La niña con sal marina en la sangre

Una adolescente holandesa de 13 años quiere dar sola la vuelta al mundo en velero. Un tribunal familiar debate si retira la custodia a los padres por permitir la aventura.
Algunos la describen como bella sirenita. Otros la festejan como la respuesta holandesa a la descarada Pippi Calzaslargas.
Y hay quienes ven en Laura Dekker, de 13 años, a una mocosa encaprichada, que hace lo que quiere con sus padres y las autoridades.

POCAS historias han desatado un debate tan intenso en Holanda en los últimos tiempos como la resolución de esta adolescente, que quiere convertirse en la persona más joven en dar la vuelta al mundo navegando en solitario.
Un tribunal familiar está estudiando ahora la posibilidad de retirar a los padres la custodia de la menor. Protección de Menores argumenta que el viaje, que está previsto que dure 2 años, violaría el "derecho de Laura"
- a desarrollar una personalidad estable a través de la educación,
- el contacto con personas de su edad y la ayuda de los adultos".
Será el viernes cuando el tribunal familiar en Utrecht tome una decisión, la cual es esperada con gran expectación. "Y es que en este caso se trata del principio", explicó la profesora de Derecho Christina Jeppesen de Boer de la Universidad de Utrecht.
- "¿Quién decide sobre un niño?
- ¿Los padres o el Estado?".

Está claro que las autoridades tienen que intervenir cuando un menor está abandonado o es maltratado. "Pero aquí la pregunta es si el Estado debe intervenir cuando se trata del enorme deseo de un niño, que es apoyado por sus padres".

No pocos holandeses ven en el proceso un ejemplo de lo que para ellos es un empeño excesivo del Estado en participar en la educación. El hecho de que el caso haya generado tanto revuelo lógicamente se debe también a que el intrépido plan de Laura se topa con un consenso básico de la sociedad holandesa marcada por el calvinismo.

Ya desde pequeños se les inculca: "Doe maar gewoon, dan doe je al gek genoeg" (Quédate normal, que así ya serás lo suficientemente loco)". Pero "normal", en el sentido de "promedio", evidentemente no es esta apasionada navegante rubia, que sigue el juicio con visible disgusto.

Laura tiene "sal marina en la sangre", argumentó el abogado de la familia, Peter De Lange.
- "Nació sobre un velero en Nueva Zelanda.
- Y pasó los primeros cuatro años de su vida en alta mar".
En aquel entonces, sus padres se encontraban navegando alrededor del mundo y en el tercer año de aquel viaje nació Laura. Así, esta "ninfa del mar" está en contacto con la navegación desde la más temprana infancia. Expertos certifican que la niña "controla con absoluta seguridad" su yate de 8,30 metros de eslora, del tipo Hurley 800.

Y los psicólogos explicaron que el peligro de depresiones a causa de la soledad es comparativamente bajo, dado que Laura atracará en puertos una y otra vez y allí estará en contacto con mucha gente.

Además, estará constantemente conectada "al resto del mundo" a través de internet por conexión satélite. Pero todas estas consideraciones pasan por alto la cuestión central de la que trata el juicio, señaló el abogado De Lange. "Y ésa es si es realmente malo que los padres posibiliten a su hijo vivir su pasión".

Para los Dekker, la respuesta es clara. En el caso de que el tribunal decida en su contra, tienen preparada una salida. Laura tiene desde su nacimiento también la nacionalidad neozelandesa.

En el caso de que sea necesario, podría mudarse allí con sus padres y así partir a la mar desde un país con otro sistema legal, comunicó el abogado.

Y es que el fallo del tribunal familiar podría acabar con la niña en un hogar para menores, por lo que no llegaría a cumplir su sueño de ser la persona más joven en dar la vuelta al mundo navegando en solitario.

La marca que Laura quiere superar a toda costa fue establecida en julio por el californiano Zac Sunderland. Tras alrededor de 400 días en alta mar, llegó con su yate de 11 metros de eslora a Los Ángeles.

El itinerario de Laura ya está pensado al detalle.
- Primero, irá de Holanda hacia el sur.
- Desde Marruecos cruzará el Atlántico.
- Atravesará el Canal de Panamá hasta el Pacífico.
- Luego pasará por el norte de Australia y por el sur de Sri Lanka y la India.
- A partir de ahí, el viaje podría ponerse delicado.

Para llegar desde el Océano Índico al Mar Rojo y, desde allí, hasta el Mediterráneo pasando por el Canal de Suez, debe pasar por Somalia, una zona repleta de piratas.

Información - "DEIA" - Bilbao - 26-Ago-2009