viernes, 12 de febrero de 2010

Nuevos peligros para la economía mundial

En medio de la preocupación por la capacidad de pago de España, Irlanda y Portugal.
Cuando empezó la crisis, los gobiernos ayudaron a salvar la economía global.
Ahora ellos son el problema.


El año pasado fueron los bancos; este año son los países.
La crisis económica, la que parecía haber aflojado en la última parte de 2009, está una vez más con nuevos ímpetus, a medida que se vislumbra la amenaza del incumplimiento soberano.
Los líderes europeos están luchando por prevenir el mayor desastre financiero en la historia de 11 años del euro. Esta semana todas las miradas han estado puestas en Grecia.
Si no paga será el primer miembro de la Unión Europea (UE) que lo hace. Cuando este medio estaba en prensa, los líderes de la UE estaban reunidos para estudiar qué hacer, y se hablaba de un plan de rescate encabezado por Alemania.
Si eso sucede, otros candidatos europeos tal vez hagan cola. Los mercados de bonos están preocupados por la capacidad de España, Irlanda y Portugal para pagar sus deudas, forzando a estos países a
- subir los impuestos y reducir el gasto,
- mientras siguen atascados en la recesión.
Los problemas de Europa les han dado a los inversionistas buenas razones para preocuparse; pero no son la única causa para la inquietud.
Los cambios de política en todo el mundo también han asustado a los inversionistas.
El gobierno de China empezó a refrenar su juerga de préstamos el mes pasado, preocupado por
- la inflación acelerada y
- las burbujas de activos.
- El Banco Central de India ha subido el encaje legal y
- El estímulo fiscal de Brasil se está eliminando gradualmente.
Los grandes bancos centrales del mundo industrializado están desenvolviendo de a poco los servicios de liquidez de emergencia que introdujeron en el momento álgido de la crisis.
- Los mercados bursátiles tuvieron una caída aguda,
- los precios de los productos básicos se han desplomado y
- está en alza la volatilidad.
- El Índice Mundial MSCI de "precios globales de las acciones" ha caído en casi un 10% desde su nivel máximo el 14-1-10
- El optimismo con respecto a la recuperación en forma de "V" se está reemplazando por
- un pesimismo ante una recesión de doble caída,
- a medida que aumentan los temores de que aquéllos a cargo de las políticas se vean forzados, - o elijan erróneamente, remover los soportes monetarios y fiscales demasiado pronto.

¿La Acrópolis ahora?
Tres factores
determinarán si se justifican tales temores.
- El primero es la fuerza de la recuperación; si esta se autosustenta, o todavía es apuntalada por los estímulos de gobierno.
- El segundo es la escala de los problemas de deuda soberana; si Grecia es un caso perdido en forma independiente, o los inversionistas perdieron la confianza en otros gobiernos fuertemente endeudados.
- El tercero es la destreza con la que las autoridades de los bancos centrales y de las carteras de hacienda diseñen y coordinen el retiro del estímulo de política.
El cuadro de crecimiento global está cada vez más dividido.

Las grandes economías emergentes
- están en mejor forma,
- con un crecimiento firme en la demanda interna y
- escasa capacidad ociosa.
En vista de la intensidad de esta juerga de préstamos dirigida por el gobierno, la economía de China está vulnerable a un repentino apretón de los burócratas.
Las boyantes cifras más recientes del PIB de Estados Unidos son engañosas. La producción creció a un índice anualizado del 5,7% en el cuarto trimestre de 2009, principalmente porque las empresas estaban rearmando sus existencias.
Puesto que la economía todavía
- está deshaciéndose de empleos,
- los precios de las acciones están bajando,
- el mercado inmobiliario todavía está tambaleante y
- la deuda de las familias se está contrayendo,
es probable que el gasto de consumo continúe alicaído.
Ni es probable tampoco que las firmas, con abundante capacidad ociosa, participen en una juerga de inversiones.
En Europa y Japón la situación es bastante más sombría. Aunque las exportaciones se están recuperando, Japón ha entrado en una deflación.
En la zona del euro, la recuperación estaba titubeando mucho antes de que se produjera la crisis griega.
La demanda interna se ha estancado incluso en países, como Alemania, donde las familias no tienen deudas excesivas que pagar.

Buscando la salida
Esta disparidad entre los mundos rico y emergente se debería reflejar en sus políticas macroeconómicas.
Las economías emergentes
- pueden, y deberían, desenvolver sus estímulos y
- subir las tasas de interés
- antes que tome vuelo la inflación.
Pero en las grandes economías ricas, débiles, es demasiado pronto para un apretón.

Los peligros de repetir los errores que se cometieron en Estados Unidos en 1937 y en Japón en 1997 -cuando las alzas de impuestos prematuras y la política monetaria más estricta impulsaron otra vez las economías frágiles hacia la recesión- son más grandes que los riesgos de la inacción.
Con la producción hasta ahora bajo el potencial y el crecimiento del crédito estancado, hay pocas posibilidades de una inflación sostenida.
Ni, en una mayoría de países, se debería temer que los tenedores de bonos conduzcan a una repentina austeridad fiscal.
La lección correcta que hay que aprender de los problemas de Grecia, España y Portugal,
- no es que todos los déficits actuales son peligrosos,
- sino que los gobiernos tienen que hacer más para controlar sus déficits y
- dar un impulso al crecimiento económico a mediano plazo,
- con el fin de dejar espacio para la relajación hoy
.

The Economist - "El Mercurio" - Sgo. de Chile - 12-Feb-2010

No hay comentarios: