Los beneficios no aprovechados de los TLC.
Si bien han sido el motor del crecimiento exportador de los últimos años, hay oportunidades abiertas que todavía no son aprovechadas. Cuotas que no se llenan, protocolos sanitarios ausentes, productos procesados no considerados están entre las posibilidades no concretadas.
Chile es la undécima economía con mayor libertad económica, según el índice 2009 efectuado por la Heritage Foundation. Esa posición es el resultado de la apertura comercial conseguida a través de tratados comerciales firmados con 56 países del globo.
"Prácticamente todas las exportaciones de Chile se benefician de las disposiciones de los acuerdos comerciales. Estamos vinculados con el 86% del producto interno mundial y el arancel promedio efectivo es cercano al 1%", explica Andrés Rebolledo, director bilateral de la Direcon.En términos prácticos, significan una baja sustantiva de aranceles y el acceso a más de 3.800 millones de potenciales consumidores, ventajas que marcan de manera significativa las cifras de exportación chilena. Según datos de Direcon,
- el valor total de los envíos en 2008 fue de US$ 63.377,8 millones,
- sin los TLC las exportaciones chilenas habrían sumado US$ 6.442 millones;
- es decir, alrededor del 10% del valor de lo que se exporta.
Además, impulsan la creación de comercio donde antes no había y generan ventajas adicionales, como certeza jurídica.
"A través de la firma de los tratados, no sólo se corrigen o mejoran barreras paraarancelarias o sanitarias. Además, la firma con países desarrollados como EE.UU. o la UE es una potente señal para los consumidores. Si sus países firman, es porque se trata de un país serio", explica Juan Sutil, presidente de empresas Sutil.
Pero no todo lo que estos acuerdos han han conquistado ha sido aprovechado. Si bien la internalización tuvo un impacto en el crecimiento del país, en el sector agroalimentario fue limitado, debido a que la pequeña agricultura aún no se incorpora plenamente al proceso exportador.En Chile, el 95% de los predios agrícolas corresponden a productores pequeños que venden menos de $50 millones al año. El 5% son productores medianos y grandes, y sólo los menos son exportadores.
"Con los TLC tenemos la apertura de los mercados desde el punto de vista arancelario, pero no involucran a la pequeña y mediana agricultura. Se han quedado muy rezagados. Algunos entregan productos a la gran empresa, pero el ideal sería formar grupos de productores que empiecen a exportar, a través de un apoyo inicial que les permita independizarse después", explica Gustavo Rojas, director de Innovación y Postgrados de INACAPde Inacap.
A nivel de las oportunidades hacia el exterior, muchas están subutilizadas o simplemente todavía no son operativas.
"Los TLC logran aperturas desde el punto de vista arancelario, pero también hay otros temas que regulan el acceso a los mercados. Tiene que haber un procedimiento para homologar la norma sanitaria, por ejemplo", explica Oscar Melo, profesor de Economía Agraria de la UC.
Pueden ser problemas de precios, sanitarios o simplemente desconocimiento de un mercado lo que deja de aprovecharse. Todo depende del país del que se trate.
1 EE.UU., lácteos poco atractivos
Vigente desde 2004, el TLC con EE.UU. ha sido uno de los más exitosos para las exportaciones silvoagropecuarias chilenas:
subieron de US$ 1.928 millones en 2003, a US$ 2.637 millones en 2007.
En 2015, al cumplirse los plazos, todo se liberará, permitiendo el ingreso sin aranceles ni cuotas. El acuerdo fue revisado este año y se consiguió desgravación para las alcachofas en conserva y algunas hortalizas congeladas. Otros productos como duraznos en conserva y pasta de tomates, al igual que la mayor parte de los alimentos procesados, sólo podrían empezar a verse beneficiados a partir del octavo año de vigencia del tratado.
Sin embargo, a pesar de lo atractivo que resulta ese mercado, hay cuotas existentes que no se están llenando. Por ejemplo, en 2008 se aprovechó
- el 0% de la cuota de mantequilla;
- el 58% de la de leche en polvo y en los quesos,
- la más grande asignada a los productos lácteos, se usó sólo 6%.
