jueves, 8 de noviembre de 2012

La agenda para los próximos cuatro años


La reelección de Barack Obama es un triunfo personal para el primer afroamericano que ocupa la presidencia de los Estados Unidos.

Su victoria también marca
- un cambio profundo en las tendencias políticas del país
  que promete
- destrabar el empate político y la polarización que tanto
- han marcado a Washington en los últimos años.
Para afianzar ese objetivo, el Presidente tendrá que
- moverse con decisión y destreza con tal de completar
 la agenda que
- se propuso hace cuatro años como el candidato del cambio.
El Mandatario logró mantener su ventaja en todos los estados que ganó en 2008, con la excepción de Indiana y Carolina del Norte, obteniendo a su vez todos los estados competitivos que estaban en juego como Florida, Virginia y Ohio, a pesar de
- una inversión multimillonaria por intereses económicos
  contrarios a su gestión
- en una campaña publicitaria sin precedentes.
Pero tan importante como la victoria del Presidente fue
- el éxito de su partido en resguardar e incluso aumentar
  su mayoría en el Senado, aun cuando
- los demócratas defendían 23 escaños contra sólo 10
  por parte de los republicanos.
En varios casos
- los demócratas elegidos representan el ala más progresista
  del partido, mientras que
- los republicanos perdieron candidatos que habrían
  fortalecido el ala más conservadora de ese partido.
- Si Obama es el gran ganador,
- el Tea Party es probablemente el gran perdedor,
al no poder consolidar un bloque de ultra derecha en la Cámara Alta y al ver que el electorado, mas allá de su base en las primarias, rechazó sus posturas ideológicas.
La victoria de Obama representa
- el triunfo de sectores de la sociedad que apoyan una acción
  decisiva por parte del Estado en
- incentivar la recuperación económica, garantizando
  mayores oportunidades para
- una sociedad que ha visto una caída significativa en
  los estándares de vida de sectores de la clase media.
Con su reelección,
- la reforma emblemática al sistema de salud seguirá vigente
  y no podrá ser desautorizada, como lo prometió el
  candidato republicano Mitt Romney.
Pero más allá de los temas contingentes,
- la reelección de Obama representa
- un cambio generacional que refleja
- las actitudes más tolerantes de votantes jóvenes y
- un fuerte apoyo a las políticas demócratas
- por parte de grupos minoritarios como
- los afroamericanos y los latinos, quienes
- rápidamente se están convirtiendo en
- la nueva mayoría en el país.
- La labor del Presidente
- no va a ser fácil.
La Cámara de Representantes sigue en manos de los republicanos y John Boehner, el presidente de la Cámara, a diferencia del propio Romney,
- no mostró una actitud conciliadora al conocerse los
  resultados de la elección.
- Todo lo contrario, emplazó al Presidente a
- mandar proyectos de ley al Legislativo
- que tomaran en cuenta las posturas de
- el Partido Republicano en temas clave como
- la reforma tributaria,
- la resolución del déficit fiscal,
- estímulos al crecimiento económico,
- el empleo y
- la agenda social como será la reforma migratoria.
Está muy claro que los dirigentes republicanos no quisieron buscar acuerdos con el Presidente en su primer período ya que su objetivo principal, como lo señaló Mitch McConnell, el dirigente de la bancada republicana en el Senado, era asegurar que Obama no lograra la reelección.
Al volver con un mandato fuerte, el Presidente crece políticamente.
Ahora puede enviarle al Senado sus medidas legislativas y emplazar a la Cámara a entablar una negociación genuina y responsable.
- Frente a esa contingencia es muy probable que los
  republicanos tengan que ceder;
- si no corren el riesgo de pagar un costo político aún
  más alto por su intransigencia.
Es más, sectores importantes del empresariado que acompañaron la estrategia de los grupos duros del Partido Republicano y buscaron la derrota de Obama ya están cayendo en cuenta que
- ni a ellos, ni al país, les conviene
- correr el riesgo de no buscar
- como evitar el "precipicio fiscal",
- al no concordar en la elaboración de reformas
  sensatas para reducir el déficit que
- por fuerza tendrían que contemplar aumentos en
  los impuestos para sectores de mayores ingresos
como ha propuesto el Presidente.
Éste ya no tendrá que reelegirse y buscará cómo afianzar su legado histórico.
Si el Partido Republicano
- no modera sus políticas después de haber igualado
  al Partido Demócrata en apoyo popular en los últimos
  15 años,
- podría nuevamente pasar a ser un partido regional
  y minoritario,
- suerte que también sufrió después de la Gran
  Depresión de los años treinta del siglo pasado.
Arturo Valenzuela - El Mercurio - Sgo. de Chile - 8-Nov-2012



No hay comentarios: