En busca de recursos naturales y energéticos
- Chile y Perú por el cobre,
- Venezuela por el petróleo,
- Brasil por el acero y el crudo, y
- Argentina por la soya.
Estos cinco países son hasta ahora el destino favorito del gigante asiático en la región.
Un estadio de fútbol a cambio de una refinería. Una abultada línea de crédito a cambio de barriles de petróleo. China está hambrienta de recursos naturales, y ha encontrado en América Latina una rica fuente para obtenerlos.
Sólo en 2008 concretó inversiones por US$ 24 mil millones en América Latina. La tendencia sigue en aumento, pues si llegase a concretar la compra de los activos de la petrolera argentina YPF, el país asiático sumaría nuevos negocios por US$ 17 mil millones.
El monto aún es bajo respecto del total de inversiones que llegan a la región (18%), ampliamente superado por las inversiones estadounidenses. Pero si China cumple la promesa de destinar hasta US$ 100 mil millones a sus negocios con América Latina al 2014, podría ocupar pronto el primer lugar.
"China necesita asegurarse el abastecimiento de energía y alimentos para su población. Su demanda es tan alta, que está obligada a diversificar sus fuentes de recursos para mitigar los efectos de cualquier shock", afirma Daniel Soh, economista y estratega de la consultora asiática Forecast.
Dinero por petróleo
Por eso no es extraño que cuando el gobierno chino presta dinero a un país o empresa, no lo exija de vuelta o fije intereses, sino que pida los pagos en petróleo. Así lo hizo en 2006, cuando firmó un acuerdo con Codelco por la mina Gaby. China entregó US$ 500 millones por 55 mil toneladas de cobre anuales durante 15 años, a precio fijo.
De la misma forma, a cambio de los US$ 10 mil millones que el Banco de Desarrollo de China otorgó en mayo a Petrobras, la estatal brasileña entregará 200 mil barriles diarios por los próximos 10 años.
Venezuela y Ecuador tienen acuerdos similares.
Así, sólo por este concepto China recibirá por los próximos años medio millón de barriles de petróleo cada día, sin importar la variación del precio del crudo en el mercado.
Otros países como Costa Rica y empresas como la mexicana América Móvil o la brasileña Telemar también se han beneficiado de los préstamos blandos (con bajísimos intereses), que en el último año suman US$ 37 mil millones.
Los analistas reconocen que hay una mayor influencia de China en la región, pero especialmente en Sudamérica. "En el caso de América Central, China está más restringida, porque son países que viven de la manufactura barata, y claramente hay competencia", asegura Dan Erikson, analista del think tank Inter-American Dialogue.
Además, los países sudamericanos son ricos en materias primas y viven básicamente de la venta de commodities.
China se ha convertido en
- el primer destino de las exportaciones chilenas, y
- está por superar a Estados Unidos en la balanza comercial de Brasil.
"Para Latinoamérica es importante garantizarse nuevas inversiones, sobre todo para mejorar sus reservas monetarias y su capacidad de producción y refinamiento de materias primas; y China está emergiendo como una nueva y creciente fuente de fondos de inversión globales", agrega Soh.
Pero también puede percibirse cierta aproximación político-diplomática a la región. Un ejemplo de ello es la decisión de formar parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), organismo para el que ya comprometió US$ 350 millones para el financiamiento de proyectos de infraestructura.
Después de todo, China se está convirtiendo en un actor global cada vez más importante. Eso sí, con una diferencia:
- No interviene en temas como la corrupción, la democracia o la lucha contra el narcotráfico.
-"Su aproximación respecto de América Latina es bastante menos ideológica que la de Estados Unidos", sentencia Erikson.
Marcela Vélez - "El Mercurio" - Sgo. de Chile - 26-Jul-2009
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