Aunque tal afirmación se da de bofetadas con el hecho de que seis de los diez flamantes conselleiros fuesen, hasta su nombramiento, diputados del PP en el Parlamento de Galicia o en las Cortes y una más sirviese de concejala popular en A Coruña, lo cierto es que el juicio dice mucho más sobre "cómo piensan" quienes lo hacen que sobre "cómo son" aquellos hacia quienes se dirige.
Y es que considerar que un miembro del Gobierno que sabe del asunto para el que ha sido nombrado conselleiro es, por tal razón, "un simple técnico", no indica sino el punto hasta el cual nos hemos acostumbrado a que cualquiera pueda ir a cualquier puesto aunque lo desconozca todo sobre sus futuras responsabilidades.
Así las cosas, y por más que no se diga, lo que en realidad ha llamado la atención es la forma en que Feijoo ha formado su Gobierno. El nuevo presidente se ha separado del criterio hoy dominante -que podríamos llamar "Pinito del Oro", tomando el nombre de una de las famosas trapecistas españolas de la historia-, criterio que exige componer el Ejecutivo combinando todos los equilibrios nacidos de ese neocorporativismo que arrasa hoy la sociedad:
- entre facciones,
- territorios,
- sexos y,
- ya puestos, entre generaciones del partido.
Frente a esa forma de actuar -de la que nuestro ya olvidado bipartito dio muestras excelentes, pues multiplicó por dos todos los equilibrios apuntados, al añadirles el que hubo que hacer entre los socios del Gobierno- Feijoo ha optado por poner en las diez consellerías a personas que tienen en sus respectivas responsabilidades formación profesional y experiencia de gestión acreditada.
Y así, vemos por fin un Gobierno en el que todos los conselleiros tienen una profesión, cosa que -ya lo comprendo- deja algo corridos a los que llevan muchos años viviendo de la política porque no podrían vivir de nada más.
- ¿En qué se fija un padre cuando les está buscando a sus hijos un colegio o qué tiene en cuenta un empresario cuando selecciona al personal?
- ¿En el sexo de los profesores o en el lugar de nacimiento de los que solicitan el empleo?
NO. Se fijan sobre todo en
- la capacidad y
- la experiencia
- de los unos y los otros.
Es curioso, por eso, como hemos aceptado que lo que rige con carácter general no se aplique en la política. Y lo es también que cuando alguien lo aplica sea tan ampliamente incomprendido.
-¿Garantiza el criterio seguido por Feijoo para formar Gobierno el éxito de la nueva Xunta de Galicia?
Es obvio que no. Como lo es que supone, sin duda, un buen comienzo.
Roberto Blanco Valdés - "La Voz de Galicia" - Sgo. de Compostela - 22-Abr-2009
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