¿Cuáles son y qué riesgos se corren?
Dicen que el hombre es el único animal capaz de tropezar varias veces con la misma piedra. También sostienen que por la tentación de ganar dinero rápido, muchas veces, se deja la prudencia de lado
El año pasado el mundo naufragaba, tras el estallido de "la burbuja de hipotecas". El único refugio seguro era el dólar.
El año pasado el mundo naufragaba, tras el estallido de "la burbuja de hipotecas". El único refugio seguro era el dólar.
Apenas pasado el temporal, y cuando los inversores detectaron que el primer rayo de sol comenzaba a darle luz a la economía global, huyeron despavoridos de sus coberturas y fueron presurosos en busca de “la rentabilidad perdida”.
Y los mercados del mundo volvieron a revivir. Pero, en plena algarabía, un fantasma vuelve a asomar con fuerza. Y es, nada más ni nada menos, el mismo que puso fin a la fiesta anterior y desatara la peor crisis financiera en sesenta años: la formación y estallido de una burbuja.
¿Muy rápido para que una nueva vuelva a gestarse?
Probablemente, pero reconocidos analistas del mundo ya advierten de este fenómeno. Más aún, no hablan de la gestación de una, sino de varias burbujas, cuyo aire es inyectado justamente por los mismos inversores por:
- La alocada y apresurada carrera que llevan a cabo para hacerse de algunos activos que ofrecen buenas rentabilidades.
- El desplome, a casi cero, de la tasa de interés que rige los destinos del dólar, que los anima a tomar deuda barata en esa moneda y volcar los fondos obtenidos en otros mercados.
- El temor a la inflación que soportará los Estados Unidos (producto de la monumental emisión destinada a salvar bancos y empresas) que los hace huir del billete verde, protegerse en commodities e inflar, por ende, sus precios.
Los primeros mensajes llegaron desde la reunión anual del Fondo Monetario Internacional (FMI), que se desarrolló en Estambul, y que luego corrieron como reguero de pólvora.
Probablemente, pero reconocidos analistas del mundo ya advierten de este fenómeno. Más aún, no hablan de la gestación de una, sino de varias burbujas, cuyo aire es inyectado justamente por los mismos inversores por:
- La alocada y apresurada carrera que llevan a cabo para hacerse de algunos activos que ofrecen buenas rentabilidades.
- El desplome, a casi cero, de la tasa de interés que rige los destinos del dólar, que los anima a tomar deuda barata en esa moneda y volcar los fondos obtenidos en otros mercados.
- El temor a la inflación que soportará los Estados Unidos (producto de la monumental emisión destinada a salvar bancos y empresas) que los hace huir del billete verde, protegerse en commodities e inflar, por ende, sus precios.
Los primeros mensajes llegaron desde la reunión anual del Fondo Monetario Internacional (FMI), que se desarrolló en Estambul, y que luego corrieron como reguero de pólvora.
Analistas internacionales de la talla de Nouriel Roubini, Joseph Stiglitz y George Soros, entre otros, retomaron las viejas palabras del ex presidente de la Reseva Federal, Alan Greenspan, cuando hablaron “de exuberancia irracional en los mercados”.
También dijeron “que los mercados del mundo subieron demasiado pronto y demasiado rápido…” y aseguraron que el exceso de liquidez, generado en el sistema, “ha comenzado a crear burbujas
- tanto en las bolsas,
- como en las materias primas,
- en los mercados de crédito y
- hasta en los emergentes”.
El siguiente cuadro permite apreciar claramente a qué hicieron referencia estos gurues. Si se compara los índices del mes de octubre que acaba de finalizar con los de febrero de 2009, se observa que en apenas ocho meses se dieron los siguientes repuntes:
"Billetera mata prudencia“
La crisis financiera nos ha dado lecciones sobre
- los peligros de las burbujas,
- la laxitud en la regulación y
- el exceso de endeudamiento.
