sábado, 12 de septiembre de 2009

Cubanos hacen "malabares" para sobrevivir a la crisis económica


Entre las medidas para suplir la falta de combustibles, el gobierno ordenó volver a la tracción animal en el campo.

"Ahorro o muerte". Ésa es la consigna de hoy en Cuba. La frase de Francisco Soberón, presidente del Banco Central, es ilustrativa del momento que atraviesa la isla. Según analistas, 2009 es el más adverso desde los años 93 y 94, cuando se acabó la ayuda soviética.
A comienzos de agosto, Raúl Castro anunció que los tractores para el arado deberían ser sustituidos por tracción animal. Y hablaba en serio.
En la provincia de Santa Clara comenzó el adiestramiento de más de 6.000 bueyes para trabajar en yuntas. El proyecto, dijo el diario Granma, concluirá en 2012.
Con el fin de bajar el consumo eléctrico en 12%, el gobierno dispuso
- el cierre de numerosas fábricas y
- el corte del aire acondicionado en edificios estatales, incluidos hopitales.
La causa principal de la debacle económica es la crisis financiera mundial
que ha contribuido a reducir la demanda y los precios de los pocos productos que el país exporta.
A ello se suma al daño que causaron a las viviendas y a la agricultura los tres huracanes que azotaron a la isla el año pasado.
También existiría una reducción en la ayuda venezolana, según Carmelo Mesa Lago, profesor emérito de economía en la Universidad de Pittsburg.
"Sin la ayuda de Venezuela, Cuba no puede sobrevivir. Y se especula que la ayuda habría disminuido por la caída en el precio del petróleo.
Chávez debe elegir entre financiar sus planes populistas internos y la ayuda externa. No creo que pueda hacer ambas cosas", afirma.
El régimen atribuye gran parte de sus problemas financieros al embargo estadounidense.
"No quiero disminuir la importancia del embargo. Éste causa problemas a Cuba, pero comparado con todos los otros factores, creo que no es fundamental", indica Mesa Lago.
El economista cubano Eugenio Yáñez coincide: "El régimen, después de casi medio siglo, debería haber aprendido de sobra, y hace mucho tiempo, a vivir con el embargo y, a la vez, cumplir con sus obligaciones frente a la sociedad cubana".

Datos
1.500 millones de dólares anuales importa Cuba en alimentos.
9.405 millones de dólares en ayuda venezolana recibió la isla el año pasado.
35% del petróleo que consume Cuba es producido en el país.

Hacinados en casas maltrechas
Tener una vivienda es un derecho en Cuba y la mayor parte de la población no paga arriendo.
De acuerdo a cifras oficiales, en la isla hay un déficit de más de un millón de viviendas. Esto hace que muchas familias malvivan en edificios deteriorados al punto de
- ser un peligro para sus vidas o
- que permanezcan hacinados en condiciones poco dignas.
Los cubanos tienen prohibida la compra y la venta de inmuebles, pero sí pueden permutar sus viviendas. Las personas que tienen dinero realizan el cambio pagando a la otra parte, de manera encubierta, la diferencia de valor.
Así es como surge la figura del "permutero", quien se encarga de buscar viviendas de las características deseadas y se lleva una comisión por la transacción, por cierto, en forma clandestina.
Pero el régimen está empeñado en detener estos negocios y acaba de poner a disposición de la gente un sitio en internet (permutasencuba.infosoc.cu) donde se puede buscar por tipo de vivienda e inscribir una oferta, además de consultar documentos legales, según informó la agencia DPA. La base de datos incluye actualmente más de mil ofertas de viviendas para permutar.

Ni analgésicos para el dolor
Es igual de complicado comprar un remedio que un pollo
. En vez de libreta, cada persona tiene un tarjetón donde se le anotan los medicamentos que requiere, desde una aspirina a un fármaco para la presión. Si la enfermedad es más compleja, debe tener receta del médico.
Enilda Tanquero (59), de la provincia de Matanzas, ha sido operada de cáncer a la tiroides y tuvo una histerectomía, pero en el último tiempo le ha sido bien difícil encontrar los medicamentos que le han recetado para sus males. Y agrega con rabia: "Ahora yo cojo la receta y la rompo; para qué voy a ir al médico si no hay remedios".
Aclara que los remedios hay que comprarlos. " De gratuito puedes ir al médico, no te cobra nada, pero los medicamentos te cuestan", señala a "El Mercurio".
Debido al plan de ahorro energético, algunos hospitales han comenzado a cerrar las salas de emergencia dos horas diarias y a postergar cirugías. En el Hospital América Arias, de La Habana, se apagan las luces y el sistema de climatización en preparto y recuperación, con el consiguiente descontento de pacientes y familiares, según constató Carlos Serpa Maceira, corresponsal de Misceláneas de Cuba.

La tarjeta de abastecimiento, cada vez más disminuida
La famosa tarjeta de racionamiento todavía está vigente en Cuba. Fue establecida en 1962, para la alimentación de los cubanos. El sistema, según dice a "El Mercurio" Julia Núñez, residente en La Habana, funciona más o menos así:
"Con la tarjeta se puede comprar arroz, frijol, grasa, azúcar, un pedacito de carne, un pedacito de pollo, o de pescado, de acuerdo a la cantidad de personas".
-¿Por qué habla de pedacito de pollo? ¿No se lo venden entero?
"¡Qué va! Te dan un cuarto de libra (unos 110 gramos) por persona".
-¿Y cómo lo hace cuando necesita más cantidad?
"Es que no se trata de lo que una necesite, sino de lo que el gobierno no te entrega".
-Pero los alimentos se pagan, no es un regalo.
"Sí, claro que se pagan. Por ejemplo, cuando anuncian que llegó el pollo uno corre a la carnicería, hace una larga cola y todo el mundo anda con su libreta y el dinero en la mano".
Todo lo demás que la persona necesite lo debe conseguir en el mercado negro o en las tiendas de divisas. "Para ir a una tienda de divisas hay que tener divisas y la mayor parte del pueblo cubano no las tiene", afirma Julia.
En los últimos días, la ración mensual de porotos que se compra con la libreta bajó de 900 a 600 gramos.
La sal, que se vende cada cuatro meses en bolsas de un kilo por persona, se redujo a la mitad.
Lo que ya no se encuentra en casi ninguna parte es el papel higiénico. Pero a fuerza de necesidades el cubano es ingenioso y a falta de papel sanitario recurre al diario oficial Granma. Total, por menos de 20 centavos (de pesos cubanos) se obtienen entre seis u ocho páginas de papel.
Claro que hay quienes prefieren usar para esos menesteres las revistas chinas o norcoreanas. "Son más suaves", confiesan, sin pudor.
ERIKA LÜTERS GAMBOA - "El Mercurio" - Sgo. de Chile - 12-Sep-2009

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