miércoles, 30 de septiembre de 2009

La mujer más poderosa del mundo

Si la vida es injusta, la política es pérfida. No para Ángela Merkel, que se merece la victoria que acaba de obtener en Alemania por su labor sólida, seria y, sin embargo, afectuosa, al frente de la Cancillería.

Pero los socialdemócratas no se merecían el batacazo que se han pegado -¡una bajada de once puntos!-, ya que han sido unos socios de coalición honestos, leales y, sobre todo, patriotas, dejando a un lado los intereses partidistas, para sacar al país del foso al que le había llevado la crisis económica.
Ello les ha valido,
- por una parte, que su ala más radical, capitaneada por Lafontaine, se uniese a los ex comunistas del Este para
formar una Izquierda agresiva y vociferante que asustó al electorado, y
- por la otra, que los laureles se los llevase la cancillera como cabeza de coalición.
El único consuelo de los socialdemócratas es que el trabajo está hecho y la labor, cumplida. Lo peor de la crisis parece haber pasado. El Producto Social Bruto alemán creció un 0,7 por ciento el segundo trimestre, que anualizado representa un 1,2 por ciento, poco, pero es la primera luz al fondo del túnel.
La confianza de los consumidores ha crecido y la pérdida de puestos de trabajo, atenuado. Tanto o más importante: se ha mantenido la paz social, nadie grita «¡A la guillotina con los culpables!» ni clama por nacionalizaciones, aunque se hayan hecho algunas sin confesarlo.
Buena prueba de este ambiente ha sido la campaña electoral, una de las más apacibles que se recuerdan, pese a las circunstancias hasta cierto punto dramáticas que reinaban. Sin duda la influencia sosegada de la Cancillera ha tenido mucho que ver con ello. Pero de nada hubiese servido si los socialdemócratas no hubieran aceptado el segundo puesto en su gabinete y responsabilizado de alguna de las medidas más duras, como acudir en ayuda de los bancos, pese a no encajar en su ideario. O sea que les corresponde buena parte del éxito, aunque las urnas no les hayan hecho justicia. Que su candidato, Frank-Walter Stenmaier, haya sabido encajar la derrota con deportividad, no hace más que agrandar su mérito.

¿Por qué Ángela Merkel quiere cambiar de socio de coalición, si la presente ha funcionado?,
es la primera pregunta que se hace mucha gente, incluidos bastantes cristianodemócratas. Ella misma lo ha dicho en infinidad de ocasiones, con esa sencillez que se gasta:
- porque piensa que si lo peor de la crisis requería una especie de «gobierno de salvación nacional», que sólo podía lograrse con el otro gran partido,
- para la recuperación necesita alguien más amigo del mercado y de la empresa, que son los creadores de auténticos puestos de trabajo, ya que los subsidios a parados sirven para aliviar su dolor, pero a la larga sólo significan arrastrar su miseria.
- Y para esta nueva etapa, nada como los liberales, partidarios de rebajar los impuestos y ayudar a los empresarios.
Teóricamente es así. Pero en la práctica habrá que verlo. Pues quedan muchas incógnitas.
- La primera, si lo peor de la crisis realmente ha pasado. Son bastantes lo que piensan que estamos en una especie de calma chicha de ella, y que cualquier paso en falso que se dé volverá a desencadenar la galerna. O sea, que nada de alegrías.
- Por otra parte, los problemas no son sólo económicos, sino también sociales, aún más difíciles de resolver. Me ha sorprendido que una de las primeras preocupaciones de los alemanes de cualquier clase social o tendencia política sea la alta cuota de inmigrantes, muchos de ellos musulmanes, que están resultando inasimilables, pese a llevar allí dos o más generaciones y a las facilidades que han tenido.

¿Qué se hace con ellos?
Los únicos que han hablado al respecto son los neonazis, que quieren enviarlos a sus países de origen, pero el resto de los partidos continúan su digna política de intentar meterlos en la gran corriente de la sociedad alemana, haciéndoles incluso hueco en sus listas electorales, aun sabiendo que se trata de un mero brindis a la galería, sin mayores consecuencia en esos guetos que se han formado en sus ciudades, algunas de las cuales llegan a tener hasta un 25 por ciento de inmigrantes.
He notado también preocupación por el nuevo orden mundial, aunque ésta apenas manifestada. La irrupción de China e India en la escena internacional ha hecho comprender a los alemanes que su país no puede competir con ellas, por más tecnología punta que tenga.
A lo más que puede aspirar es a ofrecérsela a chinos e hindúes, para una colaboración estrecha y beneficiosa para ambas partes. Pero el sueño de ser gran potencia mundial hay que descartarlo.
Y más al fondo todavía, en los estamentos más sensibles, he notado preocupación por el cambio que se está produciendo en su sociedad, fundada en
- una sólida y ancha clase media,
- el orgullo del trabajo bien hecho,
- el ahorro y
- el respeto a los demás.
Todo ello ha ido adelgazándose en las últimas décadas, para dejar paso
-
al afán de ganancia rápida,
- al gasto por encima de las propias posibilidades y
- a la despreocupación por el resto.
La consecuencia es que la clase media se achica mientras crece la baja, que incluye ya profesionales que forcejean por sobrevivir, y la alta, que incluye a cuantos han tenido éxito y a los especuladores, que se pueden permitir todos los lujos. Algo que se está trasmitiendo a las nuevas generaciones.
Recuerdo que en mis años alemanes, va ya para el medio siglo, prácticamente todos los centros de enseñanza eran públicos. Allí recibían idéntica instrucción el hijo del trabajador y el del dueño de la fábrica. Hoy, los hijos de los ricos van a centros privados, a veces en el extranjero, donde reciben una instrucción muy superior a la de los de los centros públicos, que quedan más y más relegados a los hijos de los inmigrantes.
Dónde conduce esto es fácil de imaginar,
a una segregación de facto,
- con gente preparadísima por un lado y
- una masa laboral que incluso tiene problemas para expresarse correctamente.
Nada de extraño que incluso entre cristianodemócratas de toda la vida haya encontrado partidarios de continuar con la gran coalición con los socialdemócratas, al temer que un gobierno con los liberales se centre demasiado en la recuperación económica, olvidando los aspectos sociales de fondo.
Las urnas, sin embargo, han apostado por esta salida, que era también la deseada por la Cancillera. Hay que esperar que el triunfo no se le suba a la cabeza, como a tantos, y que continúe la línea de gobierno seguida hasta ahora, sólo con otro acento.
Si con los socialdemócratas fue la fuerza conservadora del gabinete, con los liberales va a ser más bien la socialdemócrata, para que sus nuevos socios no se entusiasmen demasiado con el mercado y volvamos a caer en el foso anterior. Su pragmatismo ideológico se lo permite y su forma de ser suave, aunque firme, se lo facilita.
La nueva coalición no dejará de tener problemas, incluso será bueno que los tenga, pues el no tenerlos significaría el mando absoluto de la Cancillera, algo que casi siempre ha conducido al desastre, Pero que su poder e influencia será mucho mayor que en la gran coalición, no cabe ninguna duda, aunque sea sólo por la correlación de fuerzas y escaños.
Pero Alemania no se convertirá en un país ingobernable, como algunos temían tras la irrupción de una Izquierda radical, fanatizada y tóxica incluso para ella misma, como muestran los resultados electorales.
Ángela Merkel, la «mujer más poderosa del mundo» según la revista «Forbes», continuará llevando las riendas del país según su estilo nada ostentoso: con tranquila determinación, evitando la demagogia y los extremos, firme en los principios, pero siempre dispuesta a llegar a un compromiso razonable.
No es, desde luego, el estilo de buena parte de los líderes actuales
, que gustan de la foto, la arenga, la palabra florida y mañas de prestidigitador.
Pero es el que gusta a los alemanes, como acaban de avalar con su voto.
JOSÉ MARÍA CARRASCAL - "ABC" - Madrid - 29-Sep-2009

martes, 29 de septiembre de 2009

El regreso de los piratas

La piratería ha dejado de ser una curiosidad histórica o una simple metáfora.

Los piratas están entre nosotros y por todas partes, adoptando formas diversas:
- piratas aéreos y marítimos,
- radios piratas,
- diputados piratas,
- terroristas globales
- piratas informáticos y hackers,
- virus,
- emigrantes clandestinos,
- ocupas o squats,
- biopiratería,
- paraísos fiscales...
El pirata forma parte del imaginario contemporáneo de la globalización, en el que se dan cita

