lunes, 5 de noviembre de 2012

El G-20, Estados Unidos y España


LA reunión de los ministros de Economía y de los gobernadores de los bancos centrales del grupo de las veinte economías más importantes del mundo (G-20), que se celebra en México, se ha convertido en mucho menos relevante de lo que habitualmente son estas convocatorias, que se organizan dos veces al año.


La razón es la inminencia de las elecciones presidenciales en Estados Unidos,
- cuyo resultado será determinante para
- la evolución de la primera economía del planeta.
Aunque la citada reunión del G-20 pueda calificarse de mero trámite, ya que hay ausencias importantes y destacadas, como
- la del secretario del Tesoro estadounidense,
- la del presidente del BCE o
- la de las altas autoridades financieras del gigante
  asiático,
más interesadas en estos momentos por el desarrollo del próximo congreso del Partido Comunista Chino, es importante destacar
- la preocupación expresada por los asistentes sobre
- la situación fiscal de EE.UU
Los diversos portavoces del G-20, en este sentido,
- han alertado sobre
- los riesgos del llamado
-"precipicio fiscal" de
- la primera economía del planeta.
La caída en este precipicio
- se producirá a partir del próximo 31 de diciembre,
- fecha en que expiran importantes rebajas fiscales
  aprobadas en los últimos diez años y
- en que deben entrar en vigor duras medidas de ajuste
  del gasto público.
En conjunto supondrá
- una contracción fiscal de
- 600.000 millones de dólares
- que podría provocar
- una nueva recesión de
- la economía estadounidense que
- afectaría gravemente
- al conjunto de la economía mundial.
De ahí la enorme preocupación por esta cuestión, que
- sólo podría ser suavizada con un nuevo pacto
  presupuestario para los próximos años  entre
 demócratas y republicanos,
- lo que a su vez dependerá del resultado de las
 elecciones a la presidencia de la Casa Blanca
 que se celebrarán mañana, martes.
En lugar de reducir de una tacada cuatro puntos de déficit en el 2013, para
- pasar del 8% del producto interior bruto (PIB)
  al 4% en un año,
- que es lo que supondría dicha contracción fiscal,
- el panorama alternativo que se plantea, pendiente
  de negociarse,
- debería prever la misma reducción en un horizonte
  de tres años como mínimo.
En cualquier caso,
- la reducción del déficit de Estados Unidos resulta
  ineludible
- para contener el incremento de su endeudamiento, que
- equivale al 73% de su PIB y registra
- un ritmo de aumento preocupante en los últimos años.
Este es
- uno de los grandes problemas de la economía mundial
- que aún no ha explotado porque, por el momento,
- China ejerce de gran financiador de esa montaña
  de deuda pública.
La mirada puesta en Estados Unidos no ha hecho olvidar al G-20 los problemas del euro, y en este ámbito, la atención sigue centrada en España y en la conveniencia de que pida el rescate financiero para conjurar el riesgo de que pudiera rebrotar con virulencia la crisis de la deuda pública europea.
En este sentido, es muy importante el llamamiento que ha hecho el secretario general de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) para que, en el caso de que el Gobierno de Mariano Rajoy pida el rescate financiero del país, la Unión Europea conceda su beneplácito inmediatamente, sin fisuras y con un mensaje claro de que el sistema está preparado para llevarlo a cabo sin problemas.
Lo contrario, como es obvio, sería un foco de nuevos problemas para todos.
Editorial - La Vanguardia - Barcelona - 5-Nov-2012

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