Más de cinco horas tardó el "Ferralemes" en hundirse en aguas de las Malvinas, desde que a las 2.45 se detectó la vía de agua y hasta pasadas las ocho de la mañana.
"El barco luchó bien y si llega a hacer mejor tiempo se salvaba", aseguran algunos de los tripulantes gallegos que llegaron la semana pasada a casa.
Ahora, ya más tranquilos tras el tremendo susto vivido en la noche del 1 al 2 de febrero han contado algunos detalles del naufragio y han aportado a FARO imágenes exclusivas de un suceso que a pesar de su espectacularidad se saldó sin víctimas ni heridos.
"Eran sobre las 2.45 horas de la madrugada. Los marineros estaban durmiendo y sobre la cubierta había una gran sacada con unas sesenta o setenta toneladas de pescado.
De repente alguien se dio cuenta de que había agua en la zona de máquinas y aunque intentamos poner remedio ya era demasiado tarde", cuentan algunos tripulantes. El aviso para toda la tripulación se dio a través se una sirena de emergencia y en un primer momento se optó por intentar reconducir la situación.
"Lo que hicimos fue coger una sierra rotoflex y procedimos a cortar el saco del pescado. Abrimos la puerta de popa y comenzamos a lanzarlo al mar", explican. El objetivo no era otro que aligerar el peso del buque e intentar así corregir la escora que amenazaba su estabilidad.
"Todo esto con unas condiciones del mar muy malas, con fuerza 8/9", cuentan. Este primer intento se prolongó alrededor de media hora pero muy pronto la tripulación comprobó que los esfuerzos eran vanos. "La escora del barco ya pasaba de los 30 grados y no había nada que hacer", aseguran. Además, el "Ferralemes" se quedó sin motor y sin luz, lo que provocó nervios y pánico entre una parte de la tripulación, formada por más de 30 personas entre gallegos, peruanos e indonesios.
"Había alguna gente que estaba muy nerviosa y que quería tirarse directamente al mar. Pero logramos realizar una maniobra de salvamento perfecta", relatan.
Lo primero que hicieron los marineros fue colocarse el traje salvavidas y a continuación se lanzaron dos lanchas al mar. "Teníamos cinco, repartidas a babor y a estribor aunque las de estribor no las podíamos lanzar por las condiciones del barco y del mar". Luego se bajaron dos escaleras de gato para facilitar el embarque en las embarcaciones, cada una de ellas con capacidad para 16 personas.
Como medida de seguridad "decidimos amarrar las dos lanchas para no separarnos", cuentan los marineros.
La tripulación fue recogida por el "Loitador" y cuando el tiempo mejoró pasó al "Castelo", otro barco propiedad de la misma empresa que el "Ferralemes" (la sociedad mixta Eurofishing LTD).
Pasadas las 8.00 horas el barco acabó hundiéndose a 200 metros de profundidad, a 80 millas de las Malvinas y a unas 300 de Argentina. Los náufragos llegaron a Port Stanley en la mañana del domingo y allí permanecieron durante una semana.
"Nos acogieron y nos trataron muy bien. Estuvimos repartidos en dos hoteles. De una especie de "casa del mar" nos trajeron ropa y maletas para el viaje", señalan agradecidos los tripulantes del "Ferralemes".
La semana que estuvieron en las Malvinas cada uno de ellos la pasó lo mejor que pudo. "Algunos hablaron con el armador de las Malvinas para saber si tenía algún `trabajillo´ que se pudiese hacer y algunos estuvieron forrándole de madera una casa", relatan.
Llegada a casa
La mayoría de la tripulación gallega es natural de la comarca de O Morrazo y todos llegaron a casa entre el lunes y el martes. Fueron recibidos en el aeropuerto de Peinador entre evidentes signos de emoción por parte de sus familiares.
Precisamente hoy martes se celebrará una misa especial en la iglesia parroquial de Santa María de Cela (Bueu) y en la que se realizará una ofrenda especial. Será a partir de las 19.00 horas.
A pesar de que hace apenas una semana que la tripulación llegó a Galicia, algunos de los marineros del "Ferralames" están ya de nuevo en las Malvinas. Algunos están a bordo del "Castelo" y otros están en camino o saldrán los próximos días.
También hay algunos que han decidido quedarse en casa unos días más descansando y recuperándose del susto pero con intención de volver a embarcar.
Daniel García - "Faro de Vigo" - Vigo - 19-Feb-2008
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