- el capitalismo predador,
- los movimientos integristas,
- las redes que escapan a los Estados o
- los libertarios del ciberespacio desregulado.
Habría que preguntarse si esta reaparición de la piratería nos da alguna pista para entender mejor el mundo actual, sus promesas y sus peligros.
Podríamos tomar como punto de partida la contraposición entre la tierra y el mar que forma parte de nuestro imaginario geopolítico.
Carl Schmitt, en el periodo de entreguerras, se lamentaba de que los Estados terrestres, protectores de la seguridad y la propiedad, estuvieran debilitándose frente a los poderes marítimos, liberales y oceánicos.
Este esquema constituye el trasfondo de todos los debates políticos de la modernidad, que han girado en torno a una alternativa fundamental entre los Estados terrestres autárquicos y los poderes marítimos ilimitados, el choque
- entre una filosofía política de la tierra y una filosofía política del océano,
- entre un pensamiento del límite contra un pensamiento de lo ilimitado.
El moderno Estado nación surge precisamente
- contra el desorden del mar,
- contra ese elemento de lo móvil, inestable, flotante, fluctuante y huidizo que los piratas encarnan simbólicamente.
Para el reaccionario Schmitt, lo finito y acabado representaría el ideal frente a lo abierto e inacabado, propio de las sociedades liberales.
Todo parece indicar que la batalla se inclina actualmente en favor de eso que Bauman ha llamado el "mundo líquido":
- la globalización es impulsada por
- la fluidez general,
- la liquidación no sólo de las viejas fronteras, sino de la idea misma de frontera, que se convierte en algo obsoleto en un espacio desterritorializado.
El mar, ese medio informe, sin huella, el universo del peligro y la conquista, es ahora
- la sociedad del riesgo,
- los espacios desregulados de las finanzas y el consumo,

sobre los cuales el viejo Estado nación aparece como una potencia sin autoridad.
No tiene nada de extraño que la figura del pirata reaparezca en un mundo así y que lo haga con toda su ambivalencia de libertad y barbarie.
El pirata
encarna la figura de un tipo de enemigo que no amenaza tanto a un país en particular como a las naciones terrestres en general, no a una soberanía concreta como a la idea de soberanía en general.
Es alguien que "desafía toda forma de respetabilidad organizada", dice Philip Gosse en su célebre "Historia de la piratería". Pues bien, no creo estar forzando la metáfora si afirmo que
- "La piratería representa una nueva forma de estar en el mundo que se ha vuelto líquido".
No me refiero sólo al terrorismo global sino a formas actuales de la globalización que retoman el modelo de la rapiña. Podríamos pensar en
- el comportamiento de los consumidores, tan similar al pillaje, como se pone de manifiesto el primer día de rebajas en los grandes almacenes o
- cualquier forma de consumo que implica un daño sobre el medio ambiente.
La analogía se acredita también si examinamos el actual panorama ideológico,
- más líquido que terrestre,
- con unas estrategias políticas más cercanas a la piratería que a la acción tradicional.
El actual desencanto ideológico se pone de manifiesto en el hecho de que ni la izquierda ni la derecha están especialmente interesadas por intervenir a través de los habituales procedimientos de representación.
Tanto el individualismo conservador como el izquierdismo radical se entienden a sí mismos como "contrapoderes", como "para-política".
Para ambos el pirata representa
- el paradigma de la lucha contra la rigidez del Estado o
- contra el orden neoliberal
;
por distintos motivos, e incluso contrapuestos, la piratería es considerada como la estrategia más adecuada a las evoluciones económicas y culturales del capitalismo.
Unos hablan de "sociedad civil" y otros de "multitud", ambos conceptos "muy líquidos".
- La derecha prefiere el mercado que el Estado y
- la izquierda formula, en vez de las tradicionales formas de lucha sindical, social, institucional o armada, unos sustitutos de combate como
- el exilio,
- la defección o
- la nomadización.
Una de las figuras
más elocuentes de la piratería contemporánea son los "paraísos fiscales", esos lugares sin identidad, sin fiscalidad ni obligación de residencia.
Allí se consagra el curioso derecho de
- abandonar todo espacio político
- sustrayéndose al impuesto que es el símbolo del poder territorializado.
Estas islas donde no rige el derecho invierten la relación entre la tierra y el mar:
- la tierra firme se encuentra ahora en la periferia de un mundo líquido,
- los Estados en la periferia del mundo financiero.
Es como si viviéramos en un mundo en el que el mar hubiera tomado el poder sobre la tierra firme. Por eso cabe interpretar que la actual batalla contra los paraísos fiscales es una revancha de las potencias terrestres contra las derivas del nuevo poder desterritorializado.
El ciberespacio proporciona una gran cantidad de metáforas marítimas y piratas. Allí se mueven otros navegantes con la misma lógica libertaria con la que los expertos financieros inventan productos para escapar de una posible regulación.
- Los "hackers" se cuelan por los huecos de la Red y
- los financieros buscan los espacios off shore
- como los piratas circulan entre los espacios de la soberanía.
Al igual que los piratas históricos, los navegantes de la Red viven en un archipiélago sobre el que el Estado impotente no tiene el monopolio de la violencia legítima.
La piratería es un indicador de falta de regulación, bien sea por encontrarnos ante
- formas de propiedad inéditas,
- bienes comunes de difícil identificación o
- innovaciones que plantean problemas normativos
.
La nueva piratería
se debe especialmente a
- a la actual profusión de bienes públicos,
- a la indefinición de su naturaleza;

responde al hecho de que no siempre es fácil saber
- quién se hace cargo,
- de quién es la competencia,
- a quién pertenece,
- quién es el autor...

¿Cómo hacer la guerra contra los piratas en mundo líquido en el que no hay propiamente campo de batalla?
La represión de la piratería en el siglo XVIII proporciona un modelo que, salvando las distancias, puede orientar nuestro combate contra los delitos globales.
El edicto "Alien tort statute" mediante el cual los americanos trataron de eliminar a los piratas en 1789 nos da algunas pistas en materia de gobernanza y justicia global:
- debates abiertos,
- consensos más amplios,
- unificación de criterios y legislaciones.
No hay otra solución que superar el principio de territorialidad del derecho
en consonancia con la naturaleza desterritorializada de las amenazas a las que debemos hacer frente, hacer que
- El derecho sea más "marítimo" y menos "continental", hacerlo isomorfo con su objeto
.

DANIEL INNERARITY - Universidad de Zaragoza - "El País" - Madrid - 29-Sep-2009

La “Mala Política” sólo derrama pobreza

- ¿Por qué nuestra sociedad se ha convertido en una “fábrica” de pobres, aun durante épocas de alto crecimiento?
- ¿Cuál es la razón por la que nuestros ingentes recursos naturales y humanos permanecen dormidos a la espera de inversiones que nunca llegan?
- ¿Por qué los argentinos no invertimos lo suficiente?
- ¿Cuál es la causa por la que, hasta los más encumbrados dirigentes políticos, han preferido depositar los fondos públicos en el extranjero, en lugar de aplicarlos a proyectos necesarios para el desarrollo del país?


En todos los sectores, incluido el energético que nos ocupa primordialmente, se ensayan múltiples respuestas a estos interrogantes pero casi todos los argumentos están obscurecidos por visiones particulares de la coyuntura o cegadas por el interés o la necesidad.
Sin embargo, hay un factor que, aunque evidente, ha sido pasado por alto por la gran mayoría:
- El Estado, en todos sus tres niveles, se apropia de casi toda la riqueza, más de 60% de los ingresos de los contribuyentes argentinos.
Se trata de la exacción más alta de toda la historia argentina; y así lo prueban varios trabajos de investigación.
Hace pocos días, se dio a conocer un informe comparativo realizado por la consultora Ernst & Young –sobre 56 países- en el que se demuestra que los niveles de carga tributaria global e individual de Argentina, supera a todos los países de América Latina e incluso a varios países europeos como Suiza, Alemania y España.
Todas las mediciones de la relación de la carga impositiva respecto del PBI revelan la parte oculta de un gigantesco iceberg, contra el que chocamos sistemáticamente.
Solamente sobre las tarifas energéticas,
- la carga del Estado, 47%, es la mayor de toda la región,
- duplicando al Brasil y a Uruguay y
- cuadruplicando a Chile. Y
- mayor es la carga impositiva cuanto más se aleja un usuario de la Capital Federal.
- En muchos lugares del interior las facturas superan hasta por 300% a las de la zona metropolitana.
La crisis de las tarifas eléctricas y del gas se repetirá en cuestión de días.
- La recaudación se genera a través de una gran cantidad de impuestos,
- administrados de manera superpuesta por los tres niveles de gobierno,
- donde la mayoría se aplica a los mismos contribuyentes por los mismos hechos imponibles.
En tan sólo una década, la carga que lleva nuestra sociedad sobre sus espaldas, se incrementó casi un 50%; mientras que el gasto público se disparó un 20% por encima de la presión fiscal.
Además de excesiva, la estructura tributaria es perversa e injusta, ya que la participación de los impuestos a las rentas y ganancias alcanza sólo al 19%, mientras el 70 % del incremento en la presión impositiva proviene de impuestos muy volátiles que castigan a la producción de bienes y servicios y otros socialmente muy regresivos, impuestos al trabajo y al consumo 45%.
El sector del trabajo, que representa un 25% del PBI, contribuye con casi 50% de la recaudación fiscal. Hasta la economía informal –que no sería viable si tuviera que afrontar la carga impositiva- queda atrapada en la gravosa maraña de impuestos al consumo.
Las provincias, sin embargo, no se han beneficiado de este brutal incremento de la carga impositiva a pesar de que son responsables de prestar la mayoría de los servicios sociales más sensibles y estratégicos, como educación, salud, asistencia social y seguridad.
Muy por el contrario, la tasa de coparticipación de los impuestos con las provincias en 20 años se ha ido reduciendo desde el 56,6% hasta el 31% en la actualidad. Esto explica por qué sobre 24 distritos, 20 provincias languidecen al borde del colapso y hasta deben refinanciar el pago de la electricidad que compraron al sistema.
Lo más trágico es el destino incierto que el Gobierno Nacional le da a los voluminosos recursos, que el Estado implacablemente succiona de todos nosotros.
No se emplean para construir las grandes obras de infraestructura que necesitamos para resolver la crisis energética. Por ejemplo,
- Han transcurrido 5 años desde que se anunció la elevación de la cota de Yacyretá, sin haber alcanzado ese objetivo.
- Garabí no ha logrado pasar del estadio de consultoría.
- El proyecto de Paraná Medio está aparentemente abandonado.
- Atucha II se va frenando, mientras acumula importantes deudas.
- Las hidroeléctricas del Río Santa Cruz, aun no se han comenzado y languidecen por falta de financiación y limitaciones en la capacidad de transporte.
Y las citas, de los proyectos truncos anunciados podrían seguir a lo largo de muchísimas páginas.
Tampoco se utilizan para dar cumplimiento a las funciones básicas propias del Estado. No sólo hay un deterioro generalizado
- de la infraestructura pública (agua, ferrocarriles, carreteras, etc.); todos también sabemos de las ostensibles carencias en materia de
- de alimentación, seguridad, salud, educación, vivienda y, sobre todo, de Justicia.
Es muy claro que estos fondos no se utilizan para la defensa de nuestro patrimonio nacional.
La capacidad de las FF.AA., en el supuesto de un ataque,
- está oficialmente limitada a un par de horas;
- el mar argentino es pasto de la depredación y
- los cielos no están radarizados;
- los aviones están “canibalizados”.
No hay recursos para el cuidado de la población; el “affaire” de los medicamentos falsos demuestra que tampoco se utilizan para controlar.
En el gasto, es muy evidente la prioridad que tienen los crecientes subsidios a
- determinadas empresas privadas, a las -ahora deficitarias- empresas estatizadas o creadas como ENARSA,
- al clientelismo y los negocios particulares, como el transporte y la importación de energía y combustibles.
Esto implica el completo abandono de inversiones estratégicas en áreas socialmente importantes, contribuyendo a multiplicar la regresiva distribución del ingreso y a sembrar más y más pobreza.
Y el panorama empeorará durante 2010.
El Presupuesto Nacional enviado al Congreso plantea un incremento de la carga impositiva de 1,2% del PBI ($ 14.500 millones más). El Gobernador Scioli ya sancionó su propio impuestazo, como harán seguramente otros gobernadores.
La "Mala Política" nos ofrece la “frutilla” del postre. El Presupuesto 2010 prevé rebajas en términos reales y porcentuales en las áreas de
- Salud,
- Trabajo,
- Vivienda y Urbanismo y
- Agua Potable y Alcantarillado.
Y simultáneamente se reconoce en él que habrá más endeudamiento, que la ciudadanía deberá afrontar en el futuro.

