martes, 24 de julio de 2012
¡Pecadores, arrepentíos!
A principios de este mes, 160 economistas alemanes, organizados por Hans-Werner Sinn –podríamos llamarlos sinners [pecadores]-firmaban un manifiesto que
- se opone a una unión bancaria europea.
El 9 de julio, VoxEU, el portal de Internet dirigido por el Centro de Investigación en Política Económica, publicaba un contramanifiesto, firmado por más de 100 economistas del mundo germanoparlante, que a efectos prácticos sostenía que
- el euro no puede sobrevivir sin dicha unión bancaria.
“En el transcurso de la crisis,
- se está recurriendo a los presupuestos fiscales para
- refinanciar sistemáticamente instituciones financieras
importantes”,
decía el segundo manifiesto.
“Al mismo tiempo,
- las instituciones financieras siguen desempeñando una
función crucial
- en la financiación de los Gobiernos nacionales, ya que
- les prestan dinero y guardan su deuda.
Una consecuencia inevitable es que
- las quiebras bancarias han provocado crisis de la
deuda soberana, y
- las crisis de la deuda soberana han provocado crisis
bancarias, lo que
- ha conducido a una desconfianza cada vez mayor hacia
- los sistemas bancarios nacionales y las finanzas
públicas.
La situación se agrava por el hecho de que
- los inversores internacionales, movidos por el miedo
a una debacle absoluta,
- han retirado la financiación a los países con
problemas,
- tanto a los Gobiernos como a los bancos".
Y prosigue: “Solamente rompiendo
- el vínculo entre la refinanciación de los bancos y
- la solvencia de los Gobiernos nacionales será posible
- estabilizar el suministro de crédito en los países
en crisis”.
Tienen razón, por supuesto. Pero
- los pecadores se hallan en una situación ventajosa
ante la opinión pública alemana.
Me resulta más difícil que nunca
- imaginar
- posibles situaciones plausibles
- en las que el euro sobreviva.
Paul Krugman - El País - Madrid - 23-Jul-2012
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