domingo, 29 de julio de 2012

Estados Unidos mueve sus fichas hacia el océano Pacífico



- El nuevo tablero mundial

- Implicancias de una reorientación estratégica
- La Base de Pearl Harbor-Hickam.
- La importancia de este océano, rodeado de algunas de
  las economías más dinámicas y por miles de millones de
  personas, realza la posición geográfica de Chile

Pocos lugares son tan útiles para observar la creciente importancia que asigna EE.UU. al Pacífico como la gigantesca estación aeronaval de Pearl Harbour-Hickam, donde, entre palmeras y planicies volcánicas, decenas de buques y aviones se posicionan de forma calculada
- a medio camino entre América y Asia.

Desde este lugar, Washington
- está tejiendo hoy un complejo sistema de alianzas
  con países del Pacífico para
- garantizar la seguridad y estabilidad de un océano
- por el cual navega la economía global del siglo XXI.
La nueva estrategia de EE.UU. hacia el Pacífico fue anunciada en noviembre de 2011, cuando la secretaria de Estado, Hillary Clinton, reveló que
- habría un cambio de foco de su país,
- tras una década de dedicación casi exclusiva a
- las guerras de Irak y Afganistán.
El cambio -explicó Clinton- implicará
- reforzar una serie de mecanismos diplomáticos y
  económicos, como
- el Acuerdo de Asociación Estratégica Transpacífico,
- un tratado de libre comercio que busca involucrar a
  naciones que se reparten en la cuenca del mayor
  océano del mundo y que tiene a Chile entre sus
 fundadores.

Sin embargo, la pieza clave para llevar a cabo esta estrategia es
- el componente militar, o, mejor dicho,
- la Armada norteamericana, como lo deja
  en evidencia
- el ejercicio naval RIMPAC que desarrolla en estos días
  en las costas de Hawai y donde participan buques
  estadounidenses, australianos, canadienses, chilenos,
  británicos, franceses, japoneses, surcoreanos, rusos,
  neozelandeses y singapurenses, entre otros.
Entre dos gigantes
"La mayoría de los países que participan en RIMPAC entienden la regla 70-80-90:
- 70% del planeta está cubierto por agua;
- 80% de la población mundial vive en costas o litorales;
- 90% del comercio mundial se hace por vía marítima.
- Son todas naciones marítimas, y
- éste es un siglo marítimo",
explica a "El Mercurio" a bordo del portaaviones USS "Nimitz", el contraalmirante Peter Gumataotao, comandante del grupo batalla N°11 de la Marina estadounidense.
Y "ahora estamos cambiando nuestro foco, estamos haciendo del Pacífico una prioridad", añade, al comentar las directivas recibidas de su comandante en jefe.



A diferencia de los tanques, que cuando cruzan una frontera invaden, los buques pueden atracar en puertos extranjeros sin causar mayor revuelo.
En este sentido, actúan tanto en el campo diplomático como en el militar, si es necesario. Y en el Pacífico, éstas son caras de una misma moneda.
Un factor que sin duda planea sobre esta versión de RIMPAC -aunque ningún oficial quiera admitirlo abiertamente acá- es
- la vertiginosa expansión de la Armada china,
que le está permitiendo al gigante asiático extender su influencia más allá de sus costas, en concordancia con
- el imperio mercantil que forja por vía marítima.
Los planificadores militares de Beijing esperan contar con
- 60 submarinos para esta década y
- 75 al final de la próxima,
- sobrepasando a EE.UU.
Además, están construyendo buques anfibios, destructores, y acaban de botar un portaaviones.
El objetivo legítimo de China sería
- asegurar las vías marítimas por donde importa
  petróleo y materias primas y exporta productos
 manufacturados,
algo que está llevando a cabo de manera sutil con avanzadas comerciales, pero decidida con buques de guerra, como ya lo han testimoniado algunos de sus vecinos con los que mantienen disputas territoriales en aguas del sudeste asiático.
Esta situación ha motivado a varios países del Pacífico Occidental (la mayoría, presentes en RIMPAC)
- a negociar o profundizar acuerdos bilaterales
- de defensa con EE.UU.,
los que, sumados, dan
- una suerte de alianza militar regional tácita y
- donde los elementos esenciales son
- Australia, Japón y Corea del Sur.
El dilema no es menor para muchas de estas naciones -desde Vietnam a Nueva Zelanda-, porque
- la misma potencia militar emergente que
- inquieta al vecindario es también
- el principal socio comercial.
Por las consecuencias económicas y políticas que puede tener algo tan sencillo como
- dar un acceso privilegiado a un puerto a
- los estadounidenses o los chinos,
cada paso que avance un país del área tiene que ser muy bien medido, para no generar fricciones.
Aunque la mayoría de los analistas
- no prevé un conflicto directo
- entre Washington y Beijing,
- el manejo de las tensiones que están brotando
  en el Pacífico suroccidental por
- las disputas marítimas cruzadas demanda
- contar con los medios para evitar que
- una región tan crucial para la economía mundial
- se mantenga estable, y
- la Armada estadounidense trabaja para conseguirlo.