¿Qué progreso se puede esperar?
- Los mayores impuestos,
- en conjunción con la generalizada falta de cumplimiento de las obligaciones del Estado,
- no sólo invitan a la evasión,
- sino que destruyen la competitividad,
- paralizan la inversión productiva y
- las posibilidades de crear empleos genuinos.
- Anulan el ahorro interno.
- Rebajan el salario real.
- Asfixian de manera dramática la capacidad de consumo, y, como venimos experimentando,
- reducen constantemente la calidad de vida.
Muchos sectores –como acontece ahora con el campo- van siendo aplastados por la voracidad fiscal y gradualmente pierden sustentabilidad.
Otros, como el energético, caen en el estancamiento

Carlos José Aga - Presidente - Fundación "Consejo para el Proyecto Argentino" - Martínez - 29-Sep-2009

lunes, 28 de septiembre de 2009

No es el momento de subir los impuestos

EL GOBIERNO lleva tiempo anunciando cambios en los impuestos, aunque sin concretar hasta el pasado sábado cuales serían esos cambios.
Al principio parecía que,
- ante la gravedad de la crisis y la necesidad de sostener la renta disponible de los consumidores,
- para evitar una fuerte caída del consumo y de la producción,
- esos cambios podrían consistir en una disminución de los tributos personales.
Después, las urgencias para financiar un gasto público desbocado, unidas a la fuerte caída de la recaudación provocada por el hundimiento del PIB, condujo a que se anunciase una subida de los tributos para reducir un déficit público que se sitúa en las proximidades del 9% del PIB y que quizá a finales de año termine por encima del 10%.
El Gobierno, por tanto, pretende subir los impuestos en una situación de profunda crisis económica para reducir un déficit cuya cuantía no tiene antecedentes conocidos en nuestro país.
Sin entrar en la instrumentación concreta de esas subidas, pendientes aún del debate parlamentario, 2 preguntas surgen de inmediato.
- La primera, si tiene sentido una subida de impuestos en una crisis como la actual.
La respuesta es que, si bien a corto plazo esa subida puede aparentar algún sentido, a la larga resultará muy difícil conseguir así mayores ingresos públicos porque el efecto recaudatorio de un aumento de tipos y una merma de deducciones influirá negativamente en la mala situación económica actual.
En primer término porque,
- al reducir la renta disponible y aumentar los precios,
- afectará negativamente al consumo y a las ventas profundizando la crisis,
- con lo que el aumento de recaudación puede ser muy reducido.
En segundo lugar, porque
- algunas de esas subidas pueden desincentivar el ahorro y la inversión,
- con lo que constituirán un obstáculo adicional a la recuperación económica.
Finalmente, porque
- mayores tipos harán más rentable el fraude, la ocultación y aumentarán la economía sumergida,
- reduciendo las bases impositivas y poniendo en peligro la recaudación tributaria y la financiación de la Seguridad Social.

La segunda pregunta se refiere a cómo reducir el déficit público si una subida de tipos puede tener efectos contraproducentes.
La respuesta tendrá que
- definir el déficit que hay que reducir y su probable cuantía;
- el plazo en el que desarrollar la política fiscal adecuada para alcanzar ese objetivo;
- el papel del gasto público en esa política y, finalmente,
- qué hacer en materia de impuestos.
Comenzando por la primera de esas cuestiones,
- El déficit que tendrá que reducirse será el déficit estructural y no el puramente coyuntural, pues éste último irá disminuyendo automáticamente a medida que la economía se recupere.
Para que se entienda mejor, el déficit coyuntural es el que se genera por la caída de la actividad económica y se nutre tanto del aumento automático de ciertos gastos, tales como los subsidios por desempleo, como de la reducción, también automática, de determinados ingresos, tales como la recaudación del IRPF, del IVA o del impuesto de sociedades, ligados a magnitudes económicas cuyo volumen desciende en épocas de crisis.
Por el contrario, el déficit estructural es consecuencia de un desequilibrio entre ingresos y gastos no relacionados directamente con el nivel de actividad económica, sino generado por decisiones voluntarias del Gobierno, por lo que no se reducirá simplemente por la mera mejora de la coyuntura. Aunque su estimación no suele ser muy precisa, es posible que se encuentre por encima de la mitad del déficit de este año.
La tarea de reducir el déficit resulta extraordinariamente difícil. Téngase en cuenta que, para pasar de un déficit próximo al 7% del PIB al 3% exigido por el Tratado de Maastricht, nuestro país tuvo que aplicar una dura disciplina presupuestaria entre 1996 y 2000 y, al mismo tiempo, lograr la reactivación de su economía. Ahora que el déficit es bastante más elevado que entonces, un plazo de tres o cuatro años no parece exagerado. De ahí que la política fiscal adecuada deba programarse al menos para ese plazo.
El papel del gasto público en la reducción del déficit debería ser fundamental, constituyendo el principal instrumento de esa política, como recomienda el Banco Central Europeo. En el gasto corriente habría que proceder a una poda rigurosa de muchas de sus partidas, comenzando por
- la congelación del empleo público durante la duración del programa,
- absorbiendo además las bajas y jubilaciones,
- con la única excepción de los servicios sanitarios y de justicia, que hoy se encuentran claramente infradotados de personal.
Como el empleo público representa en España casi un 20% del total, esta medida permitiría alcanzar importantes ahorros. A ella tendría que unirse
- la congelación de los gastos por compras y suministros y, sobre todo,
- criterios moderados, pero bien articulados, de copago en ciertos servicios públicos,
- con lo que podrían alcanzarse cuantiosos ahorros en los gastos corrientes reforzando, además, la eficiencia del sector público.
Pero incluso eso sería bastante poco si no se procediese también a una racionalización profunda de los servicios de las Comunidades Autónomas, que constituyen el primer factor de crecimiento del gasto público en España.
No debería disminuirse el total de los gastos públicos de capital pero sí someter sus partidas a una profunda reconversión. Como la crisis ha puesto en cuestión nuestro actual modelo productivo,
- la inversión pública debería olvidarse por ahora de las acciones orientadas al bienestar de los ciudadanos y
- concentrarse en las encaminadas al apoyo de la producción.
No se trata de producir públicamente bienes y servicios sino de generar economías externas para su producción privada.
Nos quedan todavía muchas tareas pendientes
- en el ámbito de las comunicaciones y telecomunicaciones,
- en el de las redes de suministros básicos, incluida el agua, y
- en el de la enseñanza e investigación aplicadas a la producción, tareas que deberían ser fuertemente impulsadas.
Algo de eso parece que pretende hacer el Gobierno. Veremos si lo consigue.

Finalmente, en cuanto a los impuestos deberían seguirse 3 reglas básicas.
- La primera y esencial,
- no subir ningún impuesto en las actuales circunstancias económicas.
Subir impuestos ahora creará posiblemente más problemas que los que se pretenden resolver. Como única excepción a esta primera regla,
- la segunda debería consistir en
- analizar a fondo el posible intercambio de algunos impuestos para reducir costes empresariales y mejorar la capacidad de nuestras empresas para competir en el exterior.
Subir, por ejemplo, el IVA reduciendo simultánea y equilibradamente las cotizaciones sociales no repercutiría apenas en los precios y, sin embargo, supondría ganancias importantes para los exportadores, porque el IVA no recae sobre las exportaciones mientras que sí lo hacen las cotizaciones sociales.
De paso, reducir la brecha entre costes salariales de las empresas y los salarios efectivamente percibidos por los trabajadores ayudaría a generar empleo, lo que resulta muy deseable pues el paro superará pronto el 20% de la población activa.
- La tercera regla en materia impositiva es la más sorprendente pero también la mejor probada en nuestro país al día de hoy. Esa regla indica que
- los impuestos personales deberían bajarse -y no subirse- justo cuando se inicie la recuperación y
- los indirectos como el IVA no aumentarse tampoco en ese momento.
Con ello se impulsaría y aceleraría la salida de la crisis al dotar a los ciudadanos de una mayor renta disponible cuando, al comenzar la recuperación paulatina del consumo, no se corra el riesgo de que se atesore el ahorro impositivo.
Los precios tampoco se verían afectados por los impuestos en ese momento crucial. De este modo
- se aceleraría la recuperación y, con ella,
- el mecanismo automático de absorción del déficit coyuntural.
Así se hizo en la reforma del IRPF en 1998 y el resultado de la bajada en tarifas y tipos, junto con el aumento de los mínimos de exención personales y familiares, fue una mejora evidente en la justicia del tributo y una mayor recaudación que coadyuvó a reducir el déficit público, pese a la «crisis asiática» que afectaba a la economía mundial y a los pesimistas pronósticos de quienes entonces estaban en la oposición.
El experimento de bajar tipos y tarifas para reducir el déficit funcionó plenamente. Pero, paradojas de la vida, quienes estaban en la oposición antes y no acertaron en sus pronósticos se encuentran hoy en el Gobierno.
Bueno sería que hubiesen aprendido de esa importante experiencia para no embarcarse en aventuras de subidas impositivas que bien podrían causar más daños que beneficios.

