lunes, 29 de octubre de 2012

Ben Bernanke: Manipulador de divisas


"El dólar es nuestra moneda, pero es su problema"
dijo John Connally, Secretario del Tesoro de EE.UU., en Roma 1971


En el último debate presidencial entre los candidatos a la Casa Blanca, Mitt Romney prometió que
- si es elegido el 6 de noviembre, el primer día
- etiquetará a China como "un manipulador de divisa".
También prometió
- poner mayor atención al comercio con América Latina,
  señalando que
- la "economía de la región es casi tan grande como
  la de China".
Para ser consistente, Romney debería
- señalar en su segundo día a la Reserva Federal, dirigida
  por Ben Bernanke, por
- emprender su propia manipulación monetaria mediante una "relajación cuantitativa" que
- mina el valor del dólar en relación a las monedas de
  América Latina.
Después de todo,
- nadie puede esperar una relación comercial saludable
  con la región si
- la Fed está presionando a los socios comerciales de
  Estados Unidos
- hacia devaluaciones de monedas competitivas
Pero esa no es la principal razón por las que un nuevo presidente de EE.UU. debería querer apretar las riendas de la Fed.
La mayor preocupación es
- la advertencia que lanzó Christine Lagarde, directora
  gerente del FMI,
- durante la reunión de la institución en octubre en Tokio.
- El dinero fácil de los Bancos Centrales de los países
  desarrollados, apuntó,
- crea el riesgo de "burbujas de precios para los activos"
  en las economías emergentes.
Si la historia sirve de guía,
- es probable que dichas burbujas lleven a crisis-
  financieras,
- lo que a su vez produce un retraso en el desarrollo.
Aparte del daño que eso produce en países de ingresos medios como Brasil,
- las crisis financieras de los mercados emergentes también
- perjudican los objetivos económicos y geopolíticos
  de EE.UU.
Desde septiembre de 2008 y hasta fines de 2011, la Fed de Bernanke
- creó US$1,8 billones (millones de millones) de dinero
  nuevo.
Pero los estrategas de la Reserva Federal apenas estaban calentando.
En septiembre anunciaron que
- iniciarían una tercera ronda de relajación cuantitativa,
  es decir,
- más creación de dinero, aparentemente para impulsar
  el crecimiento y reducir el desempleo,
- a un ritmo de US$40.000 millones al mes sin un plazo fijo.
Con
- tanto dinero circulando en los bancos estadounidenses y
- una tasa de referencia cerca a cero,
- los inversionistas están teniendo dificultades para obtener
  una rentabilidad decente.
La búsqueda de retornos ha ocasionado
- un flujo de dólares hacia los mercados emergentes donde
- al ser convertidos a las monedas locales,
- ejercen presión alcista sobre las tasas de cambio.
Brasil ha experimentado esto en varias ocasiones. El ministro de Hacienda brasileño, Guido Mantega, se ha quejado implacablemente sobre la entrada de dólares porque desde su punto de vista,
- el valor relativamente más alto del real es perjudicial
  para Brasil.
En sus declaraciones en la reunión del FMI en Tokio, Bernanke sugirió que
- las economías emergentes deberían simplemente dejar
  que sus monedas se aprecien
- en lugar de "resistir" las valuaciones a través de
  "gestión de divisas".
Impedirlo, señaló, puede significar
- "susceptibilidad a la inflación de importaciones",
- lo que haría más pobres a los brasileños.
Bernanke tiene razón en un punto.
- La economía de Brasil está siendo frenada por
- demasiada intervención del gobierno,
- no por un real fuerte.
De hecho,
- la búsqueda de una moneda débil para impulsar las
  exportaciones
- es contraproducente si la meta es el desarrollo.
Como Manuel Hinds, el ex ministro de Hacienda de El Salvador, escribió hace poco en Quartz, una nueva publicación en línea de la revista Atlantic:
- el auge brasileño en la producción industrial, que fomentó
  la idea de que
- Brasil se convertiría en el motor del mundo,
- "vino del flujo de dólares que tanto odia Mantega".
Pero la postura desdeñosa de Bernanke hacia las economías emergentes no logra dar en el principal punto. Como lo destacó Hinds,
- "la prosperidad excepcional durará siempre y cuando
  los dólares sigan entrando".
- Y ese es el problema.
- El auge es una valuación artificialmente alta de la economía
  de Brasil,
- algo que se da solo porque Bernanke ha inundado el mundo
  con dólares.
- El problema de sostenibilidad es preocupante.
Como lo señaló la semana pasada Mervyn King, el gobernador del Banco de Inglaterra:
-"Cuando los factores que llevan a una desaceleración
  son duraderos, sólo
- una inyección continua de estímulo (monetario) bastará
- para sostener el nivel de actividad real.
- Obviamente, esto no puede continuar de forma indefinida".
En un mundo perfecto,
- el fin de un flujo de dólares o
- un retroceso en el alza de los precios de los commodities,
- cuando las expectativas de los inversionistas empiecen
  a cambiar,
- simplemente resultaría en una desaceleración económica.
Pero los auges casi siempre están acompañados por
- expansiones de crédito y Brasil no es diferente.
- Desde 2004, el crédito bancario ha crecido a
- 167% del Producto Interno Bruto (PIB) frente a 97%.
- ¿Qué pasa cuando una economía apalancada, que
- se ha alimentado de una política monetaria cómoda,
  de repente
- descubre que le han cerrado el grifo?
Pregúnteles a los estadounidenses que se vieron afectados por la política de la Fed en 2007.
En Tokio, Bernanke le habló al mundo de la misma forma que el ex secretario del Tesoro de EE.UU. John Connally habló durante la cumbre del G-10 en Roma en 1971 después de que
- Washington abandonara los acuerdos de Bretton Woods
- que enlazaban el dólar al oro:
- Supérenlo.
- Nosotros hacemos lo que queremos.
Esa actitud no fue constructiva para los estadounidenses o el resto del mundo.
Si algún futuro presidente de EE.UU. intenta
- restaurar el prestigio estadounidense en el liderazgo
  económico,
- la restauración de la credibilidad de la Fed como
- un gestor responsable de
- la moneda de reserva del mundo
- es un primer paso necesario.
Mary Anastasia O´Grady - The Wall Street Journal - NYC - 28-Oct-2012



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