viernes, 22 de mayo de 2009

Prejuicios - "El Filosofo"

Llámase "prejuicio" a toda opinión que se establece sobre un asunto antes de examinarlo.

Obsérvese la similitud con la palabra "perjuicio", pues en general el prejuicio involucra un juicio desfavorable y tenaz respecto de algo.
Critilo destaca que esta connotación negativa del prejuicio sólo aparece con la Ilustración y su exaltado encomio de la razón como supremo fundamento del juicio. Tal vez fue entonces cuando se identificó el origen de los prejuicios.
-Hasta donde puedo entrever -indica el sabio-, los prejuicios tienen dos fuentes.


- Una es la autoridad, al dejarnos convencer por
- personas que tienen poder,
- por textos que vienen cargados de tradición y antigüedad,
- por líderes carismáticos.

- Otra fuente es la precipitación,pues respondemos con emociones a lo que escuchamos o vemos, y entonces formamos juicios que
- no se ven luego corroborados por la información o, incluso,
- son desmentidos por la experiencia.

Por lo tanto -me permito resumir-,
- los prejuicios con que nos acercamos a las personas y las cosas se deben a la autoridad y a la precipitación.
Sería bueno, cuando nos sintamos inclinados a emitir opiniones, examinar de dónde nos vienen los prejuicios, pues puede ser diferente según la circunstancia.
Andrenio - Editorial - "El Mercurio" - Sgo. de Chile - 22-May-2009

Necesidad del filósofo
"El filosofo" sigue siendo hoy un personaje extravagante a ojos de los demás. En el fondo, suele asociárselo a la inacción, pues no se comprende su intento de vivir pensando la realidad desde una anti"especialización".

Una figura así trabaja con los conceptos, y como en la actualidad la imagen y la digitalización invaden todos los espacios, pareciera no haber lugar ni tiempo para que el pensamiento y la palabra resuenen en su más honda significación.
Sin embargo, la filosofía, en su ejercicio más puro, al estilo socrático más que académico, puede ser una valla de contención y un tubo de oxígeno ante las rígidas camisas de fuerza que nos mantienen atrapados entre el apuro y la irreflexión.
Pero no podemos sorprendernos por esta situación, ya que a lo largo de la historia, aunque en unos períodos más que en otros, los filósofos siempre han sido mirados un poco "sospechosamente", debido a que son la voz crítica de su propio tiempo y, quizás, de todos los tiempos.
La filosofía, junto a la religión y al arte, son expresiones de un mismo árbol, cuyas raíces penetran la tierra de la misma manera que sus ramas se despliegan en el aire:

- ahondando en la vida y
- embelleciendo el peregrinaje hacia la altura.
Rodericus - Editorial - "El Mercurio" - Sgo. de Chile - 15-May-2009

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