martes, 4 de diciembre de 2012
La revolución de la energía de esquisto no se globaliza
Exportar la revolución de la energía de esquisto de Estados Unidos a otros países
- ha resultado ser mucho más difícil de lo que
se preveía, y
- le da al país del norte una significativa ventaja
competitiva.
El petróleo y el gas natural de esquisto
- rejuvenecieron la industria de hidrocarburos
- de EE.UU. y Canadá e impulsaron la economía
- al brindarle a las empresas y a los consumidores
- combustible barato.
Existen grandes depósitos de gas de esquisto fuera de EE.UU. y Canadá que las empresas y los gobiernos están deseosos de explotar.
Pero las petroleras están encontrando obstáculos a medida que intentan replicar la experiencia estadounidense en otros continentes.
El resultado es que
- otros países podrían tardar una década en alcanzar
- una producción importante de gas de esquisto.
Entre los motivos que explican la lentitud fuera de EE.UU. está el hecho de que
- los gobiernos son dueños de los derechos minerales,
- preocupaciones medioambientales y
- la falta de la infraestructura adecuada para
- perforar y transportar gas y crudo.
Además,
- la geología en la mayoría de estos países es menos
conocida que en EE.UU.,
donde la perforación se ha realizado desde hace más de un siglo.
En suma,
- EE.UU. y Canadá podrían seguir siendo durante
un buen tiempo
- los principales países en aprovechar
- las ventajas económicas del desarrollo del esquisto.
En ambos países, la abundancia de gas natural y etano
- atraen a empresas petroquímicas y fabricantes
de fertilizantes que instalan plantas,
- un cambio enorme después de años en que
- la producción se trasladó a otros países.
En tanto, las economías de estados como Texas y Dakota del Norte, donde se ubican los depósitos de esquisto,
- están percibiendo los beneficios de
- la actividad de perforación.
Argentina nacionalizó hace unos meses los activos de la española Repsol que
- había descubierto un enorme depósito de esquisto
que podría tener casi
- 1.000 millones de barriles de petróleo.
- La nacionalización enfrió la inversión extranjera,
- que ya se había visto afectada por normas
- que dificultan la importación de tecnología necesaria
- así como la exportación de potenciales ganancias.
La estadounidense Apache Corp., que tiene
- los derechos para perforar 182.100 hectáreas
de esquisto, calcula que
- costaría el doble perforar un pozo
- en Argentina que en EE.UU.,
- y entre 2 y 4 veces más realizar
- la fracturación hidráulica
- para comenzar a producir.
Polonia fue considerada
- uno de los lugares más prometedores, pero
- los primero pozos produjeron menos gas del previsto.
Igualmente,
- la cautela de la comunidad hacia la perforación y
- los cambios en las reglas de impuestos y regalías
- enfriaron el entusiasmo de la industria.
Exxon Mobil Corp., uno de los primeros partidarios del esquisto de Polonia, decidió tirar la toalla luego de perforar durante apenas dos semanas, al decir que
- no encontró suficiente petróleo o gas
- para justificar nuevas actividades.
Se cree que China
- posee más petróleo y gas de esquisto que EE.UU.
- El problema es que la mayor parte está
- en zonas áridas o densamente pobladas.
Las petroleras temen que
- no puedan obtener
- el agua suficiente para
- fracturar la roca hidráulicamente,
- el proceso necesario para
- liberar hidrocarburos del esquisto.
"Para crear un panel de perforación plano, casi siempre tenemos que eliminar parte de una colina y básicamente (sacar) el arrozal de alguien", explicó Simon Henry, director ejecutivo de Royal Dutch Shell para la región de Asia Pacífico.
Otros países como Francia y Bulgaria fueron más allá y prohibieron
- la fracturación hidráulica por completo, debido a
- preocupaciones ecológicas, lo que detuvo en seco
- el desarrollo de la industria.
- "Había una enorme exuberancia irracional
- respecto del desarrollo de esquisto global",
señaló Joseph Stanislaw, asesor independiente de energía de la consultora Deloitte LLP.
-"Luego, la industria se enfrentó a la realidad.
- El esquisto global se concretará y cuando comience,
- adquirirá la misma fuerza que hemos visto en EE.UU.
- Pero el cronograma llevará más tiempo del previsto".
- La revolución comenzó en los años 90,
cuando el primer pozo de esquisto moderno fue perforado a unos kilómetros de Fort Worth, Texas.
- La tecnología fue desarrollada por
- pequeñas empresas independientes,
- que asumieron enormes riesgos financieros,
- ayudadas por los terratenientes que
- poseían los derechos minerales y
- estaban dispuestos a venderlos
- para recibir una parte de las ganancias.
- Wall Street financió con entusiasmo
- las iniciativas de exploración.
- La industria se benefició además de
- una extensa red de oleoductos y gasoductos y
- una amplia cantidad de plataformas de perforación.
- Esta combinación no existe
- en otras partes del mundo.
- "Los derechos minerales,
- el ingreso al mercado de empresas pequeñas,
- la disponibilidad de datos geológicos,
- estos aspectos son parte de
- un modelo emprendedor que
- sólo se da en Estados Unidos",
indicó Julio Friedmann, director jefe de tecnología del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore, en California.
- Un factor clave para el éxito
- de la energía de esquisto
- en EE.UU. es que una buena parte - del gas del subsuelo
- está en manos privadas.
Eso significa que
- los temores sobre los posibles daños ambientales
- provocados por la perforación son contrarrestados
- por los deseos de los terratenientes de
- obtener un beneficio económico.
Es un sistema
- "maravillosamente elegante que asegura que
- todos los recursos naturales
- se desarrollen por completo",
dijo Rex Tillerson, presidente ejecutivo de Exxon Mobil.
Fuera de EE.UU., en cambio,
- los derechos minerales pertenecen al Estado.
Russel Gold - Marynia Kruk - The Wall Street Journal - NYC - 4-Dic-2012
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