Andy Robinson retrata en el Magazine
- la desintegración que padece la clase media
occidental, desde EE.UU. hasta Europa.
- Son los efectos devastadores que también causa la
crisis en este sector social,
que los izquierdistas tildaron de pequeña burguesía titubeante, que lo mismo se pone del lado capitalista que apoya a los obreros.
Un sector de la población a la que el poeta uruguayo Mario Benedetti radiografió críticamente como
- medio rica y medio culta; que se da cuenta de las
cosas medio tarde y, entonces,
- medio duda y se medio lamenta.
- La regresión económica ha inutilizado el ascensor
social;
- ese fantástico invento del Estado de Bienestar que
catapultaba
- a los pobres de solemnidad a la condición de simples
pobres; que permitía
- a estos identificarse con la inexistente clase media-
baja;
- luego con la media-media;
- subir a la media-alta y,
- con ayuda de un especulador, llegar al sobreático,
- donde ya no hace falta elevador en vertical alguno.
- Ahora hay montacargas que operan entre la clase
media y la proletarización.
Pero sólo en sentido descendente; como el fatídico turno de mineros que es conducido a la galería antes del desplome.
La magia del ascensor ejerció tal poder de fascinación que hasta los sociólogos inventaron la categoría de clase media-baja para que quienes pertenecían a un estrato económico inferior se subieran al carro de los triunfadores.
- La duda es la capacidad de aguante y de
empobrecimiento de esa pequeña burguesía
- heredera de los padres de la revolución liberal
e industrial.
El Gran Timonel sostenía que
- una revolución es un acto violento en el que una clase
social desplaza del poder a otra.
De momento, lo único evidente es que
- el capitalismo financiero está arrojando del poder a l
a clase media occidental y
- traslada sus trucados ascensores a los llamados
países emergentes.
Alfredo Abián - La Vanguardia - Barcelona - 14-Oct-2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario