Precio internacional del barril de crudo: Mientras el mercado sigue inestable y los valores no se alejan de los US$ 120, el presidente de la OPEP encendió la alarma.
El barril de petróleo podría alcanzar la astronómica cifra de US$ 200, según el presidente de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Chakib Khelil.
Esta vez, la carga en el alza del petróleo no sería un asunto de suministro, consumo o inventarios de petróleo. Según Khelil -quien también es ministro de Energía y Minas de Argelia-, es la fuerte depreciación del dólar la responsable del aumento en el precio del commoditie.
El inestable mercado financiero ha hecho que la divisa de EE.UU. se deprecie en forma importante frente a otras monedas, entre ellas el euro. Según comentarios del mercado, esto ha llevado a que la compra de petróleo para el mercado europeo no resulte tan cara como sí lo ha sido para quienes deben utilizar el dólar en estas transacciones.
"Los precios están altos por la recesión de EE.UU. y la crisis económica que ha afectado a varios países", señaló el presidente de la OPEP, indicando la causa que ha devaluado el dólar. "En consecuencia, cada vez que el dólar cae un 1%, el precio del barril sube US$ 4", y viceversa, explicó el ejecutivo. Eso significa que una recuperación de 10% del valor del dólar haría bajar US$ 40 el precio.
Para el vicepresidente senior del World Petroleum Council, Pedro N. Baridón, la opinión de Khalil es muy respetable, porque éste no sólo pertenece a la OPEP, sino que además es ministro de Energía de Argelia, un importante exportador energético para Europa.
"Su esquema de pensamiento está vinculado a hechos económicos o financieros concretos, como lo es el tipo de cambio", afirma Baridón. Sin embargo, el experto asegura que, aunque respeta las estimaciones de Khalil, también hay que considerar su pertenencia a la OPEP, lo que da un carácter más político a su opinión. Pero además Baridón pone énfasis en que los actuales precios altos del petróleo son insostenibles en el largo plazo.
Chile también pierde
Pese a que los precios de la bencina en Chile tuvieron una baja de $52 gracias al recorte temporal de 25% en el impuesto específico a los combustibles a comienzos de marzo, el litro de bencina ya ha comenzado a subir, luego de ubicarse en $550. El Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) ha pasado de US$ 210 millones (el 20 de febrero) a US$ 155 millones, según las estimaciones de la semana recién pasada para este fondo; una caída de 26,2%.
IPSA cae 0,43% a la espera de la Fed
Con una caída de 0,43% cerró ayer la Bolsa de Comercio de Santiago a la espera de la reunión de la Reserva Federal estadounidense. La entidad, encabezada por Ben Bernanke, sostendrá entre hoy y mañana su reunión de mercado abierto, en la que fijará la tasa de política monetaria de EE.UU.
Con el ajuste, el IPSA llegó a los 3.006,48 puntos, lo que implica un retroceso de 1,49% en lo que va del año. Ayer, los títulos de Vapores, SQM-B y LAN lideraron las alzas entre las acciones del selectivo local. Por el contrario, Edelnor y Madeco registraron los peores resultados de la sesión, tras caer 1,79% y 1,61%, respectivamente.
En Nueva York, tanto el Dow Jones como el S&P cerraron con leves caídas. Esto, pese a que el multimillonario Warren Buffet anunció la adquisición del fabricante de dulces Wrigley en más de US$ 23 mil millones. Tras esto, el Dow Jones retrocedió 0,16% y el S&P-500 perdió 0,11%. Además del encuentro de la Fed, esta semana será clave para la economía norteamericana, de la cual se publican cifras de empleo, consumo y el PIB del primer trimestre.
F. Vera - D. Bustamante - "El Mercurio" - Santiago de Chile - 29-Abr-2008
martes, 29 de abril de 2008
Liberales en el país de Alicia
- ¿En qué partido militaría hoy Adam Smith, indisputado padre del liberalismo?
- ¿En el de Margaret Thatcher?
A Thatcher muchos le han llamado liberal, pero ella siempre se mostró muy orgullosa de su militancia «tory» o, sencillamente, conservadora. El Partido Liberal-demócrata del Reino Unido se sitúa más bien en un centro izquierda suavemente progre.
De parecida filiación es el Partido Liberal Europeo, que tampoco tiene problemas en colocarse a menudo a la izquierda del Socialista.
A Sarkozy sus enemigos le llamaban «liberal», para ver si así perdía votos. Sarkozy aceptó encantado la adscripción, pero lo cierto es que ahí sigue sin adelgazar la presencia del Estado en la vida económica de su país.
El partido social-demócrata holandés, sin ir más lejos, practica una política mucho menos intervencionista que la actual de Sarkozy.
¿Es de derechas el liberalismo?
No en EE.UU., donde un liberal suele ser visto más bien como un socialdemócrata con acento bostoniano. Si allí dices que fulano es un liberal, enseguida se imaginan
- a un progre, o a lo que ellos creen que es un progre,
- a un «Kennedy»,
- a un amigo de los actores de Hollywood o
- a un sujeto que pasó su juventud haciendo auto stop en Europa.
Asunto diferente es si decimos que el personaje en cuestión es un neoliberal. Entonces, éste pasa a ser un furibundo enemigo de cualquier papel asistencial del Estado, un diabólico apóstol de las «reaganomics», término que tampoco se sabe muy bien qué significa.
A Sarkozy sus enemigos, cuando suben el tono, le llaman «neoliberal», pero no será por los esfuerzos que haya hecho por privatizar EDF.
Más peliaguda es la deriva que adopta el término en Rusia, donde el ultranacionalista y xenófobo Vladimir Zhirinovski llama a su partido Liberal y se queda tan contento. Y es que, como explica Irene Lozano, en su imprescindible libro «El saqueo de la imaginación»:
- Liberal es uno de esos conceptos que se usan «con el mismo rigor que empleaba el Humpty Dumpty de Lewis Carroll:
- «Cuando yo uso una palabra quiere decir lo que yo quiero que diga, ni más ni menos».
ALBERTO SOTILLO - "ABC" - Madrid - 28-Abr-2008
- ¿En el de Margaret Thatcher?
A Thatcher muchos le han llamado liberal, pero ella siempre se mostró muy orgullosa de su militancia «tory» o, sencillamente, conservadora. El Partido Liberal-demócrata del Reino Unido se sitúa más bien en un centro izquierda suavemente progre.
De parecida filiación es el Partido Liberal Europeo, que tampoco tiene problemas en colocarse a menudo a la izquierda del Socialista.
A Sarkozy sus enemigos le llamaban «liberal», para ver si así perdía votos. Sarkozy aceptó encantado la adscripción, pero lo cierto es que ahí sigue sin adelgazar la presencia del Estado en la vida económica de su país.
El partido social-demócrata holandés, sin ir más lejos, practica una política mucho menos intervencionista que la actual de Sarkozy.
¿Es de derechas el liberalismo?
No en EE.UU., donde un liberal suele ser visto más bien como un socialdemócrata con acento bostoniano. Si allí dices que fulano es un liberal, enseguida se imaginan
- a un progre, o a lo que ellos creen que es un progre,
- a un «Kennedy»,
- a un amigo de los actores de Hollywood o
- a un sujeto que pasó su juventud haciendo auto stop en Europa.
Asunto diferente es si decimos que el personaje en cuestión es un neoliberal. Entonces, éste pasa a ser un furibundo enemigo de cualquier papel asistencial del Estado, un diabólico apóstol de las «reaganomics», término que tampoco se sabe muy bien qué significa.
A Sarkozy sus enemigos, cuando suben el tono, le llaman «neoliberal», pero no será por los esfuerzos que haya hecho por privatizar EDF.
Más peliaguda es la deriva que adopta el término en Rusia, donde el ultranacionalista y xenófobo Vladimir Zhirinovski llama a su partido Liberal y se queda tan contento. Y es que, como explica Irene Lozano, en su imprescindible libro «El saqueo de la imaginación»:
- Liberal es uno de esos conceptos que se usan «con el mismo rigor que empleaba el Humpty Dumpty de Lewis Carroll:
- «Cuando yo uso una palabra quiere decir lo que yo quiero que diga, ni más ni menos».
ALBERTO SOTILLO - "ABC" - Madrid - 28-Abr-2008
Terroristas del mar
El caso del atunero español debe propiciar un debate global sobre protección marítima.
El Playa de Bakio debe llegar mañana a las Seychelles, escoltado por la fragata Méndez Núñez, con sus 26 tripulantes, 13 españoles y otros tantos africanos, sanos y salvos. El secuestro que sufrieron el domingo pasado, cuando la embarcación navegaba frente a las costas somalíes, concluyó el sábado digamos que felizmente, porque sólo han de lamentar el miedo que pasaron durante su cautiverio. Pero el problema, como precedente o no, apenas acaba de plantearse.
Parece evidente que los piratas sólo abandonaron el pesquero español -que habían asaltado el domingo anterior- una vez pagado el rescate exigido, probablemente a través de abogados intermediarios en Londres. El rescate habría rondado los 750.000 euros, según fuentes somalíes, pero no es tanto la suma lo que cuenta como su procedencia.
Si el dinero lo ha pagado el armador es difícil formular una opinión tajante. Es un particular, y todo lo que hubiera significado dejar a los marineros a su suerte habría constituido para él un gravísimo problema moral y de opinión pública.
- ¿Pero y si ha sido el Gobierno español, cuyos esfuerzos diplomáticos o de seguridad sólo podían ser de un alcance limitado, quien favoreció, contribuyó o intervino directamente en el pago?
- ¿Deben los Estados alentar de hecho ese terrorismo del mar recompensando a los piratas, al pagar o permitir que se pague un rescate?
Hace unas semanas, Francia, que se vio en situación similar cuando el superyate Ponant fue asaltado, se zafó de responder porque su armada pudo recuperar gran parte del rescate y detener a los terroristas del mar.
- ¿Podía España haber hecho lo mismo?
El PP quiere preguntárselo al Gobierno en el Congreso. Seguramente no se puede establecer una ley universal, ni la oposición debe convertir en tormenta política una crisis que culmina bien. Los casos deben examinarse teniendo en cuenta
- el riesgo para los secuestrados,
- la viabilidad de un rescate militar o
- las posibilidades de acción diplomática.
Pero la vida humana ha de ser siempre el bien más preciado para los poderes públicos. Lo que resulta claro es que esta resurrección de las acciones de piratería en zonas muy concretas no debe abordarse en orden disperso.
Los organismos internacionales, la ONU básicamente, y ante situaciones como la que nos ocupa la Unión Europea -una buena docena de cuyos países miembros poseen medios de guerra marítimos de alguna consecuencia- habrían de estudiar muy seriamente el asunto.
No se trata de que potencias individualmente consideradas -España, Francia, Reino Unido- patrullen en sesión alterna o continua ciertos mares lejanos y peligrosos. El objetivo debería ser, puesto que el riesgo es cierto y existen medios para ello, que una flotilla renovable y rotatoria de los países afectados se desplegara de manera permanente para proteger el trabajo en el mar y combatir hasta la extinción esta nueva plaga.
La pax britannica, no por casualidad, se basaba en buena parte en esa acción de policía marítima.
Editorial - "El País" - Madrid - 28-Abr-2008
El Playa de Bakio debe llegar mañana a las Seychelles, escoltado por la fragata Méndez Núñez, con sus 26 tripulantes, 13 españoles y otros tantos africanos, sanos y salvos. El secuestro que sufrieron el domingo pasado, cuando la embarcación navegaba frente a las costas somalíes, concluyó el sábado digamos que felizmente, porque sólo han de lamentar el miedo que pasaron durante su cautiverio. Pero el problema, como precedente o no, apenas acaba de plantearse.
Parece evidente que los piratas sólo abandonaron el pesquero español -que habían asaltado el domingo anterior- una vez pagado el rescate exigido, probablemente a través de abogados intermediarios en Londres. El rescate habría rondado los 750.000 euros, según fuentes somalíes, pero no es tanto la suma lo que cuenta como su procedencia.
Si el dinero lo ha pagado el armador es difícil formular una opinión tajante. Es un particular, y todo lo que hubiera significado dejar a los marineros a su suerte habría constituido para él un gravísimo problema moral y de opinión pública.
- ¿Pero y si ha sido el Gobierno español, cuyos esfuerzos diplomáticos o de seguridad sólo podían ser de un alcance limitado, quien favoreció, contribuyó o intervino directamente en el pago?
- ¿Deben los Estados alentar de hecho ese terrorismo del mar recompensando a los piratas, al pagar o permitir que se pague un rescate?
Hace unas semanas, Francia, que se vio en situación similar cuando el superyate Ponant fue asaltado, se zafó de responder porque su armada pudo recuperar gran parte del rescate y detener a los terroristas del mar.
- ¿Podía España haber hecho lo mismo?
El PP quiere preguntárselo al Gobierno en el Congreso. Seguramente no se puede establecer una ley universal, ni la oposición debe convertir en tormenta política una crisis que culmina bien. Los casos deben examinarse teniendo en cuenta
- el riesgo para los secuestrados,
- la viabilidad de un rescate militar o
- las posibilidades de acción diplomática.
Pero la vida humana ha de ser siempre el bien más preciado para los poderes públicos. Lo que resulta claro es que esta resurrección de las acciones de piratería en zonas muy concretas no debe abordarse en orden disperso.
Los organismos internacionales, la ONU básicamente, y ante situaciones como la que nos ocupa la Unión Europea -una buena docena de cuyos países miembros poseen medios de guerra marítimos de alguna consecuencia- habrían de estudiar muy seriamente el asunto.
No se trata de que potencias individualmente consideradas -España, Francia, Reino Unido- patrullen en sesión alterna o continua ciertos mares lejanos y peligrosos. El objetivo debería ser, puesto que el riesgo es cierto y existen medios para ello, que una flotilla renovable y rotatoria de los países afectados se desplegara de manera permanente para proteger el trabajo en el mar y combatir hasta la extinción esta nueva plaga.
La pax britannica, no por casualidad, se basaba en buena parte en esa acción de policía marítima.
Editorial - "El País" - Madrid - 28-Abr-2008
¿El apocalipsis del capitalismo?
Las teorías catastrofistas sobre la crisis financiera ganan adeptos.
- Imagine un día en que los bancos no tuvieran liquidez, y, en vez de prestar dinero a sus clientes, fueran ellos -o, más exactamente, los contribuyentes- quienes les prestaran más de medio billón de euros.
- Imagine que grandes bancos de inversión de EE UU y Europa fueran rescatados de la quiebra por fondos de países en vías de desarrollo.
- Imagine que las viviendas perdieran una cuarta parte de su valor en dos años, y miles de familias no pudieran hacer frente a sus hipotecas, obligando a los Gobiernos a socorrer a los más apurados pagando la ampliación de los créditos hipotecarios.
- Imagine que los precios de los alimentos básicos se dispararan, se iniciara el racionamiento de arroz en EE UU y en Europa e
- Imagine que el coste del petróleo se triplicara en cuatro años sin que apenas se detectaran revueltas sociales, ni la Bolsa, aunque a la baja, sufriera crash alguno.
En realidad no hace falta tener mucha imaginación: todo eso ya ha sucedido.
La pregunta que ahora se hacen casi todos los expertos -con la única excepción, tal vez, de los que están a sueldo de los gobiernos- es si estamos ante una crisis más, dentro de los grandes ciclos económicos que alternan la bonanza con la depresión, o se trata de algo más.
¿Es el fin del capitalismo tal y como lo conocemos?
Esa pregunta no es nueva. Ni mucho menos. Se ha utilizado en decenas de publicaciones para explicar fenómenos tan dispares como
- la incorporación de la mujer al mundo laboral,
- el imparable ascenso de China e India, o
- la globalización.
Pero ha vuelto a ser acuñada para tratar de explicar en una sola frase las turbulencias que sacuden los mercados internacionales desde hace casi un año.
Bajo ese mismo título, el diario The Independent publicaba el pasado 28 de marzo un artículo que resume la teoría que podría denominarse "apocalíptica".