Demasiado grande
Por su tamaño, se puede afirmar que el Pacífico es el principio organizador de la superficie terrestre: ocupa un tercio de la misma y tiene el doble de tamaño que el Atlántico.
Esto ayuda a entender, en parte, la decisión anunciada por el secretario de Defensa, Leon Panetta, de
- desplazar para el 2020 el 60% de la flota al Pacífico,
- rompiendo así el viejo 50/50.
A pesar de todos los sofisticados buques y aeronaves que esto implica, Estados Unidos reconoce que
- por sí solo no puede cumplir con su propósito de
- salvaguardar el orden en el mar y
- proteger el comercio en un tablero de estas
  dimensiones.
"Cuando miramos hacia el futuro y vemos el tamaño de la cuenca del Pacífico, eso nos impone el requisito de tener asociaciones con muchos países", explica el contraalmirante Gumataotao, quien nació en la isla de Guam.
Y el ejercicio RIMPAC, que dura un mes y donde participan 22 naciones con 42 buques, 200 aeronaves y 25.000 tropas, se ha vuelto una piedra angular de esta nueva clase de cooperación que se busca lograr en el mayor océano del mundo.
En escenarios ficticios que incluyen desde la entrega de ayuda humanitaria por una catástrofe natural hasta el manejo de un conflicto de alta intensidad, una inmensa flota multinacional aprende a trabajar en las costas de Hawai de forma combinada.
"RIMPAC nos permite saber mucho mejor qué tienen los militares de otros países para ofrecer. Estamos trabajando en la entrega de ayuda humanitaria con otros países, como con la Marina chilena", ejemplifica Gumataotao.
Como la idea es que el liderazgo en el manejo de una eventual situación de crisis no siempre sea estadounidense, en el ejercicio se asignaron importantes funciones a comandantes de países extranjeros, en su mayoría de Australia, Canadá y Japón.
Y por primera vez, a un capitán de navío chileno se le dio la crucial misión de dirigir el grupo de tareas que incluye al portaaviones y a la vez ser el encargado de la protección del principal grupo de superficie, con 18 buques.
Al mismo tiempo, la fragata "Lynch" lidera a una escuadra de seis barcos a cargo de proteger un transporte anfibio.
A propósito, el comandante del grupo batalla N°11 de la Marina estadounidense USS "Nimitz" entrega su impresión: "El equipo chileno que vino acá, así como también la fragata 'Lynch' y el helicóptero que trajeron, se han desempeñado de forma admirable.
Y aunque nos quedan más días en el mar, si las cosas siguen como vienen dándose, puedo afirmar que
- estoy orgulloso de decir que navegué junto a ellos".
Juan Pablo Toro - El Mercurio - Sgo. de Chile - 29-Jul-2012 





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