El rebajar la meta de crecimiento de la economía a 7,5%, el primer ministro chino, Wen Jiabao, podría estar enviando el siguiente mensaje:
- la era de superexpansión estaría llegando a su fin,
- un giro radical con profundas implicaciones para Australia, América Latina y
- otros lugares que han prosperado gracias a la demanda china de materias primas.
El ajuste sugiere que los líderes chinos
- ya se hicieron a la idea de un crecimiento más moderado y
- no tienen intención de estimular la economía con inversiones estatales.
En su lugar,
- planean reducir paulatinamente su dependencia de las exportaciones.
Las consecuencias de este cambio dependen de la destreza de Beijing para manejar la transición.
- Los socios comerciales de China se verán afectados de diferentes maneras.
Una menor inversión en
- infraestructura,
- generación energética y
- exportaciones
reduciría el crecimiento de las importaciones de
- acero,
- concreto,
- petróleo y
- otras materias primas,
asestando posiblemente un duro golpe para
- Brasil,
- los países productores de crudo de Medio Oriente,
- Australia y
- otros grandes exportadores de recursos naturales.
"Creemos que el superciclo de commodities de China ya es cosa del pasado", dijo Dong Tao, analista de Credit Suisse.
El cambio, no obstante, también genera nuevas oportunidades, tanto en casa como en el exterior.
- Una China más dependiente del consumo interno podría contaminar menos,
lo que aliviaría las inquietudes medioambientales en todo el mundo, y crearía más puestos de trabajo.
El cambio de ritmo también impulsaría
- las importaciones de software,
- el entretenimiento, el turismo y
- los bienes y servicios de alta tecnología producidos en Estados Unidos, Europa y
otras economías desarrolladas.
"Acelerar la transformación del patrón de desarrollo económico… es tanto una tarea a largo plazo como nuestra prioridad más urgente en este momento", aseveró Wen el lunes durante la sesión inaugural de la Asamblea Nacional del Pueblo, la versión china de un Parlamento, que se reúne una vez al año.
La meta de crecimiento oficial de China se había mantenido en 8% desde 2005.
La cifra es en gran parte simbólica: durante los últimos siete años, la economía se ha expandido a una tasa promedio anual de 10,9%. Sin embargo, analistas aseguran que
- la meta de 7,5% para 2012 indica la dirección en la que
- los líderes pretenden llevar la economía.
El Fondo Monetario Internacional pronostica una expansión de 8,2% este año.
Wen, en su último año como el segundo hombre más poderoso de China, argumentó que
- al país no le queda otra opción que cambiar su fórmula de crecimiento
- en un contexto en que los mercados de exportación de Europa, EE.UU. y Japón
- se han desacelerado o están en recesión.
Wen ha predicado el mismo mensaje desde 2007, pero el consumo como porcentaje de la economía ha caído a lo largo de ese período.
Los analistas apuntan que la oposición de las industrias estatales y gobiernos provinciales, que se benefician del actual sistema, ha frustrado la evolución.
Otro freno fue la crisis financiera de 2008 y 2009, que China sorteó gracias a un gigantesco plan de estímulo fiscal orientado a la inversión en infraestructura.
Stephen Green, analista del banco británico Standard Chartered, dijo que podría haber un apetito renovado de cambio, citando un reciente artículo de opinión publicado en Diario del Pueblo, el órgano del Partido Comunista, que planteó el siguiente razonamiento:
- "reformas imperfectas son mejores respuestas a
- una crisis causada por la ausencia de reformas".
Un informe del Banco Mundial y una influyente entidad de estudios china, el Centro de Investigación de Desarrollo, también plantearon
- la necesidad de cambios profundos en el modelo económico.
Wen enumeró, asimismo, una serie de iniciativas, incluyendo
- aumentos en los salarios mínimos y
- subsidios gubernamentales para expandir el crédito al consumidor y
- fomentar "nuevas formas de consumo", como las compras por Internet y los vehículos
de bajo consumo de energía.
Añadió que China relajará los requisitos de inscripción para los migrantes rurales a las ciudades, facilitando su acceso a trabajos mejor remunerados.
También aseguró que China
- reforzará sus sistemas de pensiones y salud, lo que
- estimularía a las familias a gastar una mayor proporción de sus ahorros.
Bob Davis - The Wall Street Journal - NYC - 5-Mar-2012
Cómo exportar a China, el secreto mejor guardado
Frutas, vinos y pollo, pero también productos novedosos como la lana, los bulbos de lilium y el aceite de oliva, son parte de lo que Chile está enviando al país del dragón rojo.