Y es una pena que no las hayamos aprendido”, se lamentó Andy Xie, analista de Morgan Stanley en un reciente artículo publicado ("Why One Bubble Burst Deserves Another").
“Acciones, materias primas, incluso el sector inmobiliario en determinadas zonas se han disparado este año. Y todo, de manera sincronizada con la recesión mundial”, agregó Xie.
“Si se presta atención a las palabras de Paul Krugman o a Nouriel Roubini, entre otros, todos están diciendo que hay riesgo de que estemos llegando a la cima de la montaña rusa”, alertó Gabriel Holand, director de HRGlobal.
En su opinión, el repunte reciente de acciones y bonos responde a una “sobreactuación de los mercados”.
Al dar esta visión, el analista internacional mostró que comparte la hipótesis difundida por Standard and Poor´s, que vaticinó que “hay varias burbujas dando vueltas” y que algunas de ellas podrían estallar en el mediano plazo.
Para Geroge Soros, existe una tendencia natural en el capitalismo a crear burbujas: "Detrás de la (burbuja) ordinaria de las hipotecas sub-prime en el 2007 había una mucho más grande, creciendo en todos los mercados y durante un periodo más prolongado.
El derrumbe de la ordinaria (subprime) fue la que inició el estallido de la otra superburbuja, de la misma manera que una bomba ordinaria desata una explosión nuclear".
De la crisis terminal a una nueva burbuja
Arturo Porzecanski, profesor de Finanzas Internacionales en la American University de Washington, alertó sobre el “desmedido crecimiento registrado en los mercados durante las últimas semanas”.
Para el catedrático, “está bien que muchos hayan subido, pero que el Bovespa de Brasil se haya ido de 40.000 a casi 70.000 puntos, en tan corto plazo, es una exageración.
Lo mismo ocurre con las materias primas: el petróleo trepó muy rápido a los u$s80 el barril. Y gran parte de este precio se debe a factores especulativos”, concluyó.
“En parte hemos sembrado las semillas de la próxima burbuja, porque con los gobiernos y los bancos centrales -permitiendo tasas de interés tan bajas y la reapertura de los mercados crediticios- se ha vuelto nuevamente barato especular en cualquier cosa, en materias primas, en acciones, en bonos, etcétera”, explicó Porzecanski.
¿Cuáles son las burbujas que se están gestando en la actualidad?
El exceso de crédito y liquidez en los mercados, a lo largo y ancho de todo el planeta, ha desatado nuevamente el apetito inversor, que se mantuvo adormecido y que ahora despertó, sediento de activos en los que invertir. El resultado, la incipiente creación de numerosas burbujas, entre las que se pueden mencionar:
1- Bolsas. La mayoría de las plazas mundiales registraron fuertes avances en los últimos meses, por lo que se cree incluso que el rally actual de los mercados está dando lugar a la tercera burbuja bursátil de la última década (la primera estalló en el año 2000 –las puntocom-, la segunda entre 2007 y 2008 y la tercera, la que empieza a formarse ahora).
Basta repasar el cuadro superior para observar que los repuntes fueron desde el 30% al 85%, en apenas ocho meses. La Argentina encabeza la lista, con un rebote del 107 por ciento.
2- Mercados emergentes. Los inversores con mayor apetito al riesgo invirtieron más de u$s10.000 millones “únicamente” en fondos de inversión (excluyendo ETFs) de países emergentes, en lo que va de año. A efectos comparativos, cabe destacar que esta cifra es 34 veces más que el total invertido en los Estados Unidos.
“La fuerte liquidez mundial sigue presionando a los inversionistas a buscar altos rendimientos, y esto da lugar a la gestación de una nueva burbuja", sostuvo David Wyss, el economista jefe de Standard & Poor’s.
Al preguntársele a quiénes afectaba opinó: “A algunos mercados de acciones emergentes. No sólo en Latinoamérica, también en Asia”, expresó.
