miércoles, 22 de abril de 2009

"Slumdog millionaire" y los emprendedores

En medio de la crisis internacional donde se plantean los más duros discursos contra el capitalismo,
- donde se sostiene que solamente el Estado puede salvar al mundo de la hecatombe producida por la búsqueda de ganancias,
- donde avanza el intervencionismo estatal quedándose con ciertos bancos, subsidiando a los fabricantes de automóviles o considerando la estatización del comercio de granos,
un fuerte mensaje en sentido opuesto proviene, "of all places" , nada menos que del cine, una fortaleza socialdemócrata.
Claro que en este caso viene de Bollywood , como se denomina a la industria cinematográfica de la India, país donde la pobreza es en serio, y no de Hollywood, donde abunda la riqueza como también las ideas de que hay que redistribuir el dinero de los demás.
"Slumdog millionaire" , que acaba de llevarse la estatuilla del Oscar a la mejor película, es un canto al "espíritu emprendedor" del capitalismo.
La descripción de la vida de Jamal Malik, un "perro callejero abandonado" como podría tal vez traducirse la palabra slumdog, es una carrera desde lo más profundo del pozo de la vida en un suburbio de la ciudad india de Bombay, donde la miseria y la violencia son la experiencia diaria que tres niños tienen que aprender a sobrevivir por sus propios medios.
El Estado benefactor, luego de décadas de discurso socialista en la India, no aparece es estos días por ningún lado. Al contrario, aparece en la forma de policías torturadores quienes son encargados de averiguar qué trampa realiza Jamil en el concurso de preguntas y respuestas.
La basura por doquier, la falta de higiene mínima, los "señores poderosos" podrían ser interpretados como una condena a la modernidad. Pero todo lo contrario es el espíritu de la película.
Jamil no se queja de su situación, no pretende que se debe a la riqueza de otros, no reclame ningún derecho colectivo o "social" por medio del cual alguien debería garantizarle la enormidad de cosas que le faltan.
Sabe que tiene que salir por sus propios medios. Es verdad que utiliza, algunas veces, métodos incorrectos, como robar por ejemplo, pero a diferencia de su hermano trata de salir adelante por medios honestos.
Y no es el resultado final del concurso el que lo saca de la miseria, ya antes había sido capaz de conseguir un trabajo en la formalidad, aunque ms no sea sirviendo té a los empleados de un call center.
Pero era un trabajo honesto que ya lo había sacado de lo más bajo.


Sin piquetes ni reclamos
No hubo piquetes, no hubo reclamos, no hubo envidias por la mejor situación de otros, solamente el esfuerzo personal para sobrevivir en primer término, y para progresar después.
En buena medida Slumdog se parece a "En busca de la felicidad" aquella película de Will Smith basada en una historia real, quien a pesar de ser pobre y quedar a cargo de su único hijo, lucha contra la adversidad. En aquel film, el protagonista hace denodados esfuerzos para vender escáneres en hospitales y sostener a su hijo, termina varias veces en centros de caridad, pero finalmente prospera, no ya a través de un concurso sino capacitándose como broker y teniendo éxito en el mercado de capitales.
El espíritu es el mismo, es el de "entrepreneur", el sentido de empresarialidad de quien busca progresar sin importar el tamaño de los obstáculos. Así son los emprendedores. Y estos son el motor del capitalismo.
Normalmente llamamos "empresario" a aquel que ya tiene recursos y una empresa de cierta magnitud, pero el espíritu entrepreneur puede estar presente en cualquiera, no hacen falta recursos para ello.
Son emprendedores que no esperan que solucionen sus problemas sino que tratan de resolverlos por si mismos. No necesitan del padrinazgo de un dirigente político, sino simplemente que remuevan las barreras que le impiden ascender.
En un reciente número de la revista inglesa The Economist , se muestra que desde 1990 a la fecha alrededor de 1.200 millones de personas han superado la línea de la pobreza.

De ellas, aproximadamente unos 617 millones están en la China y alrededor de 117 millones en la India.
En ambos casos luego de que "se liberaron" sus economías permitiendo florecer el espíritu emprendedor. El mismo que muestra "el perro de la calle" vuelto a millonario.

Martín Krause - ESEADE - Buenos Aires - 22-Abr-2009

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