Claro que no ha sido simple, ni rápido, ni barato.
Exportadoras de distintos sectores y tamaños cuentan su estrategia para el éxito.
Gan bei es una expresión que se usa para brindar en el idioma mandarín.
Allá, para zanjar un negocio o agasajar a los invitados, se suele beber licor de arroz blanco.
Y la costumbre es que el extranjero debe brindar con cada chino presente. Es decir, si, por ejemplo, hay 10 ejecutivos chinos y 2 chilenos, los diez van a querer brindar aparte con cada chileno. Y hay que aperrar y resistir, porque es mal visto emborracharse ya que se considera signo de debilidad, pudiendo alterar incluso el curso de una negociación.
Pero no es la única costumbre que llama la atención.
En China la fruta se vende no sólo en los supermercados, también en comerciales en la televisión, del tipo Llame Ya, donde una chinita ofrece risueña uvas y ciruelas.
Otros productos como el aceite de oliva tienen usos impensados que van mucho más allá de aliñar ensaladas, por ejemplo para hidratar la piel de embarazadas.
En carnes, las patas o garras de pollo que en Chile han sido ninguneadas por décadas, se comen con exclusivas salsas asiáticas y son todo un manjar.
Y ni hablar de envases que vayan por la tendencia occidental del minimalismo. Si no son bien coloridas y con dorados y rojos entre medio, están out.
Y ojalá tengan alguna gracia como una cinta de regalo dibujada, para que los chinos las tomen tal cual y las puedan obsequiar.
Con cerca de 1.340.000 mil habitantes, con ciudades "pequeñas" de 6 millones de habitantes, y realidades distintas entre una localidad a otra, llegar a ese país no es fácil.
Bien lo sabe Estados Unidos que el año pasado decidió abrir su cuarta oficina agrícola, en la ciudad de Chengdu, para acercarse y entender cómo opera esa zona específicamente.
Lejos quedó el imaginario de que,
- con tanta población, cualquier producto y en cualquier condición entraba a ese mercado.
Los chinos, con segmentos que cada vez tienen mayor poder adquisitivo,
- consumen y pagan bien pero por productos de alta calidad.
Y los importadores de allá exigen que
- quien les estén vendiendo se comprometa y les asegure abastecimiento estable.
Ser la segunda potencia mundial con
- un PIB de US$ 7 trillones en 2011,
- tener 6 de los 10 puertos con mayor movimiento en el mundo, siendo Shanghai el primero, y
- contar con un mercado de lujo incipiente pero grande, donde se estiman del orden de
- los 80 millones los multimillonarios, son razones suficientes para apostar.
Más aún cuando los mercados más establecidos comienzan a restringirse, por crisis económica y aumento de la competencia local e internacional.
"No por nada, desde este año la revista The Economist incorporó un capítulo especial sobre China de manera permanente", explica Álvaro Aspée, agregado agrícola de Chile en China.
Los desafíos son grandes, pero también las oportunidades.
"La percepción es de que es más barato invertir un dólar extra de promoción en mercados como Estados Unidos o la Unión Europea, que abrir un mercado raro, bizarro, lejano y culturalmente distinto como lo es China. Pero es una percepción equivocada. Hoy es China y mañana es India.
- El que no entienda eso está poniendo en riesgo su negocio.
- En 10 años más, querer entrar va a ser más caro y difícil",
explica Gabriel Gurovich, CEO de la empresa The FoodLinks, que ayuda a chilenos a exportar a ese mercado.
Varios chilenos lo han entendido así y tienen un pie bien puesto en esa zona. En esta edición, distintos exportadores, de rubros que van desde la fruta fresca hasta la lana, cuentan su estrategia para conquistar al país asiático.
Fruta fresca: apostar por players regionales
Desde la firma del Memorándum de Entendimiento el año 2004, se han negociado y aprobado protocolos para el ingreso de 6 frutas directamente a China:
- uvas, manzanas, kiwis, cerezas, ciruelas y arándanos.
La fruta u otros productos que no tengan protocolos directos, entran a través Hong Kong.
Entre lo que apetece China, destacan
- el color y los calibres grandes.
- Cerezas y uvas que por su tamaño parecen ciruelas;
- manzanas muy verdes o muy rojas; y
- kiwis homogéneos y más amarillos, son los preferidos.
