- estos padres descuidan la educación y
- son lo que pasan menos tiempo con sus vástagos.
Las familias catalanas 'progresistas' son las que más "desisten" en la educación de sus hijos, al delegarla en la escuela, niñeras, u otros familiares, según el estudio presentado hoy 'Modelos educativos familiares en Catalunya', coordinado por el catedrático de Sociología de la Universidad de Deusto, Javier Elzo.
En base a
- los valores de los padres y
- la presencia de normas y conflictos en el núcleo familiar,
la investigación determinó que
- el 23,3% de las familias eran de tipo 'progresista', defienden aspectos como la legalización de la marihuana y la eutanasia;
- el 30,5%, 'tradicionales';
- el 15,2%, 'conflictivas', y
- el 31%, 'harmónicas'.
En base a
- los valores de los padres y
- la presencia de normas y conflictos en el núcleo familiar,
la investigación determinó que
- el 23,3% de las familias eran de tipo 'progresista', defienden aspectos como la legalización de la marihuana y la eutanasia;
- el 30,5%, 'tradicionales';
- el 15,2%, 'conflictivas', y
- el 31%, 'harmónicas'.
Según el trabajo, los padres 'progresistas' tienen
- el mayor nivel económico y formativo,
- reconocen la importancia de educar a los niños,
- aunque la descuidan y son los que pasan menos tiempo con ellos.
- Rechazan el castigo corporal pero tampoco aplican un modelo educativo positivo, basado en las muestras de afecto y
- en explicar a los hijos por qué un comportamiento es incorrecto al castigarles.
- el mayor nivel económico y formativo,
- reconocen la importancia de educar a los niños,
- aunque la descuidan y son los que pasan menos tiempo con ellos.
- Rechazan el castigo corporal pero tampoco aplican un modelo educativo positivo, basado en las muestras de afecto y
- en explicar a los hijos por qué un comportamiento es incorrecto al castigarles.
Los niños con comportamientos más prosociales provienen de familias
- 'tradicionales' con valores conservadores, respeto natural a las normas y a la autoridad-, y
- 'harmónicas', estas últimas tienen el mejor clima en el hogar y las mejores relaciones con el centro docente;
- son las que más utilizan el castigo correctivo, y son las más religiosas y altruistas.
- 'tradicionales' con valores conservadores, respeto natural a las normas y a la autoridad-, y
- 'harmónicas', estas últimas tienen el mejor clima en el hogar y las mejores relaciones con el centro docente;
- son las que más utilizan el castigo correctivo, y son las más religiosas y altruistas.
Notabler a los catalanes
Elzo calificó con un notable de media la educación de los hijos en Catalunya, y destacó la importancia de la integración de los inmigrantes tras destacar que las familias extranjeras representan el 20% de las 'harmónicas' pero también entorno al 15% de las 'conflictivas' -las que más problemas presentan-.
Aseguró que
- la conducta social de los hijos depende más del clima que de la estructura familiar, y
- afirmó que es un "gravísimo error" achacar las actitudes antisociales principalmente al modelo familiar -reconstituido, monoparental, y con madre trabajadora, entre otros-.
- Lo más importante es el buen ambiente en casa, concluyó.
- la conducta social de los hijos depende más del clima que de la estructura familiar, y
- afirmó que es un "gravísimo error" achacar las actitudes antisociales principalmente al modelo familiar -reconstituido, monoparental, y con madre trabajadora, entre otros-.
- Lo más importante es el buen ambiente en casa, concluyó.
La investigación mostró que la conducta antisocial es el resultado de
- la falta de supervisión parental;
- las discusiones en el seno de la familia y
- el estilo educativo,
mientras que la conducta prosocial es fruto de
- la cohesión familiar;
- la posibilidad de expresar sentimientos y opiniones;
- el refuerzo de los comportamientos correctos y
- el cumplimiento de las normas.
El estudio fue realizado a partir de una encuesta de la Fundación Jaume Bofill a 1.060 padres y 1.189 profesores de niños de siete a 12 años entre 2006 y 2007.
- la falta de supervisión parental;
- las discusiones en el seno de la familia y
- el estilo educativo,
mientras que la conducta prosocial es fruto de
- la cohesión familiar;
- la posibilidad de expresar sentimientos y opiniones;
- el refuerzo de los comportamientos correctos y
- el cumplimiento de las normas.
El estudio fue realizado a partir de una encuesta de la Fundación Jaume Bofill a 1.060 padres y 1.189 profesores de niños de siete a 12 años entre 2006 y 2007.
Información - "La Vanguardia" - Barcelona - 27-Nov-2009
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