"El mundo occidental se encuentra en una crisis económica de una magnitud similar a la del petróleo de 1973. Asistimos nada menos que al desmoronamiento del liberalismo, el modelo ideológico y económico dominante en los últimos 30 años", decía el rotativo.
Cuando los mercados son concebidos en términos de obtención de beneficios, no promueven -como dice la teoría clásica liberal- la eficiencia en los servicios, sino la concentración de la riqueza y la especulación. De esta forma, el valor económico real de los activos del planeta es ahora tres veces inferior a los instrumentos financieros (bonos, títulos, acciones, derivados, etcétera) emitidos tomando como referencia esos activos.
Incluso alguien que vive de la buena marcha del negocio financiero como el presidente del BBVA, Francisco González, alertó hace justo un año de esa inflación financiera y "del riesgo que supone el auge de los hedge funds y del capital riesgo".
Y, mientras, los asalariados se han enfrentado a 35 años de rebaja de su parte de la tarta. La edad de oro del asalariado, como proporción del PIB, fue entre la II Guerra Mundial y la crisis del petróleo, y no esta edad de la liberalización, en la que sólo el 1% de la población en el Reino Unido (ojo, no de Congo) controla más de un tercio de toda la riqueza del país, según el diario británico.
Esa corriente de pensamiento (o de pesimismo, según se mire) no hace sino sumar adeptos a medida que las turbulencias se prolongan. La afirmación de que estamos ante la peor crisis financiera desde la Gran Depresión de 1930 es compartida por gente nada sospechosa de extremista. El multimillonario Georges Soros, el ex presidente de la Reserva Federal Alan Greenspan, el ex director del FMI Rodrigo Rato o el economista Paul Krugman han comparado la actual crisis financiera con los acontecimientos posteriores al crash bursátil de 1929.
A ese pesimismo le dan carta de naturaleza publicaciones que pasan por ser biblias del capitalismo, como The Economist, Fortune, Business Week o Financial Times. Hay expertos que piensan que esta crisis puede desembocar en un apocalipsis si las autoridades monetarias no dan con la solución adecuada. No son precisamente pancarteros antisistema, sino analistas reconocidos o altos cargos de bancos de inversión con sueldos estratosféricos. Entre los más renombrados:
- Kenneth Rogoff, profesor de la Universidad de Harvard y ex economista jefe del FMI;
- David Rosenberg, estratega jefe de Merrill Lynch;
- Henry Kaufman, jefe de Solomon Brothers entre 1970 y 1980 y dueño ahora de una firma de inversión;
- Bernard Connolly, analista de AIG y ex jefe de análisis de la Comisión Europea, y
- Stephen Roach, jefe de operaciones en Asia de Morgan Stanley.
Aunque desde posturas muy diferentes, todos critican la falta de reacción de las autoridades monetarias para prever las consecuencias de una economía crecientemente especulativa apoyada en el "apalancamiento", es decir, en instrumentos financieros (bonos, opciones, acciones, futuros, derivados, etcétera) cuyo valor es muy superior al valor real de los activos en que se basan.
La "exuberancia irracional de los mercados", una expresión de Greenspan que hizo fortuna, ha sido llevada al extremo en el caso de los bancos de inversión. Las cinco mayores firmas independientes -Goldman Sachs, Merrill Lynch, Morgan Stanley, Lehman y Bear Stearns- tenían un nivel de deuda en 2007 de 41 a 1, según cálculos de Fortune. En plata: por cada euro contante y sonante que captan se endeudan por 41.
Para entenderlo mejor, lo sucedido desde la última crisis de 2001 se parece al cuento de la lechera, la aldeana que, según caminaba hacia el mercado para vender su cántaro de leche, hacía planes sobre las ganancias crecientes que podía obtener y llegaba a la conclusión de que, trueque tras trueque, acabaría comprándose una granja. En un descuido, el cántaro cae y se rompe, y todos los sueños se van al garete.
En la crisis financiera mundial, el cántaro son las hipotecas basura, y los planes de la lechera se llaman CDO, SIV y Conduits, los nombres imposibles de los paquetes de títulos basados en esas hipotecas -y en la firme creencia de que su valor crecería en el futuro-, que han contaminado a todo el sector financiero internacional cuando son un fenómeno genuinamente estadounidense.
Pero las hipotecas -denominadas subprime o directamente basura- habían sido otorgadas alegremente a gente de dudoso crédito que ahora no puede hacer frente a los pagos. Y el valor de los títulos, como los sueños de la aldeana, se ha venido abajo. No sólo el de las hipotecas subprime, sino el de todos los productos financieros relacionados con ellas.
Ahora, los bancos no se fían de sí mismos porque aún no saben quién posee esos productos que sencillamente no pueden colocarse en el mercado: nadie sabe cómo valorar nada de lo relacionado con las subprime. El FMI ha hecho una estimación del agujero de las entidades financieras: un billón de dólares. Pero la banca apenas ha reconocido hasta ahora una cuarta parte de esas pérdidas.
Jan Loeys, de JPMorgan, cree que hablar de la peor crisis desde la Gran Depresión "es una exageración que refleja el calor del momento", pero admite que sus efectos perdurarán en los mercados "al menos una década".
Una de las causas apuntadas por Fortune para esa locura especulativa es la ambición de los ejecutivos de esas firmas de inversión, que de 2002 a 2006 triplicaron sus beneficios hasta los 30.000 millones de euros, y eran más rentables que la industria farmacéutica o la energética. A sus ejecutivos no les importaba el creciente riesgo que asumían las entidades, porque en ello les iba su sueldo. Las retribuciones de los empleados representaban el 60% de los ingresos de esas firmas, frente al 20% que suponen los salarios en la banca comercial.
"Uno de los agujeros por los que ha llegado la crisis es
- que no se ha controlado bien el riesgo,
- ha faltado juicio para tomar decisiones de inversión por un problema de incentivos perversos.
Quienes contrataban las hipotecas basura en EE UU eran agentes que trabajaban a comisión, no les importaba si luego el cliente pagaba o no. Y los bancos se quitaban del balance esos créditos al venderlos en paquetes financieros. Al final nadie se interesaba por si el crédito era de buena o de mala calidad, porque todo se vendía. Pero eso va a cambiar", asegura Guillermo de la Dehesa, presidente de Centre for Economic Policy Research, con sede en Londres.
Henry Kaufman, que llegó a ser conocido como Doctor Fatalidad (Dr. Doom) porque predijo el alza de las tasas de inflación y los tipos de interés en la década de los ochenta, ha señalado que la actual crisis no tiene nada que ver con las anteriores. Las de 1998 (que provocaron graves problemas en varios países asiáticos, con fuertes devaluaciones de sus monedas) y 2001 (tras el pinchazo de la burbuja puntocom) tuvieron su origen en mercados emergentes. En cambio, la actual nace -y hasta ahora se mantiene- en Occidente: EE UU y Europa.
Kaufman ha responsabilizado de "la peor calamidad global desde la II Guerra Mundial" a la Reserva Federal (Fed), el banco central norteamericano,
- por permitir esa expansión financiera sin base real y
- no poner coto a las prácticas especulativas.
Para este economista, no es suficiente con inyectar dinero al sistema, sino que hay que controlarlo férreamente, con la creación de una autoridad supervisora que regule y vigile a la banca.
Rogoff también critica a la Fed por su decisión de combatir la recesión reduciendo los tipos de interés, porque, a su juicio, esa medida convertirá a EE UU en una máquina de inflación a escala mundial, agravando las tensiones procedentes del alza de las materias primas.
Pero el dramatismo de su análisis es aún mayor cuando pronostica que el rescate del sistema financiero no resistirá porque no hay suficiente dinero fresco. Por el contrario, estima que persistirá la contracción del crédito y el desplome del valor de los pisos, que desembocará en un "gigantesco rescate inmobiliario que costará a los contribuyentes estadounidenses un billón de dólares o más".
¿Y quién se atreverá a comprar esa nueva deuda con los tipos de interés por los suelos y un dólar más devaluado que nunca?, se pregunta.
La respuesta: "El próximo año habrá un aumento masivo de las quiebras corporativas en EE UU, aun cuando muchas empresas llegaron a la recesión con balances sólidos. Las finanzas estatales y municipales están aún en peores condiciones. Ante la caída de ingresos, decenas de municipios en EE UU podrían quebrar".
Stephen Roach también tiene su apodo. Le llaman el eterno bajista (perennial bear) por sus previsiones fatalistas. Considera que estamos viviendo las consecuencias de la segunda burbuja en siete años, tras la crisis que tuvo lugar entre 2000 y 2001 con el desplome de los valores tecnológicos, provocando un colapso financiero que representaba al 13% del producto interior bruto (PIB). Pero señala que la actual crisis es mucho más grave porque combina dos burbujas, la hipotecaria y la crediticia, que afectan simultáneamente a la construcción y al consumo, que representan el 78% del PIB de EE UU, un peso seis veces mayor que en la anterior crisis.
Roach estima que el recorte de los tipos en EE UU no bastará para ayudar a los consumidores que han visto caer el valor de sus propiedades y tienen difícil acceso al crédito. Y propone medidas fiscales de corte keynesiano que favorezcan las exportaciones e inversiones para renovar las anticuadas infraestructuras del país para salir de la recesión.
Apocalípticos o no, la inmensa mayoría de los expertos coincide en el hecho de que el sistema financiero no volverá a ser el de antes. Cuanto más profunda es una crisis, mayores cambios provoca. Pero hasta los neoliberales tienen claro que ya nada será igual. "No estoy seguro de que podamos ir tan lejos como para hablar del fin del capitalismo como lo conocemos. Pero es evidente que vamos hacia un mundo en el que la banca va a estar sujeta a una regulación mucho más restrictiva que la actual", explica desde Washington Desmond Lachman, economista de cabecera de la American Enterprise Institute, un influyente think tank neoconservador.
"El peligro es que la reacción ante la crisis crediticia provoque un exceso de regulación en el sistema financiero, como sucedió tras los escándalos de WorldCom y Enron", añade, en una posición similar a la que ha adoptado recientemente el Instituto de Finanzas Internacionales, el gran lobby bancario.
El papel de los bancos centrales está siendo fundamental en la resolución de la crisis. Pero sus acciones son discutibles, hasta el punto de que muchos analistas los han puesto en el disparadero.
Bernard Connolly, economista de la aseguradora AIG, podría llamarse también el analista antieuro, por su aversión a la moneda común europea, a la que responsabiliza de casi todos los males del Viejo Continente. Ahora vuelve a la carga, al punto de que ha señalado que si la Fed, aunque con medidas no siempre acertadas, trata de evitar la crisis financiera, la misión del Banco Central Europeo (BCE) parece ser la de provocarla. Su teoría tiene como base que la Unión Económica y Monetaria (UEM) se fundó sobre una economía y un marco alemán sobrevalorados, financiados por el resto de países y respaldados por el BCE mediante tipos de interés artificialmente bajos para la conveniencia del conjunto de la UEM.
Esa combinación generó un boom económico en muchos países que tenía como base el sobreendeudamiento de familias y empresas gracias a la sobreexposición crediticia de bancos e inversores, a menudo basado en la ilusoria seguridad de un inflado precio de la vivienda. Muchos de esos países acumularon enormes déficit y deberán restaurar ahora su competitividad.
Pero, como están atrapados en la UEM, sólo pueden hacerlo mediante un ajuste del mercado laboral: desempleo y reducciones salariales.
En cadena, esas altas tasas de paro y la caída de los precios y salarios harían que las deudas que han contraído familias y negocios fueran impagables; es decir, el caos.
Sobre España, Connolly tiene peores augurios que las brujas de Macbeth: "España se dispone a afrontar la más calamitosa de todas las circunstancias: un ciclo de recesión, deflación y caída general de todo el sector privado".
Es de esperar que Connolly y el resto de los apocalípticos yerren. Porque lo peor que le puede pasar al atribulado propietario en apuros no es colgar el cartel de "se vende" en el balcón de casa, sino que el cartel lo herede el banco que le concedió la hipoteca. Del destino de ese cartel depende, tal vez, el futuro de la economía, en España y en el resto del mundo.
Consecuencias
- Fuertes pérdidas y deterioro de la base de capital de numerosos bancos de Europa y EE UU.
- Subida de los tipos de interés interbancarios ante la escasez de liquidez y pese a las inyecciones de los bancos centrales.
- Contracción del crédito y préstamos más caros para empresas y particulares.
- Frenazo económico ante las restricciones monetarias.
- Debilitamiento del dólar frente al euro.
Causas
- La crisis financiera esconde en su interior en realidad tres crisis.
- La primera es de crédito, por la alta morosidad de las hipotecas subprime tras el fin del boom inmobiliario.
- La segunda crisis es la del apalancamiento (directo, de hedge funds o con titulizaciones), que amplifica la crisis.
- La tercera es una crisis de liquidez, por la dependencia de financiación a corto plazo para invertir en productos estructurados.
RAMÓN MUÑOZ - CLAUDI PÉREZ - "El País" - Madrid - 28-Abr-2008
- Imagine un día en que los bancos no tuvieran liquidez, y, en vez de prestar dinero a sus clientes, fueran ellos -o, más exactamente, los contribuyentes- quienes les prestaran más de medio billón de euros.
- Imagine que grandes bancos de inversión de EE UU y Europa fueran rescatados de la quiebra por fondos de países en vías de desarrollo.
- Imagine que las viviendas perdieran una cuarta parte de su valor en dos años, y miles de familias no pudieran hacer frente a sus hipotecas, obligando a los Gobiernos a socorrer a los más apurados pagando la ampliación de los créditos hipotecarios.
- Imagine que los precios de los alimentos básicos se dispararan, se iniciara el racionamiento de arroz en EE UU y en Europa e
- Imagine que el coste del petróleo se triplicara en cuatro años sin que apenas se detectaran revueltas sociales, ni la Bolsa, aunque a la baja, sufriera crash alguno.
En realidad no hace falta tener mucha imaginación: todo eso ya ha sucedido.
La pregunta que ahora se hacen casi todos los expertos -con la única excepción, tal vez, de los que están a sueldo de los gobiernos- es si estamos ante una crisis más, dentro de los grandes ciclos económicos que alternan la bonanza con la depresión, o se trata de algo más.
¿Es el fin del capitalismo tal y como lo conocemos?
Esa pregunta no es nueva. Ni mucho menos. Se ha utilizado en decenas de publicaciones para explicar fenómenos tan dispares como
- la incorporación de la mujer al mundo laboral,
- el imparable ascenso de China e India, o
- la globalización.
Pero ha vuelto a ser acuñada para tratar de explicar en una sola frase las turbulencias que sacuden los mercados internacionales desde hace casi un año.
Bajo ese mismo título, el diario The Independent publicaba el pasado 28 de marzo un artículo que resume la teoría que podría denominarse "apocalíptica".
"El mundo occidental se encuentra en una crisis económica de una magnitud similar a la del petróleo de 1973. Asistimos nada menos que al desmoronamiento del liberalismo, el modelo ideológico y económico dominante en los últimos 30 años", decía el rotativo.
Cuando los mercados son concebidos en términos de obtención de beneficios, no promueven -como dice la teoría clásica liberal- la eficiencia en los servicios, sino la concentración de la riqueza y la especulación. De esta forma, el valor económico real de los activos del planeta es ahora tres veces inferior a los instrumentos financieros (bonos, títulos, acciones, derivados, etcétera) emitidos tomando como referencia esos activos.
Incluso alguien que vive de la buena marcha del negocio financiero como el presidente del BBVA, Francisco González, alertó hace justo un año de esa inflación financiera y "del riesgo que supone el auge de los hedge funds y del capital riesgo".
Y, mientras, los asalariados se han enfrentado a 35 años de rebaja de su parte de la tarta. La edad de oro del asalariado, como proporción del PIB, fue entre la II Guerra Mundial y la crisis del petróleo, y no esta edad de la liberalización, en la que sólo el 1% de la población en el Reino Unido (ojo, no de Congo) controla más de un tercio de toda la riqueza del país, según el diario británico.
