martes, 4 de diciembre de 2012

Occidente frente a los islamismos


Frente al crecimiento de los islamismos,

- Occidente está perdiendo pie e influencia en Oriente Próximo y el mundo árabe en general,
- y entre los occidentales, los europeos mucho más que Estados Unidos.

La Asamblea General de Naciones Unidas ha aprobado
- acoger a la Autoridad Palestina como
- “Estado no  miembro observador” a pesar de
- la oposición de EE UU (y no digamos de Israel).
Ha sido un paso importante para Palestina,
- no sólo por sus efectos simbólicos y prácticos,
- sino también porque en el camino
- se ha cobrado una pieza importante:
- la Unión Europea.
No es que hubiera que esperar una unanimidad imposible entre los 27 dadas sus diferentes historias e intereses.
- Alemania, que en razón del Holocausto,
- nunca hubiera votado en contra de Israel,
- esta vez se ha abstenido.
- Y solo han votado en contra los checos.
En general, esta vez ha habido más unidad europea, pero sin consecuencias.
Y con todo esto,
- ¿Dónde ha quedado el Cuarteto
- EE UU, Rusia, la UE y la ONU?
- Occidente no está sabiendo situarse bien
- ante un convulso mundo musulmán,
- y más específicamente árabe.
- Nunca ha sabido como tratar
  - el islamismo,
  - o los islamismos,
  - pues son varios.
Aunque España sí tuvo entonces una actitud dialogante,
- los europeos no supieron hacerlo en
- la Argelia de finales de los 80
- ante el experimento del
- Frente Islámico de Salvación que acabó
- con el golpe de Estado de 1991 apoyado por Francia, - que llevó a una guerra civil.
- Ni ante la victoria de Hamás en Gaza en 2006.
- Y ahora tampoco frente a la ola islamista en Túnez,
Egipto y otros países encuentra una posición, quizás porque su capacidad de influencia es baja, a pesar del dinero que recibe Egipto de EE UU.
- A los europeos les incomoda la Turquía musulmana,
– a la que la UE cierra su puerta, y
- el islamismo democrático de Erdogan.
El triunfo islamista en tantos países del norte de África
- no llegó, sin embargo, como
- una sorpresa para muchos gobiernos.
- Era lo esperable.
Y aunque hacen movimientos más que preocupantes, como en el caso del presidente egipcio, Mohamed Morsi,
- frente al salafismo los Hermanos Musulmanes
- se presentan como los moderados.
Morsi lucha por
- el islamismo contra el laicismo ,
que tuvo una fuerza considerable en las urnas aunque no se tradujera en escaños ni en posibilidades presidenciales.
Pero también lucha contra
- el antiguo régimen de Mubarak,
- que aún conserva muchos resortes de poder.
En todo caso hay que recordar que la unión de dos vocablos como democracia” y “cristiana
- tardó siglos en fraguarse en nuestra Europa.
El auge de
- los Hermanos Musulmanes también trastoca
- los cálculos de Occidente que
- ve con satisfacción como
- la influencia chií del islamismo iraní
- está retrocediendo en la zona con la crisis de Siria
- y los problemas de Hezbolá, pero
- para dar paso a un islamismo suní,
- siempre presente en el Golfo y
- especialmente en Arabia Saudí,
- que no solo Occidente no controla, sino que
- se puede volver antioccidental.
Cuando caiga, el régimen de El Asad
- puede verse remplazado por uno islamista suní.
Ya, ni amigos ni enemigos, con un Qatar que
- defiende un régimen cerrado a base de
- inversiones en el exterior –ahí está,
- en las camisetas del Barça- y Al Jazira.
No obstante, como ha demostrado
- el decisivo impulso de Morsi , y
- la secretaria de Estado de EE UU, Hillary Clinton,
- para un alto el fuego entre Israel y Hamás,
- la cooperación es posible.
- No hay que tenerle miedo al islamismo político,
- sino aprender a tratar con él a la vez que
- se apoya a los movimientos laicos.
- Que no se repita el error que
- se cometió con Argelia dos décadas atrás.
Andrés Ortega - El País - Madrid - 4-Dic-2012

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