MANUEL LAGARES - Catedrático de Hacienda Pública - "El Mundo" - Madrid - 28-Sep-2009

El espejo roto, o el final de la Argentina

En país se ha convertido en un conjunto de islotes espaciales y sociales mal intercomunicados.

Primero fue la organización del espacio y del poder desde 1492 a 1810 -y 1902 en el caso de Cuba- creando un orden y una identidad española durante tres y cuatro siglos, respectivamente, sobre la base de la organización virreinal.
Julio Irazusta
, gran historiador argentino ya fallecido, supo contrastar los destinos dispares de Estados Unidos y del virreinato del Río de la Plata, ambos surgidos en 1776.
Por entonces aquél era una pequeña franja entre el Atlántico y los Apalaches, mientras el virreinato abarcaba una tremenda porción de Sudamérica.
Diez años después de la Revolución de Mayo, el virreinato del Río de la Plata, estaba fragmentado en numerosas republiquetas que con grandes dificultades, sacrificios y costos de toda clase buscaban crear la Nación y el Estado,
- metas que en muchos casos no se alcanzaron correctamente, y
- costes que aún no se han terminado de saldar.
Mientras que Estados Unidos organizó jurídicamente el Estado ya a finales del s. XVIII, las flamantes repúblicas hijas de España lo hicieron con mucho retraso, por caso en Argentina el impulso definitivo de esta tarea comenzó en 1853 con la sanción de la Constitución Nacional, cuando ya EE.UU. había iniciado su imparable expansión territorial hasta el Pacífico mediante la guerra, la compra y la marcha al oeste, mientras que Argentina había quedado tremendamente reducida y aun así, en gran parte sin control efectivo del estado.
Llevó prácticamente todo el siglo XIX sofocar las tendencias centrífugas en beneficio de las centrípetas, mediante una efectiva ordenación jurídica y espacial, y la consiguiente formación de una identidad nacional, hasta que finalmente el Primer Centenario mostró una Argentina pujante y coherente, aunque socialmente desigual e injusta, fruto de la complejidad y la celeridad de la dinámica social de la segunda mitad del siglo.
De allí en más sólo restaba mejorar, sin embargo, la inconciencia, el descaro, la estolidez y la codicia de los sectores dominantes, por un lado, y por el otro las peripecias, retrocesos, fracasos y desvíos de una conciencia nacional y popular que oportunamente lograría vislumbrar y alcanzar efímeros horizontes de grandeza, llevaron a Argentina de ser una tierra bendecida en el reparto de dones de la naturaleza a un progresivo erial donde lo negativo ya no es la misma naturaleza cuando se descontrola, sino sus propios habitantes, sumidos cada vez más en la anomia, la desunión y la insolidaridad social.
En pocos meses más se cumplirá el Bicentenario de la Revolución de Mayo, celebración a escala continental americana y europea.

¿Qué es lo que hay que celebrar?
Porque cuando se festeja el cumpleaños de alguien se celebra no el natalicio sino su presente, que haya crecido fuerte y se encuentre bien, y sobre todo que se pueda proyectar mejor aún, si cabe, en el futuro. Pero hoy
- ya no existe un sentido de unidad nacional,
- ni de solidaridad,
- ni un proyecto compartido por todos,
- ni la tranquilidad de contar con una clase dirigente inteligente y honesta,
- ni la seguridad de contar con un sistema político justo, armónico y bien aceitado.
Todo eso ha desaparecido
.
Argentina es un conjunto de islotes espaciales y sociales mal intercomunicados, como las provincias entre sí y respecto de Buenos Aires, la capital de los grandes dolores históricos. Sólo en el mes de agosto hubo 189 cortes de rutas en Argentina, de los cuales 86 ocurrieron en la Patagonia.
Empleados públicos y privados, desocupados, ocupantes de tierras, de fábricas, de municipalidades, campesinos y productores rurales, activistas de izquierda, indígenas que reclaman tierras "ancestrales" como paso previo a escaladas secesionistas, todos convertidos en "piqueteros", nuevo cliché de la iconografía de izquierda.
- Segmentando rutas, caminos y puentes por la fuerza y la amenaza,
- interrumpiendo el tránsito de personas, vehículos y bienes,
- violando los más elementales derechos humanos y
- causando irreparables daños materiales y económicos,
mientras
- se suspende el estado de derecho y se vuelve a la época feudal,
- caracterizada por la caída del poder central y una economía de subsistencia.

- Anomia,
- creciente violencia,
- ausencia de poder de policía y de justicia,
- aumento de la desocupación,
- caída del PBI, de las exportaciones y de las inversiones extranjeras.
Y sin embargo, como si nada de esto ocurriera, el gobierno nacional se comporta como si estuviéramos ingresando al "primer mundo", con veleidades y arrogancia de "nuevo rico", con prepotencia y soberbia ilimitadas, imaginando que así es percibido por el público dentro y fuera del país.
No comprende que cada vez más es percibido como el más grande farsante.
Seguramente muy pronto veremos a los piqueteros cobrar peaje con destino al fondo de lucha del "colectivo" de que se trate, que otros argentinos pagaran resignadamente para no soportar horas y días de espera.
El gobierno, complacido, argumentará que está todo bien, que son "mecanismos populares de redistribución de la riqueza".
Carlos Schulmaister - "La Vanguardia" - Barcelona - 28-Sep-2009

¿Qué es aquí la centroizquierda?

Como muchos de los que hemos seguido el trámite de la media sanción por parte de la Cámara de Diputados de la ley de medios audiovisuales, no salgo aún de mi asombro.
En primer lugar, debo señalar con precisión qué es, de todo lo que ha pasado, lo que no sorprende en lo más mínimo:
- El comportamiento político del peronismo, de cualquier signo, al momento de aprobar sin dilación ni debate interno y, menos aún, externo, un "diktat" proveniente del caudillo de turno.
Así ocurrió en la década anterior,
- cuando se expropiaron y malvendieron las empresas que explotaban los recursos naturales, que eran patrimonio de todos los ciudadanos;
- cuando se cambió del día a la noche el sistema de seguridad social, y nos puso a todos ante la alternativa de seguir en el sistema estatal, descalzado de sus fondos, o de entregarnos a las manos de una jauría de voraces "emprendedores" que se prometían realizar pingües negocios a costa, por cierto, de sus forzosos y expoliados clientes, y así volvió a ocurrir,
- cuando "cambió el viento" una década después y el gobierno actual, habiendo dilapidado el enorme superávit que cinco años de auge consecutivo de las cosechas y los precios de nuestros granos habían dejado en sus manos, revirtió en horas el régimen de retiro privado ya establecido y expropió los fondos que los que confiaron de buena fe en ese régimen habían entretanto acumulado para su futuro.
Tampoco sorprende que se hayan aliado a los diputados gobernantes aquellos otros que pertenecen a partiditos circunstanciales y efímeros, usualmente formados por migraciones oportunistas de partidos o coaliciones mayores, que no tienen otro futuro más que el de amoldarse a la voluntad de la mayoría imperante.
Lo que sí sorprende es que un número importante de diputados que se consideran de "centroizquierda" hayan dado su aprobación, y lo que constituye una mayúscula sorpresa es que se haya justificado esa aprobación apelando al fin al que esa ley apunta, con desprecio de los medios, antidemocráticos y reglamentariamente viciados, que la mayoría utilizó para lograrlo.
En esta última cuestión reside, sin duda, la diferencia básica entre cualquiera de los variados e innumerables partidos que se autotitulan "de izquierda" y los que, con derecho, reclaman pertenecer a la tradición de "centroizquierda".
Desde la famosa polémica sobre el revisionismo que enfrentó a los próceres de la socialdemocracia alemana a principios del siglo XX, y en adelante, por centro-izquierda se entiende
- Aquellos partidos que han hecho expresa renuncia a llevar a cabo las reformas sociales, económicas y políticas necesarias en beneficio de los peor situados por otro medio que no sea las instituciones y los principios republicanos de un Estado democrático.
Esta adhesión de principio a las normas fundamentales de la democracia es lo que separa aún hoy los diversos partidos democráticos de izquierda de aquellos otros que se han gestado en los turbios calderos del autoritarismo, sea de tinte nacional-populista o sea de tinte leninista.
El siglo XX no ha pasado sin dejar profundas huellas. Hoy somos conscientes de que un régimen no se define democrático por
- la mera repetición de comicios más o menos manipulados,
- a intervalos más o menos regulares,
- que permiten un cambio más o menos pacífico de autoridades.
La democracia es un régimen exigente que no puede sostenerse sin el apoyo superpuesto de la totalidad de los ciudadanos, y éste no puede ser ni forzado, ni extraído con engaño, ni ciego.
El principio que exige la publicidad de las leyes para que éstas tengan validez y no sean objeto de impugnación por ilegitimidad está basado en el hecho de que las normas que rigen la vida democrática son también normas de convivencia que se apoyan en aquel consenso amplio de base, y que, por tanto, cada uno de nosotros deberemos estar dispuestos a reconocer como propias.
Para ello, debe cumplirse previamente un requisito que se hace cada día más indispensable en una sociedad democrática moderna:
- que cada uno de nosotros que así lo quiera esté en condiciones de participar en una deliberación pública sobre motivos, fines, causas, razones, perjuicios y beneficios de una propuesta de ley.

