domingo, 15 de enero de 2012

"Costa Cocordia": ¿Fallo humano o tecnológico?

El naufragio de uno de esos titanes marítimos que surcan los mares más turísticos en nuestra época es un suceso cuyas causas han de analizarse a la vista de la minuciosa documentación que a buen seguro las autoridades marítimas italianas realizarán en los próximos meses.
La altísima tecnología que normalmente incorporan estos hoteles flotantes es una parte fundamental de su modelo de negocio, ya que sirven

- un producto fabricado al gusto de las clases medias europeas,
- acostumbradas a vivir con mínimo riesgo y unas sólidas medidas de seguridad.
Uno de los datos que corroborará esta teoría será

- la inevitable pérdida de valor de mercado de la marca Costa Cruceros y
- en general de todo el sector de cruceros en relación con otros productos turísticos.
Todos sabemos que la seguridad absoluta no existe
, como tampoco la verdad absoluta, y

- el embarrancamiento en las costas de la isla de Giglio frente a la Toscana hay que situarlo en
- ese ínfimo porcentaje de riesgo que cualquier actividad humana comporta.
Resulta muy difícil que una empresa capaz de transportar tantos pasajeros de ocio ignore cualquier medida preventiva relacionada con la seguridad a bordo.
Quien haya visto un buque así y entienda su actividad económica, comprenderá que

- la fiabilidad de estas maravillas de la ingeniería contemporánea es máxima:
- están diseñadas y concebidas para no ofrecer sustos de este tipo a sus mercados.
- No es momento de aventurar si fue un fallo humano o tecnológico.
Algo pasó, y hasta que sepamos lo que fue

- nos seguirá siendo difícil de comprender que
- un barco de esta naturaleza y
- en unas condiciones climatológicas razonables
- haya podido embarrancar.
José M. Muñiz - La Voz de Galicia - Sgo. de Compostela - 15-Ene-2012

El crucero, deseado por novedoso y asequible
El accidente del Costa Concordia supone un duro golpe para el turismo de cruceros, un sector en permanente crecimiento desde hace dos décadas:
- el número de pasajeros aumentó un 14% entre 2008 y 2010;
- el año pasado hubo 18 millones de cruceristas en todo el mundo, y
- para 2015 se esperaba alcanzar los 25 millones.
Esta tendencia de crecimiento también se ha dado en España, que es ya el cuarto país emisor en Europa,
- con más de 600.000 pasajeros, por detrás del
- Reino Unido (1,6 millones),
- Alemania (1,2 millones) e
- Italia (889.000 cruceristas).

También aumentó el número de pasajeros que atracaron en puertos españoles: más de
- 8 millones en 2011,
lo que supone un crecimiento de casi el 13% con respecto al año anterior.
A la cabeza, Barcelona, el quinto puerto más visitado del mundo.
Las razones de este éxito radican en que todavía es un producto novedoso en Europa, sobre todo en España. También sus precios asequibles, con programas que, en el caso de las compañías españolas como Pullmantur Cruises, incluyen los vuelos hasta los puertos de embarque y todas las comidas, bebidas y actividades a bordo.
Las nuevas líneas del AVE también favorecen las vacaciones por mar, acercando los puertos de embarque (Barcelona, Valencia y Málaga) a Madrid y el centro de la Península.
El de los cruceros es ya un mercado maduro, aunque en permanente evolución.

Y cada vez más especializado: desde cruceros para singles a travesías diseñadas para familias con niños.
En cubierta, diversión para todos los gustos: surf en piscinas de olas, praderas para jugar al golf, cursos de cocina a cargo de chefs de renombre, espectáculos para adultos, conciertos de rock...

Y gana protagonismo el público familiar. Por eso, muchos barcos aumentan las atracciones para los peques y otros embarcan a personajes de las películas de dibujos animados como Mickey Mouse o Bob Esponja.
En la actualidad,

- más de 250 buques de crucero navegan por el mundo,
un centenar de ellos en Europa, y este año tienen previsto hacerse a la mar nuevos buques, entre ellos
- el "Costa Voyager", con capacidad para 927 pasajeros, y
- el "Disney Fantasy", preparado para acoger a 4.000 personas.
Isidoro Merino - El País - Madrid - 15-Ene-2012


El barco se acercó demasiado a Giglio para homenajear a un empleado
«Ven a ver, Antonello, estamos sobre tu Giglio», asegura «Corriere della Sera» que dijo el comandante al jefe de camareros, que pensó que era una broma.