Esa corriente de pensamiento (o de pesimismo, según se mire) no hace sino sumar adeptos a medida que las turbulencias se prolongan. La afirmación de que estamos ante la peor crisis financiera desde la Gran Depresión de 1930 es compartida por gente nada sospechosa de extremista. El multimillonario Georges Soros, el ex presidente de la Reserva Federal Alan Greenspan, el ex director del FMI Rodrigo Rato o el economista Paul Krugman han comparado la actual crisis financiera con los acontecimientos posteriores al crash bursátil de 1929.
A ese pesimismo le dan carta de naturaleza publicaciones que pasan por ser biblias del capitalismo, como The Economist, Fortune, Business Week o Financial Times. Hay expertos que piensan que esta crisis puede desembocar en un apocalipsis si las autoridades monetarias no dan con la solución adecuada. No son precisamente pancarteros antisistema, sino analistas reconocidos o altos cargos de bancos de inversión con sueldos estratosféricos. Entre los más renombrados:
- Kenneth Rogoff, profesor de la Universidad de Harvard y ex economista jefe del FMI;
- David Rosenberg, estratega jefe de Merrill Lynch;
- Henry Kaufman, jefe de Solomon Brothers entre 1970 y 1980 y dueño ahora de una firma de inversión;
- Bernard Connolly, analista de AIG y ex jefe de análisis de la Comisión Europea, y
- Stephen Roach, jefe de operaciones en Asia de Morgan Stanley.
Aunque desde posturas muy diferentes, todos critican la falta de reacción de las autoridades monetarias para prever las consecuencias de una economía crecientemente especulativa apoyada en el "apalancamiento", es decir, en instrumentos financieros (bonos, opciones, acciones, futuros, derivados, etcétera) cuyo valor es muy superior al valor real de los activos en que se basan.
La "exuberancia irracional de los mercados", una expresión de Greenspan que hizo fortuna, ha sido llevada al extremo en el caso de los bancos de inversión. Las cinco mayores firmas independientes -Goldman Sachs, Merrill Lynch, Morgan Stanley, Lehman y Bear Stearns- tenían un nivel de deuda en 2007 de 41 a 1, según cálculos de Fortune. En plata: por cada euro contante y sonante que captan se endeudan por 41.
Para entenderlo mejor, lo sucedido desde la última crisis de 2001 se parece al cuento de la lechera, la aldeana que, según caminaba hacia el mercado para vender su cántaro de leche, hacía planes sobre las ganancias crecientes que podía obtener y llegaba a la conclusión de que, trueque tras trueque, acabaría comprándose una granja. En un descuido, el cántaro cae y se rompe, y todos los sueños se van al garete.
En la crisis financiera mundial, el cántaro son las hipotecas basura, y los planes de la lechera se llaman CDO, SIV y Conduits, los nombres imposibles de los paquetes de títulos basados en esas hipotecas -y en la firme creencia de que su valor crecería en el futuro-, que han contaminado a todo el sector financiero internacional cuando son un fenómeno genuinamente estadounidense.
Pero las hipotecas -denominadas subprime o directamente basura- habían sido otorgadas alegremente a gente de dudoso crédito que ahora no puede hacer frente a los pagos. Y el valor de los títulos, como los sueños de la aldeana, se ha venido abajo. No sólo el de las hipotecas subprime, sino el de todos los productos financieros relacionados con ellas.
Ahora, los bancos no se fían de sí mismos porque aún no saben quién posee esos productos que sencillamente no pueden colocarse en el mercado: nadie sabe cómo valorar nada de lo relacionado con las subprime. El FMI ha hecho una estimación del agujero de las entidades financieras: un billón de dólares. Pero la banca apenas ha reconocido hasta ahora una cuarta parte de esas pérdidas.
Jan Loeys, de JPMorgan, cree que hablar de la peor crisis desde la Gran Depresión "es una exageración que refleja el calor del momento", pero admite que sus efectos perdurarán en los mercados "al menos una década".
Una de las causas apuntadas por Fortune para esa locura especulativa es la ambición de los ejecutivos de esas firmas de inversión, que de 2002 a 2006 triplicaron sus beneficios hasta los 30.000 millones de euros, y eran más rentables que la industria farmacéutica o la energética. A sus ejecutivos no les importaba el creciente riesgo que asumían las entidades, porque en ello les iba su sueldo. Las retribuciones de los empleados representaban el 60% de los ingresos de esas firmas, frente al 20% que suponen los salarios en la banca comercial.
"Uno de los agujeros por los que ha llegado la crisis es
- que no se ha controlado bien el riesgo,
- ha faltado juicio para tomar decisiones de inversión por un problema de incentivos perversos.
Quienes contrataban las hipotecas basura en EE UU eran agentes que trabajaban a comisión, no les importaba si luego el cliente pagaba o no. Y los bancos se quitaban del balance esos créditos al venderlos en paquetes financieros. Al final nadie se interesaba por si el crédito era de buena o de mala calidad, porque todo se vendía. Pero eso va a cambiar", asegura Guillermo de la Dehesa, presidente de Centre for Economic Policy Research, con sede en Londres.
Henry Kaufman, que llegó a ser conocido como Doctor Fatalidad (Dr. Doom) porque predijo el alza de las tasas de inflación y los tipos de interés en la década de los ochenta, ha señalado que la actual crisis no tiene nada que ver con las anteriores. Las de 1998 (que provocaron graves problemas en varios países asiáticos, con fuertes devaluaciones de sus monedas) y 2001 (tras el pinchazo de la burbuja puntocom) tuvieron su origen en mercados emergentes. En cambio, la actual nace -y hasta ahora se mantiene- en Occidente: EE UU y Europa.
Kaufman ha responsabilizado de "la peor calamidad global desde la II Guerra Mundial" a la Reserva Federal (Fed), el banco central norteamericano,
- por permitir esa expansión financiera sin base real y
- no poner coto a las prácticas especulativas.
Para este economista, no es suficiente con inyectar dinero al sistema, sino que hay que controlarlo férreamente, con la creación de una autoridad supervisora que regule y vigile a la banca.
Rogoff también critica a la Fed por su decisión de combatir la recesión reduciendo los tipos de interés, porque, a su juicio, esa medida convertirá a EE UU en una máquina de inflación a escala mundial, agravando las tensiones procedentes del alza de las materias primas.
Pero el dramatismo de su análisis es aún mayor cuando pronostica que el rescate del sistema financiero no resistirá porque no hay suficiente dinero fresco. Por el contrario, estima que persistirá la contracción del crédito y el desplome del valor de los pisos, que desembocará en un "gigantesco rescate inmobiliario que costará a los contribuyentes estadounidenses un billón de dólares o más".
¿Y quién se atreverá a comprar esa nueva deuda con los tipos de interés por los suelos y un dólar más devaluado que nunca?, se pregunta.
La respuesta: "El próximo año habrá un aumento masivo de las quiebras corporativas en EE UU, aun cuando muchas empresas llegaron a la recesión con balances sólidos. Las finanzas estatales y municipales están aún en peores condiciones. Ante la caída de ingresos, decenas de municipios en EE UU podrían quebrar".
Stephen Roach también tiene su apodo. Le llaman el eterno bajista (perennial bear) por sus previsiones fatalistas. Considera que estamos viviendo las consecuencias de la segunda burbuja en siete años, tras la crisis que tuvo lugar entre 2000 y 2001 con el desplome de los valores tecnológicos, provocando un colapso financiero que representaba al 13% del producto interior bruto (PIB). Pero señala que la actual crisis es mucho más grave porque combina dos burbujas, la hipotecaria y la crediticia, que afectan simultáneamente a la construcción y al consumo, que representan el 78% del PIB de EE UU, un peso seis veces mayor que en la anterior crisis.
Roach estima que el recorte de los tipos en EE UU no bastará para ayudar a los consumidores que han visto caer el valor de sus propiedades y tienen difícil acceso al crédito. Y propone medidas fiscales de corte keynesiano que favorezcan las exportaciones e inversiones para renovar las anticuadas infraestructuras del país para salir de la recesión.
Apocalípticos o no, la inmensa mayoría de los expertos coincide en el hecho de que el sistema financiero no volverá a ser el de antes. Cuanto más profunda es una crisis, mayores cambios provoca. Pero hasta los neoliberales tienen claro que ya nada será igual. "No estoy seguro de que podamos ir tan lejos como para hablar del fin del capitalismo como lo conocemos. Pero es evidente que vamos hacia un mundo en el que la banca va a estar sujeta a una regulación mucho más restrictiva que la actual", explica desde Washington Desmond Lachman, economista de cabecera de la American Enterprise Institute, un influyente think tank neoconservador.
"El peligro es que la reacción ante la crisis crediticia provoque un exceso de regulación en el sistema financiero, como sucedió tras los escándalos de WorldCom y Enron", añade, en una posición similar a la que ha adoptado recientemente el Instituto de Finanzas Internacionales, el gran lobby bancario.
El papel de los bancos centrales está siendo fundamental en la resolución de la crisis. Pero sus acciones son discutibles, hasta el punto de que muchos analistas los han puesto en el disparadero.
Bernard Connolly, economista de la aseguradora AIG, podría llamarse también el analista antieuro, por su aversión a la moneda común europea, a la que responsabiliza de casi todos los males del Viejo Continente. Ahora vuelve a la carga, al punto de que ha señalado que si la Fed, aunque con medidas no siempre acertadas, trata de evitar la crisis financiera, la misión del Banco Central Europeo (BCE) parece ser la de provocarla. Su teoría tiene como base que la Unión Económica y Monetaria (UEM) se fundó sobre una economía y un marco alemán sobrevalorados, financiados por el resto de países y respaldados por el BCE mediante tipos de interés artificialmente bajos para la conveniencia del conjunto de la UEM.
Esa combinación generó un boom económico en muchos países que tenía como base el sobreendeudamiento de familias y empresas gracias a la sobreexposición crediticia de bancos e inversores, a menudo basado en la ilusoria seguridad de un inflado precio de la vivienda. Muchos de esos países acumularon enormes déficit y deberán restaurar ahora su competitividad.
Pero, como están atrapados en la UEM, sólo pueden hacerlo mediante un ajuste del mercado laboral: desempleo y reducciones salariales.
En cadena, esas altas tasas de paro y la caída de los precios y salarios harían que las deudas que han contraído familias y negocios fueran impagables; es decir, el caos.
Sobre España, Connolly tiene peores augurios que las brujas de Macbeth: "España se dispone a afrontar la más calamitosa de todas las circunstancias: un ciclo de recesión, deflación y caída general de todo el sector privado".
Es de esperar que Connolly y el resto de los apocalípticos yerren. Porque lo peor que le puede pasar al atribulado propietario en apuros no es colgar el cartel de "se vende" en el balcón de casa, sino que el cartel lo herede el banco que le concedió la hipoteca. Del destino de ese cartel depende, tal vez, el futuro de la economía, en España y en el resto del mundo.
Consecuencias
- Fuertes pérdidas y deterioro de la base de capital de numerosos bancos de Europa y EE UU.
- Subida de los tipos de interés interbancarios ante la escasez de liquidez y pese a las inyecciones de los bancos centrales.
- Contracción del crédito y préstamos más caros para empresas y particulares.
- Frenazo económico ante las restricciones monetarias.
- Debilitamiento del dólar frente al euro.
Causas
- La crisis financiera esconde en su interior en realidad tres crisis.
- La primera es de crédito, por la alta morosidad de las hipotecas subprime tras el fin del boom inmobiliario.
- La segunda crisis es la del apalancamiento (directo, de hedge funds o con titulizaciones), que amplifica la crisis.
- La tercera es una crisis de liquidez, por la dependencia de financiación a corto plazo para invertir en productos estructurados.
RAMÓN MUÑOZ - CLAUDI PÉREZ - "El País" - Madrid - 28-Abr-2008
Productividad y crecimiento
De acuerdo a un estudio realizado por la Cámara de Comercio de Santiago, se estima que la contribución de la productividad al crecimiento de la economía será negativa en 0,5 por ciento durante este año, lo cual implicaría un retroceso en la materia por tercer año consecutivo.
El significado práctico de lo anterior es que la forma como se están combinando los recursos en la economía chilena estaría entorpeciendo la evolución de los niveles de producción, al extremo de provocar un efecto adverso.
Las teorías modernas que se han elaborado para explicar el proceso de crecimiento de una economía indican que la expansión puede atribuirse básicamente a la contribución directa que realizan tanto el capital como el trabajo, pero también se asigna gran importancia al efecto derivado de la forma en que son utilizados en una economía los recursos de capital y trabajo disponibles, concepto que se conoce como productividad total de los factores.
Desde 1998 la contribución promedio anual de la productividad total de los factores al crecimiento de la economía está siendo inferior a 1 por ciento, y lo concreto es que hoy se ha transformado en la principal traba a una mayor expansión.
De hecho, los propios expertos consultados por el Ministerio de Hacienda para estimar el ritmo de crecimiento potencial de la economía no anticipan cambios significativos en esta materia para los próximos años, de persistir la actual inercia.
¿Qué habría que hacer para modificar esta tendencia?
Retomar la iniciativa en materia de reformas en los más diversos ámbitos, de manera de contribuir a mejorar la competitividad de la economía.
- La excesiva carga regulatoria que prevalece para la mayoría de los sectores productivos;
- la conocida falta de flexibilidad del mercado laboral;
- la permanencia de una estructura tributaria desincentivadora del ahorro, inversión, emprendimiento e innovación, y
- la mantención de un aparato estatal que no ha evolucionado a la par de los desafíos que impone un mundo globalizado más competitivo
son todos factores que están obstaculizando el crecimiento.
De no introducirse cambios en estas materias, la posibilidad de modificar la trayectoria potencial de mediano plazo de la economía será mínima. Pero, por sobre todo, para lograr una mejor productividad es fundamental que el Gobierno cree las condiciones requeridas para que en el país prevalezca el imperio de la ley, que en definitiva no es otra cosa que crear un marco propicio para que "las instituciones funcionen".
La forma como se han estado desarrollando los conflictos laborales en diversas empresas, y que actualmente se concentran en Codelco, es reflejo de una situación que es precisamente la opuesta: imposibilidad de lograr el cumplimiento de los derechos que cada cual posee.
Por este camino, la productividad se ve negativamente afectada y sólo se logra destruir valor.
Editorial - "El Mercurio" - Santiago de Chile - 28-Abr-2008
El significado práctico de lo anterior es que la forma como se están combinando los recursos en la economía chilena estaría entorpeciendo la evolución de los niveles de producción, al extremo de provocar un efecto adverso.
Las teorías modernas que se han elaborado para explicar el proceso de crecimiento de una economía indican que la expansión puede atribuirse básicamente a la contribución directa que realizan tanto el capital como el trabajo, pero también se asigna gran importancia al efecto derivado de la forma en que son utilizados en una economía los recursos de capital y trabajo disponibles, concepto que se conoce como productividad total de los factores.
Desde 1998 la contribución promedio anual de la productividad total de los factores al crecimiento de la economía está siendo inferior a 1 por ciento, y lo concreto es que hoy se ha transformado en la principal traba a una mayor expansión.
De hecho, los propios expertos consultados por el Ministerio de Hacienda para estimar el ritmo de crecimiento potencial de la economía no anticipan cambios significativos en esta materia para los próximos años, de persistir la actual inercia.
¿Qué habría que hacer para modificar esta tendencia?
Retomar la iniciativa en materia de reformas en los más diversos ámbitos, de manera de contribuir a mejorar la competitividad de la economía.
- La excesiva carga regulatoria que prevalece para la mayoría de los sectores productivos;
- la conocida falta de flexibilidad del mercado laboral;
- la permanencia de una estructura tributaria desincentivadora del ahorro, inversión, emprendimiento e innovación, y
- la mantención de un aparato estatal que no ha evolucionado a la par de los desafíos que impone un mundo globalizado más competitivo
son todos factores que están obstaculizando el crecimiento.
De no introducirse cambios en estas materias, la posibilidad de modificar la trayectoria potencial de mediano plazo de la economía será mínima. Pero, por sobre todo, para lograr una mejor productividad es fundamental que el Gobierno cree las condiciones requeridas para que en el país prevalezca el imperio de la ley, que en definitiva no es otra cosa que crear un marco propicio para que "las instituciones funcionen".