Una democracia representativa es en la actualidad, y cada día más, una democracia deliberativa.
Esta profundización de la democracia es hoy un programa ampliamente compartido por todos los partidos genuinos de centroizquierda, tanto en Europa, en América del Norte, en aquellos países de América del Sur en los que se han constituido como protagonistas de la democracia (Brasil, Chile y Uruguay), como en Asia (India, recientemente Japón), y hasta en Africa (República Sudafricana).
Sorprende, entonces, que en el país en el que en el siglo XX se eligió al primer representante del socialismo al parlamento en América, este requisito de la legitimidad de las normas haya sido voluntariamente obviado por algún cambio favorable, sea éste supuesto o real, en el proyecto aprobado por los actuales diputados socialistas.
De ahí mi pregunta: ¿qué se entiende aquí por centroizquierda?

Osvaldo Guariglia - Universidad Nacional de La Plata - "La Nación" - Buenos Aires - 28-Sep-2009

domingo, 27 de septiembre de 2009

Dr. Abel Albino: Héroe en la lucha contra la "desnutrición infantil"

Fundación CONIN.

Años atrás nos conmovieron los rostros de los niños desnutridos del interior del país, más específicamente de Tucumán. Los medios de comunicación se cansaron de enviar cronistas y hacer informes acerca de las condiciones de vida con las que tenían que luchar día a día y las cuales los arrojaban a niveles nutricionales casi alarmantes.
Pero de un día para otro la desnutrición desapareció de los medios y quedó la impresión de que esa situación había quedado en el pasado. Muy por el contrario, la mala alimentación o directamente la ausencia de comida continúa presente, y es gracias al trabajo de las entidades intermedias que los niños y sus familias encuentran una pequeña solución a sus problemas, los cuales son producto de un Estado que no muestra un sensibilidad distinta.
La Cooperadora para la Nutrición Infantil (Fundación CONIN
) es una de estas organizaciones que colaboraron con los sectores más vulnerables de la sociedad para darles la posibilidad de que tengan un presente aceptable para poder soñar con un futuro mejor.
Con el fin de conocer los detalles de CONIN, Nutrar entrevistó a su titular, el doctor Abel Albino, quien en el reportaje que se reproduce a continuación nos brinda puntos de vista y opiniones respecto de su trabajo diario y de la entidad, entre otros.

¿Cómo nace y llega CONIN a la Argentina?
En al año 1975, nace la Corporación para la Nutrición Infantil (CONIN) en Chile, de la mano del Doctor Fernando Monckeberg. En esos momentos el país hermano tenía la mayor tasa de mortalidad infantil, 70 por mil, del Latinoamérica.
Entre los años 1975 y 1980, se logró construir 33 centros, con un promedio de 50 camas cada uno, para lactantes en todo Chile. Entre los años 1976 y el 2002, fueron atendidos y recuperados 85.000 niños con desnutrición grave enviados por el Servicio Nacional de Salud de Chile.
En resumen, el efecto de estos centros chilenos fue muy positivo, contribuyendo a mejorar significativamente los indicadores de salud, especialmente el de la mortalidad infantil que descendió a 9.5 por mil en 2003.
Esta exitosa experiencia, lleva a que se germine la Cooperadora para la Nutrición Infantil (Fundación CONIN) en la Argentina, el 4 de setiembre de 1993, pero a los Centros de Recuperación se le suman los Centros de Prevención.

¿Cuáles son los objetivos que tiene la entidad?
El doctor Monckeberg afirma que
- la única debilidad mental que se puede prevenir,
- la única que se puede revertir,
- la única creada por el hombre
- es la debilidad mental del "desnutrido".
Al momento de nacer, el cerebro humano pesa 35 gramos, de allí en adelante su crecimiento es muy rápido, a los 14 meses llega a pesar 900 gramos, lo que representa el 80% ciento de su peso definitivo.
Durante este período el cerebro crece a razón de dos miligramos por minuto y su actividad metabólica es muy intensa. En esta etapa el proceso es influido poderosamente por factores medioambientales, incluyendo entre ellos
- la nutrición,
- el cuidado,
- el afecto y
- la estimulación sensorial que reciba cada uno.
Por estas consideraciones, el objetivo que posee CONIN es:
- abordar de manera integral la patología social que da origen a la extrema pobreza y
- su consecuencia directa, la desnutrición.

¿Cómo es la organización interna?
CONIN posee:
- Un Centro de Recuperación de Lactantes Desnutridos (Las Heras – Mendoza)y
- Uno de Promoción Humana y Prevención de la Desnutrición Infantil (Las Heras – Mendoza).
En tanto, desde la experiencia de Mendoza fueron germinando Centros de Prevención en, Rivadavia, Paraguay, Rosario,Tucumán, Tigre y Vicente López(Buenos Aires),Km 8(Córdoba) y Garupá (Misiones)
¿Cuál es su metodología de trabajo? ¿Qué tipo de acción realiza CONIN en cada sede?
En el Centro de Recuperación Nutricional se reciben niños de 0 a 3 años con desnutrición
- primaria, mala alimentación, o
- secundaria, enfermedad de base que origina la desnutrición.
Se hace una internación conjunta con la madre del paciente y a través de un equipo interdisciplinario reciben atención médica, nutricional y estimulación psicoafectiva y motriz.
Las mamás pasan a tener un papel protagónico en el tratamiento de los niños; ellas son las que
- les dan de comer,
- cuidan, higienizan y estimulan
para que cuando regresen a sus hogares tengan las herramientas necesarias para iniciar una nueva vida.
Luego de dar el alta al niño,
- los asistentes sociales realizan un seguimiento de la familia y
- los pediatras brindan un control mensual.
En el mismo Centro se atienden en consultas ambulatorias a aquellos niños que no necesitan internación, pero que se presentan un déficit nutricional.
Centro de Promoción Humana y Prevención de la Desnutrición Infantil: En este Centro se atienden
- niños de 0 a 5 y de 6 a 12 años,
- adolescentes de 13 a 18 y
- a sus familias
a través de distintos programas y servicios.
Servicio Médico Pediátrico, Servicio Nutricional
Los cuales se agrupan en servicios de Psicopedagogía, Fonoaudiología, de Estimulación Temprana y Social, además del Jardín Maternal e Infantil, y los programas de Apoyo escolar, de Asistencia Alimentaria Complementaria, de Ropero Familiar y de capacitación laboral para madres y adolescentes, entre otros.
¿Tenemos entendido que cuentan con un Centro de Recuperación de lactantes desnutridos, qué nos puede decir sobre el mismo?
La creación de este tipo de centros se basa en las siguientes consideraciones:
•En este Centro no se internan niños con enfermedades contagiosas, los desnutridos son inmunodeficientes y por eso necesitan un ambiente de cuidados especiales.
•El porcentaje de mortalidad infantil de un desnutrido en el Micro Hospital disminuye sorprendentemente.
•El tiempo de internación no asciende al mes y medio.
•El promedio de rehospitalizaciones por año es muy bajo.
•El costo operativo del tratamiento del desnutrido en CONIN baja considerablemente.
•Se brinda especial atención a la capacitación y formación de las madres.
•Una vez dada el alta se hace un seguimiento interdisciplinario y asistencia alimentaria hasta poder darle al niño el alta definitiva.

¿Nos puede explicar la articulación CONIN-Estado y otras organizaciones?
Hoy las derivaciones que tiene el Centro de Recuperación Nutricional son gracias a un convenio con el Ministerio de Salud y Acción Social de la provincia, por medio del cual los efectores públicos (hospitales y centros de salud) derivan a niños de 0 a 3 años a nuestro Centro.
A su vez se establecen convenios con universidades, colegios, fundaciones, etc. para trabajar en conjunto, aunando esfuerzos y persiguiendo el mismo objetivo.

¿Cómo puede la propia comunidad intervenir en la mejora nutricional de la población?
Tomando conciencia de que este es un problema de todos. Aquí no hay salvaciones individuales; o nos salvamos todos o nos quedamos todos. Por otra parte es muy difícil ser feliz entre infelices.

