El Vladivostok, el barco en el centro de la controversia
Francia se prepara para
entrenar a cientos de marineros rusos para manejar un buque de guerra de
fabricación gala este mes, desafiando así los llamamientos de Estados Unidos y
otros aliados occidentales a evitar que el Kremlin se haga con esta arma de
guerra, señalan fuentes conocedoras de la
situación.
Un grupo de 400
marineros llegará el 22 de junio al puerto francés en el Atlántico
de Saint-Nazaire para
- recibir formación durante
meses y en otoño pilotar de vuelta a Rusia
- el primero de dos buques de
clase Mistral, dijo una de las
fuentes.
Francia se ha comprometido
a
- suministrar a Rusia
dos buques de clase Mistral --que
- se utilizan en
operaciones anfibias con
- naves de desembarco, helicópteros y tanques--
- por 1.200 millones de
euros.
Estados Unidos y otros
aliados han pedido al Ejecutivo de François
Hollande
- que cancele el
contrato, con el argumento de que
- los buques aumentarán
significativamente el poderío naval ruso
- en un momento en que
la crisis de Ucrania ha aumentado la tensión con el Kremlin
- hasta niveles que no
se veían desde la Guerra
Fría.
Bajo esta presión, París insiste en
que
- la formación de los
marineros rusos no le ata las manos y que
- no tomará una decisión
definitiva sobre la entrega
de los barcos hasta octubre.
Pero el Gobierno de Hollande también
ha dicho que
- Francia tiene intención de
cumplir el contrato.
La capacidad
de Francia de
- no llevar a cabo la
entrega se verá reducida diplomática y comercialmente
- cuando la Armada rusa llegue
a Francia para comenzar el entrenamiento y
- preparar el traslado del
navío a Rusia, según los analistas.
Fuentes francesas señalan que
Hollande y Obama tratarán el asunto de los
buques Mistral en la reunión que mantendrán en París el jueves, la
víspera del aniversario del Desembarco de
Normandía.
El tira y
afloja sobre los Mistral ilustra cómo
- la dependencia de Europa de
los recursos rusos corre el riesgo
- de acabar con las alianzas
estratégicas que
- ayudaron a Occidente a ganar la Guerra Fría.
La Unión
Europea
- está muy dividida sobre
hasta dónde debería llegar el bloque
- con la imposición de
sanciones a Rusia por su incursión en Ucrania.
Rusia
- suministra gas
natural a hogares y empresas de Alemania,
- la mayor
economía de la UE, y
- los oligarcas rusos
guardan sus fortunas en bancos
británicos.
La economía
francesa -
- lastrada por décadas de
desindustrialización y crecientes costes
laborales-
- tiene mucha necesidad de
lograr grandes contratos de defensa que ayuden
- a salir a flote a los
maltrechos astilleros del país.
El Gobierno
galo señala que
- hay en juego unos 1.000
empleos en un país cuya tasa de paro es
de
- el 10% y cuya economía está
estancada.
- Renunciar al contrato de los
Mistral sería como "pegarse un tiro en un pie",
según un funcionario francés, y
- obligaría a París a pagar
una cara penalización a Moscú.
El Mistral
- cerraría un importante
agujero en las Fuerzas Armadas rusas.
- Rusia se vanagloria de tener
- uno de los ejércitos más
grandes del mundo y
- una formidable fuerza
aérea. Pero
- la flota del país en el Mar
Negro no cuenta con
- un gran buque anfibio como
el Mistral, capaz de lanzar una invasión terrestre.
- Esa carencia privó
a Moscú de la fuerza necesaria en 2008, cuando
- su ejército invadió Georgia
pero no logró dominar la costa de
esta ex república soviética,
- lo que llevó al conflicto a
acabar en tablas.
La propuesta de vender este buque de
guerra francés a Rusia se hizo tras el conflicto con Georgia.
En octubre de 2008, el presidente
francés de entonces, Nicolas Sarkozy, se reunió con su
homólogo ruso, Dimitry Medvedev, en la ciudad alpina
de Evian para intentar apuntalar la frágil tregua
entre Rusia y Georgia.
- Al ofrecer a Rusia los
Mistral, Sarkozy buscaba convencer a los rusos de que
- la OTAN ya no era su
enemigo.
Años después, la
venta vuelve a atormentar al Gobierno de
Francia.
Stacy Meichtr - The Wall Street Journal - NYC - 5-Jun-2014
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