miércoles, 7 de noviembre de 2012

Por qué el mundo prefiere a Obama


Se le considera un hombre verdaderamente dispuesto a abrazar el diálogo para resolver conflictos


A lo largo de la campaña, Mitt Romney ha dado a entender en reiteradas ocasiones que, como Presidente, Barack Obama
- ha seguido una política de contemporización con el
  mundo islámico, lo que,
- junto con los recortes del gigantesco presupuesto
  de Defensa que ha propuesto,
- habría colocado a Estados Unidos en una posición más
  débil y más vulnerable
- a un ataque exterior.
Romney insinuaba así que, en el fondo,
- Obama no defiende los intereses de América
  como debiera.
Esta forma de hablar abunda en
- esa idea manejada desde algunos sectores políticos
  y medios de comunicación según la cual
- Obama no es en realidad un norteamericano de pies
  a cabeza, sino
- un musulmán nacido en Kenia que, con los años,
- se ha hecho con una partida de nacimiento adulterada.
- Un disparate así es creído por millones de
  estadounidenses, en una demostración deprimente de
- el páramo intelectual en el que se mueve
- una importante minoría de ciudadanos,
- en su mayoría blancos de clase media baja-,
- por no hablar de su distanciamiento de la política.
Pero más allá de la palabrería propia de una campaña,
- ¿Qué posición ocupa realmente Estados Unidos en
  el mundo, cuatro años después de que Bush dejara
  el poder?
El hecho cierto es que la mayor parte del tiempo que Obama ha pasado en la Casa Blanca lo ha empleado en
- lidiar con las calamitosas chapuzas que su antecesor
  dejó tras de sí,
- incluidas las desastrosas guerras de Irak y
  Afganistán, el limbo legal de Guantánamo y
- las implicaciones morales de ciertos aspectos de
  la actual guerra contra Al Qaeda, como
- la decisión de la Administración Bush de
- legalizar determinadas formas de tortura y
- las entregas de sospechosos de terrorismo,
- al margen de toda norma.
Obama heredó, asimismo,
- una economía en profunda crisis.
El Presidente ha dedicado gran parte de su tiempo a
- combatir la recesión y
- liberar a la nación de sus onerosos compromisos en
  el extranjero.
Y teniendo en cuenta este sombrío panorama,
- ha obtenido un extraordinario grado de éxitos.
- Sacó al ejército estadounidense de Irak y lo
  ha situado
- en vías de emprender la retirada de Afganistán
  en 2014;
también supervisó
- la operación que acabó con Bin Laden y docenas
  de otros destacados terroristas de Al Qaeda; y
- ha puesto fin a las entregas y torturas de
  sospechosos.
Sin embargo,
- sigue en pie Guantánamo,
- una espina en su haber y
- una fuente de oprobio a escala internacional.
Y, por supuesto,
- ni Afganistán ni Irak pueden considerarse victorias
  de la política de Estados Unidos,
- sino más bien retiradas tácticas.
Por todo ello,
- éste es un tiempo particularmente difícil para EE.UU.
En contraste con
- el formidable ascenso de China,
- los reveses sufridos por Norteamérica han dado lugar
- a una percepción, extendida a escala internacional,
  de que la nación
- se precipita hacia una decadencia mortal y de
  que pronto
- será superada por China como
- la superpotencia mundial N°1.
Esta forma de pensar ha generado
- un clima de mayor competencia regional
por la influencia de potencias como Rusia, Pakistán, India, Irán, Israel, Turquía, Arabia Saudí y Brasil.
Y en determinadas zonas,
- esta idea ha impulsado
  - nuevas tensiones e inestabilidad,
- amenazando con nuevos y futuros conflictos
- dentro de un cierto tiempo.
Aún así, en buena parte del mundo
- se reconoce a regañadientes que
- EE.UU. sigue siendo
- la superpotencia internacional
- de referencia.
Ahora bien, existe una sensación ampliamente compartida de que
- las ambiciones internacionales de China están relacionadas
  principalmente con interés económico y, a pesar de todas
  las críticas a las intromisiones de los norteamericanos,
  se impone asimismo la idea de que
- Estados Unidos es la única potencia mundial
- con la voluntad política de
- perseguir reformas democráticas.
Por supuesto,
- nadie se refiere hoy en día a Rusia
- como una nación a imitar.
Obama sigue siendo
- objeto de controversia.
Y para quienes están molestos por
- su incapacidad para cerrar Guantánamo y
- su intensificación de la guerra mediante
- el uso de mortíferos aviones no tripulados
- contra sospechosos de Al Qaeda en países como
- Pakistán, Somalia y Yemen,
- no es más que un "hombre de la casa",
- alguien que habla con más elegancia que su
  predecesor, pero
- que profesa igual adhesión a
- la misma meta fundamental,
- que no es otra que
- la de asegurar la hegemonía
- de Estados Unidos
- sobre el resto del mundo,
- pasando por encima
- de los principios.
Pero, más allá de este escepticismo sentido por muchos, lo cierto es que
- en los países sobre los que he informado en el último año -
- entre ellos Siria, Libia, Líbano y Sudán-,
- la mayoría de la población parece reconocer
- una diferencia fundamental
- en la actitud de Obama hacia el resto del mundo.
De entrada, por
- una mayor resistencia al uso del poderío militar
  norteamericano.
El Presidente es considerado
- un hombre verdaderamente dispuesto a
- abrazar el diálogo como medio de resolver conflictos.
Este enfoque es especialmente evidente en su acercamiento a Irán.
En los países en los que la Primavera Árabe ha reportado un cambio espectacular -Túnez, Egipto, Yemen y Libia-, y allí donde hay una guerra civil en curso -como es el caso de Siria-,
- la valoración es más heterogénea.
Hace poco participé en Italia en una reunión de expertos con una destacada figura de la oposición siria. En su discurso de introducción,
- criticó a Estados Unidos por no ayudar a la insurgencia
  siria contra el régimen de Al Assad.
Sugirió que
- la "hipocresía occidental" era responsable de la muerte
  de "miles de niños sirios" porque,
- al hacer oídos sordos a "las súplicas de ayuda del pueblo
  sirio", no había hecho nada.
Cuando me llegó el turno de palabra,
- le pregunté qué tipo de ayuda quería de Occidente:
- ¿dinero en efectivo, armas de fuego, misiles
  termodirigidos, qué exactamente?
El sirio se mostró irritado y respondió que,
- como patriota sirio, no quería injerencias extranjeras,
  y mucho menos estadounidenses en su país y que no
  estaba pidiendo eso.
- ¿Qué quería, entonces?
- "Solidaridad, sinceridad",
- dijo, pero no sonó muy convincente.
Fue un diálogo poco satisfactorio y terminó con una incertidumbre que dejó a nuestra audiencia en el limbo.
Lo saco a relucir aquí porque creo que
- ilustra el momento actual del mundo;
- un momento de gran fluidez e incertidumbre,
- un momento en el que EE.UU. está tratando de
- mantener un nivel necesario de fuerza en el exterior
- al tiempo que proporciona seguridad a sus ciudadanos,
  en circunstancias muy difíciles.
Obama ha sido
- un líder pragmático, racional y no muy emocionante.
- No es un Presidente belicoso.
En el extranjero,
- muchas personas parecen entenderlo también así.
Allí donde se han realizado encuestas de opinión, cuando a los encuestados se les ha pedido que elijan entre Romney y Obama,
- la mayoría siempre ha elegido a Obama.
Jon Lee Anderson - El Mundo - El Mercurio - Sgo. de Chile - 7-Nov-2012 

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