Ideológicamente ¿en qué se diferencia CONIN del resto de las organizaciones que se ocupan de la desnutrición?
No conocemos ninguna institución que aborde la problemática de la desnutrición como lo hacemos nosotros, no sólo desde la prevención, sino también desde el tratamiento,
- siempre es mejor y más barato prevenir que curar;
- si no podemos prevenir debemos inmediatamente recuperar.
¿Qué resultados obtienen, cómo los miden, cuál es su eficiencia y eficacia?
Hace unos años el licenciado Pablo Lledó hizo un trabajo para nosotros; él pertenece al Departamento de Investigaciones Psico-sociales de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional de Cuyo y debía realizar un trabajo económico.
Los licenciados Roberto Cortegoso y Coloma Ferrá le sugirieron estudiar a CONIN; luego presentó su material en la Universidad de York para recibir su Master en Economía.
El licenciado Lledó quedó impactado con nuestro trabajo y concluye que CONIN es bueno
- para el individuo,
- para la familia,
- la comuna,
- la provincia y
- para el país;
- su impacto social es tremendo,
- el costo operativo es ínfimo.
En efecto, podemos decir que accionamos en nuestro Centro de Prevención sobre 1.200 personas con un costo de 0,84 centavos por día y con resultados sociales también sorprendentes:
- disminuyó la morbimortalidad por diarreas y neumonías;
- disminuyó la repetición y deserción escolar,
- desapareció el analfabetismo en las madres,
- se redujo la violencia en la zona.
En fin, estamos más que orgullosos con los resultados y agradecidos a Dios por esta idea.
También agradecemos a todos los amigos, empresas y demás instituciones que han contribuido y contribuyen con CONIN.
Ustedes los periodistas también tienen lo suyo, ya que son heraldos de buenas noticias, y CONIN es una buena noticia.
LEONARDO SCOLPATTI - www.nutrar.com - 27-Sep-2009

Educación y Familia: Puntos cardinales de la mujer más poderosa del mundo

Ahora que se le da una segunda oportunidad, tal vez sea posible empezar a desentrañar quién pasa por ser la mujer más poderosa del mundo. Los analistas temen no saber, cuatro años después de su llegada a la cancillería de la tercera economía del mundo, mucho más de esta doctorada en Físicas de la antigua Alemania del Este, divorciada y protestante, que heredó y apartó a Helmut Kohl. Ahora saben que volverá a gobernar.
Recorriendo Alemania hasta las últimas horas se ha visto de repente aparecer un nuevo cartel de la CDU: “Para que Merkel gobierne”
- ¿No lo ha hecho en estos cuatro años?
Aprobada por los pelos en 2005, llegó al frente de una gran coalición de CDU y SPD sobre la que apenas sólo ha dirimido y arbitrado. Hoy, con un nuevo aprobado pero poco más, ha hecho hincapié en su papel regio: quiere ser “la canciller de todos los alemanes”.
A sus 55 años, esta hija de un pastor en misión en la dura RDA entró tardíamente en política, pero con un 60% ha logrado el mayor grado de popularidad de un canciller de la RFA.
Junto a su pragmática indefinición, su biógrafo Gerd Langguth no obvia unos principios, posiblemente por su formación religiosa, universitaria y germano-oriental:
- derechos humanos, sean donde sean;
- atlantismo y desconfianza en Rusia;
- compromiso alemán con Israel y el Cercano Oriente; y
- medio ambiente y clima, que es donde Kohl le hizo empezar su carrera política.

Educación y familia
Ello habla de una mujer con una visión del mundo. Pero de puertas adentro Merkel tiene dos puntos cardinales:
- la educación y
- la familia
- como valores alemanes de ayer y del mañana.
Le preocupa el envejecimiento de la población, que hay que rejuvenecer incluso con inmigrantes. Además de prometer un “país de la educación”, a la que ha destinado un tercio del paquete de estímulo económico, una de las figuras rompedoras de su gobierno ha sido Ursula von der Leyen, que ha modernizado la política familiar de la propia CDU y de la propia Alemania.
Para quienes la siguen, el “mito Merkel” tal vez represente menos a la canciller que lo que los alemanes desean:
- simplicidad,
- coraje,
- consistencia,
- incorruptibilidad.
Seguramente no presidirá luego una multinacional, como su antecesor Schröder. Pero los críticos plantean
- si su cautela es sabiduría y
- si su "arte para despiezar" los problemas es realmente discernimiento científico, o
- si su "reluctancia" a polarizar es sólo "marear la perdiz".

La mujer más poderosa del mundo
En el exterior, donde se miran mucho los alemanes, Merkel se ha beneficiado de defender firmemente los intereses comunes y también los de Alemania. Pero sin que, tal vez como mujer, nadie lo haya tomado a mal ni turbara a nadie en casa. A poco de que "Forbes" la erigiera en mujer más poderosa del mundo, y sin impresionarse, Merkel lograba hacer pasar el Tratado de Lisboa.

Con Sarkozy y con Obama tuvo un comienzo frío, pero ambos han terminado calificándola de “valiente, leal e inteligente”.
De ellos se había ganado el denuesto de “Señora Nein”, cuando la crisis, por su negativa a intervenir como pedían Washington, Londres y París.
La economía no es su fuerte, pero siendo liberal es anti-consumista: de ahí su oposición a parchear el agujero del crédito con nuevos créditos.

Hizo una excepción para salvar algo histórico para el alemán: Opel, y sus 25.000 empleos, pero dejó caer otros casos de bancarrota.
Apegados a su modelo y certidumbres, los alemanes han demostrado ahora no tener miedo a experimentar en tiempos de zozobra, sabiendo que, si Merkel es patriota de algo, lo es sobre todo del probado modelo de economía social de mercado “Made in Germany”.

RAMIRO VILLAPADIERNA - "ABC" - Madrid - 27-Sep-2009

La dote y la novia

Israel ya fue advertido el mismo 1967 de que los asentamientos violarían el derecho internacional.

Una vez acabada la guerra de 1967, Levi Eshkol, el tercer primer ministro de la historia de Israel (1963-1969), sobrevoló en helicóptero los territorios ocupados de Cisjordania y Jerusalén Este.

El historiador israelí Gershom Gorenberg cuenta que Eshkol, mientras observaba los territorios, murmuró:
- "La dote es hermosa, pero ¿qué vamos a hacer con la novia?" (The accidental empire: Israel and the birth of the settlements, 2006).
- La dote era la tierra;
- la novia, los palestinos, que allí sumaban casi un millón.

La ocupación de los territorios dividió a la sociedad israelí. Por una parte, los partidarios de no anexionar Cisjordania, sino de controlarla hasta que, llegado el momento de negociar, se usara como moneda de cambio.
Pero la victoria de 1967, que también desembocó en la ocupación de Gaza, el Sinaí (Egipto) y los altos del Golán (Siria), fue entendida por los nacionalistas ultrarreligiosos como una "señal divina" para, con la anexión de Judea y Samaria (Cisjordania), materializar el sueño bíblico del Gran Israel.
Cuatro decenios después, con 300.000 colonos en Cisjordania y 200.000 en Jerusalén Este, los asentamientos son un obstáculo para la paz.

La división de la sociedad israelí hizo que el nacimiento de los asentamientos en Cisjordania, Jerusalén Este y Gaza no obedeciera a un plan predeterminado.
Con el gobierno laborista de Eshkol empezaron a construirse los primeros asentamientos, pero no se definió una política clara al respecto, lo que permitió que un pequeño pero decidido grupo de nacionalistas religiosos, "Gush Emunim", presionara, con el apoyo de determinados sectores laicos, hasta multiplicar los territorios colonizados.
Dos de los protagonistas de aquellos días fueron Hanan Porat, un estudiante de la escuela ultranacionalista del rabino Tzvi Yehudah Kook, y el poeta Haim Gouri, un símbolo de la generación laborista de la guerra de la independencia, en 1948.
- Porat fue el arquitecto de la estrategia de Gush Emunim;
- Gouri, entre el socialismo humanista y el sionismo, suministró la legitimidad intelectual en la que se apoyarían los colonos laicos
.
La legalidad de los asentamientos, sin embargo, es otra cosa distinta. Los sucesivos gobiernos israelíes han clasificado los asentamientos en dos categorías:
- los "legales", esto es, los autorizado gubernamentalmente, y
- los "ilegales", no autorizados.
Pero un informe de un comité del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí ya advirtió en 1967 al primer ministro Eshkol que la construcción de cualquier asentamiento en los territorios ocupados violaría el derecho internacional.
El documento, revelado hace tres años por el historiador Gorenberg, lo elaboró Theodor Meron, quien una década más tarde abandonó Israel y en el año 2005 fue nombrado presidente del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia.
Históricamente, la diplomacia estadounidense no ha reconocido los asentamientos israelíes.
Todo cambió, sin embargo, con George W. Bush. En una carta dirigida a Ariel Sharon, entonces primer ministro israelí, Bush admitió que todo acuerdo entre israelíes y palestinos debería reconocer que los asentamientos ya existentes permanecieran bajo soberanía israelí; es decir, pese a que siempre se citan las resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad, en las que se pide la retirada israelí hasta las fronteras anteriores a la guerra de 1967, Bush bendijo que los asentamientos fueran anexionados por Israel, lo que reduciría y trituraría un hipotético Estado palestino.
La Administración Obama ha afirmado que no se considera vinculada por la carta de Bush y pide, para reanudar el proceso de paz, que Israel congele el crecimiento de los asentamientos.
Beniamin Netanyahu, primer ministro de Israel, dijo el pasado 14 de junio que no se construirían más asentamientos "ilegales", pero se reservó el derecho de extender los "legales" en función del crecimiento demográfico natural.
- ¿Qué hará, entonces, Obama?
- ¿Aceptará la posición israelí?
- ¿Se conformará con la congelación, no aceptada por Netanyahu, de los asentamientos "legales"?
Una de las grandes ironías de toda esta historia es que los asentamientos no se habrían construido sin las subvenciones estadounidenses, que han continuado independientemente de si los asentamientos violan o no el derecho internacional.
En Cisjordania existen actualmente asentamientos que Israel considera "legales" y otros que cataloga de "extraoficiales".
Pero el derecho internacional, como advirtió Meron, no distingue entre estas dos categorías, ya que ambas infringen el artículo 47 del Cuarto Convenio de Ginebra, que prohíbe explícitamente la anexión de territorios mediante el recurso a la fuerza, principio reafirmado por el artículo 2(4) de la Carta de las Naciones Unidas.
Xavier Batalla - "La Vanguardia" - Barcelona - 27-Sep-2009

jueves, 24 de septiembre de 2009

El oficio más antiguo: El de las "picos pardos"

Un periódico de esos llamados serios publicó unas imágenes sobre fornicaciones al aire libre en los alrededores del mercado barcelonés de la Boquería, entre prostitutas callejeras y clientes, y avivó la polémica sobre la conveniencia de regular esa actividad, que algunos definen como "el oficio más antiguo del mundo".
- Hay quien aspira a legalizarlo considerándolo un trabajo como otro cualquiera susceptible de libre contratación y sometido, por tanto, a la normativa laboral, mercantil, fiscal y de la seguridad social.
- Y hay quien lo considera una lacra social, una forma de esclavitud encubierta controlada por organizaciones mafiosas y, en consecuencia, perseguible penalmente.
El debate sobre esta cuestión es casi tan antiguo como el propio oficio y hay multitud de publicaciones al respecto.
Gracias a ellas, sabemos que los griegos y los romanos fueron los primeros en regularla. De hecho, palabras como "hetaira", "meretriz" y "lupanar" proceden de aquellas culturas.