La forma como se han estado desarrollando los conflictos laborales en diversas empresas, y que actualmente se concentran en Codelco, es reflejo de una situación que es precisamente la opuesta: imposibilidad de lograr el cumplimiento de los derechos que cada cual posee.
Por este camino, la productividad se ve negativamente afectada y sólo se logra destruir valor.
Editorial - "El Mercurio" - Santiago de Chile - 28-Abr-2008
Hacia dónde va Argentina
Desafortunadamente, parece que no hay que reescribir los libros de texto, como alguna gente piensa, para ver por dónde se encamina Argentina. Hay que saber esperar.
Como era de esperarse, "el modelo" económico argentino, basado en
- un dólar nominal alto y
- en políticas de "redistribución" heterodoxas,
está mostrando, desafortunadamente, signos de inviabilidad.Recientemente, la mayor crisis que tuvieron que enfrentar las administraciones Kirchner vino desde el sector agropecuario, que se unió en contra del aumento a las retenciones de las exportaciones de soya y, mediante un paro generalizado, ha dejado a las principales ciudades argentinas desabastecidas por una veintena de días.Dicho aumento en las retenciones a cerca del 45% de los ingresos ha sido particularmente odioso, porque se produjo unas semanas antes de la cosecha, una vez que, obviamente, las decisiones de inversión ya han sido tomadas.Este es, al igual que el caso de las carnes en la administración anterior, un decidor ejemplo de lo que en economía se llama inconsistencia temporal, y afecta negativamente el ambiente de negocios en el país en un futuro que no tiene por qué ser lejano.Las razones dadas para el aumento de las retenciones son que
- constituyen un instrumento adicional de control de precios internos y
- son básicamente un instrumento de reasignación de riqueza.En el caso particular de la soya, las razones estarían más relacionadas con una planificación centralizada de la asignación de los recursos productivos -como se deduce de spots publicitarios oficiales recientes- y con el financiamiento de la maraña de subsidios existente que con el manejo de los precios internos -la soya no es un bien que se consuma significativamente en el país.El control del nivel de precios -vía retenciones, subsidios, acuerdos (que algunos les llaman aprietes)- es algo que preocupa al gobierno, ya que la inflación está apreciando el tipo de cambio real.No hay sorpresa en esto, ya que es lo que nos diría un libro de texto y puede tratarse de un movimiento hacia el equilibrio. Ahora bien, se deduce de los dichos del ministro de Economía que el tipo de cambio "competitivo" es algo que es central al modelo y que se va a mantener. Se podría deducir de los dichos que una devaluación nominal del peso es algo que se le está cruzando por la cabeza para mantener la competitividad; como si esto se manejase por decreto.La historia reciente y no tan reciente de Argentina nos muestra ejemplos que no terminaron bien. Lo curioso es que parece que se vuelve a lo mismo.
- Controles de precios y
- redistribuciones de ingreso y/o riqueza de un plumazo y
sorpresivamente ya han ocurrido.Hoy día le tocó perder al sector agropecuario. Aunque no estoy de acuerdo con la acción del gobierno, quizás, aunque es poco probable, le sirva de consuelo recordar que hace siete años muchas de las personas que están cortando las rutas vieron sus riquezas incrementadas al transformárseles sus deudas a moneda nacional.En esa oportunidad, los perdedores directos fueron
- los ahorristas, a los que se les pesificaron los ahorros a un tipo de cambio irrisorio, y
- los tenedores de deuda.
Mal de muchos, consuelo de tontos.Desafortunadamente, parece que no hay que reescribir los libros de texto, como alguna gente piensa, para ver por dónde se encamina Argentina. Hay que saber esperar."La historia reciente y no tan reciente de Argentina nos muestra ejemplos que no terminaron bien. Lo curioso es que parece que se vuelve a lo mismo. Controles de precios y redistribuciones de ingreso y/o riqueza de un plumazo y sorpresivamente ya han ocurrido"
DIEGO SARAVIA - Profesor de Economía PUC - "El Mercurio" - Santiago de Chile - 28-Abr-2008
Como era de esperarse, "el modelo" económico argentino, basado en
- un dólar nominal alto y
- en políticas de "redistribución" heterodoxas,
está mostrando, desafortunadamente, signos de inviabilidad.Recientemente, la mayor crisis que tuvieron que enfrentar las administraciones Kirchner vino desde el sector agropecuario, que se unió en contra del aumento a las retenciones de las exportaciones de soya y, mediante un paro generalizado, ha dejado a las principales ciudades argentinas desabastecidas por una veintena de días.Dicho aumento en las retenciones a cerca del 45% de los ingresos ha sido particularmente odioso, porque se produjo unas semanas antes de la cosecha, una vez que, obviamente, las decisiones de inversión ya han sido tomadas.Este es, al igual que el caso de las carnes en la administración anterior, un decidor ejemplo de lo que en economía se llama inconsistencia temporal, y afecta negativamente el ambiente de negocios en el país en un futuro que no tiene por qué ser lejano.Las razones dadas para el aumento de las retenciones son que
- constituyen un instrumento adicional de control de precios internos y
- son básicamente un instrumento de reasignación de riqueza.En el caso particular de la soya, las razones estarían más relacionadas con una planificación centralizada de la asignación de los recursos productivos -como se deduce de spots publicitarios oficiales recientes- y con el financiamiento de la maraña de subsidios existente que con el manejo de los precios internos -la soya no es un bien que se consuma significativamente en el país.El control del nivel de precios -vía retenciones, subsidios, acuerdos (que algunos les llaman aprietes)- es algo que preocupa al gobierno, ya que la inflación está apreciando el tipo de cambio real.No hay sorpresa en esto, ya que es lo que nos diría un libro de texto y puede tratarse de un movimiento hacia el equilibrio. Ahora bien, se deduce de los dichos del ministro de Economía que el tipo de cambio "competitivo" es algo que es central al modelo y que se va a mantener. Se podría deducir de los dichos que una devaluación nominal del peso es algo que se le está cruzando por la cabeza para mantener la competitividad; como si esto se manejase por decreto.La historia reciente y no tan reciente de Argentina nos muestra ejemplos que no terminaron bien. Lo curioso es que parece que se vuelve a lo mismo.
- Controles de precios y
- redistribuciones de ingreso y/o riqueza de un plumazo y
sorpresivamente ya han ocurrido.Hoy día le tocó perder al sector agropecuario. Aunque no estoy de acuerdo con la acción del gobierno, quizás, aunque es poco probable, le sirva de consuelo recordar que hace siete años muchas de las personas que están cortando las rutas vieron sus riquezas incrementadas al transformárseles sus deudas a moneda nacional.En esa oportunidad, los perdedores directos fueron
- los ahorristas, a los que se les pesificaron los ahorros a un tipo de cambio irrisorio, y
- los tenedores de deuda.
Mal de muchos, consuelo de tontos.Desafortunadamente, parece que no hay que reescribir los libros de texto, como alguna gente piensa, para ver por dónde se encamina Argentina. Hay que saber esperar."La historia reciente y no tan reciente de Argentina nos muestra ejemplos que no terminaron bien. Lo curioso es que parece que se vuelve a lo mismo. Controles de precios y redistribuciones de ingreso y/o riqueza de un plumazo y sorpresivamente ya han ocurrido"
DIEGO SARAVIA - Profesor de Economía PUC - "El Mercurio" - Santiago de Chile - 28-Abr-2008
viernes, 25 de abril de 2008
El centro que necesitamos
NO hace falta entrar en grandes debates intelectuales sobre la posmodernidad o sobre el principio de indeterminación de Heisenberg (ese que dice que la posición de un electrón es intrínsecamente indeterminada) para darnos cuenta de que estamos viviendo una época de indefinición en los conceptos.
El ciudadano medio de este país sufre un aluvión de consignas políticas, generalmente contradictorias, sobre conceptos claves en el juego democrático. Así hemos visto cómo una organización política que se define como «de centro reformista» es tratada de «prehistórica, que da miedo», cuando no directamente de fascista con correaje y bota alta incluida.
Esta proliferación de ataques y de repetición de consignas descalificadoras tienen desgraciadamente más éxito electoral del que nos gustaría a muchos.
Un ciudadano decente, y lo son la inmensa mayoría de los españoles, rechaza estas descalificaciones. Sin embargo, no podemos dejar de reconocer que estos ataques cumplen un objetivo quizá aún más perverso intelectualmente hablando que el mero arrinconamiento de la oposición: provocan indefinición en los conceptos y lo que es aún peor: en los principios.
Muchas personas sufren esta presión sintiendo como se tambalean sus referencias, dudando de si algo puede ser calificado de extrema derecha, de derecha o de centro izquierda, ya que a veces se califica desde medios muy dispares en un sentido u otro, con casi total impunidad.
La conclusión nihilista a la que desgraciadamente llegan algunos es que «todos son iguales», y su corolario de «da igual unos que otros».
A ello hay que unir una actitud, legítima eso sí, pero de efectos también perturbadores, sobre lo que debe entenderse por "centro político". Para algunos de nuestros políticos, y para algunos de nuestros comentaristas y analistas, el centro político es un mero lugar geométrico, como si hablásemos del centro de la circunferencia, en donde apoyamos la punta del compás para dibujarla.
Para ellos el centro es simplemente una elemental equidistancia política. Si aquellas formaciones que ellos han establecido como «extremos» (aunque pueda ser la suya propia, ¿les suena?) adoptan cierta posición, el justo medio de estos «centristas» es aquel lugar equidistante de los extremos, que es así determinado prácticamente con «escuadra y cartabón».
Me explicaré: seguramente muchos de nosotros hemos sufrido en alguna reunión de comunidades de vecinos a ese compañero de inmueble que primero escucha a los demás, y según como vaya la cosa y se vayan definiendo las posiciones adopta un papel u otro, siempre en la más estricta equidistancia de las posiciones enfrentadas. No se define.
Si al cabo de un mes o de un año, los planteamientos de la comunidad son otros, nuestro camaleónico compañero puede adaptar una posición incluso contraria a la que defendió con anterioridad.
Las ideas no importan, han muerto. ¡Larga vida a la geometría política! No es muy difícil deducir un hecho relevante: nuestro vecino, quizás más por entretenerse que por otra cosa, pone sistemáticamente su soberanía en las posiciones de los demás. No es verdaderamente independiente.
Llegados a este punto, y para no caer justo en lo que criticamos, la indefinición conceptual, es necesario encontrar una definición de centro político; una definición que elimine la neblina pasajera que posiblemente sufra un español cualquiera, sea del partido que sea, ante el bombardeo de consignas que sin duda está sufriendo, y que le ayuda a dilucidar con absoluta libertad y desde sus propias convicciones qué partido o partidos ocupan hoy por hoy el centro.
Al hablar de las personas, y de sus intereses, estamos hablando de un ambiente de libertad, sin olvidar que los españoles lo que quieren es ser iguales, cosa que sólo se consigue potenciando el valor de la solidaridad, más allá de la mera retórica, y del sacrificio de esta solidaridad real en aras de uno de los otros dos.
Los partidos centristas españoles han tenido respaldo cuando se han armonizado estos valores sin pretender primar uno de ellos sobre los demás, algo que no se debe olvidar en un momento en que parece que se quiere reabrir el debate ideológico.
¿Qué es eso del "centro"?
A algunos hablar de centro les traerá a la memoria la UCD o el CDS. No es el momento de hablar de estos partidos, pero sí de decir que parece evidente que el centro sea algo más que unas siglas o que una mera equidistancia de los extremos como decíamos antes.
- Ocupar el centro político es a nuestro juicio más una cuestión de formas y de valores que una mera cuestión posicional.
- Ocupar el centro es devolver a la política aquéllo que debe ser su protagonista esencial: las personas.
- El interés de las personas, y todo lo que a ello va asociado, debe ser el norte y guía de un partido que pretenda ser centrista.
Por ello, un partido es de centro en la medida en que antepone a su propio interés partidario cosas tan sagradas como
- la convivencia entre los españoles,
- el uso racional de los recursos públicos (que son de todos, no es verdad que no «sean de nadie»),
- el bienestar de las personas,
- el enterramiento de odios ancestrales que pudiesen existir y
- sobre todo una búsqueda de una verdadera paz para todos,
- paz que nace de la justicia en la gestión de las cosas públicas.
En definitiva,
- poner a la persona y sus necesidades como el auténtico objeto de la política,
- intentar resolver los problemas reales de los españoles, y no otros supuestos o inventados.
- centro es poner las ideas al servicio del hombre, y no el hombre al servicio de las ideas.
Por eso los españoles pedimos a quienes deben protagonizar este debate que piensen en el conjunto de la Nación y no sólo en quienes tienen su misma ideología.
¿Qué partidos pueden suscribir un catálogo de superación en esta línea?
Corresponde a cada uno en conciencia el contestar a esta pregunta. Desde la propia libertad, debe contestarse quien atiza el odio y quien no.
Lo que sí podemos decir, con rotundidad, es que sin estos planteamientos una realidad como la Unión Europea, aun incompleta pero exitosa, sencillamente no existiría.
Conviene recordar que estos principios que defendemos en estas líneas son precisamente los que animaron a los fundadores de las Comunidades europeas:
- la superación de las viejas rencillas nacionales poniendo a la persona como objeto de la acción del Estado, y no al revés.
Si conseguimos esto, podemos decir como Jean Monnet: «Nosotros lo que pretendemos es unir a las personas». Esperemos que pueda ser así en no mucho tiempo.
José María Gil-Robles - Ex presidente del Parlamento Europeo - "ABC" - Madrid - 25-Abr-2008
El ciudadano medio de este país sufre un aluvión de consignas políticas, generalmente contradictorias, sobre conceptos claves en el juego democrático. Así hemos visto cómo una organización política que se define como «de centro reformista» es tratada de «prehistórica, que da miedo», cuando no directamente de fascista con correaje y bota alta incluida.
Esta proliferación de ataques y de repetición de consignas descalificadoras tienen desgraciadamente más éxito electoral del que nos gustaría a muchos.
Un ciudadano decente, y lo son la inmensa mayoría de los españoles, rechaza estas descalificaciones. Sin embargo, no podemos dejar de reconocer que estos ataques cumplen un objetivo quizá aún más perverso intelectualmente hablando que el mero arrinconamiento de la oposición: provocan indefinición en los conceptos y lo que es aún peor: en los principios.
Muchas personas sufren esta presión sintiendo como se tambalean sus referencias, dudando de si algo puede ser calificado de extrema derecha, de derecha o de centro izquierda, ya que a veces se califica desde medios muy dispares en un sentido u otro, con casi total impunidad.
La conclusión nihilista a la que desgraciadamente llegan algunos es que «todos son iguales», y su corolario de «da igual unos que otros».
A ello hay que unir una actitud, legítima eso sí, pero de efectos también perturbadores, sobre lo que debe entenderse por "centro político". Para algunos de nuestros políticos, y para algunos de nuestros comentaristas y analistas, el centro político es un mero lugar geométrico, como si hablásemos del centro de la circunferencia, en donde apoyamos la punta del compás para dibujarla.
Para ellos el centro es simplemente una elemental equidistancia política. Si aquellas formaciones que ellos han establecido como «extremos» (aunque pueda ser la suya propia, ¿les suena?) adoptan cierta posición, el justo medio de estos «centristas» es aquel lugar equidistante de los extremos, que es así determinado prácticamente con «escuadra y cartabón».
Me explicaré: seguramente muchos de nosotros hemos sufrido en alguna reunión de comunidades de vecinos a ese compañero de inmueble que primero escucha a los demás, y según como vaya la cosa y se vayan definiendo las posiciones adopta un papel u otro, siempre en la más estricta equidistancia de las posiciones enfrentadas. No se define.
Si al cabo de un mes o de un año, los planteamientos de la comunidad son otros, nuestro camaleónico compañero puede adaptar una posición incluso contraria a la que defendió con anterioridad.
