jueves, 1 de marzo de 2012

Argentina pierde en una guerra comercial

Las medidas que está adoptando Argentina relativas a las importaciones de bienes y servicios tienen un impacto económico negativo que es peor al observado durante el bloqueo a los puentes sobre el río Uruguay en el gobierno de Néstor Kirchner.

Si se observa que

- las medidas proteccionistas han ido escalando en el tiempo y
- la situación económica en Argentina es cada vez más complicada,
- queda la percepción de que de aquí en adelante solo cabe esperar que la situación empeore.
Esto motiva el análisis de
- cuáles son las alternativas que tiene Uruguay para enfrentar esta situación.
Entre las recomendaciones que se han escuchado se encuentra la de

- actuar con represalias.
Para un país pequeño
- bloquear su comercio exterior es siempre perjudicial,
- hay más para perder que para ganar.
Conceptualmente la estrategia óptima para un país pequeño es siempre
- luchar por la apertura de mercados y de los flujos comerciales.
El mercado interno
- nunca será suficiente para generar escala de producción competitiva y
- hay insumos y bienes de consumo que directamente no se pueden producir en el país y
- deben ser comprados en el exterior.
También parece una conclusión primaria razonable el

- no pelearse con los vecinos con los que la historia provee de más puntos en común
que diferencias.
Estrictamente en lo comercial,
- la cercanía reduce los costos de transporte y transacción y por lo tanto
- es más fácil mantener negocios y relaciones comerciales con los vecinos.
Sin embargo, en forma asombrosa,

- el análisis de la realidad actual con Argentina puede llevar a
- una conclusión contraria a todas estas premisas.

Guerra
Para evaluar la situación se podría fijar como punto de análisis

- la decisión de política de llevar la respuesta de Uruguay a un enfrentamiento por el cual
- las trabas que nos pone Argentina se responden con trabas similares de parte de nuestro
país para los productos de ese origen.
En este caso se observa que

- Uruguay importa de Argentina aproximadamente US$ 2.000 millones anualmente y
- le exporta US$ 600.
Con estas cifras y si se mira dólar a dólar,
- en una guerra comercial
- quien tiene más dinero para perder es Argentina.
El problema es que en este tipo de confrontación lo que importa es
- la disponibilidad de alternativas y
- el tamaño relativo de la economía de cada país.
- El tamaño absoluto del saldo comercial no es tan importante como
- la magnitud relativa al total exportado o importado en cada caso y, principalmente,
- la presencia o no de alternativas para vender o comprar los bienes o servicios partícipes
de la confrontación.
Si se considera el total de bienes exportados por Argentina,

- las ventas a Uruguay representan apenas el 2,4% del total.
Pero esta cifra está contaminada por las ventas de granos y productos agropecuarios que se colocan en los mercados mundiales.
Si se hace la comparación con las exportaciones argentinas de manufacturas de origen industrial
- la participación pasa a ser algo más significativa (7%).
Es algo más importante pero todavía es
- una cifra baja como para provocar una reacción de presión
- de los industriales argentinos para que se frene la guerra.
No hay que perder de vista también que

- nuestras exportaciones de manufacturas de origen industrial (MOI)
- dependen mucho del mercado argentino y de la región.
Las principales exportaciones MOI son las correspondientes a
- el sector automotriz y las autopartes, el plástico, el caucho, la industria química, sueros
abonos y fosfatos, los laboratorios, textiles y vestimenta, productos de papel y cartón,
metalúrgicos y pinturas.
En su conjunto estas actividades representan
- poco más de la quinta parte del índice de volumen físico de la industria manufacturera.
En 2011 el 86% de las ventas de bienes a Argentina correspondieron a manufacturas de origen industrial (MOI).
Los números son contundentes en afirmar el concepto que

- un país chico como Uruguay pierde con una guerra comercial.
Pero
- en el escenario actual aparece una nueva punta:
- Argentina también tiene para perder y
- está muy necesitado de colocar su producción en el exterior y
- generar ingresos de moneda extranjera.
En este contexto,
- las exportaciones argentinas a Uruguay ya no son tan irrelevantes.
Esto lleva a pensar que

- si Uruguay se planta firme en la negociación la guerra no será tal y
- se podrá lograr una instancia de negociación como la que había en la etapa previa
al Mercosur.
- Un tratado bilateral que administre en negociaciones de gobierno a gobierno cupos
de producción y condiciones de comercio.

¿Y Brasil?
Con esta perspectiva,

- la supervivencia del Mercosur como zona de libre comercio
- depende exclusivamente del deseo del socio mayor y
- de las acciones que adopte ante el cerramiento de la economía argentina.
El problema de tamaño y dependencia del sector industrial

- que tiene Uruguay en relación a Argentina es el mismo que
- este país tiene en relación a Brasil.
Basta considerar que
- las exportaciones del rubro automotor argentino es el 35% de las ventas de las
manufacturas de origen industrial y
- el 12% del total exportado en el 2011.
Se ubica cerca de
- US$ 10.000 millones de los cuales por lo menos
- el 70% tienen como destino Brasil.
Esta realidad se suma a la del sector químico, la industria del plástico y también a las ventas de cereales.
Siguiendo la teoría del péndulo,

- Uruguay debería buscar una posición conjunta a la del socio mayor del bloque
- para enfrentar las trabas argentinas y
- consolidar reglas de juego para el Mercosur que preserven
- el escaso nivel de integración regional hasta el momento logrado.
Horacio Bafico - Gustavo Michelin - El País - Montevideo - 1-Mar-2012

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