Esto porque aún sin pagar aranceles, los productos chilenos enfrentan artículos locales con precios más bajos.
"El mercado lácteo tanto de EE.UU. como de la Unión Europea está intervenido por subsidios", explica Gonzalo Ibáñez, agregado agrícola en Estados Unidos.
Algo similar ocurre con la carne de ave.
- En 2008 la cuota se elevó a 8.820 toneladas, pero sólo se utilizó el 12%, básicamente porque EE.UU. es un importante productor de carne de ave.
"La estrategia para vender carnes blancas en EE.UU. es exportar productos Ready to Eat o listos para el consumo, que tienen una alta demanda, con lo que se lograría incorporar valor agregado a nuestra producción", explica Gonzalo Ibáñez.
Para hacerlo falta la homologación de protocolos sanitarios. Actualmente, el SAG con su contraparte, el FSIS, están en la fase de intercambios de antecedentes y se espera que en los dos próximos años Chile pueda exportarlos. Algo similar es lo que pasa con los productos orgánicos. Chile cuenta con un sistema nacional de certificación de orgánicos, pero aún no se comienza a trabajar en las equivalencias con el de EE.UU. Un tema fundamental, pues en breve los alimentos orgánicos llegarán a constituir el 10% -hoy representan el 3%- del consumo de alimentos en ese país.
Hay otros pendientes. Al firmar el TLC, Chile se comprometió a suscribir la UPOV 91 -Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales- para enero de 2009, que extiende la propiedad intelectual a la planta y a los frutos, lo que aún no se hace. Ello implica que esta temporada EE.UU. podría confiscar la fruta en puerto, además de arriesgar la imagen de Chile.
2 Japón, más marketing
Desde que entró en vigencia en 2007, Chile se convirtió en el noveno proveedor de alimentos de Japón, con envíos por US$ 1.340 millones, según Jetro Japón. Si bien hay muchos productos autorizados, hay cuotas o nichos que no se aprovechan por problemas de precios y de desconocimiento de mercado.
"Si bien las rebajas arancelarias pueden dar mayor competitividad, no es suficiente para que los productos logren entrar. Se requiere tener
- un precio de venta conveniente,
- un trabajo de marketing y de formación de relaciones de negocios de mediano plazo con los importadores japoneses.
En frutas, los envíos a Japón son bajos porque aun con preferencias arancelarias, el precio sigue siendo mayor al de otros países. Sin embargo, sí se dan casos como las mandarinas, que no tienen rebaja arancelaria, pero actualmente sí se exportan, mientras que la carne trozada de ave, pese a que tiene una cuota especial libre de arancel, prácticamente no llega", explica José Ignacio Gómez, agregado agrícola de Chile en Japón.
Hay nichos de mercado para productos agropecuarios no tradicionales, pero que deben desarrollarse dentro de una estrategia de mediano plazo:
- frutos secos,
- abejas reinas,
- carne equina
que requieren de protocolos y desarrollo a nivel nacional.
El de los lácteos es otro sector que mira con atención este tratado, ya que no obtuvieron ni cuotas ni rebajas arancelarias. Este año se comienzan a negociar condiciones preferenciales, dentro de una cuota específica para este sector.
En Japón, los alimentos procesados fueron, nuevamente, uno de los grandes perjudicados ya que prácticamente no consiguieron rebajas ni espacios especiales a pesar de que representan a importantes volúmenes y rubros.
3 China, urgente trabajo en semillas
El proceso de apertura del mercado ha sido lento. El principal problema es que hay que cumplir con una serie de exigencias. Por ahora se están trabajando protocolos fitosanitarios para productos como las cerezas y los lácteos. Todavía no hay en estudio un protocolo de las semillas de hortalizas, por ejemplo, producto que en el acuerdo habría dejado a Chile con aranceles preferenciales, incluso más que Estados Unidos, Taiwán y miembros de Asean, que todavía no puede aprovechar.
