siguen siendo altos o
- incluso aumentan aún más.
Los altos rendimientos podrían también continuar siendo un
problema para España debido a
- la respuesta de otros deudores periféricos a lo que
- podría considerarse como tratamiento preferencial para los
bancos españoles.
Irlanda ya ha expresado su descontento y exige a Bruselas que dé
un tratamiento similar a los bancos irlandeses de manera retroactiva.
No obstante, podría ser
- el impacto sobre Grecia lo que más perjudicaría a España.
El Partido de izquierda Syriza, que está basando su campaña para
las elecciones del domingo en
- el rechazo de los términos del rescate,
- ve el acuerdo español como una justificación para que
- Grecia se rehúse a aceptar una mayor austeridad.
Esto podría aumentar las posibilidades de
- una victoria de la izquierda el domingo, y
- elevar el riesgo de que Atenas eventualmente se vea forzada
- a dejar el euro.
El retiro generalizado de
- los inversionistas no sólo dejaría a la moneda única
- luchando para mantenerse a flote, sino que
- significaría costos de financiamiento incluso más altos para
- los periféricos, y el pueblo español se daría cuenta que
- la carga adicional para rescatar a los bancos españoles
- ha recaído sobre sus espaldas
Nicholas Hastings - The Wall Street Journal - NYC - 12-Jun-2012
Desmemoria
EL mundo de las finanzas y su gran sol, la especulación, están
dotados de una memoria extremadamente frágil.
Sus neuronas se formatean tan rápido que
- el desastre de anteayer es olvidado a la velocidad de la luz.
Veamos. Entre finales de diciembre del 2011 y febrero pasado –dos
meses de nada– el BCE inyectó la friolera de
- un billón de euros a centenares de bancos europeos.
Fue un crédito a
- 3 años, al 1% de interés.
Contaban las crónicas que nuestras instituciones financieras
- pudieron pillar hasta un 20% de aquella cantidad.
El objetivo, se decía, era loable:
- sanear las cuentas de las entidades para que
- volviera a fluir el crédito al pueblo soberano y emprendedor.
Contengan la risa o el llanto un minuto más.
Poco más de tres meses después, la UE ha comprometido
- otros 100.000 millones para nuestras cajas y bancos,
aunque en este caso
- los ciudadanos actuamos directamente como avalistas.
Por el Gobierno aún no sabemos si
- es un rescate –¡vade retro, Satanás!–,
- una intervención o
- un vulgar prestamillo de 17 billones de pesetas.
Lo único cierto, como ironizaba ayer Albert Molins, es que si nos
hubieran concedido la misma hipoteca hace cuatro años, habríamos
pedido 20.000 millones más para comprar los muebles y el Cayenne.
Sumando cantidades, se da
- la sorprendente circunstancia de que coinciden con
- los 300.000 millones de euros que suma
- la cartera inmobiliaria de nuestros amados bancos y cajas,
buena parte de ella más tóxica que un Dry Martini con aguarrás.
Como mínimo, este verano disfrutaremos con los inspectores de
Bruselas, BCE y FMI deambulando por Chamberí o por el Eixample.
Aunque el ministro Montoro debería aclararnos si son realmente
hombres de negro o van camuflados de mormones, con su camisita
blanca de manga corta, con corbata y todo.
Alfredo Albián - La Vanguardia - Barcelona - 12-Jun-2012
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