- El producto estrella es la cereza,
que en la temporada 2010-11 llegó a representar el 88% de las importaciones, dado que tradicionalmente se regala en el año nuevo chino.
Este año la industria sufrió un impasse, porque el año nuevo se adelantó, un barco chileno se atrasó y llegó mucha cereza junta a la ciudad de Guangzhou, por donde ingresa el 80% de la fruta.
Eso hizo que muchas cajas, que tenían un mínimo garantizado de US$ 30, tuvieran que venderse a US$ 15.
En Rucaray, exportadora que envía a ese país casi todas las frutas autorizadas, desde el 2005 tantean el terreno chino, pero recién el 2010 dieron el golpe de gracia, impulsando un plan en distintas ciudades, con clientes más chicos, en vez de grandes players. "Tenemos una estrategia de crecimiento regional con distribuidores líderes en Shanghai, Beijing, Zhejiang, Jiangsu y Fujian. Guangzhou sigue siendo la punta de lanza, pero se puede abordar mucho más que eso", explica Alberto Navajas, managing director de Rucaray.
Las llamadas "second tier cities", donde se agrupan 250 ciudades con más de un millón de habitantes y con mayor crecimiento son una alternativa que debe mirarse con atención.
"Las que muestran más potencial hoy serían Tianjing, Shenyang, Suzhou, Hangzhou, Chengdu, Chongqing, entre otras", explica Álvaro Aspée.
En Rucaray exportaron el año pasado 80 contenedores, que representaron sobre los US$ 3 millones. El plan es al menos duplicar este año.
Otra fruta fresca que comienza a agarrar vuelo propio son los arándanos, para los cuales hace un par de meses se habilitaron los protocolos para exportar.
"Ha implicado un esfuerzo reconocer las variedades que puedan aguantar el trayecto", explica Felipe Juillerat, gerente comercial de VitalBerry, empresa que está evaluando abrir su oficina en China. Este año, proyectan 600 toneladas.
Los berries congelados ya se exportan hace un tiempo a ese mercado porque tienen menores restricciones para entrar. El año pasado los envíos sumaron más de US$ 11 millones.
Frutos secos se juegan por ser "international"
Hoy la única fruta seca que llega directo a China -sin pasar por Hong Kong- son las ciruelas secas, cuyo protocolo fue acordado en marzo pasado.
En Prunesco, la mayor exportadora de ciruelas secas de Chile y la cuarta del mundo, lograron de inmediato contratos con supermercados, exportando 300 toneladas por casi US$ 700 mil. Para este año planean triplicar los envíos.
Su estrategia, para llegar a consumidores de clase media alta, es mostrarse internacionales, con envases en inglés. "Ellos prefieren que se note que el producto es importado", explica Héctor Claro, gerente general de Prunesco.
Sobre los otros frutos secos hay un largo camino que recorrer.
"En almendras, pasas, nueces o avellanos, no tenemos nada. Esos productos tienen hoy que enviarse a través de Hong Kong", explica Gonzalo Mena, country manager de FoodLinks.
Y oportunidades hay.
Sólo por dar un ejemplo, los productores de nuez pecana de EE.UU. pasaron de no exportar prácticamente nada a China en 2005 a exportar en 2009, un 28% de sus US$ 550 millones de producción, explica el agregado agrícola de Chile en China.
Aves y cerdos con valor agregado
De los envíos de carne a China -a excepción de los pescados y sus derivados-
- los despojos y alas de gallo o gallina sin deshuesar y congelados, se las traen.
En 2011 sus envíos bordearon los US$ 16 y US$ 12 millones respectivamente.
Ganando terreno se encuentran las manos y patas congeladas de cerdo.
Los señores para ambas industrias son Agrosuper y Agrícola Ariztía.
Agrosuper comenzó a llegar a China en 1998, a través de Hong Kong. Para exportar, las plantas productivas chilenas tenían y tienen que estar habilitadas por AQSIQ, un equivalente al SAG chileno.
Todo se hizo más fácil cuando, dos años atrás, las puertas de China se abrieron para productos de ave.
Durante el 2011,
- las exportaciones de Agrosuper y sus empresas asociadas,
- fueron cercanas a los US$ 850 millones.
De ellas,
- casi un 5% llegaron a China, concentradas en los pollos.
- Las garras reunieron las mayores ganancias, con más de US$ 14 millones.
- "Las garras de pollo valen más que el pollo entero y
- el precio ha estado bastante alto porque ha habido mucha demanda.
