lunes, 10 de diciembre de 2012
El gran surtidor norteamericano
American gas reserve
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha prometido reactivar la economía de su país con un impulso de las exportaciones.
Pero aparte de los miles de millones de dólares nuevos recién impresos por la Reserva Federal, no está claro qué tiene en mente el mandatario.
- La oportunidad de exportación obvia
- en el horizonte estadounidense son
- los hidrocarburos: petróleo, gas y carbón.
- Pero los beneficios económicos de
- la competitividad de EE.UU. en materia de energía
- no han sido obvios para el gobierno actual.
Desde que se convirtió en presidente, Obama ha tratado
- la producción de hidrocarburos como
- una enfermedad infecciosa que se debe erradicar.
Su gobierno tuvo que encargar un estudio para enterarse de que, tal como anunció la semana pasada,
- permitir a empresas estadounidenses
- exportar gas natural licuado
- sería beneficioso para la economía del país.
Aún así, el Departamento de Energía dice que
- no puede tomar "decisiones finales" sobre
- las solicitudes de exportación hasta que
- no escuche las opiniones de quienes se oponen.
Y después hablan de los derechos de propiedad.
Si Obama es serio sobre el tema de las exportaciones,
- necesita olvidarse de las ideas trasnochadas
- sobre energía, que datan de los años 70.
En un reciente ensayo titulado Unleashing the North American Energy Colossus (algo así como Desencadenando el coloso de la energía en América del Norte), Mark Mills, un académico del Manhattan Institute,
- describe el continente como
- "un terreno repleto de recursos de hidrocarburos…
- más de cuatro veces los recursos existentes en
Oriente Medio".
Para aprovechar dicha riqueza,
Washington debe
- deshacerse del status quo regulatorio que se basa
- en "la idea de
- escasez y
- dependencia de las importaciones", escribe Mills.
- "Es necesaria una reversión completa de
- el pensamiento para reorientar a
- América del Norte alrededor de
- la abundancia –y
- exportación— de hidrocarburos.
Entre los productores de gas y crudo del mundo,
- EE.UU. es el que crece con mayor rapidez.
Aunque
- el incremento de la demanda de energía en el país
- se está desacelerando,
- el declive es compensado por
- un aumento de la demanda global.
- Si la capacidad total de producción de hidrocarburos
de América del Norte
- aumenta en apenas 3% al año
- durante las próximas dos décadas, Mills dice que
- el continente se convertirá en
- el mayor proveedor mundial de
- mercados en crecimiento.
La producción de Canadá también se está expandiendo,
- gracias a políticas inteligentes del gobierno.
En la estrategia de crecimiento del país, el primer ministro Stephen Harper
- ha hecho del desarrollo de recursos
- una prioridad.
Si el gobierno del presidente Obama sigue negando el permiso para el oleoducto Keystone XL, de TransCanada, hacia las refinerías estadounidenses, Harper ha asegurado que
- el producto canadiense será vendido en otras partes.
El canadiense también ha advertido a los medioambientalistas estadounidenses que
- no les permitirá tratar a Canadá como
- un parque nacional donde
- el desarrollo está prohibido.
En un simposio la semana pasada en el Manhattan Institute, el cónsul general de Canadá en Nueva York, John Prato, citó estimaciones de la provincia de Alberta de
- 175.000 millones de barriles de crudo recuperable
en sus arenas petrolíferas.
El diplomático también anotó que
- la exploración de gas natural está ahora
- emigrando a lugares sorprendentes como
- New Brunswick, en Canadá, donde
- el productor de gas Southwest Energy posee
- 1,1 millones de hectáreas de terreno sin desarrollar.
El documento de Mills señala que el gobierno de Jimmy Carter
- impuso restricciones sobre el uso de gas natural
- porque creía que había pocas existencias.
- Las abundantes reservas de petróleo y gas de hoy
- son producto de la tecnología,
- no de la geología, añade,
- lo que explica por qué son revolucionarias.
- "La tecnología libera recursos,
- la riqueza en recursos crea capital, y
- este capital es reinvertido en nueva tecnología
- que a su vez libera más recursos", explica Mills.
- Precios fijados por el mercado y
- la habilidad de los inversionistas para
- responder a la oferta y la demanda
- son cruciales en este proceso.
También puede que se esté fraguando una revolución mexicana en el sector energético.
Geológicamente es probable que el país tenga reservas similares a las de sus vecinos norteamericanos.
Pero corre el riesgo de quedarse rezagado debido al nacionalismo que rige los recursos, consagrado en la Constitución y que
- impide la inversión privada.
- Sin una abundancia de energía barata,
- México tendrá mayor dificultad para
- competir en manufactura con sus vecinos del NAFTA.
La petrolera estatal Pemex
- no tiene los recursos para realizar perforaciones
- de reservas de esquisto.
Una solución sería
- la apertura de yacimientos de gas de esquisto
- a perforadores privados.
Aunque la necesidad de una enmienda constitucional es una barrera, el economista mexicano Luis de la Calle argumenta que la resistencia al cambio puede ser superada si se trata la exploración de yacimientos de esquisto como minería, sector en el que se permite la inversión privada.
"La clave reside en
- el establecimiento de un mercado que provea
- las señales de precios necesarias para
- garantizar la disponibilidad de gas natural
- en todo el país en los mismos términos (precio,
volumen, constancia, duración de contratos)
- que en Texas",
escribió de la Calle en el diario El Universal, de México.
- Tres democracias,
- sentadas sobre vastos recursos,
- tienen sus propias
- ventajas comparativas para ofrecer
- un mercado continental integrado
- que podría ser líder en el mundo.
Un mayor suministro de energía en América del Norte implica
- millones de nuevos empleos,
- ingresos tributarios más altos,
- suficiente energía para
- operaciones fabriles en el continente y
- el fin de la dependencia de
- productores hostiles como Venezuela.
Pero para
- alcanzar un potencial óptimo,
- los inversionistas necesitan la libertad de
- explorar, explotar y refinar hidrocarburos y
- mover la producción en cada etapa del proceso
- a través del continente.
En otras palabras,
- los gobiernos deben
- quitarse del camino.
Mary Anastasia O´Grady - The Wall Street Journal - NYC - 10-Dic-2012
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