También le afecta a España
El nuevo acuerdo militar entre EE.UU. y Colombia afecta directamente a España, que guarda un aparente silencio ante esa encrucijada capital de las nuevas rutas del tráfico mundial de drogas.
La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), el organismo de Naciones Unidas que vela por el cumplimiento de los tratados contra las drogas ilícitas, reveló hace meses que «los carteles del narcotráfico, en Colombia, Perú y Bolivia, habían concentrado sus esfuerzos en Europa», con la apertura de nuevas rutas.
- La droga parte de las Américas en avión,
- es desembarcada en África y
- llega a Europa a través de los Balcanes y España.
Todavía es reciente asimismo el descubrimiento de armas de las FARC compradas en Suecia por Venezuela, coincidiendo con las confesiones de un dirigente de la guerrilla colombiana, en las que contaba cómo los narcotraficantes habían financiado la campaña ecuatoriana de Rafael Correa.
Uno de los objetivos estratégicos del nuevo acuerdo militar entre EE.UU. y Colombia es facilitar la vigilancia, control y eventual «seguimiento» de las rutas aéreas de los narcotraficante.
Washington ya tiene instalaciones en Aruba, Bonaire, Curaçao, Trinidad y Tobago. Perdida la base de Manta, en Ecuador, las nuevas instalaciones militares en Colombia están llamadas a ser un peón básico.
Tras el apoyo recibido por el presidente Uribe en cinco países americanos, la Unión de Naciones Suramericanas dará su propia opinión.
Las idas y venidas de militares, consejeros y diplomáticos rusos e iraníes, quizá confieran al rearme de Venezuela y al nuevo acuerdo entre EE.UU. y Colombia un lejano perfume de «guerra fría»; cuando la guerra caliente del tráfico de drogas afecta directamente a España, aunque se comporte con cierto sonambulismo ante tales cuestiones estratégicas
JUAN PEDRO QUIÑONERO - "ABC" - Madrid - 8-Ago-2009
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