Es un ítem muy importante dentro de la canasta regular de los chinos", comenta Tomás Campos, gerente de exportaciones a Asia y Europa de Agrosuper. Lo que pasa es que les gustan los productos que se puedan chupar.
Los chinos son fanáticos del pollo. El país asiático es responsable del 16% de la producción mundial de carne de ave del mundo, y del 16% del consumo, con 9,2 kg al año de consumo per cápita -en Chile es de 31,3 kg-, explica Álvaro Aspée.
Junto con las garras, que las preparan enteras y las comen con salsas agridulces, son los centros y puntas de las alas los productos que más envía Agrosuper.
El cerdo también ha ganado protagonismo.
"El cerdo es parte de la canasta básica de los chinos. Es la carne más importante consumida y por lo mismo el gobierno está constantemente preocupado de tener abastecimiento seguro", comenta Campos.
Para este año presupuestan exportar US$ 40 millones en productos de cerdo.
Hoy Agrosuper ya cuenta con una oficina en Shenzhen y en marzo esperan abrir una segunda en Shanghai. El desafío es buscar clientes de foodservice y retail, para poder tener un contacto cercano y empezar a desarrollar un valor agregado de los productos. Esperan exportar piernas y paletas de cerdo, mejorar la presentación y lograr que la marca se asocie a bienes de calidad, diferenciarse.
"En el caso de las garras, desde hace muchos años las clasificamos por peso y calidad, siendo que la competencia -EE.UU.y Brasil- normalmente no enviaban garras clasificadas", explica Campos.
Lácteos, distintos formatos
Los escándalos que han protagonizado las empresas chinas, por leche contaminada con melanina -que en el 2011 derivó en el cierre de más de 400 compañías-, y carne de cerdo con clenbuterol, han hecho que el consumidor pierda confianza y opte, cuando tenga los recursos, por alimentos importados, especialmente para los niños.
De las empresas chilenas, fue Mulpulmo la mayor exportadora de productos lácteos hacia China en 2011, concentrando un 45% de las exportaciones del rubro. Esta empresa, que comenzó con sus envíos en el 2007, entre 2010 y 2011 recaudó casi US$ 7 millones con sus lácteos en China.
Otras, también esperan aumentar sus envíos. En Watt's, por ejemplo, decidieron abrir una oficina en China y alcanzaron ventas que el 2011, casi llegaron a los US$ 300 mil.
Colun, por su parte, exportó hasta Yogu-yogu y recaudó el año pasado, alrededor de US$ 2,5 millones. También ha intentado entrar con productos menos tradicionales, como el manjar. Pero la incursión no ha sido tan exitosa porque los chinos no son buenos para los dulces y no tienen el concepto de postres que hay en Chile.
"Estuvimos en una muestra en noviembre pasado y la gente encontraba el producto interesante, pero no tenían la proyección de que lo podrían usar en pastelería", explica Gabriel Gurovich.
Además, para Chile en lácteos, el tema de la demora en el transporte pesa.
"Es casi imposible lograr exportar un flan o yogurt, porque el tipo de tránsito es muy largo", dice Gurovich.
Vinos: apostar por el embotellado
Si antes Chile enviaba mucho granel, después del terremoto, dejó de ser rentable. Como mucho del stock se perdió, subieron los precios internos.
- "Hoy es más negocio vender a las viñas locales que les falta volumen.
- En embotellado, la forma de entrar a China es con un vino varietal.
Cuando hay una viña con muchos premios,
- la estrategia es encontrar un partner que quiera tomar el desafío de desarrollar la marca", explica Gurovich.
Si bien los amos y señores de este mercado son San Pedro, Concha y Toro, Montes y Santa Rita , algunas viñas medianas, como Tamaya apuestan por este nuevo boom del partner y el embotellado. Para conseguirlo se asociaron con FoodLinks, que los ayudó ubicando un distribuidor: Shenzhen Ruiwen Trade.
El 2011 exportaron alrededor de 4 mil cajas, y el 2012 proyectan 6 mil, con precios en muchos casos sobre los US$ 50 la caja de 12 vinos-el promedio en Chile para la industria al exportar hacia el mundo es de aproximadamente US$ 27-.
A China están exportando vinos varietales, reserva y gran reserva, y el mercado asiático ya representa del orden del 10% de sus exportaciones.
Para los expertos hay espacio para crecer más.
"Cualquier producto que haya tenido éxito en EE.UU. o en Europa, es más probable que el chino lo quiera comprar. Hoy los chinos toman un vino francés porque les hace más sentido. Pero Chile puede competir con eso", dice Gurovich.