Entre las mujeres de alta alcurnia de Roma era costumbre acudir a los prostíbulos para aprender las técnicas amorosas mas excitantes y así atraer al marido e impedir que se fuese de "picos pardos" (expresión propia de la España imperial de Carlos V cuando los picos, o puntillas, de color pardo distinguían a las prostitutas de las mujeres honradas, que los llevaban blancos en el remate de la falda y así se evitaban acosos y requerimientos inapropiados).
El rebrotar de la polémica sobre el puterío ha sido impetuoso, e imagino que fugaz, y tanto tertulianos como políticos se han lanzado a meter baza, haciendo alarde de erudiciones recién aprendidas, que es lo habitual en estos casos.
Las propuestas son de todo tipo. Y algunas especialmente curiosas. Como la que promueve la secretaria de Igualdade de la Xunta de Galicia que pretende organizar, junto con Navarra, un frente autonómico para abolir la trata de blancas.
La señora secretaria se queja de que las autonomías no tengan competencias en la materia, pero la iniciativa de conciliarse con Navarra me parece magnífica, porque esa comunidad es la tradicional reserva de la moralidad española y allí se han dado especialidades eróticas tan singulares como
- el famoso "polvo a la navarra", ejemplo señero de la castidad marital bien entendida, con los dos cónyuges en camisón largo, con calcetines, y maniobrando en la más absoluta oscuridad.
Al margen de todo ello, espectáculos de fornicación callejera, como el de Barcelona, eran antes habituales en muchas ciudades españolas durante la etapa franquista, cuando formalmente estaba prohibida la prostitución.
En donde yo resido, por poner un ejemplo, había dos prostíbulos peripatéticos muy famosos.

- Uno estaba situado en el puerto, a espaldas del edificio que ahora ocupa la Delegación del Gobierno. Las prostitutas recibían a los clientes entre los estrechos callejones que dejaban las pilas de madera descargadas de los barcos. Y el trato carnal se realizaba de pie, ayudándose las mujeres de unos adoquines para adaptarse a la altura de las sucesivas parejas.
- Justo al otro lado de la península, frente a la playa, había otro parecido. Más venteado y heroico.

Los días de vendaval, o fuerte marejada, la lujuria retribuida se practicaba con gran dificultad mientras las grandes olas golpeaban contra los muros de la escollera.
Mantener la gallardía en tales circunstancias era problemático.
José Manuel Ponte - "Faro de Vigo" - Vigo - 24-Sep-2009

Del producto interno bruto (PIB) al ilustrado

Este mes de septiembre el presidente francés, Nicolas Sarkozy, presentó el resultado de un informe que había encargado en marzo del pasado año a un nutrido grupo de economistas de universidades e instituciones de todo el mundo, coordinados por los premios Nobel J.E. Stiglitz y A. Senn junto al profesor J.P. Fitoussi.
En su discurso de presentación el pasado día 14 en la Sorbona, de excepcional vigor ético y elevadas miras, Sarkozy resumía la intención del informe en
- el propósito de despejar la creciente sensación que tienen los ciudadanos de que se les miente,
- de que las cifras macroeconómicas son falsas, de que están manipuladas.
La conclusión
es que
-En muchas variables, pero singularmente en el cálculo del Producto Interno Bruto (PIB), se habría conformado la religión de una cifra, de manera que, olvidándonos de los límites de tales indicadores, acabaríamos utilizándolos como si no los tuviesen.
El PIB
seguiría creciendo mientras muchos ciudadanos del mundo consideran, con razón, que viven peor.
Sintetizo de su discurso algunos de los límites de nuestra actual forma de medir el crecimiento económico y el desarrollo social:
- no restar los recursos naturales que se agotan,
- no tener en cuenta los riesgos para el futuro del planeta,
- no dar valor a los servicios,como los familiares, que se cubren fuera del mercado,
- no dar valor al ocio y a la felicidad,
- no restar los efectos de inseguridad, exclusión, pobreza, desigualdad o daños psíquicos asociados al crecimiento;
- no deducir los daños de catástrofes ambientales, incendios, vertidos;
- sobrevalorar la utilidad social de la especulación en relación con la del trabajo;
- infravalorar los riesgos, pérdida de la casa, del empleo, asociados a los procesos de enriquecimiento financiero.
De todos ellos se ocupa el largo informe finalmente entregado, puede consultarse en
www.stiglitz-sen-fitoussi.fr/fr/index.htm, con más de 300 páginas.
No es cosa de resumir aquí el análisis, las preguntas, las respuestas, las 43 propuestas del equipo redactor o sus 12 recomendaciones.
Si acaso, sí dejar constancia de cómo sobre el uso o distribución de la riqueza ya se disponía de
-El "Índice de Desarrollo Humano", estimado anualmente por Naciones Unidas con la asesoría técnica de A. Senn, que modificaba de forma notable la valoración y ránking de los países por su PIB por habitante, así como de
- "Índice de Desigualdad e "Índice de Pobreza" que permiten evaluar la sostenibilidad social; o de
- La "Huella Ecológica" para poder cuantificar la sostenibilidad ambiental del crecimiento del PBI.
En todos los casos se supone que
- no es suficiente producir riqueza (PIB),
- sino que hay que hacerlo de forma
- sólida,
- duradera,
- sostenible en el tiempo,
- usada y distribuida de forma virtuosa.
Aspectos todos que en palabras de Sarkozy no se resuelven con un proyecto civilizatorio basado en la religión del mercado.
El presidente francés entroncaría así con la definición que ya dio de la economía su ilustrado paisano Victor Hugo allá por el año 1832, quien esto escribe la utiliza en sus clases como
- El «estudio de la producción y distribución de la riqueza más conveniente para la prosperidad pública».
Albino Prada - "La Voz de Galicia" - Sgo. de Compostela - 24-Sep-2009

Más allá del PBI
Bruselas trabaja en un nuevo índice, que presentará en 2010, y que medirá de manera compuesta
- el PBI,
- la contaminación y
- otros efectos nocivos para el medio ambiente dentro del territorio europeo


La crisis ha situado en la diana las cifras macroeconómicas y especialmente su medición, basada casi exclusivamente en el PBI. Desde 2007 hay una iniciativa de diferentes organismos internacionales entre ellos la Comisión Europea, el Parlamento Europeo, el Club de Roma o la OCDE para que
- la riqueza no sólo se mida en términos de PBI,
- sino que se incorporen también valores medioambientales y sociales.
El PBI
, utilizado para medir la actividad macroeconómica desde los años treinta, es simplemente
- la suma del valor añadido de todas las actividades económicas basadas en el dinero y
- se calcula según una metodología clara que permite que se realicen comparaciones entre países y regiones a lo largo del tiempo.
Sin embargo, los más críticos insisten en que por su concepción y propósito, no puede confiarse en él como referencia en todos los asuntos de debate político ya que, por ejemplo, no mide
- la sostenibilidad medioambiental o
- la inclusión social.
Un ejemplo de que algo se está moviendo en este campo se vio el año pasado cuando el Consejo Europeo aprobó el Plan Europeo de Recuperación Económica, por el que entre otras cosas se inyectará dinero público a la economía equivalente al 5% del PIB de toda la UE hasta final de 2010.
En ese texto ya se mencionaba que la crisis debería considerarse una oportunidad para
- diseñar con más firmeza una economía baja en emisiones de carbono y
- eficiente en el uso de los recursos,
- así como que se ayudara a los más perjudicados por la crisis.
Estos desafíos conllevan la necesidad de
- establecer indicadores que vayan más allá del comportamiento del PBI e
- incorporen de manera concisa los logros sociales y medioambientales, como
- la cohesión social,
- el acceso y alcance de los bienes y
- los servicios básicos, educación, salud pública o calidad del aire.
- Además se debería tener en cuenta el aumento de la pobreza y de la delincuencia o el agotamiento de los recursos naturales
a la hora de medir la riqueza de los países.

Ahorro efectivo
Entre las iniciativas puestas en marcha para computar estos nuevos aspectos de la riqueza está la del Banco Mundial, que tiene un cálculo de "ahorro efectivo", donde incluye aspectos sociales y medioambientales para medir "la riqueza de las naciones".
La OCDE, por su parte, dirige el Proyecto Global para Medir el Progreso de las Sociedades que fomenta el uso de "indicadores novedosos" de un modo participativo. Así, varias ONG han medido la «huella ecológica», lo que algunas autoridades públicas han reconocido como un objetivo para el progreso medioambiental.
Pero entre todas las iniciativas destaca la de Francia, que ha creado una comisión de alto nivel presidida por el Nobel Joseph Stiglitz de la que se espera que determine los límites del PBI como indicador del rendimiento económico y el progreso socia, al tiempo que estudie las informaciones adicionales que serían necesarias para obtener una imagen más adecuada.
La comisión, cuyas reflexiones han sido asumidas personalmente por Nicolás Sarkozy, no propugna abandonar el «culto» al PIB como sistema de medición sino completarlo con un conjunto de indicadores que midan
- las rentas y el consumo de los hogares,
- el patrimonio,
- el tiempo libre, educación, sanidad, las desigualdades...etc.