4 UE, la pelea por las cuotas
Vigente desde 2003, el TLC con la UE ha cumplido las expectativas de productores y exportadores. Desde sus inicios muchos productos, como lácteos y carnes, quedaron bajo cuotas que se irían ampliando en negociaciones posteriores, lo que aún no se consigue.
"Es un mercado muy atractivo, de alto valor agregado, el problema son las cuotas. La solución de la ganadería en Chile no pasa por programas de desarrollo ganadero, sino por aumentar considerablemente la cuota con Europa", explica Harry Jürgensen presidente del frigorífico de Osorno.
Las negociaciones de las autoridades se han complicado básicamente porque no se ha conseguido acuerdo en exigencias como el uso de las denominaciones de origen. "Tenemos una reunión en octubre para seguir ese tema, y estamos más cerca que antes, es probable que tengamos un resultado pronto en materia de carnes", explica Andrés Rebolledo.
No sólo las carnes rojas están sujetas a cuota, para las carnes blancas también hay cantidades fijas libres de aranceles. Una de las soluciones si no se amplía la cuota, podría ser rebajar al menos en parte los aranceles.
"Con los actuales aranceles de la UE y las pequeñas cuotas que fue posible obtener en ese tratado, se hace muy difícil avanzar en lograr que sea un importante destino de productos pecuarios chilenos. Se necesita desgravar las cantidades fuera de cuota", explica Juan Miguel Ovalle, presidente de Asprocer.
Otro tema son los alimentos procesados, considerando conservas, congelados y pulpas y pastas. Para muchos de ellos hubo efectivamente rebajas de los aranceles ad valorem; sin embargo, se mantuvieron impuestos específicos que dejan fuera de competencia a los productos chilenos.
Es lo que ocurre, por ejemplo, con jugos como el de uva, o con el aceite de oliva. Éste no tiene cuota que le permita llegar sin aranceles y paga un impuesto de 1,24 euros por kilo ingresado. Entonces aquí se requiere abrir cuotas que permitan eliminar esos sobreprecios.
5 Corea del Sur, homologación de protocolos
Los envíos silvoagropecuarios pasaron de US$ 13,9 millones en 2003, a US$ 59,4 millones en 2008. Este año cumple cinco años de vigencia, por lo que hay productos que a partir del presente 2009, alcanzan arancel cero.
Hay cuotas acordadas para carne bovinas, pollo, pavo, hortalizas secas, ciruelas u clementinas, algunos de los cuales no cuentan con los protocolos sanitarios que les permitan el ingreso."Por ello, las tareas son
- obtener la habilitación de plantas faenadoras de carne de pollo y pavo, para que se puedan realizar envíos. Avanzar en los procedimientos para
- obtener la autorización sanitaria para el uso de carnes bovinas, pollo, pavo, hortalizas secas, clementinas y ciruelas, que son productos que acceden a cuotas mientras se resuelve su desgravación, la cual está sujeta a los acuerdos de las rondas de la OMC", explica Orlando Peñaloza, agregado agrícola de Corea del Sur.
6 India, alimentos procesados caros
El Acuerdo de Alcance Parcial con India entró en vigencia a mediados de 2007 y si bien se trata de un mercado atractivo para frutas y productos procesados, hasta ahora para el sector no ha resultado significativo.
Uno de los problemas, al menos con las frutas, es la falta de infraestructura interna. "Llegar a India implica un costo demasiado alto. No se puede correr el riesgo de que se rompa la cadena de frío y nosotros no podemos enfrentar los problemas de distribución interna del país, por eso que las exportaciones de fruta no crecen", explica Rodrigo Echeverría, presidente de Fedefruta.
Para los alimentos procesados las noticias tampoco son buenas. En este rubro India es muy protectora de su industria interna, al igual como ocurre con otras regiones del mundo, por lo que estos productos no consiguieron ni cuotas ni rebajas importantes en términos arancelarios, lo que no ha permitido mejorar los envíos.
"En los últimos cinco años las exportaciones de alimentos procesados a India han descendido 82%, ya que no se consiguieron rebajas para nuestros productos", explica Guillermo González, gerente general de Chilealimentos.
Loreto Gatica - "El Mercurio" - Sgo. de Chile - 21-Sep-2009
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