sábado, 24 de noviembre de 2012
Filósofos e ingenieros
Cuando Xi Jinping fue designado nuevo líder de China las semana pasada, una de las cosas que más me llamó la atención de su currículo es que es ingeniero.
Más exactamente, es un ingeniero que ha reemplazado a otro ingeniero como líder del país más poblado del mundo.
En Occidente, la mayoría de los presidentes son abogados, que en casi todos los casos hablan bonito.
El presidente de Estados Unidos es un abogado graduado en Harvard, quien recientemente fue reelecto tras derrotar a Mitt Romney, otro abogado graduado en Harvard.
El presidente mexicano Felipe Calderón es abogado, y será reemplazado el 1º de diciembre por Enrique Peña Nieto, otro abogado.
España también está gobernada por un abogado que reemplazó a otro abogado.
En Sudamérica, aunque hay un número creciente de economistas, militares retirados y ex guerrilleros en la presidencia,
- la mayoría de los palacios presidenciales han sido
habitados
- desde hace mucho tiempo por abogados.
El nuevo líder chino, Xi, es un ingeniero químico que fue designado por el Congreso Nacional del Partido Comunista para reemplazar a Hu Jintao, un ingeniero hidráulico, que a su vez reemplazó al presidente Jiang Zemin, un ingeniero eléctrico.
- ¿Por qué es interesante todo esto?
No se trata de que los ingenieros sean mejores gobernantes (no siempre lo son) ni de incurrir en generalizaciones -como que
- los ingenieros solucionan problemas,
- mientras que los abogados viven de los problemas -
sino de reflejar el hecho de
- la ingeniería es mucho más popular en China y otros
países asiáticos que en Occidente.
Eso es importante porque
- estamos viviendo en una economía global basada en el conocimiento,
- en la que las patentes de nuevas invenciones,
- producidas en general por ingenieros, científicos y técnicos-
- generan a las naciones mucho más riqueza que las materias primas.
- Los ingenieros y científicos que desarrollan nuevos productos
- están en mayor demanda que nunca.
El mes pasado, durante un viaje a China, visité la Universidad Tsinghua de Pekín, una de las más prestigiosas de China, y me enteré de que
- el 72% de sus estudiantes de licenciatura, maestrías
y doctorados
- están inscriptos en las escuelas de ingeniería
y ciencias duras,
- mientras que tan sólo el 28% estudia humanidades
o ciencias sociales.
Según datos de la Fundación Nacional de la Ciencia de Estados Unidos, mientras
- el 31% de todos los graduados universitarios de China
se especializan en ingeniería,
- la cifra comparativa en nuestro país es tan sólo
del 5%.
En la mayoría de los países latinoamericanos,
- la primacía de las humanidades y ciencias sociales
- sobre la ingeniería y ciencias duras es mayor.
Nuestras universidades producen
- demasiados filósofos y psicólogos,
- y demasiado pocos ingenieros.
La última vez que miré las cifras de la Universidad de Buenos Aires, una de las más grandes de Latinoamérica, tenía
- 29.000 estudiantes de psicología y
- 8.000 estudiantes de ingeniería,
- lo que equivale a producir 3 psicólogos para curar
los problemas de cada ingeniero.
"En Occidente, los jóvenes prefieren ir al dentista antes que estudiar ingeniería", bromea David E. Goldberg, profesor emérito de ingeniería de la Universidad de Illinois, y fundador de un movimiento para modernizar la enseñanza de ingeniería.
"Abogacía, administración de empresas y medicina -casi cualquier cosa antes que ingeniería- parecen ser las carreras preferidas de los jóvenes de hoy".
La receta de Goldberg: hacer el estudio de la ingeniería más divertido, y más creativo. "En lugar de empezar la carrera de ingeniería con la parte creativa, estamos empezándola con matemáticas, ciencia y toda la parte abstracta, y eso hace que deserte casi el 50% de los alumnos", me comentó Goldberg.
Mi opinión
Cada vez que escribo que
- deberíamos producir más ingenieros y científicos y
- tal vez menos filósofos.
- Muchos lectores me señalan que en sus países
- no hay salida laboral para los jóvenes ingenieros.
"¿Para qué sacrificarse con un estudio tan difícil y terminar manejando una taxi?", me dicen.
Pero en la mayoría de los casos eso no es cierto.
Cada vez
- más empresas se quejan de la escasez de ingenieros
- bien preparados en sus países.
Y la experiencia de China, India, Taiwán y otros países asiáticos revela que
- la producción masiva de ingenieros
- da buenos resultados:
- muchos de esos países empezaron a
- producir grandes números de ingenieros
- sin preocuparse demasiado si conseguirían empleo,
- y los empleos aparecieron después.
- Las empresas multinacionales llegaron
- al poco tiempo para aprovechar
- la gran masa de graduados en ingeniería.
No creo que debamos ver a Xi ni a la dictadura china como modelos políticos.
Pero el hecho que
- China esté gobernada por ingenieros
- y que los estudiantes chinos
- se vuelquen masivamente a la ingeniería
- debería servirnos de recordatorio de
- la necesidad de producir más ingenieros, y
- de hacer que la ingeniería sea
- un estudio más divertido.
Andrés Oppenheimer - El País - Montevideo - 24-Nov-2012
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