Las ideas no importan, han muerto. ¡Larga vida a la geometría política! No es muy difícil deducir un hecho relevante: nuestro vecino, quizás más por entretenerse que por otra cosa, pone sistemáticamente su soberanía en las posiciones de los demás. No es verdaderamente independiente.
Llegados a este punto, y para no caer justo en lo que criticamos, la indefinición conceptual, es necesario encontrar una definición de centro político; una definición que elimine la neblina pasajera que posiblemente sufra un español cualquiera, sea del partido que sea, ante el bombardeo de consignas que sin duda está sufriendo, y que le ayuda a dilucidar con absoluta libertad y desde sus propias convicciones qué partido o partidos ocupan hoy por hoy el centro.
Al hablar de las personas, y de sus intereses, estamos hablando de un ambiente de libertad, sin olvidar que los españoles lo que quieren es ser iguales, cosa que sólo se consigue potenciando el valor de la solidaridad, más allá de la mera retórica, y del sacrificio de esta solidaridad real en aras de uno de los otros dos.
Los partidos centristas españoles han tenido respaldo cuando se han armonizado estos valores sin pretender primar uno de ellos sobre los demás, algo que no se debe olvidar en un momento en que parece que se quiere reabrir el debate ideológico.
¿Qué es eso del "centro"?
A algunos hablar de centro les traerá a la memoria la UCD o el CDS. No es el momento de hablar de estos partidos, pero sí de decir que parece evidente que el centro sea algo más que unas siglas o que una mera equidistancia de los extremos como decíamos antes.
- Ocupar el centro político es a nuestro juicio más una cuestión de formas y de valores que una mera cuestión posicional.
- Ocupar el centro es devolver a la política aquéllo que debe ser su protagonista esencial: las personas.
- El interés de las personas, y todo lo que a ello va asociado, debe ser el norte y guía de un partido que pretenda ser centrista.
Por ello, un partido es de centro en la medida en que antepone a su propio interés partidario cosas tan sagradas como
- la convivencia entre los españoles,
- el uso racional de los recursos públicos (que son de todos, no es verdad que no «sean de nadie»),
- el bienestar de las personas,
- el enterramiento de odios ancestrales que pudiesen existir y
- sobre todo una búsqueda de una verdadera paz para todos,
- paz que nace de la justicia en la gestión de las cosas públicas.
En definitiva,
- poner a la persona y sus necesidades como el auténtico objeto de la política,
- intentar resolver los problemas reales de los españoles, y no otros supuestos o inventados.
- centro es poner las ideas al servicio del hombre, y no el hombre al servicio de las ideas.
Por eso los españoles pedimos a quienes deben protagonizar este debate que piensen en el conjunto de la Nación y no sólo en quienes tienen su misma ideología.
¿Qué partidos pueden suscribir un catálogo de superación en esta línea?
Corresponde a cada uno en conciencia el contestar a esta pregunta. Desde la propia libertad, debe contestarse quien atiza el odio y quien no.
Lo que sí podemos decir, con rotundidad, es que sin estos planteamientos una realidad como la Unión Europea, aun incompleta pero exitosa, sencillamente no existiría.
Conviene recordar que estos principios que defendemos en estas líneas son precisamente los que animaron a los fundadores de las Comunidades europeas:
- la superación de las viejas rencillas nacionales poniendo a la persona como objeto de la acción del Estado, y no al revés.
Si conseguimos esto, podemos decir como Jean Monnet: «Nosotros lo que pretendemos es unir a las personas». Esperemos que pueda ser así en no mucho tiempo.
José María Gil-Robles - Ex presidente del Parlamento Europeo - "ABC" - Madrid - 25-Abr-2008
¿Qué crisis?
- "Esta crisis cambiará la estructura del capitalismo mundial".
- "Se acabó la era de los alimentos baratos".
Estas dos frases están extraídas de entrevistas publicadas en el periódico. La primera es de Michel Camdessus, presidente del FMI en la década de los noventa. La segunda salió de los labios de Costan Dacosta, un gallego que dirige el grupo Eroski. Lo hemos oído en los mismos días en que Wal Mart, el paraíso del consumo popular en EE.UU., decidió limitar las ventas de arroz a cuatro sacas por cliente.
Suenan a mensajes del apocalipsis.
Parece como si fueran a llegar los tiempos en que no habrá guerras por dominar los campos petrolíferos. Las nuevas guerras serían por los cultivos de arroz y las reservas de maíz, como fueron en otros tiempos por el control de las rutas de la sal.
Se diría que un nuevo orden mundial estaría a la vuelta de la esquina si no fuera porque los que tienen las de ganar y las de perder siguen siendo los mismos.
El abordaje pirata de un barco en el que están secuestrados ocho gallegos ha vuelto a traer al primer plano a territorios miserables. Como Somalia, que ni siquiera tiene la oportunidad de sufrir los inconvenientes de otras áreas empobrecidas que cambiaron cultivos para alimentos por plantaciones para biocarburantes. Porque hay lugares en la tierra en los que las personas comen trozos de barro reseco para engañar al estómago.
La acción terrorista de los bucaneros del Cuerno de África también tiene que ver con las paradojas de esta época. No son los hambrientos quienes alientan y financian el terrorismo. Pero en el golfo de Adén chocan de forma violenta dos mundos que coexisten.
- El de la democracia y el bienestar, muchas veces basado en la injusticia y el expolio, y
- el de los regímenes arcaicos y tribales, que también patrocinan el empobrecimiento y la brutalidad.
¿Habrá alguna vez una crisis que lo cambie todo?
Carlos Agulló - "La Voz de Galicia" - Santiago - 25-Abr-2008
- "Se acabó la era de los alimentos baratos".
Estas dos frases están extraídas de entrevistas publicadas en el periódico. La primera es de Michel Camdessus, presidente del FMI en la década de los noventa. La segunda salió de los labios de Costan Dacosta, un gallego que dirige el grupo Eroski. Lo hemos oído en los mismos días en que Wal Mart, el paraíso del consumo popular en EE.UU., decidió limitar las ventas de arroz a cuatro sacas por cliente.
Suenan a mensajes del apocalipsis.
Parece como si fueran a llegar los tiempos en que no habrá guerras por dominar los campos petrolíferos. Las nuevas guerras serían por los cultivos de arroz y las reservas de maíz, como fueron en otros tiempos por el control de las rutas de la sal.
Se diría que un nuevo orden mundial estaría a la vuelta de la esquina si no fuera porque los que tienen las de ganar y las de perder siguen siendo los mismos.
El abordaje pirata de un barco en el que están secuestrados ocho gallegos ha vuelto a traer al primer plano a territorios miserables. Como Somalia, que ni siquiera tiene la oportunidad de sufrir los inconvenientes de otras áreas empobrecidas que cambiaron cultivos para alimentos por plantaciones para biocarburantes. Porque hay lugares en la tierra en los que las personas comen trozos de barro reseco para engañar al estómago.
La acción terrorista de los bucaneros del Cuerno de África también tiene que ver con las paradojas de esta época. No son los hambrientos quienes alientan y financian el terrorismo. Pero en el golfo de Adén chocan de forma violenta dos mundos que coexisten.
- El de la democracia y el bienestar, muchas veces basado en la injusticia y el expolio, y
- el de los regímenes arcaicos y tribales, que también patrocinan el empobrecimiento y la brutalidad.
¿Habrá alguna vez una crisis que lo cambie todo?
Carlos Agulló - "La Voz de Galicia" - Santiago - 25-Abr-2008
jueves, 24 de abril de 2008
Camdessus: «Esta crisis cambiará la estructura del capitalismo mundial»
Camdessus vaticina que Estados Unidos va a tener que ceder parte de su soberanía financiera para sortear las turbulencias derivadas de las hipotecas de alto riesgo.
El hombre que tuvo en sus manos las riendas del todopoderoso Fondo Monetario Internacional (FMI) durante 13 años (entre enero de 1987 y febrero del 2000), el francés Michel Camdessus, no se atreve a pronosticar el verdadero alcance de la crisis que mantiene contra las cuerdas a la economía mundial. Pero afirma con rotundidad que esta crisis no es como las anteriores. Y de eso sabe mucho. No en vano, durante su mandato al frente del FMI tuvo que bregar con las turbulencias que durante 1997 y 1998 sacudieron los cimientos económicos de Asia, América Latina y Rusia.
«Roma ya no está en Roma: Wall Street ya no está en Wall Street». Es la frase a la que recurre Camdessus para referirse «al profundo cambio en el funcionamiento del capitalismo mundial» que, en su opinión, traerá aparejado esta crisis. Y lo explica asegurando que algunos de los bancos insignia de la primera potencia del mundo ya no son tan americanos como antes. La imperiosa necesidad de capital derivada del estallido de la burbuja de las hipotecas basura lo ha hecho posible, propiciando la entrada de inversores extranjeros cargados de fondos.
«América va a tener que ceder parte de su soberanía financiera», sentencia Camdessus, para añadir que «hoy, grandes entidades financieras de Wall Street están pasando parcialmente a manos de países como Singapur u Oriente Medio».
«¿Dónde está el techo para la entrada de inversión extranjera en el capital financiero de Estados Unidos», se pregunta, para añadir inmediatamente que «¡Ojalá todo esto no se traduzca en un mayor proteccionismo!».
El ex director gerente del FMI insiste en que la encrucijada en la que se encuentra ahora la economía mundial no es como las anteriores. Y para argumentarlo recurre a la crisis asiática. «Entonces las turbulencias golpearon a países en vías de desarrollo. Y nosotros en ese campo teníamos mucha experiencia, habíamos aprendido mucho y sabíamos lo que había que hacer. Lo hicimos, y en 20 meses la situación estaba solventada».
«La crisis que ahora vivimos comenzó en la capital del capitalismo mundial, el único lugar donde se creía que esto no podía suceder», asegura, para añadir después que «se ha perdido mucho tiempo en ver qué se podría hacer. Cuando había que actuar en Corea o Indonesia el director del FMI no pedía permiso, se limitaba a hacer su trabajo. Cuando el terremoto ocurre en Estados Unidos todo es diferente». «El mundo, hoy no tiene los instrumentos para resolver este tipo de crisis. Tiene que inventarlos».
Impacto en España
Michel Camdessus no está de acuerdo con las voces que aseguran que España saldrá peor parada del parón económico que sus socios europeos por su excesiva dependencia de la construcción. «Indudablemente, España verá frenado su crecimiento económico, pero la crisis no será tan dramática como algunos auguran», asegura, para añadir después que «la estimación de Solbes del 2,3-2,4% puede ser un poco optimista, pero en ese entorno van a estar las cosas». Subraya que en España «sigue habiendo una demanda importante de vivienda por parte de los jóvenes y de los inmigrantes, y hay empresas muy sólidas en el sector. Desde luego que algunas compañías desaparecerán, pero no hay que confundir la espuma con el mar».
Respecto a la escalada del petróleo, Camdessus es rotundo: «Tenemos que acostumbrarnos a consumir menos combustibles fósiles y caminar hacia el desarrollo sostenible, hacia el uso de energías alternativas. Hay que asumir que el petróleo seguirá siendo caro. Es más, hay que hacerse a la idea de que dentro de 40 años ya no habrá petróleo. Así que más nos vale empezar a utilizar otras fuentes», sentencia.
Camdessus no cree que el Banco Central Europeo (BCE) tenga que seguir los consejos del Fondo Monetario Internacional y rebajar los tipos de interés para ayudar a la economía europea a salir del bache. «Confío enormemente en el Banco Central Europeo, que hasta ahora, y con mucha valentía, ha gobernado de manera muy sabia la moneda europea», afirma el ex director gerente del FMI.
Inflación
«Si el BCE hubiese hecho caso a las voces de todos los dirigentes que desde hace años le exigen una rebaja de los tipos de interés ¿dónde estaría hoy la inflación?», añade, para finalizar: «Lo ha hecho bien. Tengo gran confianza también en el funcionamiento del Fondo Monetario Internacional, pero si tuviese que dar mi apoyo en esta ocasión a alguno de los dos, se lo daría al Banco Central Europeo».
Camdessus, que ayer visitó A Coruña para impartir una conferencia sobre Globalización y desarrollo sostenible; problemas y desafíos , invitado por la cátedra Caixa Economía y Sociedad, considera que la crisis financiera internacional ha dejado al descubierto que la gobernabilidad del mundo «no está a la altura de las circunstancias».
«Hemos vivido bastante bien durante medio siglo con los instrumentos de los que nos dotaron los ganadores de la Segunda Guerra Mundial -la ONU, la OMC, OIT...-, pero hoy están en crisis y claramente no tienen los recursos ni la legitimidad política para hacer frente a los desafíos y organizar las respuestas del mundo a ellos», apostilla el ex director gerente del Fondo Monetario Internacional. Para Camdessus, «hay que conseguir que los Gobiernos representen los intereses de los ciudadanos».
Alimentos
En su opinión, la crisis financiera internacional acapara toda la atención y ha relegado a un segundo plano a la crisis alimenticia. Y para dejar claro cuál es la importancia de esta última, relata: «Hace unas semanas estaba en Marruecos y un hombre me dijo: ''Mire, ya hemos tenido nuestra revuelta del hambre, ¿cuántas serán necesarias para que Al Qaida tome el poder?, no tantas''».
Mercedes Mora - "La Voz de Galicia" - Santiago - 24-Abr-2008
El hombre que tuvo en sus manos las riendas del todopoderoso Fondo Monetario Internacional (FMI) durante 13 años (entre enero de 1987 y febrero del 2000), el francés Michel Camdessus, no se atreve a pronosticar el verdadero alcance de la crisis que mantiene contra las cuerdas a la economía mundial. Pero afirma con rotundidad que esta crisis no es como las anteriores. Y de eso sabe mucho. No en vano, durante su mandato al frente del FMI tuvo que bregar con las turbulencias que durante 1997 y 1998 sacudieron los cimientos económicos de Asia, América Latina y Rusia.
«Roma ya no está en Roma: Wall Street ya no está en Wall Street». Es la frase a la que recurre Camdessus para referirse «al profundo cambio en el funcionamiento del capitalismo mundial» que, en su opinión, traerá aparejado esta crisis. Y lo explica asegurando que algunos de los bancos insignia de la primera potencia del mundo ya no son tan americanos como antes. La imperiosa necesidad de capital derivada del estallido de la burbuja de las hipotecas basura lo ha hecho posible, propiciando la entrada de inversores extranjeros cargados de fondos.
«América va a tener que ceder parte de su soberanía financiera», sentencia Camdessus, para añadir que «hoy, grandes entidades financieras de Wall Street están pasando parcialmente a manos de países como Singapur u Oriente Medio».
«¿Dónde está el techo para la entrada de inversión extranjera en el capital financiero de Estados Unidos», se pregunta, para añadir inmediatamente que «¡Ojalá todo esto no se traduzca en un mayor proteccionismo!».
El ex director gerente del FMI insiste en que la encrucijada en la que se encuentra ahora la economía mundial no es como las anteriores. Y para argumentarlo recurre a la crisis asiática. «Entonces las turbulencias golpearon a países en vías de desarrollo. Y nosotros en ese campo teníamos mucha experiencia, habíamos aprendido mucho y sabíamos lo que había que hacer. Lo hicimos, y en 20 meses la situación estaba solventada».
«La crisis que ahora vivimos comenzó en la capital del capitalismo mundial, el único lugar donde se creía que esto no podía suceder», asegura, para añadir después que «se ha perdido mucho tiempo en ver qué se podría hacer. Cuando había que actuar en Corea o Indonesia el director del FMI no pedía permiso, se limitaba a hacer su trabajo. Cuando el terremoto ocurre en Estados Unidos todo es diferente». «El mundo, hoy no tiene los instrumentos para resolver este tipo de crisis. Tiene que inventarlos».
