jueves, 25 de octubre de 2012
¿Y si los banqueros fueran pilotos?
Hay que evitar 'volar en aviones donde sólo el piloto tiene paracaídas'
Basilea aboga por aumentar la regulación sobre los derivados
En su opinión, el modelo 3-6-3 de la banca es pasado
Depósitos al 3%, préstamo al 6% y a las tres de la tarde jugando al golf
A los pilotos de los aviones les interesa, como a sus pasajeros, aterrizar de una pieza.
¿No se podría forzar el mismo vínculo entre los banqueros y sus clientes?
Esta propuesta ha sido formulada por Wayne Byres, Secretario General del Comité de Basilea para la Supervisión Bancaria.
"Los incentivos importan", afirmó Byres en una conferencia en el Banco Central de Portugal.
"Los cielos están ahora más ocupados y más y más millas aéreas son voladas.
Los aviones, como los bancos, se han desarrollado en tamaño, velocidad, sofisticación y complejidad, permitiendo a más gente volar más lejos, más rápido y con menos coste.
Pero en su núcleo, volar es aún un negocio de riesgo", comparó.
"Los accidentes aún ocurren (...) pero la industria aérea se ha hecho más segura cuando se mide el número de pasajeros y la distancia volada", afirma Byres.
En su opinión, hoy en día
- el equilibrio entre las medidas de seguridad y sus
costes "vale la pena".
- A diferencia de los banqueros, cuyos excesivos riesgos
han provocado la actual crisis,
- "los pilotos tienen pocos incentivos para despegar un
avión defectuoso o para
- realizar maniobras emocionantes a corto plazo pero
que pueden estresar el aparato más allá de sus
límites".
- "Los pilotos quieren
- aterrizar seguros.
- Los banqueros no tienen
- necesariamente el mismo
- incentivo natural para
- la aversión al riesgo", culminó.
¿Basta con exigir más capital?
Para Byres, al negocio bancario le ha ocurrido algo similar con la multiplicación de los productos financieros complejos.
"Si vivieramos en un mundo de banca 3-6-3, un marco regulatorio más simple podría ser suficiente", explicó al referirse al antiguo banquero que
- "tomaba dinero en un depósito al 3%,
- lo prestaba al 6%, y
- estaba jugando al golf a las 3 de la tarde".
Por ello, aboga por
- aumentar la regulación más allá de unos requisitos
mínimos de capital.
"Por ejemplo, las normas tributarias tienen miles de páginas en algunos países mientras que las Leyes civiles y el derecho penal superan de lejos los Diez Mandamientos".
"La firma financiera es diferente de la mayoría de las demás empresas comerciales", señaló el secretario general al hablar de un sector económico en el que interesa que
- "no sólo vaya bien" el banco del propio cliente, sino
- el resto de entidades con las que está conectado.
Una de las claves, según el secretario general es
- premiar a los banqueros por el buen desempeño
a largo plazo en vez de
- ofrecer grandes premios a corto "que puedan
incentivar los atajos".
En el "corazón" del control del actual sistema financiero, diseñado hace tres décadas, están
- los requisitos de capital exigidos a los bancos
- frente a sus activos de riesgo.
- "El concepto es simple en principio,
- la cantidad de capital necesario para un determinado
tipo de actividad
- debería reflejar el riesgo de esta actividad".
Sin embargo, el origen de la crisis actual tuvo lugar cuando
- los bancos dejaron a un lado la actividad comercial
- al ser incentivados a realizar otro tipo de actividades
de más riesgo.
"Un marco regulatorio sencillo no podía competir con la creciente variedad de derivados y productos financieros complejos que permitieron a los bancos
- mantener sus niveles de capital en el mínimo mientras
- maximizaban su capacidad de tomar riesgos",
explicó Byres.
Es decir,
- "permitimos volar aviones modernos
- utilizando manuales de seguridad desfasados".
En su opinión, las nuevas normativas de Basilea II y Basilea III han mejorado los mecanismos de control sobre los bancos.
Por ejemplo,
- impulsar un 'amortiguador" adicional a los requisitos
de capital que,
- en el caso de ser utilizado,
- limita el reparto de dividendos entre los accionistas de
los bancos y
- el pago de bonus a sus directivos.
Además, Basilea III, aprobado en 2010, exigirá de forma gradual hasta 2019
- más capital a los bancos y
-pondrá coto a sus tamaños.
"Estamos tratando de compensar el incentivo, a través de la percepción de que
- el apoyo público estará disponible en caso de crisis, de
que crezcan hasta
- ser "demasiado grandes para caer", apuntó Byres.
Igual que ha ocurrido con el sector aéreo, incrementar la seguridad en el sistema financiero "impondrá costes en la industria, sus propietarios y sus clientes".
Sin embargo, para el Comité de Basilea merece la pena, vistas lo perdido en la actual crisis financiera.
Wayne Byres, abogando por un termino medio a la hora de regular la actividad financiera citó a Einstein:
-"todo debería ser tan simple como sea posible,
- pero no más simple".
Su objetivo,
- regular para "reducir el riesgo de
- volar en aviones inseguros donde
- el piloto es el único
- que tiene paracaídas".
Opinión - El Mundo - Madrid - 25-Oct-2012
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