Una recomendación es buscar comercios de zonas más alejadas, dado que es más complejo, por ejemplo, entrar a un restaurante de Shangai que ya tiene 40 marcas, que a uno top de otra provincia, que quizás tiene pocas marcas.
Los que han despegado como avión
La lana ovina chilena es otro de los productos que llega a China, donde la usan para la confección de ropa, para el aislamiento en viviendas y hasta en la industria automovilística y aeronáutica, para el relleno de las butacas de los asientos.
Agroindustrial Patagonia está en Punta Arenas y desde que comenzó a operar en 2006, son los intermediarios que reúnen la lana de animales de diferentes productores y la envían a distintas empresas peinadoras o hiladoras.
En la temporada pasada
- toda la producción de lana -especialmente blanca- sin procesar de
- ovejas, borregos y carneros, se fue a China.
- Significó US$ 8,8 millones.
- "La mano de obra y el costo de procesar allá es muchísimo más barato",
explica Jean Francois Gastal, jefe de ventas y operaciones de Agroindustrial Patagonia.
El envío de cueros es otro de los rubros que se está consolidando. Juntos, ovinos y bovinos, alcanzaron los US$ 9,6 millones en 2011.
Frigorífico Simunovic trabaja con cueros desde hace más de 50 años. En China están hace ocho. El año pasado exportaron alrededor de 200.000 cueros, principalmente ovinos, para calzados y carteras. Nicolás Simunovic, presidente del frigorífico dice que este año esperan exportaciones similares.
Y también se mandan flores, más bien bulbos de lilium en reposo vegetativo, que significaron el 2011, US$ 6,3 millones.
En la empresa Juan Sone son intermediaros, entre los dueños holandeses de la licencia y los clientes chinos que son contactados desde Holanda. El 2011 fueron 80 millones las plantas que tuvieron en la sucursal de Valdivia y de ellas entre 35 y 40 millones se exportaron. Al mercado chino llegó un 25% de la producción.
Otro de los productos incipientes pero con potencial es el aceite de oliva.
"En China el consumo es de 100 ml al año, pero se prevé que crezca y que haya más demanda. Si sumas ambas, China se convierte en el primer mercado. El aceite de oliva tiene un valor estratégico y el desafío de correr como la industria del vino lo hizo hace 10 años", explica Gurovich.
La empresa Deleyda decidió apostar por la nación asiática.
"La estrategia fue comenzar a través de Shanghai. Diseñamos un packaging especial y testeamos el nombre de la marca", explica Fernando Carrasco, gerente comercial de Deleyda.
A China acaban de llegar los primeros dos contenedores con el producto. Aunque el mercado es difícil, la empresa tiene el sueño de duplicar o triplicar los envíos de este año.
Otros productos novedosos que están llegando son las semillas de girasol, coliflor y zapallo, camélidos, fungicidas, aceite de rosa mosqueta, y el pimentón y el ají en polvo.
También las paltas se están comenzando a evaluar ya que en China se venden a buen precio, es valor referencial en Shanghai es de US$ 7 el kilo. Pero en el sector prefieren guardar cautela hasta que el negocio se concrete.
- "China ve a Latinoamérica como su potencial abastecedor de alimentos.
- No le interesa identificar si es Chile o Perú", dice Gabriel Gurovich.
"El tema orgánico o gourmet todavía no es un gran tema. Un vino orgánico, por ejemplo, China no lo paga", explica Gurovich.
China inocua
El Ministerio de Comercio en China informó en junio que implementará de aquí al 2015 un sistema de monitoreo de alimentos en todas las ciudades de más de un millón de habitantes (son 240) con el fin de garantizar la seguridad en los alimentos.
"Esto obviamente eleva el estándar de producción requerido y donde Chile es altamente competitivo y capaz de responder al desafío", explica Álvaro Aspée.
Formas para transportar los productos
Las alternativas de transporte son a través de barco, donde se demora de 30 a 35 días en llegar; por avión, donde se demora del orden de los tres días; y la llamada sea air, que consiste en ir en barco hasta Los Angeles, y de ahí en avión. El trayecto completo en la modalidad mixta oscila entre los 15 y 20 días. La opción escogida depende de la durabilidad de los productos y la rentabilidad del negocio, si da o no para el avión.
Antonia Pérez - Martina Salvo - El Mercurio - Sgo. de Chile - 5-Mar-2012
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