Al respecto , cabe destacar la evolución (febrero-octubre 2009) de las bolsas de
- Buenos Aires (+107%),
- Brasil (60%) y
- México (60 por ciento).
Por su parte, los repuntes de las de
- Indonesia (85%) y
- Hong Kong (70%)
son muestras más que elocuentes de este fenómeno que tiene en vilo a muchos analistas.
3- Commodities. “No hemos salido aún de la crisis financiera, que ya estamos avanzando a buen ritmo hacia la siguiente”, aseguró Nouriel Roubini, profesor de economía de la Universidad de Nueva York, y que tiene como mérito el haber anticipado la crisis dos años antes de que estallara.
El gurú señaló que “se está abonando el terreno para que se produzca un nuevo crash en el mercado de materias primas”, aunque no vaticinó cuándo sucedería.
A modo de ejemplo, Roubini afirmó: "El precio del petróleo cayó desde los u$s145, en julio del año pasado, hasta los u$s30 a comienzos de 2009. Y ahora vuelve a rondar los 80 dólares”.
“Sin embargo, la demanda de crudo ha caído a sus niveles más bajos desde 2005, mientras que el suministro y los inventarios están en sus máximos históricos.
Desde mi punto de vista –enfatizó el experto- el movimiento de precios del oro negro no está del todo justificado”. Roubini pronosticó que buscará llegar a los u$s100 y que eso tendrá un efecto muy perjudicial, tal como el que tuvo cuando alcanzó los u$s145, el año pasado.
Cabe resaltar, que las materias primas suben cuando los inversores ven venir un escenario inflacionario. Buscan refugio en ellas y entonces salen del dólar.
Esta búsqueda de las commodities termina inflando los precios de algunas de ellas. El problema es que para varias esta suba resulta desmedida cuando los fundamentals no lo justifican.
Se estima que, previo a la crisis y cuando el oro negro tocó su precio récord, más de la mitad de esa cifra fue resultado de cuestiones meramente especulativas.
4- Bonos soberanos. El mercado de títulos públicos también muestra síntomas de estar sobrevalorado, como consecuencia de las compras masivas de estos activos financieros en los últimos meses.
Según dio cuenta S. McCoy, experto en mercados financieros -en un reciente artículo publicado en el medio español El Confidencial- “la extrema aversión al riesgo que trajo la crisis, con su consecuente huida hacia la calidad, y la amenaza deflacionaria que se cernía sobre la economía mundial estuvieron detrás de esta fiebre por refugiarse en bonos. Pero ahora, estarían en puertas de mostrar su cara más oscura”, apuntó.
Al igual que McCoy son varios los expertos que advierten que el elevado déficit fiscal que afecta a los Estados Unidos, podría ser un elemento disparador para que se origine una huída de muchos inversores de estos activos libres de riesgo.
Mas aún, cada vez más voces dudan sobre si siguen ostentando tal condición.
5- Acciones basura. Algunos de las compañías más castigadas por la crisis se han convertido en objeto de deseo de los inversores. En Estados Unidos, valores como Fannie Mae, Freddie Mac, AIG e incluso GM, subieron de manera sorprendente en los últimos meses.
La pregunta que se hacen muchos expertos es si los indicadores económicos y financieros que muestran estas firmas, algunas en terapia intensiva, justifican semejante repunte. De hecho, las operaciones en activos financieros basura llegaron a suponer casi un tercio del volumen de contratación del NYSE en agosto.
Desde enero, Freddie Mac subió un 131% y Fannie Mae, un 85 por ciento.
6- Subprime 2.0. ¿Qué están haciendo algunos bancos con las hipotecas basura? Por difícil que resulte creerlo, y en la opinión de varios analistas internacionales, las entidades están “empaquetándolas” de nuevo para venderlas.
