En 1962, en plena Crisis de los Misiles con la Unión Soviética, el Presidente John F. Kennedy abandonó abruptamente una reunión de emergencia en la que se estaba tratando el conflicto.
¿Qué podía ser más importante para el Mandatario que la crisis que tenía al mundo al borde de un enfrentamiento nuclear?
Recibir un informe de un comité de ayuda a los discapacitados mentales.
La creación de ese órgano fue uno de los tantos logros que Eunice, hermana de JFK, alcanzó durante su trabajo a favor de los discapacitados mentales, labor que quedará como el gran legado de esta mujer que falleció ayer a los 88 años, en el estado de Massachussets, tras sufrir una serie de infartos.
Cuando JFK llegó a la Casa Blanca, Eunice le insistía tanto sobre la urgencia de ayudar a los discapacitados mentales que Robert Kennedy, entonces Fiscal General, una vez señaló: "El Presidente Kennedy solía decirme 'démosle a Eunice lo que ella quiera con tal de que no llame más y me pueda dedicar a los asuntos de gobierno'".
Joseph Kennedy, el patriarca del clan, dijo que Eunice era la "más brillante y la mejor" de sus cinco hijas. Incluso Ethel, casada con Robert, pensaba que Eunice tenía un potencial presidencial: "Reconozcámoslo, ella hubiera sido la mejor Presidente de Estados Unidos".
Pero Eunice siempre estuvo lejos de la política. El escritor Thurston Clarke, quien ha investigado a los Kennedy, señala a "El Mercurio" que "no hay ninguna instancia en la que Eunice hubiera tenido alguna influencia en las políticas de John y Robert Kennedy".
En los Kennedy, la política estaba reservada para los hombres, y Eunice prefirió volcar su vida hacia la ayuda a los discapacitados mentales, inspirada en su hermana mayor, Rosemary, quien nació con un ligero retraso mental. Tras ser sometida a una lobotomía, a los 23 años, Rosemary quedó completamente discapacitada.
Durante más de un año Eunice presionó a su familia para que se revelaran públicamente los problemas de Rosemary. Y lo hizo ella misma, a través e un artículo que escribió en el Saturday Evening Post, en 1962: "Desde que nació Rosemary era diferente (...) Rosemary era retardada mental".
Desde entonces, Eunice inició una larga lucha para ayudar a los discapacitados mentales, alcanzando uno de sus máximos hitos con la creación, en 1968, de los Juegos Paralímpicos, competencia en la que hoy participan más de 3 millones de personas.
En 1993, la revista US News and World Report, resumió así la labor social de Eunice: "Cuando se juzgue plenamente el legado de los Kennedy, incluidos
Cuando JFK llegó a la Casa Blanca, Eunice le insistía tanto sobre la urgencia de ayudar a los discapacitados mentales que Robert Kennedy, entonces Fiscal General, una vez señaló: "El Presidente Kennedy solía decirme 'démosle a Eunice lo que ella quiera con tal de que no llame más y me pueda dedicar a los asuntos de gobierno'".
Joseph Kennedy, el patriarca del clan, dijo que Eunice era la "más brillante y la mejor" de sus cinco hijas. Incluso Ethel, casada con Robert, pensaba que Eunice tenía un potencial presidencial: "Reconozcámoslo, ella hubiera sido la mejor Presidente de Estados Unidos".
Pero Eunice siempre estuvo lejos de la política. El escritor Thurston Clarke, quien ha investigado a los Kennedy, señala a "El Mercurio" que "no hay ninguna instancia en la que Eunice hubiera tenido alguna influencia en las políticas de John y Robert Kennedy".
En los Kennedy, la política estaba reservada para los hombres, y Eunice prefirió volcar su vida hacia la ayuda a los discapacitados mentales, inspirada en su hermana mayor, Rosemary, quien nació con un ligero retraso mental. Tras ser sometida a una lobotomía, a los 23 años, Rosemary quedó completamente discapacitada.
Durante más de un año Eunice presionó a su familia para que se revelaran públicamente los problemas de Rosemary. Y lo hizo ella misma, a través e un artículo que escribió en el Saturday Evening Post, en 1962: "Desde que nació Rosemary era diferente (...) Rosemary era retardada mental".
Desde entonces, Eunice inició una larga lucha para ayudar a los discapacitados mentales, alcanzando uno de sus máximos hitos con la creación, en 1968, de los Juegos Paralímpicos, competencia en la que hoy participan más de 3 millones de personas.
En 1993, la revista US News and World Report, resumió así la labor social de Eunice: "Cuando se juzgue plenamente el legado de los Kennedy, incluidos
- la Alianza para el Progreso del Presidente John,
- la pasión de Robert por los derechos civiles,
- los esfuerzos de Edward por la asistencia médica, los derechos laborales y los refugiados,
- los cambios promovidos por Eunice se verán como los de consecuencias más perdurables".
Dijo Barack Obama:
"Será recordada como una mujer extraordinaria, que enseñó a nuestro país y al mundo que ninguna barrera física o mental puede detener el poder del espíritu humano".
Editorial - "El Mercurio" - Sgo. de Chile - 12-Ago-2009
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