Impacto en España
Michel Camdessus no está de acuerdo con las voces que aseguran que España saldrá peor parada del parón económico que sus socios europeos por su excesiva dependencia de la construcción. «Indudablemente, España verá frenado su crecimiento económico, pero la crisis no será tan dramática como algunos auguran», asegura, para añadir después que «la estimación de Solbes del 2,3-2,4% puede ser un poco optimista, pero en ese entorno van a estar las cosas». Subraya que en España «sigue habiendo una demanda importante de vivienda por parte de los jóvenes y de los inmigrantes, y hay empresas muy sólidas en el sector. Desde luego que algunas compañías desaparecerán, pero no hay que confundir la espuma con el mar».
Respecto a la escalada del petróleo, Camdessus es rotundo: «Tenemos que acostumbrarnos a consumir menos combustibles fósiles y caminar hacia el desarrollo sostenible, hacia el uso de energías alternativas. Hay que asumir que el petróleo seguirá siendo caro. Es más, hay que hacerse a la idea de que dentro de 40 años ya no habrá petróleo. Así que más nos vale empezar a utilizar otras fuentes», sentencia.
Camdessus no cree que el Banco Central Europeo (BCE) tenga que seguir los consejos del Fondo Monetario Internacional y rebajar los tipos de interés para ayudar a la economía europea a salir del bache. «Confío enormemente en el Banco Central Europeo, que hasta ahora, y con mucha valentía, ha gobernado de manera muy sabia la moneda europea», afirma el ex director gerente del FMI.
Inflación
«Si el BCE hubiese hecho caso a las voces de todos los dirigentes que desde hace años le exigen una rebaja de los tipos de interés ¿dónde estaría hoy la inflación?», añade, para finalizar: «Lo ha hecho bien. Tengo gran confianza también en el funcionamiento del Fondo Monetario Internacional, pero si tuviese que dar mi apoyo en esta ocasión a alguno de los dos, se lo daría al Banco Central Europeo».
Camdessus, que ayer visitó A Coruña para impartir una conferencia sobre Globalización y desarrollo sostenible; problemas y desafíos , invitado por la cátedra Caixa Economía y Sociedad, considera que la crisis financiera internacional ha dejado al descubierto que la gobernabilidad del mundo «no está a la altura de las circunstancias».
«Hemos vivido bastante bien durante medio siglo con los instrumentos de los que nos dotaron los ganadores de la Segunda Guerra Mundial -la ONU, la OMC, OIT...-, pero hoy están en crisis y claramente no tienen los recursos ni la legitimidad política para hacer frente a los desafíos y organizar las respuestas del mundo a ellos», apostilla el ex director gerente del Fondo Monetario Internacional. Para Camdessus, «hay que conseguir que los Gobiernos representen los intereses de los ciudadanos».
Alimentos
En su opinión, la crisis financiera internacional acapara toda la atención y ha relegado a un segundo plano a la crisis alimenticia. Y para dejar claro cuál es la importancia de esta última, relata: «Hace unas semanas estaba en Marruecos y un hombre me dijo: ''Mire, ya hemos tenido nuestra revuelta del hambre, ¿cuántas serán necesarias para que Al Qaida tome el poder?, no tantas''».
Mercedes Mora - "La Voz de Galicia" - Santiago - 24-Abr-2008
Anécdota: Dr. Niels Bohr - Premio Nóbel del Física 1922
Sir Ernest Rutherford, presidente de la Sociedad Real Británica y Premio Nóbel de Química en 1908, contaba la siguiente anécdota:
Hace algún tiempo, recibí la llamada de un colega. Estaba a punto de poner un cero a un estudiante por la respuesta que había dado en un problema de física, pese a que este afirmaba con rotundidad que su respuesta era absolutamente acertada.
Profesores y estudiantes acordaron pedir arbitraje de alguien imparcial y fui elegido yo. Leí la pregunta del examen y decía: "Demuestre como es posible determinar la altura de un edificio con la ayuda de un barómetro".
El estudiante había respondido: lleva el barómetro a la azotea del edificio y átale una cuerda muy larga. Descuélgalo hasta la base del edificio, marca y mide. La longitud de la cuerda es igual a la longitud del edificio.
Realmente, el estudiante había planteado un serio problema con la resolución del ejercicio, porque había respondido a la pregunta correcta y completamente.Por otro lado, si se le concedía la máxima puntuación, podría alterar el promedio de su año de estudios, obtener una nota más alta y así certificar su alto nivel en física; pero la respuesta no confirmaba que el estudiante tuviera ese nivel.
Sugerí que se le diera al alumno otra oportunidad. Le concedí seis minutos para que me respondiera la misma pregunta pero esta vez con la advertencia de que en la respuesta debía demostrar sus conocimientos de física.
Habían pasado cinco minutos y el estudiante no había escrito nada. Le pregunte si deseaba marcharse, pero me contesto que tenia muchas respuestas al problema. Su dificultad era elegir la mejor de todas. Me excusé por interrumpirle y le rogué que continuara. En el minuto que le quedaba escribió la siguiente respuesta: "Coge el barómetro y lánzalo al suelo desde la azotea del edificio, calcula el tiempo de caída con un cronometro. Después se aplica la formula altura = 0,5 por A por T2. Y así obtenemos la altura del edificio". En este punto le pregunte a mi colega si el estudiante se podía retirar.
Le dio la nota más alta
Tras abandonar el despacho, me reencontré con el estudiante y le pedí que me contara sus otras respuestas a la pregunta. Bueno, respondió, hay muchas maneras, por ejemplo,
- coges el barómetro en un día soleado y mides la altura del barómetro y la longitud de su sombra. Si medimos a continuación la longitud de la sombra del edificio y aplicamos una simple proporción, obtendremos también la altura del edificio.Perfecto, le dije, ¿y de otra manera?
- Si, contesto, este es un procedimiento muy básico: para medir un edificio, pero también sirve. En este método, coges el barómetro y te sitúas en las escaleras del edificio en la planta baja. Según subes las escaleras, vas marcando la altura del barómetro y cuentas el número de marcas hasta la azotea.Multiplicas al final la altura del barómetro por el número de marcas que has hecho y ya tienes la altura. Este es un método muy directo.
- Por supuesto, si lo que quiere es un procedimiento más sofisticado, puede atar el barómetro a una cuerda y moverlo como si fuera un péndulo. Si calculamos que cuando el barómetro esta a la altura de la azotea la gravedad es cero y si tenemos en cuenta la medida de la aceleración de la gravedad al descender el barómetro en trayectoria circular al pasar por la perpendicular del edificio, de la diferencia de estos valores, y aplicando una sencilla fórmula trigonométrica, podríamos calcular, sin duda, la altura del edificio.
- En este mismo estilo de sistema, atas el barómetro a una cuerda y lo descuelgas desde la azotea a la calle. Usándolo como un péndulo puedes calcular la altura midiendo su periodo de presesión. En fin, concluyo, existen otras muchas maneras.
Probablemente, la mejor sea coger el barómetro y golpear con el la puerta de la casa del conserje. Cuando abra, decirle: señor conserje, aquí tengo un bonito barómetro.
Si usted me dice la altura de este edificio, se lo regalo.
En este momento de la conversación, le pregunté si no conocía la respuesta convencional al problema (la diferencia de presión marcada por un barómetro en dos lugares diferentes nos proporciona la diferencia de altura entre ambos lugares) evidentemente, dijo que la conocía,
pero que durante sus estudios, sus profesores habían intentado enseñarle a pensar.
El estudiante se llamaba Niels Bohr, físico danés, premio Nóbel de física en 1922, mas conocido por ser el primero en proponer el modelo de átomo con protones y neutrones y los electrones que lo rodeaban. Fue fundamentalmente un innovador de la teoría cuántica.
Sir Ernest Rutherford - Recopilación - Buenos Aires 24-Abr-2008
Hace algún tiempo, recibí la llamada de un colega. Estaba a punto de poner un cero a un estudiante por la respuesta que había dado en un problema de física, pese a que este afirmaba con rotundidad que su respuesta era absolutamente acertada.
Profesores y estudiantes acordaron pedir arbitraje de alguien imparcial y fui elegido yo. Leí la pregunta del examen y decía: "Demuestre como es posible determinar la altura de un edificio con la ayuda de un barómetro".
El estudiante había respondido: lleva el barómetro a la azotea del edificio y átale una cuerda muy larga. Descuélgalo hasta la base del edificio, marca y mide. La longitud de la cuerda es igual a la longitud del edificio.
Realmente, el estudiante había planteado un serio problema con la resolución del ejercicio, porque había respondido a la pregunta correcta y completamente.Por otro lado, si se le concedía la máxima puntuación, podría alterar el promedio de su año de estudios, obtener una nota más alta y así certificar su alto nivel en física; pero la respuesta no confirmaba que el estudiante tuviera ese nivel.
Sugerí que se le diera al alumno otra oportunidad. Le concedí seis minutos para que me respondiera la misma pregunta pero esta vez con la advertencia de que en la respuesta debía demostrar sus conocimientos de física.
Habían pasado cinco minutos y el estudiante no había escrito nada. Le pregunte si deseaba marcharse, pero me contesto que tenia muchas respuestas al problema. Su dificultad era elegir la mejor de todas. Me excusé por interrumpirle y le rogué que continuara. En el minuto que le quedaba escribió la siguiente respuesta: "Coge el barómetro y lánzalo al suelo desde la azotea del edificio, calcula el tiempo de caída con un cronometro. Después se aplica la formula altura = 0,5 por A por T2. Y así obtenemos la altura del edificio". En este punto le pregunte a mi colega si el estudiante se podía retirar.
Le dio la nota más alta
Tras abandonar el despacho, me reencontré con el estudiante y le pedí que me contara sus otras respuestas a la pregunta. Bueno, respondió, hay muchas maneras, por ejemplo,
- coges el barómetro en un día soleado y mides la altura del barómetro y la longitud de su sombra. Si medimos a continuación la longitud de la sombra del edificio y aplicamos una simple proporción, obtendremos también la altura del edificio.Perfecto, le dije, ¿y de otra manera?
- Si, contesto, este es un procedimiento muy básico: para medir un edificio, pero también sirve. En este método, coges el barómetro y te sitúas en las escaleras del edificio en la planta baja. Según subes las escaleras, vas marcando la altura del barómetro y cuentas el número de marcas hasta la azotea.Multiplicas al final la altura del barómetro por el número de marcas que has hecho y ya tienes la altura. Este es un método muy directo.
- Por supuesto, si lo que quiere es un procedimiento más sofisticado, puede atar el barómetro a una cuerda y moverlo como si fuera un péndulo. Si calculamos que cuando el barómetro esta a la altura de la azotea la gravedad es cero y si tenemos en cuenta la medida de la aceleración de la gravedad al descender el barómetro en trayectoria circular al pasar por la perpendicular del edificio, de la diferencia de estos valores, y aplicando una sencilla fórmula trigonométrica, podríamos calcular, sin duda, la altura del edificio.
- En este mismo estilo de sistema, atas el barómetro a una cuerda y lo descuelgas desde la azotea a la calle. Usándolo como un péndulo puedes calcular la altura midiendo su periodo de presesión. En fin, concluyo, existen otras muchas maneras.
Probablemente, la mejor sea coger el barómetro y golpear con el la puerta de la casa del conserje. Cuando abra, decirle: señor conserje, aquí tengo un bonito barómetro.
Si usted me dice la altura de este edificio, se lo regalo.
En este momento de la conversación, le pregunté si no conocía la respuesta convencional al problema (la diferencia de presión marcada por un barómetro en dos lugares diferentes nos proporciona la diferencia de altura entre ambos lugares) evidentemente, dijo que la conocía,
pero que durante sus estudios, sus profesores habían intentado enseñarle a pensar.
El estudiante se llamaba Niels Bohr, físico danés, premio Nóbel de física en 1922, mas conocido por ser el primero en proponer el modelo de átomo con protones y neutrones y los electrones que lo rodeaban. Fue fundamentalmente un innovador de la teoría cuántica.
Sir Ernest Rutherford - Recopilación - Buenos Aires 24-Abr-2008
martes, 22 de abril de 2008
El oficio más peligroso del mundo
Antes que la de paracaidista, piloto de pruebas, bombero, policía o mujer en un régimen islámico, la profesión más arriesgada del mundo es la de marinero, según constatan imparcialmente
- la realidad y
- la Organización Internacional del Trabajo.
- Y últimamente, también, los piratas.
Ser gallego constituye en este caso una agravante. Sólo durante la última semana, el capítulo de desdichas de la marinería gallega incluyó el abandono de varios tripulantes por su armador en la isla africana de Santo Tomé, días antes de que un pesquero de Boiro naufragase -felizmente, sin víctimas- en el Golfo de Guinea y de que, por último, un pesquero de tripulación vasco-galaica y africana cayese en manos de la anacrónica orden de la piratería.
Habituados a la mortal rutina de los naufragios y al hostigamiento de las patrulleras con algún trozo de costa que pastorear, a los marineros de este país ya sólo les faltaba sufrir el abordaje de la hueste bucanera; y ni siquiera esa prueba se les ha ahorrado.
Esta vez ha sido una banda de piratas refugiados en un país con nombre de tebeo -Puntulandia- la que ha dado la última vuelta de tuerca al acoso que la marinería galaica viene sufriendo desde hace décadas en casi cualquier mar del mundo. Junto a sus compañeros de infortunio, los ocho tripulantes gallegos del "Playa de Bakio" sufren estos días la angustia de verse convertidos en rehenes de un grupo que impone con modernas armas la vieja ley de la piratería en las aguas de ese territorio somalí situado allá donde África se va al Cuerno.
Tamaña acumulación de desgracias pudiera sugerir que algún gafe persigue a los marineros gallegos; pero lo cierto es que no se trata tanto de una cuestión de fatalidad como de estadística. Pocos otros países -y ninguno de su pequeña dimensión- han aportado la copiosa y especializada marinería con la que Galicia puebla los siete mares del planeta: ya sea bajo pabellón propio o de fortuna.
Parece lógico por tanto que casi siempre haya algún gallego en los lances y desventuras de la mar: incluyendo, claro está, episodios tan extravagantes como el de los piratas que, lejos de ser meros personajes de película, rebrotan a estas alturas del milenio en aguas somalíes.
Primero fueron los gobiernos y ahora los piratas. País volcado a los océanos por obvias razones geográficas, Galicia conoce mejor que ningún otro la dureza de las leyes del mar, en el más literal sentido jurídico de la expresión.
- Abordados por la Armada de Canadá durante la guerra del fletán,
- expulsados de Marruecos,
- perseguidos en Irlanda y
- malmirados por los ecologistas,
los barcos gallegos se las han visto ya con las patrulleras de medio mundo. A ese tenaz acoso gubernamental que ha llevado al desguace a buena parte de la otrora poderosa flota pesquera de este reino, hay que agregar ahora las indeseadas atenciones que empiezan a prodigarle los forajidos de la mar.
Tanto da si los perseguidores son gentes uniformadas a sueldo de un gobierno o piratas llegados de otra época, la víctima es siempre la misma.
No se merece semejante marea de infortunio la brava marinería de este país que hace apenas seis años fue quien de ponerle proa al chapapote y salvar el tesoro de las rías cuando ya todo parecía perdido.
Gente que, arrostrando todos los riesgos de la profesión más peligrosa del mundo, ha constituido un inmenso pueblo de la mar que dilata los confines de Galicia desde las Malvinas hasta el Índico y de Terranova a las azarosas aguas del Cuerno de África.
Algo harán en justa correspondencia los dioses de la mar, patria natural de tantos miles de gallegos, para sacar con bien del apuro a los veintiséis tripulantes del pesquero en el que ocho de nuestros paisanos viven ahora mismo horas de incertidumbre con su barco bajo mando pirata.
Y aún habrá quien diga que el pescado es caro. !!!!!!
Anxel Vence - "El Faro de Vigo" - Vigo - 22-Abr-2008
- la realidad y
- la Organización Internacional del Trabajo.
- Y últimamente, también, los piratas.
Ser gallego constituye en este caso una agravante. Sólo durante la última semana, el capítulo de desdichas de la marinería gallega incluyó el abandono de varios tripulantes por su armador en la isla africana de Santo Tomé, días antes de que un pesquero de Boiro naufragase -felizmente, sin víctimas- en el Golfo de Guinea y de que, por último, un pesquero de tripulación vasco-galaica y africana cayese en manos de la anacrónica orden de la piratería.