El «Costa Concordia» se acercó tanto a la isla de Giglio para hacer «una reverencia», un regalo, a su jefe de camareros, natural de allí, y a un excomandante de la naviera Costa Crucero, aseguran hoy los diarios «Corriere della Sera» e «Il Tirreno».
El comandante del «Costa Concordia», el mayor crucero italiano, Francesco Schettino, que se encuentra detenido por el naufragio, que se ha cobrado hasta el momento seis vidas, había decidido dar una sorpresa al jefe de camareros, Antonello Tievoli, y al excomandante Mario Palombo, una leyenda entre los comandantes de la naviera genovesa.
«Ven a ver, Antonello, estamos sobre tu Giglio», asegura «Corriere della Sera» que dijo el comandante al jefe de camareros, que pensó que era una broma de Schettino, ya que tenía que haber descansado la semana pasada pero no pudo y aún seguían trabajando en el barco.
Tievoli, agrega el diario milanés, dijo a los habitantes de Giglio cuando lo socorrieron en el agua: «nunca habría imaginado que desembarcaría en mi casa» y que desde entonces no quiere hablar con nadie ya que le atormenta en sentido de culpa por una tragedia de la que se ha convertido en protagonista sin quererlo.
En la jerga marinera italiana «inchino», «reverencia», es el acercamiento a un lugar para homenajear, hacer un regalo, a un miembro del tripulación.
Según el diario «Il Tirreno», de Livorno (Toscana), Antonello Tievoli, que trabaja desde hace cinco años en la crucero, llamó incluso a sus padres que viven en la isla para que vieran pasar de cerca al barco, un coloso de mar de 114.000 toneladas, 291 metros de largo, 62 de altura, once puentes y con capacidad para 3.780 de viajeros.
El barco, que había partido de Civitavecchia, a 70 kilómetros al norte de Roma, chocó contra unas rocas de 20 metros, que le causó un agujero en el casco de 70 metros de longitud.
Según el comandante, las rocas no estaban en las cartas náuticas que llevaba.
El barco navegaba a unos 150 metros de la costa de Giglio,
según las primeras investigaciones.
Los diarios aseguran que esa cercanía no era para que los turistas gozaran de las vistas nocturnas de la isla, con las luces de las casas encendidas, ya que, subrayan, los viajeros no fueron avisados por la megafonía del barco de esa posibilidad ni en momento alguno se señaló que pasaban por Giglio.
EFE - La Voz de Galicia - Sgo. de Compostela - 16-Ene-2012

Presidente de Costa Cruceros admite el error del capitán en el naufragio
Pier Luigi Foschi ha asegurado hoy que el capitán, actualmente detenido, «no respetó el reglamento».

El presidente y consejero delegado de la compañía naviera Costa Cruceros, Pier Luigi Foschi,
- admitió hoy que el naufragio del crucero Costa Concordia se debió a un «error humano»
del capitán,
- el comandante Francesco Schettino, actualmente detenido, «quien no respetó el reglamento».
Foschi, en una rueda de prensa televisada en Génova, donde tiene su sede la naviera, agregó que «darán asistencia legal al comandante», pero reiteró que
- no pueden negar «que se trató de un error humano».
«Estamos ante una tragedia de proporciones importantes», dijo el consejero delegado de Costa Cruceros sobre el naufragio del pasado viernes frente a las costas de la isla italiana del Giglio, en el mar Tirreno, y en el que han fallecido hasta el momento seis personas y 16 están desaparecidas.
Sobre la maniobra que realizó Schettino al acercarse a la costa de la isla del Giglio y que causó que el crucero impactase contra un escollo, Foschi aseguró que
- «no había sido aprobada, ni autorizada por Costa».
Los diarios «Corriere della Sera» e «Il Tirreno» aseguran hoy que el crucero se acercó tanto a la isla de Giglio para dar una sorpresa al jefe de camareros, Antonello Tievoli, y al excomandante Mario Palombo, una leyenda entre los comandantes de la naviera genovesa.
Según el máximo responsable de la naviera, solo una vez, el 9 de agosto de 2001, un crucero de la compañía había pasado delante de la isla, con motivo de la fiesta de San Lorenzo, y el cambio de ruta había sido autorizado tanto por Costa Cruceros como por la Capitanía del Puerto de la localidad.
«El comandante tomó de su iniciativa una decisión contraria a nuestro reglamento, que está escrito y certificado. Nuestra posición no es la de tomar distancias, si no la de disociarse completamente de esta conducta que ha causado el accidente», agregó Foschi.
Por ello, Foschi explicó que aunque aun no se han estudiado algún tipo de acción legal,
- la naviera «se considera parte afectada» de este siniestro y
- confió que «la reputación de la compañía quede restablecida».
Sobre los testimonios de los náufragos de que el capitán, que trabajaba en la naviera desde hace once años, abandonó la nave apresuradamente y sin prestar ayuda, el presidente de Costa Cruceros aseguró que otras declaraciones apuntan a que «el comandante hizo lo que debía».
«Todos los miembros de la tripulación se han comportado como héroes
. Han actuado en una situación de nocturnidad y con el barco inclinado. La inclinación del barco no permitió bajar las lanchas, pero incluso en ese estado fueron evacuadas 4.000 personas en dos horas», dijo Foschi ante las críticas de falta de asistencia a los pasajeros por parte del personal.
Foschi añadió que la prioridad ahora es la búsqueda de las 16 personas dadas por desaparecidas, así como la extracción de las cerca 2.300 toneladas de carburante.
Posteriormente, el responsable de la naviera explicó que
- remolcadores se ocuparán de llevar al barco crucero a un lugar seguro para las tareas

de desguace.
EFE - La Voz de Galicia - Sgo. de Compostela - 16-Ene-2012

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