Desapego ciudadano
Una de las razones de que se estén estudiando alternativas al PBI es el desapego que sienten los ciudadanos hacia este tipo de estadísticas. Ahora que Europa empieza a ver la salida del túnel de la crisis en forma de leve crecimiento del PBI en algunos países, es más cierto que nunca que el aumento del PBI por sí mismo no dice mucho ya que los ciudadanos ven
- cómo el desempleo sigue al alza,
- su renta disponible no aumenta y
- los servicios públicos no mejoran.
A lo anterior se le añade que, consecuencia directa de la diversificación de las sociedades, los indicadores basados en promedios o en el denominado «consumidor medio» no son suficientes para saciar la necesidad de información de los ciudadanos y de los responsables políticos.
En este contexto, Bruselas trabaja en un nuevo índice, que presentará en 2010, y que
- Medirá de manera compuesta
- el PBI,
- la contaminación y
- otros efectos nocivos para el medio ambiente dentro del territorio europeo,
de modo que se evalúen también los resultados de los esfuerzos de protección medioambiental
.
En un principio la UE y los estados miembros publicarán el índice anualmente con el objetivo de en un futuro hacerlo público junto al del PIB, de modo que
los ciudadanos al contar con todos los datos agregados puedan ver
- si las políticas nacionales y de la UE logran el nivel de protección medioambiental deseado y,
- sobre todo, si se progresa de un modo equilibrado hacia objetivos sociales, económicos y medioambientales.
Las ciencias sociales están desarrollando formas directas de medir la calidad de vida y el bienestar cada vez más fiables y sus indicadores de resultados podrían ser un complemento útil a los indicadores de factores contributivos.
Una de las desventajas con que cuentan los indicadores medioambientales respecto a los puramente económicos es su lentitud ya que, mientras los segundos se publican con muy poco retraso respecto al periodo al que se refieren, los primeros tardan mucho más y se ralentiza la toma de decisiones.
Bruselas se ha dado cuenta de este déficit y ha adoptado medidas importantes para emplear nuevas tecnologías al campo de la medición del medioambiente, como es la reciente «web del ozono» de la Agencia Europea del Medio Ambiente, donde se pueden encontrar datos sobre concentraciones dañinas de ozono en la baja atmósfera para que los ciudadanos, por ejemplo, puedan decidir cada mañana si van en coche al trabajo u optan por otro transporte menos contaminante.
En materia social también hay avances porque en muchos países ya se analizan cuestiones como la educación, la salud, la esperanza de vida y varios aspectos no monetarios de la exclusión social.
Además, se están desarrollando indicadores sobre la igualdad de acceso a una vivienda de calidad, el transporte y otros servicios e infraestructuras que son esenciales para participar activamente en la sociedad.
La idea es que a medio plazo se integren las contabilidades económicas y ambientales, lo que podría ser una realidad en 2013, aunque para ello se tendría que afrontar el desafío de complementar las cuentas ambientales físicas con datos monetarios, basados en la evaluación de
- los daños causados o que se hayan evitado,
- cambios en los recursos naturales y
- en los bienes y servicios ecosistémicos
- para obtener datos monetarios representativos, sólidos, comparables y fiables a nivel nacional y europeo.
Mientras llega 2013, todo apunta a que el PBI, pese a sus carencias, será el principal método de medir la eficacia económica aunque el objetivo de este sistema de medida no es calibrar con previsión a largo plazo los avances económicos y sociales.
Y mientras los políticos se ponen de acuerdo, los economistas tienen ideas claras sobre el peso que debe tener el PBI en la medición de la realidad económica.

Santiago Carbó, catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Granada y consultor del Banco de la Reserva Federal de Chicago, recuerda que el debate sobre los sistemas de medición de la economía viene de lejos y que ya existen indicadores relativos de felicidad, satisfacción o de bienestar. Explica que «el PIB es un indicador de valor añadido nacional, una buena forma de entender cómo crecen las economías pero no un indicador de bienestar». Y añade que todos los parámetros señalados (educación, tiempo libre, ...) son importantes pero que lo verdaderamente relevante es
- para qué sirven estos indicadores y
- qué grado de legimitidad conceden a una economía.
Explica este profesor que no sólo se debate sobre la necesidad de tener como referencia únicamente el PIB, «también la inflación -dice- está en cuestión como objetivo casi único de política monetaria, cuando la estabilidad financiera es tanto o más relevante, y también que el crédito determine completamente la inversión productiva, si el nivel de deuda es ya demasiado elevado. Y como estos, otros muchos indicadores».
Cree Carbó que habría que concretar más qué se quiere lograr con el cambio propuesto por la comisión de expertos y cita, por ejemplo, que algunos países podrían querer formar parte del G-20. Añade que también es posible que a raiz de estas propuestas se solicite que los criterios de decisión económica no se referencien al PBI, pero insiste en que además de criticar los indicadores hay que dar un sentido práctico a la crítica.

«No olvidemos que todos los indicadores son imperfectos y que al fin y al cabo representan una parte parcial y limitada de la realidad económica y, por supuesto, social», puntualiza.
Mario Weitz, profesor de la escuela de negocios ESCP Europe y consultor del Banco Mundial, recuerda que los sistemas de medición de la situación económica centran el bienestar en la renta per cápita y cree que el comité Stiglitz enfatiza correctamente que habría que ampliarlo a criterios como
- la tasa de paro,
- la inflación,
- la distribución de la renta y
- la contaminación.
A su entender los parámetros de la "renta per cápita" tienen problemas serios y cita que
- no tienen en cuenta la economía sumergida,
- no clarifican cómo se distribuye la riqueza y
- no se consideran los efectos negativos de la contaminación.

Progreso y calidad de vida
Juan Pérez-Carballo
, director del Máster de Dirección Financiera de ESIC, piensa que ahora se pone demasiado énfasis en el crecimiento económico, medido por magnitudes agregadas, como el incremento del PIB, o medias, como la renta per cápita, y se da menos importancia al progreso, entendido como
- la mejora de la calidad de vida de la población en sus diversas facetas, no sólo monetarias
y que

- «tan importante cómo medir la actividad económica es medir "el bienestar"».
Asegura que «los parámetros de crecimiento convencionales generaron una sensación de euforia colectiva que nos hizo pensar que todo iba muy bien» pero opina que

- «las causas de la crisis se asocian con la falta de regulación y de supervisión de comportamientos empresariales antisociales».
Maribel Núñez - Susana Alcelay - "ABC" - Madrid - 27-Sep-2009

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Clase media y política social

Con matices, los candidatos presidenciales vienen planteando cada vez con mayor énfasis la idea de beneficiar con la política social a la clase media.

Este último es un concepto ampliamente utilizado en política y en ciencias sociales, y su atractivo para los políticos deriva, precisamente, de su importancia electoral, tanto más cuanto que diversos estudios de mercado sugieren que este grupo se está ampliando, a resultas del crecimiento económico del país en los últimos 25 años.
Pero su vaguedad lo hace difícil de utilizar como guía de la política pública, porque reúne a una proporción relativamente alta de la población. En efecto, los criterios que usan los estudios de mercado para medir los grupos sociales -A, B, C1, C2, C3, D y E- se actualizan esporádicamente y están basados en
- disponibilidades de bienes,
- atributos de las viviendas o
- características de los jefes de hogar, tales como
- nivel educacional y
- estatus ocupacional.
Como en Chile
- se han elevado los niveles de escolaridad y, además,
- la disponibilidad de bienes ha crecido en forma importante
- por los aumentos en el ingreso promedio de todos los grupos demográficos en una proporción aproximadamente similar,
es esperable que hayan disminuido los grupos de menor nivel socioeconómico y aumentado los grupos medios.
Esto es congruente con las caídas observadas en las tasas de pobreza en el país.
Pero eso no debería ser una razón para reorientar la política social hacia los grupos medios.
Casi el 14% de la población sigue viviendo en pobreza, y la línea de ingreso que define esta última condición es modesta:
- menos de 50 mil pesos (aprox. US$ 100) en zonas urbanas, y
- de 33 mil (aprox. US$ 65) en zonas rurales.
En parte, eso obedece a que ella se basa en una canasta totalmente desactualizada, que se originó en una encuesta de presupuestos familiares con más de dos décadas de antigüedad.
- Mantener esta línea como referencia para evaluar el progreso del país en su lucha contra la pobreza es razonable, pero
- conviene actualizar la línea para guiar la política social.
Si para estos efectos se corrigiera dicha línea empleando antecedentes más recientes de consumo de los hogares,
- La tasa de pobreza se ubicaría en torno al 27% de la población,
según estimaciones realizadas por el economista Felipe Larraín. Por supuesto, esto no significa que la pobreza haya aumentado en Chile, sino que carece de sentido mantener indefinidamente los mismos parámetros.
Estas consideraciones sugieren que
- No es apropiado reorientar y concentrar en exceso la política pública en la clase media.
Con ello se renunciaría a aprovechar bien los recursos públicos para aliviar la situación de los más desaventajados.
Es de recordar que
- Mientras más universales sean las prestaciones, menos impacto tendrán en mejorar las condiciones de vida de la población de menores ingresos y en reducir la desigualdad del país.
Muchas naciones, sobre todo en Latinoamérica, tienen políticas sociales poco focalizadas y que mantienen a los hogares de mayor pobreza sin posibilidades de superar su condición.
Nuestras políticas no deben perder su orientación hacia estos últimos. Por cierto, hay mucho espacio para perfeccionar las iniciativas sociales, sobre todo porque varias de ellas son de escaso efecto y otras son retiradas abruptamente, desincentivando la salida de la pobreza de sus beneficiarios.
Es obvio que esto obliga a extender parcialmente las políticas a sectores medios, pero eso ha de hacerse para dar más eficiencia a cada política, sin perder su orientación principal.

Editorial - "El Mercurio" - Sgo. de Chile - 23-Sep-2009