Banco Central Europeo opta por camino opuesto a la Fed para enfrentar crisis: Tasa de interés se mantendría en 4%. A un día de la decisión del BCE sobre su política monetaria, se espera que los dos principales bancos centrales del mundo sigan distanciando sus medidas para enfrentar una posible recesión. A diferencia de la Fed, que se concentra en reactivar la economía, la preocupación europea es la inflación.
Entre la espada y la pared
Es la situación en la que se encuentra el Banco Central Europeo (BCE), que tendrá este jueves su reunión mensual del Consejo de Gobierno en la que decidirá su política monetaria.
La institución financiera se enfrenta a fuertes presiones por bajar sus tasas de interés, siguiendo las medidas tomadas por Estados Unidos, que en una decisión inusual rebajó en menos de un mes 1,25% la tasa directoria; 0,75 puntos de urgencia luego del lunes negro, el 22 de enero y 0,5 más en su junta mensual de enero.
Sin embargo, en el mercado se estima que el presidente del organismo europeo, Jean Claude Trichet se mantendrá firme en su decisión de no mover los tipos, como lo hace desde junio del año pasado.
Pese a las señales de un menor crecimiento de la zona euro y de la preocupación mundial por la salud de la economía de Estados Unidos, los analistas esperan que el BCE no recorte su tasa del 4% actual.
"El Banco Central Europeo no se siente responsable de la desaceleración económica y considera que ésta proviene de la falta de reformas de las políticas estructurales de los gobiernos", afirma Rafael Pampillón, Director del Área de Economía del Instituto de Empresa (IE) de España.
El temor a la inflación
El problema radica en que la inflación en los 15 países que comparten el euro, ha alcanzado niveles que no se conocían desde 1997 -cuando se comenzó a registrar el índice inflacionario-, llegando a 3,2% en enero de este año, muy por encima de la meta del BCE, de un 2%.
El temor en Europa es que se llegue a una escalada en los precios al consumidor, seguida por los salarios, dada la fuerte presión al alza de los poderosos sindicatos europeos, especialmente los alemanes.Y es que estos últimos amparan sus reivindicaciones en el importante aumento que han tenido los precios en la eurozona. Esto porque durante los últimos años la inflación se movió en torno al 2%. En noviembre y diciembre del año pasado aumentó en más de un punto porcentual.
Distintos objetivos
Ante este escenario, el BCE está abocado a su único mandato: mantener el poder adquisitivo de la moneda única y de este modo la estabilidad de los precios en los países que comparten la divisa.
Trichet se ha dedicado a recordarle al mundo que ése es el cometido del Central Europeo y no otro.
A pesar de que hace algunos meses ambos organismos habían actuado de manera coordinada al inyectar liquidez al sistema financiero, éste ya no parece ser el caso.
El organismo europeo nació a la imagen del Bundesbank con el objetivo de lograr la estabilidad en la tasa inflacionaria, a diferencia de la Reserva Federal que además de ese propósito, también debe estimular el crecimiento. Es por esto que se espera que Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal, continúe aplicando nuevos recortes.
Desde septiembre de 2007 hasta hoy, la tasa de política monetaria se ha rebajado desde un inicial 5,25% (tasa con la que inició su mandato), hasta llegar al 3% actual.
Tasas divergentes
Sin embargo, este diferencial de tasas preocupa porque "una mayor apreciación del euro perjudicaría las exportaciones europeas y por lo tanto su economía", de acuerdo a Pampillón.
Esto sumará aún más presiones a la desaceleración que está comenzando a hacerse sentir en el viejo continente.
En tanto, las cifras presentadas por el instituto de estadísticas Eurostat, no ayudan. Este lunes un reporte de esta oficina reveló que el Índice de Precios al Productor (IPP) escaló al 4,3% anual en diciembre último, reflejados en el encarecimiento de los alimentos y los combustibles. Éste suele adelantar el aumento de los precios al consumidor, al traspasar los mayores costos.
Este escenario podría abrir la discusión sobre una rebaja en los tipos. "El Banco Central está esperando a que la inflación sea menor, lo que puede ocurrir a mediados de este año y en ese momento a lo mejor bajan las tasas", afirma Pampillón.
El BCE ha tenido una política constante de elevar las tasas desde diciembre de 2005. Sin embargo, congeló esta tendencia alcista en junio del año pasado, debido a la crisis hipotecaria subprime, dejándola en 4%.
Quién reina en el Bank of England
Mañana también es la fecha en que el Banco Central de Inglaterra dará a conocer su política monetaria.Con su real apellido, el presidente de la entidad, Mervin King, acaba de ser designado por otros 5 años frente al central de ese país, pese a las críticas que ha recibido por su gestión frente a la crisis subprime, con la cual se han visto fuertemente afectadas varias entidades de esa nación.
King no ha sido el más partidario de inyectar liquidez al mercado, a diferencia de Bernanke, y se mantuvo desmarcado de las bajas en las tasas de interés hasta diciembre del año pasado, cuando recortó la tasa en 25 puntos base, a 5,50%.
Sin embargo, frente a la crisis que afectara al Northern Rock se vio obligado a cambiar de opinión, realizando un fuerte préstamo a la entidad.El Northern fue uno de los más afectados por la subprime, y en los próximos días se sabrá si fue aceptada la oferta que hizo el grupo Virgin para hacerlo parte de su consorcio empresarial.
LUZ MARÍA ZAMBRANA - FRANCO VERA - "El Mercurio" - Santiago - 6-Feb-2008
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