Copa América - Primera Regata- El barco americano destroza las quinielas y arrasa con una miseria de viento
- El USA explotó su vela rígida, una innovadora ala de avión de 60 m. de altura
- El BMW Oracle salió muy tarde pero adelantó a su rival como un Ferrari
- Llegó a meta tras dos horas y 12 minutos de regata, 15 menos que Alinghi .
Ha tardado tanto en arrancar esta Copa América (dos años, siete meses y dos suspensiones) que ha habido demasiado tiempo para especular.
Habían llegado todos los especialistas a la conclusión de que el Alinghi sería favorito con vientos flojos y que el BMW Oracle ganaría con más nudos. Decidido. Esa era la quiniela.
Algunos sospechaban incluso que los suizos habían impedido regatear el lunes o el miércoles porque no les venía bien el viento. Bueno, pues hoy ha arrancado la Copa América, lo ha hecho con 6 nudos de viento, una miseria, y el BMW Oracle ha aplastado al campeón. Así de sencillo. Su barco es un avión. Un cuarto de hora más veloz.
El USA es más rápido que el Alinghi 5 y cuando se trata de correr, la velocidad suele ser definitiva. 1-0 para los americanos y media Copa América para Larry Ellison. Una victoria más y el trofeo se marcha para San Francisco.
La regata admite pocos análisis más allá de las prestaciones de cada barco, un trimarán contra un catamarán.
La competición arrancó de verdad a las 14.35, con 'dial up' incluido, una maniobra clásica del 'match race', del barco contra barco, un cruce entre dos que casi nadie esperaba con colosos de este tipo.
James Spithill buscó el catamarán suizo y le arrancó una penalización en la presalida. Una sanción de este tipo obliga al rival a girar sobre sí mismo. Primer punto para el BMW Oracle.
Bertarelli replicó y su barco salió disparado. Dejó clavado a los americanos en la previa y cogió la salida casi dos minutos antes que el BMW Oracle, 150 metros de distancia, medio kilómetro a los cuatro minutos.
La salida solía ser media regata y ahí ganó el suizo. Ernesto Bertarelli es el dueño del Alinghi y este año es también el timonel. Le avala su experiencia en el lago Lemán de Suiza. Poco le duró la renta. El Oracle masticó su salida, se perfiló contra el viento y en menos de 20 minutos pasó al Alinghi por barlovento como un Ferrari.
60 metros de vela rígida
El barco americano lleva una innovadora vela rígida, el ala más grande jamás construida en la aeronáutica, 60 metros de altura, unos 17 pisos. Con ella, dicen, su trimarán es capaz de triplicar la velocidad del viento. No necesitó más ayuda.
Sin foque y planeando solo sobre uno de sus patines, casi perpendicular al mar, navegó a 21 nudos de velocidad.
En hora y media tomó la boya. El Alinghi 3:21 minutos y 1,6 kilómetros después. Asunto resuelto.
Un paseo a 27 nudos hasta la línea de meta. El BMW Oracle aterrizó a las 17.07 tras dos horas y 12 minutos de regata. 15 minutos y 28 segundos menos que el campeón, una barbaridad.
¿Qué queda ahora?
El Alinghi lo tiene complicado. Ha fracasado con el jefe al mando, así que poco cambio puede haber en la tripulación. La gran incógnita ahora es cuándo se disputará la que puede ser la regata definitiva.
El defender también ha naufragado con las condiciones que a priori más le beneficiaban.
Habían llegado todos los especialistas a la conclusión de que el Alinghi sería favorito con vientos flojos y que el BMW Oracle ganaría con más nudos. Decidido. Esa era la quiniela.
Algunos sospechaban incluso que los suizos habían impedido regatear el lunes o el miércoles porque no les venía bien el viento. Bueno, pues hoy ha arrancado la Copa América, lo ha hecho con 6 nudos de viento, una miseria, y el BMW Oracle ha aplastado al campeón. Así de sencillo. Su barco es un avión. Un cuarto de hora más veloz.
El USA es más rápido que el Alinghi 5 y cuando se trata de correr, la velocidad suele ser definitiva. 1-0 para los americanos y media Copa América para Larry Ellison. Una victoria más y el trofeo se marcha para San Francisco.
La regata admite pocos análisis más allá de las prestaciones de cada barco, un trimarán contra un catamarán.
La competición arrancó de verdad a las 14.35, con 'dial up' incluido, una maniobra clásica del 'match race', del barco contra barco, un cruce entre dos que casi nadie esperaba con colosos de este tipo.
James Spithill buscó el catamarán suizo y le arrancó una penalización en la presalida. Una sanción de este tipo obliga al rival a girar sobre sí mismo. Primer punto para el BMW Oracle.
Bertarelli replicó y su barco salió disparado. Dejó clavado a los americanos en la previa y cogió la salida casi dos minutos antes que el BMW Oracle, 150 metros de distancia, medio kilómetro a los cuatro minutos.
La salida solía ser media regata y ahí ganó el suizo. Ernesto Bertarelli es el dueño del Alinghi y este año es también el timonel. Le avala su experiencia en el lago Lemán de Suiza. Poco le duró la renta. El Oracle masticó su salida, se perfiló contra el viento y en menos de 20 minutos pasó al Alinghi por barlovento como un Ferrari.
60 metros de vela rígida
El barco americano lleva una innovadora vela rígida, el ala más grande jamás construida en la aeronáutica, 60 metros de altura, unos 17 pisos. Con ella, dicen, su trimarán es capaz de triplicar la velocidad del viento. No necesitó más ayuda.
Sin foque y planeando solo sobre uno de sus patines, casi perpendicular al mar, navegó a 21 nudos de velocidad.
En hora y media tomó la boya. El Alinghi 3:21 minutos y 1,6 kilómetros después. Asunto resuelto.
Un paseo a 27 nudos hasta la línea de meta. El BMW Oracle aterrizó a las 17.07 tras dos horas y 12 minutos de regata. 15 minutos y 28 segundos menos que el campeón, una barbaridad.
¿Qué queda ahora?
El Alinghi lo tiene complicado. Ha fracasado con el jefe al mando, así que poco cambio puede haber en la tripulación. La gran incógnita ahora es cuándo se disputará la que puede ser la regata definitiva.
El defender también ha naufragado con las condiciones que a priori más le beneficiaban.
Toca el domingo, pero si les ha costado ponerse de acuerdo para empezar, ¿cuánto les costará acabar?
Rodrigo Terrasa "El Mundo" - Madrid - 12-Feb-2010
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