Habituados a la mortal rutina de los naufragios y al hostigamiento de las patrulleras con algún trozo de costa que pastorear, a los marineros de este país ya sólo les faltaba sufrir el abordaje de la hueste bucanera; y ni siquiera esa prueba se les ha ahorrado.
Esta vez ha sido una banda de piratas refugiados en un país con nombre de tebeo -Puntulandia- la que ha dado la última vuelta de tuerca al acoso que la marinería galaica viene sufriendo desde hace décadas en casi cualquier mar del mundo. Junto a sus compañeros de infortunio, los ocho tripulantes gallegos del "Playa de Bakio" sufren estos días la angustia de verse convertidos en rehenes de un grupo que impone con modernas armas la vieja ley de la piratería en las aguas de ese territorio somalí situado allá donde África se va al Cuerno.
Tamaña acumulación de desgracias pudiera sugerir que algún gafe persigue a los marineros gallegos; pero lo cierto es que no se trata tanto de una cuestión de fatalidad como de estadística. Pocos otros países -y ninguno de su pequeña dimensión- han aportado la copiosa y especializada marinería con la que Galicia puebla los siete mares del planeta: ya sea bajo pabellón propio o de fortuna.
Parece lógico por tanto que casi siempre haya algún gallego en los lances y desventuras de la mar: incluyendo, claro está, episodios tan extravagantes como el de los piratas que, lejos de ser meros personajes de película, rebrotan a estas alturas del milenio en aguas somalíes.
Primero fueron los gobiernos y ahora los piratas. País volcado a los océanos por obvias razones geográficas, Galicia conoce mejor que ningún otro la dureza de las leyes del mar, en el más literal sentido jurídico de la expresión.
- Abordados por la Armada de Canadá durante la guerra del fletán,
- expulsados de Marruecos,
- perseguidos en Irlanda y
- malmirados por los ecologistas,
los barcos gallegos se las han visto ya con las patrulleras de medio mundo. A ese tenaz acoso gubernamental que ha llevado al desguace a buena parte de la otrora poderosa flota pesquera de este reino, hay que agregar ahora las indeseadas atenciones que empiezan a prodigarle los forajidos de la mar.
Tanto da si los perseguidores son gentes uniformadas a sueldo de un gobierno o piratas llegados de otra época, la víctima es siempre la misma.
No se merece semejante marea de infortunio la brava marinería de este país que hace apenas seis años fue quien de ponerle proa al chapapote y salvar el tesoro de las rías cuando ya todo parecía perdido.
Gente que, arrostrando todos los riesgos de la profesión más peligrosa del mundo, ha constituido un inmenso pueblo de la mar que dilata los confines de Galicia desde las Malvinas hasta el Índico y de Terranova a las azarosas aguas del Cuerno de África.
Algo harán en justa correspondencia los dioses de la mar, patria natural de tantos miles de gallegos, para sacar con bien del apuro a los veintiséis tripulantes del pesquero en el que ocho de nuestros paisanos viven ahora mismo horas de incertidumbre con su barco bajo mando pirata.
Y aún habrá quien diga que el pescado es caro. !!!!!!
Anxel Vence - "El Faro de Vigo" - Vigo - 22-Abr-2008
Petróleo: Dudas en suministro y problemas geopolíticos mantienen precio récord
Bajo nivel de inventarios en Estados Unidos también ayudó a que el barril subiera a US$ 117,48. La Enap proyecta que Chile gastará alrededor de US$ 2.800 millones adicionales por más compra de crudo.
El petróleo sigue sin freno y volvió a quebrar su propia marca. El crudo WTI -que se utiliza como referencia internacional y en Chile- cerró en US$ 117,48, y ya se acerca peligrosamente a los US$ 120 el barril.
¿Las causas?
Principalmente el surgimiento de voces que alertan por eventuales problemas de suministro, ya sea
- por la política de producción de la OPEP como
- por emergencias que han afectado a centros de extracción.
Dentro del primer grupo han jugado un papel relevante las declaraciones hechas este fin de semana por el secretario general de la OPEP, quien planteó que los precios podrían seguir subiendo y que la organización sólo aumentaría su producción si las presiones en el valor se originaran por escasez de inventarios.
Las condiciones geopolíticas también están empujando los precios a niveles nunca antes vistos. Ayer, en Nigeria, grupos rebeldes atacaron dos oleoductos de la gigante Shell, situación que obligó a la empresa anglo-holandesa a declararse en situación de "fuerza mayor", lo que permite suspender algunas de sus obligaciones de entrega sin recibir multas.
Se suman factores como la debilidad del dólar, que ha llevado a los inversionistas a refugiarse en las materias primas.
A nivel local
Las mayores compras de petróleo y de diésel, tanto en cantidad como en valor, significarán un importante desembolso adicional para el país durante este año. El gerente general de la Enap, Enrique Dávila, explicó a "El Mercurio" que serán unos US$ 2.800 millones el sobrecosto que asumirá el país en 2008 por las mayores compras de petróleo crudo y de diésel.
En el caso chileno, las mayores compras de estos hidrocarburos obedecen también a la falta de gas natural argentino. Entre los expertos internacionales, son los problemas de suministro los que explicarían en mayor medida el alza en el precio del petróleo.
Nobuo Tanaka, director ejecutivo de la Agencia Internacional de Energía (AIE), dijo que la escasez y la creciente demanda -tanto de China como de los países emergentes- han jugado un papel clave.
Para Ramón Espinasa, consultor energético del BID, resulta paradójico que, pese a que la demanda mundial de petróleo se ha estancado desde principios del año pasado, los precios han seguido escalando.
Aerolíneas en EE.UU. cobrarán por llevar dos maletas ante el alza de combustibles
Los altos precios del crudo siguen generando dolores de cabeza entre las aerolíneas, las cuales agotan sus recursos para enfrentar la significativa alza de costos que implican los altos valores del petróleo. La nueva iniciativa, que será implementada por cinco de las seis principales aerolíneas de Estados Unidos, contempla un nuevo cobro a aquellos pasajeros que pretendan llevar un "recargo", al incluir una segunda maleta en su equipaje. La medida será llevada a cabo a partir del próximo mes por las compañías Continental , Delta, Northwest, United y USA Airways.
El cobro por este recargo será de US$ 25 por el segundo equipaje incluido en el portamaletas.Pero no sólo las grandes empresas han tomado esta decisión. La empresa de bajo costo AirTran también aplicará un cargo de US$ 10 a las personas que se trasladen con dos equipajes.
Según expertos de la industria aérea, citados por The New York Times, la estrategia podría afectar a las personas que viajan por motivos de negocios, especialmente a aquellas que deben trasladarse con elementos para realizar presentaciones comerciales.Analistas mencionados por el diario estadounidense explican que esta política también podría afectar a aquellas personas que viajan con poco equipaje de mano.
Esto, porque los pasajeros más cargados trasladarán lo que llevaban en las maletas hacia equipajes de menor tamaño que podrán llevar con ellos en la cabina. Además, podrían verse afectados los regalos corporativos que llevan los ejecutivos, los que reducirían drásticamente su tamaño para adaptarse a la nueva realidad.
Esta medida se suma a otras que ya han tomado las empresas de transporte aéreo, entre las que se encuentran un fuerte recargo por chequear una tercera maleta -que puede llegar hasta los US$ 100-, o el hecho de que los propios pasajeros deban pagar por la comida que se sirve en los diferentes vuelos.
Enap:"El 80% del precio es por oferta y demanda"
En la estatal Enap no descartan ningún escenario ante la escalada en el precio del petróleo. "Todos los expertos siguen insistiendo en un precio cercano a US$ 100 el barril para el resto del año. Nosotros seguimos teniendo una visión cautelosa. De hecho, en este minuto el precio está más alto que eso, a pesar de los problemas que está viviendo la mayor economía del mundo. No podemos descartar ningún escenario de precios", dice el gerente general de la empresa Enrique Dávila.
-¿Cuánto del actual precio es oferta y demanda y cuánto es especulación?"
La mayor parte del precio lo explica el mercado.
- Cerca del 80% está en la relación de oferta y demanda.
- Solamente el 20% restante se divide entre los temas geopolíticos, la estacionalidad y la especulación".
-¿Hasta cuándo durará la escalada en los precios?
"Es difícil saber. Lo importante es manejar varios escenarios y, como Enap, asegurar el suministro de combustibles".
R. Hirigoyen, F. Vera - F. Derosas - "El Mercurio" - 22-Abr-2008
El petróleo sigue sin freno y volvió a quebrar su propia marca. El crudo WTI -que se utiliza como referencia internacional y en Chile- cerró en US$ 117,48, y ya se acerca peligrosamente a los US$ 120 el barril.
¿Las causas?
Principalmente el surgimiento de voces que alertan por eventuales problemas de suministro, ya sea
- por la política de producción de la OPEP como
- por emergencias que han afectado a centros de extracción.
Dentro del primer grupo han jugado un papel relevante las declaraciones hechas este fin de semana por el secretario general de la OPEP, quien planteó que los precios podrían seguir subiendo y que la organización sólo aumentaría su producción si las presiones en el valor se originaran por escasez de inventarios.
Las condiciones geopolíticas también están empujando los precios a niveles nunca antes vistos. Ayer, en Nigeria, grupos rebeldes atacaron dos oleoductos de la gigante Shell, situación que obligó a la empresa anglo-holandesa a declararse en situación de "fuerza mayor", lo que permite suspender algunas de sus obligaciones de entrega sin recibir multas.
Se suman factores como la debilidad del dólar, que ha llevado a los inversionistas a refugiarse en las materias primas.
A nivel local
Las mayores compras de petróleo y de diésel, tanto en cantidad como en valor, significarán un importante desembolso adicional para el país durante este año. El gerente general de la Enap, Enrique Dávila, explicó a "El Mercurio" que serán unos US$ 2.800 millones el sobrecosto que asumirá el país en 2008 por las mayores compras de petróleo crudo y de diésel.
En el caso chileno, las mayores compras de estos hidrocarburos obedecen también a la falta de gas natural argentino. Entre los expertos internacionales, son los problemas de suministro los que explicarían en mayor medida el alza en el precio del petróleo.
Nobuo Tanaka, director ejecutivo de la Agencia Internacional de Energía (AIE), dijo que la escasez y la creciente demanda -tanto de China como de los países emergentes- han jugado un papel clave.
Para Ramón Espinasa, consultor energético del BID, resulta paradójico que, pese a que la demanda mundial de petróleo se ha estancado desde principios del año pasado, los precios han seguido escalando.
Aerolíneas en EE.UU. cobrarán por llevar dos maletas ante el alza de combustibles
Los altos precios del crudo siguen generando dolores de cabeza entre las aerolíneas, las cuales agotan sus recursos para enfrentar la significativa alza de costos que implican los altos valores del petróleo. La nueva iniciativa, que será implementada por cinco de las seis principales aerolíneas de Estados Unidos, contempla un nuevo cobro a aquellos pasajeros que pretendan llevar un "recargo", al incluir una segunda maleta en su equipaje. La medida será llevada a cabo a partir del próximo mes por las compañías Continental , Delta, Northwest, United y USA Airways.
El cobro por este recargo será de US$ 25 por el segundo equipaje incluido en el portamaletas.Pero no sólo las grandes empresas han tomado esta decisión. La empresa de bajo costo AirTran también aplicará un cargo de US$ 10 a las personas que se trasladen con dos equipajes.
Según expertos de la industria aérea, citados por The New York Times, la estrategia podría afectar a las personas que viajan por motivos de negocios, especialmente a aquellas que deben trasladarse con elementos para realizar presentaciones comerciales.Analistas mencionados por el diario estadounidense explican que esta política también podría afectar a aquellas personas que viajan con poco equipaje de mano.
Esto, porque los pasajeros más cargados trasladarán lo que llevaban en las maletas hacia equipajes de menor tamaño que podrán llevar con ellos en la cabina. Además, podrían verse afectados los regalos corporativos que llevan los ejecutivos, los que reducirían drásticamente su tamaño para adaptarse a la nueva realidad.
Esta medida se suma a otras que ya han tomado las empresas de transporte aéreo, entre las que se encuentran un fuerte recargo por chequear una tercera maleta -que puede llegar hasta los US$ 100-, o el hecho de que los propios pasajeros deban pagar por la comida que se sirve en los diferentes vuelos.
Enap:"El 80% del precio es por oferta y demanda"
En la estatal Enap no descartan ningún escenario ante la escalada en el precio del petróleo. "Todos los expertos siguen insistiendo en un precio cercano a US$ 100 el barril para el resto del año. Nosotros seguimos teniendo una visión cautelosa. De hecho, en este minuto el precio está más alto que eso, a pesar de los problemas que está viviendo la mayor economía del mundo. No podemos descartar ningún escenario de precios", dice el gerente general de la empresa Enrique Dávila.
-¿Cuánto del actual precio es oferta y demanda y cuánto es especulación?"
La mayor parte del precio lo explica el mercado.
- Cerca del 80% está en la relación de oferta y demanda.
- Solamente el 20% restante se divide entre los temas geopolíticos, la estacionalidad y la especulación".
-¿Hasta cuándo durará la escalada en los precios?
"Es difícil saber. Lo importante es manejar varios escenarios y, como Enap, asegurar el suministro de combustibles".
R. Hirigoyen, F. Vera - F. Derosas - "El Mercurio" - 22-Abr-2008
Qué debate ideológico
ALLÁ en la Edad Media —la «oscura Edad Media», que diría un analfabeto—, la enseñanza universitaria se resumía en dos ejercicios escolares fundamentales:
- por la mañana, cuando la mente estaba más despejada, la «lectio» o lectura de algún pasaje bíblico o patrístico;
- por la tarde, cuando dicho pasaje ya había sido digerido, se sucedía la «disputatio», que hoy llamaríamos debate, en la que un alumno hacía de sostenedor, proponiendo con voz resonante una «quaestio disputata» a propósito de la «lectio» matutina.
Otros alumnos oponían entonces una serie de objeciones mejor o peor fundadas; y, una vez leído el resumen de tales objeciones, el sostenedor tenía que responder con la «probatio» o prueba de su tesis, en la que refutaba las objeciones previas.
Así, al final de cada jornada, cuando la muchachada abandonaba las aulas universitarias, la «cuestión disputada» había sido vuelta y revuelta como un calcetín, y el entendimiento había sido probado al máximo, como la destreza de los caballeros en un torneo.
Fue en estas «cuestiones disputadas» donde se hicieron famosos los limpios silogismos de un muchacho grueso y callado a quien sus compañeros apodaban «El Buey Mudo»; pero sus mugidos no tardarían en resonar en el mundo entero.
Nuestra época, mucho menos humilde que aquella otra en la que el Aquinate lanzó sus mugidos, ha inventado un método más expeditivo para el debate. Ahí tenemos como ejemplo a Esperanza Aguirre, que en el Foro de ABC pronunció un discurso cuyo propósito —en palabras de la oradora— no era postularse como lideresa de la derecha, sino estimular el «debate ideológico» al modo contemporáneo, esto es, saltándose la «lectio» matutina .
Aguirre no esgrimió ni un solo argumento de autoridad— y evitando refutar las objeciones que se podrían oponer a la «cuestión disputada» y malamente probada: ¿Es el liberalismo la panacea contra las trampas ideológicas que Zapatero tiende a la derecha?
Malamente probada porque, para evitar esas trampas ideológicas, Esperanza Aguirre propone asumir como propios los esquematismos ideológicos de la izquierda.
Así, al definir el franquismo como un «régimen antidemocrático, antiliberal y antinacional con el que el Partido Popular no tiene nada que ver», Aguirre no hace sino aceptar la caracterización sumaria del franquismo acuñada por la izquierda; caracterización a la que añade una coletilla a modo de anatema o exorcismo fácilmente refutable: pues, evidentemente, el Partido Popular algo sí tiene que ver con el franquismo, como por otra parte también tiene que ver el Partido Socialista (y bastaría bosquejar un rápido árbol genealógico de sus capitostes para demostrarlo).