Y para ello, señalan, el Gobierno norteamericano está contribuyendo a que esa burbuja vuelva a inflarse, al mantener las tasas de interés en sus mínimos históricos. Este “precio barato del dinero” -que por otro lado se mantendrá así hasta que la economía estadounidense recupere su fortaleza– termina siendo una “trampa mortal”, porque invita a bancos e inversores a elucubrar todo tipo de maniobras.
La de “resecuritizar” activos basura sería una de ellas.
7- China. La laxitud de la política fiscal y monetaria están alimentando la formación de dos futuras burbujas: la de renta variable y la del mercado inmobiliario. Si el Gobierno no actúa pronto para mantener a raya la liquidez, la bolsa y los precios de la vivienda pronto estarán sobrevalorados, apuntan algunos expertos. Algunos datos de la realidad son reveladores:
- cerca del 30% de los nuevos préstamos han ido directamente al mercado inmobiliario, y
- un 20%, a la bolsa china.
En la opinión del analista de Morgan Stanley, el mercado bursátil chino es como “un esquema Ponzi gigante” y asegura que tanto las acciones como el mercado de las viviendas están sobrevalorados en un 100%.
Respecto a este último, los precios de los inmuebles representan, en promedio, nueve veces los ingresos anuales de los ciudadanos chinos. En los países ricos, un índice superior a cuatro haría sonar las alarmas.
El volumen de ventas se ha disparado un 85% en el último año y los precios de los nuevos apartamentos en Shanghai han aumentado cerca de un 30 por ciento.
8- Oro. Normalmente, el metal precioso sube cuando las bolsas caen, ya que actúa como refugio ante el repunte de la inflación. Desde el inicio de la crisis, a mediados de 2007, sufrió importantes oscilaciones, en una banda que fue de los u$s700 a los 1.000 dólares. La semana pasada superó los u$s1.050 y algunos inversores, como Jim Rogers, que predijo el boom de las materias primas a principios de esta década, sostuvo que podría alcanzar los u$s2.000 en los próximos años.
Vuelve un clásico de la especulación: el carry-trade
En la visión de Roubini, una de las causas que explican la formación de estas burbujas se encuentra en que la tasa de interés de referencia de los Estados Unidos (que sirve como parámetro para fijar el costo de “la escalera” de créditos) está cerca del 0 por ciento.Esto incentiva el fenómeno del carry-trade, que consiste en tomar préstamos en monedas atadas a una baja tasa de interés para invertir esos fondos en países o activos con mayor potencial de crecimiento.
”El carry trade en el mundo es enorme, y todos están aprovechando para sacar tajada del debilitamiento del dólar, endeudarse en esta moneda e invertir en activos con un nivel de riesgo mayor, como las acciones o las materias primas. Estamos creando una burbuja aún más grande que la anterior", advirtió Roubini.
Según Darío Epstein, presidente de Sur Investment, “lo que sucede es que la gente gana plata endeudándose a tasas bajas, al tiempo que también cae la moneda con la que contrae el préstamo. Sin embargo, cuando se revierte esa situación, todos salen a cancelar sus deudas y esa es la burbuja que se está formando”.
¿Por qué se forman las burbujas?
En opinión de Rubén José Pasquali, analista de mercados, “los argumentos que sostienen que estamos ante una nueva burbuja financiera están basados en la rápida recuperación de los mercados y las bolsas”.
Luis Palma Cané, economista de Fimades, sostuvo a iProfesional.com que para que se forme una burbuja “se deben dar dos condiciones:
- la primera es que debe aumentar en gran medida la cantidad de transacciones.
- La segunda es que se registre un aumento en los precios que no se corresponda con los fundamentales de la economía”.
Ambas condiciones parecen formar parte de esta nueva realidad global.
Aún hay margen de maniobra para que los gobiernos y bancos centrales implementen políticas tendientes a desinflar estas incipientes burbujas y desactivarlas a tiempo. El tiempo dirá si avanzaron en este camino.
Rubén Ramallo - iProfesional.com - 5-Nov-2009
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