Otro ejemplo de esa aceptación de los esquematismos ideológicos de la izquierda nos la ofreció Esperanza Aguirre cuando, unos pocos días después, para afear cierta humorada de Berlusconi, afirmó que «una de las mejores cosas que ha hecho Zapatero es nombrar a tantas mujeres en este Gobierno». Afirmación que presupone que «nombrar mujeres» es en sí misma una acción buena, prescindiendo de que tales mujeres puedan presentar avales de mérito o virtud ciceroniana que las hagan merecedoras de tales nombramientos; lo cual no es sino acatar el catecismo de lo políticamente correcto.
Hemos de entender, pues, que el debate ideológico propugnado por Aguirre consiste en allanarse ante el "nihil obstat" de la progresía, asumiendo como propias ciertas acuñaciones verbales y aspavientos cosméticos que permitan a la derecha sacudirse el baldón de antipatía y ranciedad que la izquierda ha arrojado sobre ella.
Pero el verdadero debate ideológico que la derecha debe acometer consiste precisamente en lograr que los esquematismos ideológicos de la izquierda, sus acuñaciones verbales y aspavientos cosméticos sean percibidos como lo que son: roña progre en estado de putrefacción.
Mientras la derecha se empeñe en rebozarse con la misma roña que sus adversarios postulan, el tan cacareado debate ideológico se quedará en agua de borrajas; y de la derecha española jamás nacerá ese buey mudo que llene el mundo con sus mugidos.
Por el momento, uno arrima el oído a la derecha española y sólo acierta a distinguir el aturdido barullo de una jaula de grillos.
JUAN MANUEL DE PRADA - "ABC" - Madrid - 21-Abr-2008
NR: "El Buey Mudo" era el apodo de Santo Tomás de Aquino, nacido en Roccasecca, cerca de Aquino, Nápoles. Hijo menor de 12 hijos del Conde Landulf de Aquino. Sus primeros estudios fueron con los benedictinos en Montecassino, cerca del castillo de sus padres.
Tomas fue enviado a Colonia, Alemania, donde estudió bajo el Padre Dominico San Alberto Magno.
Los compañeros al, ver a Tomás tan robusto y silencioso, lo tomaron por tonto, por lo que le pusieron como apodo: "El buey mudo". Pero un día, uno de sus compañeros leyó los apuntes de este joven estudiante y se los presentó a San Alberto. Al leerlos, este les dijo a los estudiantes: "Ustedes lo llaman el buey mudo. Pero este buey llenará un día con sus mugidos el mundo entero".
Recibió el doctorado de teología en la Universidad de París y a los 27 años es maestro en París (1252-1260).
En 1259 el Papa lo llama a Italia donde por siete años recorre el país predicando y enseñando.
En Orvieto (1261-1264), en Roma (1265-1267), en Viterbo (1268), en París (1269-1271) y en Nápoles (1272-1274).
Sus clases de teología y filosofía son las más concurridas de la Universidad. El rey San Luis lo estima tanto que lo consulta en todos los asuntos de importancia. En una ocasión, en la Universidad se traba una discusión acerca de la Eucaristía. Al no lograr ponerse de acuerdo, ambos bandos aceptan recurrir a Tomás para que diga la última palabra. Lo que él dice es aceptado por todos.
En 4 años escribe su obra más famosa: "La Suma Teológica", obra maestra de 14 tomos. Fundamentándose en la Sagrada Escritura, la filosofía, la teología y la doctrina de los santos, explica todas las enseñanzas católicas.
La importancia de esta obra es enorme. El Concilio de Trento contaba con tres libros de consulta principal:
- la Sagrada Biblia,
- los Decretos de los Papas, y
- la Suma Teológica de Santo Tomás.
Santo Tomás logró introducir la filosofía de Aristóteles en las universidades.
Murió en Fosanova el 7 de marzo de 1274 a la edad de 49 años. Sus restos fueron llevados solemnemente a la Catedral de Tolouse un 28 de enero, fecha en la que se celebra su fiesta.
Canonizado en 1323, declarado Doctor de la Iglesia en 1567 y Patrón de las universidades católicas y centros de estudio en 1880.
- por la mañana, cuando la mente estaba más despejada, la «lectio» o lectura de algún pasaje bíblico o patrístico;
- por la tarde, cuando dicho pasaje ya había sido digerido, se sucedía la «disputatio», que hoy llamaríamos debate, en la que un alumno hacía de sostenedor, proponiendo con voz resonante una «quaestio disputata» a propósito de la «lectio» matutina.
Otros alumnos oponían entonces una serie de objeciones mejor o peor fundadas; y, una vez leído el resumen de tales objeciones, el sostenedor tenía que responder con la «probatio» o prueba de su tesis, en la que refutaba las objeciones previas.
Así, al final de cada jornada, cuando la muchachada abandonaba las aulas universitarias, la «cuestión disputada» había sido vuelta y revuelta como un calcetín, y el entendimiento había sido probado al máximo, como la destreza de los caballeros en un torneo.
Fue en estas «cuestiones disputadas» donde se hicieron famosos los limpios silogismos de un muchacho grueso y callado a quien sus compañeros apodaban «El Buey Mudo»; pero sus mugidos no tardarían en resonar en el mundo entero.
Nuestra época, mucho menos humilde que aquella otra en la que el Aquinate lanzó sus mugidos, ha inventado un método más expeditivo para el debate. Ahí tenemos como ejemplo a Esperanza Aguirre, que en el Foro de ABC pronunció un discurso cuyo propósito —en palabras de la oradora— no era postularse como lideresa de la derecha, sino estimular el «debate ideológico» al modo contemporáneo, esto es, saltándose la «lectio» matutina .
Aguirre no esgrimió ni un solo argumento de autoridad— y evitando refutar las objeciones que se podrían oponer a la «cuestión disputada» y malamente probada: ¿Es el liberalismo la panacea contra las trampas ideológicas que Zapatero tiende a la derecha?
Malamente probada porque, para evitar esas trampas ideológicas, Esperanza Aguirre propone asumir como propios los esquematismos ideológicos de la izquierda.
Así, al definir el franquismo como un «régimen antidemocrático, antiliberal y antinacional con el que el Partido Popular no tiene nada que ver», Aguirre no hace sino aceptar la caracterización sumaria del franquismo acuñada por la izquierda; caracterización a la que añade una coletilla a modo de anatema o exorcismo fácilmente refutable: pues, evidentemente, el Partido Popular algo sí tiene que ver con el franquismo, como por otra parte también tiene que ver el Partido Socialista (y bastaría bosquejar un rápido árbol genealógico de sus capitostes para demostrarlo).
Otro ejemplo de esa aceptación de los esquematismos ideológicos de la izquierda nos la ofreció Esperanza Aguirre cuando, unos pocos días después, para afear cierta humorada de Berlusconi, afirmó que «una de las mejores cosas que ha hecho Zapatero es nombrar a tantas mujeres en este Gobierno». Afirmación que presupone que «nombrar mujeres» es en sí misma una acción buena, prescindiendo de que tales mujeres puedan presentar avales de mérito o virtud ciceroniana que las hagan merecedoras de tales nombramientos; lo cual no es sino acatar el catecismo de lo políticamente correcto.
Hemos de entender, pues, que el debate ideológico propugnado por Aguirre consiste en allanarse ante el "nihil obstat" de la progresía, asumiendo como propias ciertas acuñaciones verbales y aspavientos cosméticos que permitan a la derecha sacudirse el baldón de antipatía y ranciedad que la izquierda ha arrojado sobre ella.
Pero el verdadero debate ideológico que la derecha debe acometer consiste precisamente en lograr que los esquematismos ideológicos de la izquierda, sus acuñaciones verbales y aspavientos cosméticos sean percibidos como lo que son: roña progre en estado de putrefacción.
Mientras la derecha se empeñe en rebozarse con la misma roña que sus adversarios postulan, el tan cacareado debate ideológico se quedará en agua de borrajas; y de la derecha española jamás nacerá ese buey mudo que llene el mundo con sus mugidos.
Por el momento, uno arrima el oído a la derecha española y sólo acierta a distinguir el aturdido barullo de una jaula de grillos.
JUAN MANUEL DE PRADA - "ABC" - Madrid - 21-Abr-2008
NR: "El Buey Mudo" era el apodo de Santo Tomás de Aquino, nacido en Roccasecca, cerca de Aquino, Nápoles. Hijo menor de 12 hijos del Conde Landulf de Aquino. Sus primeros estudios fueron con los benedictinos en Montecassino, cerca del castillo de sus padres.
Tomas fue enviado a Colonia, Alemania, donde estudió bajo el Padre Dominico San Alberto Magno.
Los compañeros al, ver a Tomás tan robusto y silencioso, lo tomaron por tonto, por lo que le pusieron como apodo: "El buey mudo". Pero un día, uno de sus compañeros leyó los apuntes de este joven estudiante y se los presentó a San Alberto. Al leerlos, este les dijo a los estudiantes: "Ustedes lo llaman el buey mudo. Pero este buey llenará un día con sus mugidos el mundo entero".
Recibió el doctorado de teología en la Universidad de París y a los 27 años es maestro en París (1252-1260).
En 1259 el Papa lo llama a Italia donde por siete años recorre el país predicando y enseñando.
En Orvieto (1261-1264), en Roma (1265-1267), en Viterbo (1268), en París (1269-1271) y en Nápoles (1272-1274).
Sus clases de teología y filosofía son las más concurridas de la Universidad. El rey San Luis lo estima tanto que lo consulta en todos los asuntos de importancia. En una ocasión, en la Universidad se traba una discusión acerca de la Eucaristía. Al no lograr ponerse de acuerdo, ambos bandos aceptan recurrir a Tomás para que diga la última palabra. Lo que él dice es aceptado por todos.
En 4 años escribe su obra más famosa: "La Suma Teológica", obra maestra de 14 tomos. Fundamentándose en la Sagrada Escritura, la filosofía, la teología y la doctrina de los santos, explica todas las enseñanzas católicas.
La importancia de esta obra es enorme. El Concilio de Trento contaba con tres libros de consulta principal:
- la Sagrada Biblia,
- los Decretos de los Papas, y
- la Suma Teológica de Santo Tomás.
Santo Tomás logró introducir la filosofía de Aristóteles en las universidades.
Murió en Fosanova el 7 de marzo de 1274 a la edad de 49 años. Sus restos fueron llevados solemnemente a la Catedral de Tolouse un 28 de enero, fecha en la que se celebra su fiesta.
Canonizado en 1323, declarado Doctor de la Iglesia en 1567 y Patrón de las universidades católicas y centros de estudio en 1880.
Señora, sí, señora
CARME Chacón es una señora que habla tres idiomas, dos más que muchos de los que han puesto en cuestión su capacidad para el cargo. Se han mofado de la ministra de Defensa por estar embarazada, ellos, que sólo llevan dentro los espumarajos que echan por la boca. Y lo que es peor, han tenido que oír a un militar afirmar que si hay un Ministerio en el que la autoridad no se discute es el de Defensa, opinión que ha ratificado en posición de firmes el contingente destacado en Afganistán.
Allí está, como en Líbano o Kosovo, el Ejército más democrático que ha tenido España, por cuyas filas no deambula ni el fantasma de los pronunciamientos liberales del XIX ni el de los golpes de Estado filofascistas del XX.
Ya quisieran otras instituciones tener la Constitución interiorizada como la tiene el Ejército, consecuencia, entre otras cosas, del pase a la reserva en los años 80 de muchos altos mandos cuyas declaraciones hacían dudar de sus convicciones democráticas.
A los soldados de hoy no se les cae el cetme por afirmar con voz marcial: «A sus órdenes, señora ministra»; abunda entre ellos la vocación de servicio y la claridad de ideas sobre su función social. El casco azul que ha costado la vida a muchos lo demuestra.
El nombramiento de Carme Chacón ha permitido ver que hay menos delirios ideológicos e intereses oligárquicos entre los militares que entre los periodistas. Algunos les quieren guardar a los militares un tarro de las esencias que ellos dan por enterrado.
Seguramente añoran un concepto viril de la milicia parecido al que expresó Primo de Rivera el día después de su golpe de Estado: «Este movimiento es de hombres. Quien no sienta la masculinidad plenamente caracterizada que espere en un rincón, sin perturbar los días buenos que para la patria preparamos». De lo que se deduce que Chacón será más cuestionada fuera del Ministerio que dentro.
Por mi parte, deseo larga vida a sus detractores, para que les dé tiempo a ver también una reina de España convertida en jefa de los tres ejércitos.
No basta nombrar a una ministra de Defensa para erradicar los prejuicios y la discriminación hacia las mujeres militares, pero intuyo que Chacón será especialmente sensible. No por ser mujer, sino por ser quien es.
Una señora que ha tardado en visitar a las tropas españolas en el exterior menos que sus dos predecesores. ¿Para demostrar algo? No, simplemente porque la agenda de una mujer embarazada de siete meses se organiza con arreglo a una pregunta: ¿antes o después del parto? Ella ha respondido que antes. Y ha marchado a Afganistán sabiendo que su hijo podía nacer en un Hércules de la Fuerza Aérea española. ¿Algún problema? Ninguno.
Sólo hace falta emprender viaje con ginecólogo, anestesista, pediatra y, por supuesto, con un par.
IRENE LOZANO - "ABC" - Madrid - 21-Abr-2008
Allí está, como en Líbano o Kosovo, el Ejército más democrático que ha tenido España, por cuyas filas no deambula ni el fantasma de los pronunciamientos liberales del XIX ni el de los golpes de Estado filofascistas del XX.
Ya quisieran otras instituciones tener la Constitución interiorizada como la tiene el Ejército, consecuencia, entre otras cosas, del pase a la reserva en los años 80 de muchos altos mandos cuyas declaraciones hacían dudar de sus convicciones democráticas.
A los soldados de hoy no se les cae el cetme por afirmar con voz marcial: «A sus órdenes, señora ministra»; abunda entre ellos la vocación de servicio y la claridad de ideas sobre su función social. El casco azul que ha costado la vida a muchos lo demuestra.
El nombramiento de Carme Chacón ha permitido ver que hay menos delirios ideológicos e intereses oligárquicos entre los militares que entre los periodistas. Algunos les quieren guardar a los militares un tarro de las esencias que ellos dan por enterrado.
Seguramente añoran un concepto viril de la milicia parecido al que expresó Primo de Rivera el día después de su golpe de Estado: «Este movimiento es de hombres. Quien no sienta la masculinidad plenamente caracterizada que espere en un rincón, sin perturbar los días buenos que para la patria preparamos». De lo que se deduce que Chacón será más cuestionada fuera del Ministerio que dentro.
Por mi parte, deseo larga vida a sus detractores, para que les dé tiempo a ver también una reina de España convertida en jefa de los tres ejércitos.
No basta nombrar a una ministra de Defensa para erradicar los prejuicios y la discriminación hacia las mujeres militares, pero intuyo que Chacón será especialmente sensible. No por ser mujer, sino por ser quien es.
Una señora que ha tardado en visitar a las tropas españolas en el exterior menos que sus dos predecesores. ¿Para demostrar algo? No, simplemente porque la agenda de una mujer embarazada de siete meses se organiza con arreglo a una pregunta: ¿antes o después del parto? Ella ha respondido que antes. Y ha marchado a Afganistán sabiendo que su hijo podía nacer en un Hércules de la Fuerza Aérea española. ¿Algún problema? Ninguno.
Sólo hace falta emprender viaje con ginecólogo, anestesista, pediatra y, por supuesto, con un par.
IRENE LOZANO - "ABC" - Madrid - 21-Abr-2008
lunes, 21 de abril de 2008
El mito moderno: La escuela infinita
- Los expertos en seguridad vial pretenden que los niños reciban en la escuela las primeras nociones de tráfico rodado.
- Los cocineros y los dietistas quieren que el niño aprenda en la escuela las nociones básicas de la alimentación y los sabores.
- Los ecologistas confían en la escuela para que el hombre aprenda a vivir de forma sostenible.
- Y muchos sociólogos consideran que las políticas de igualdad no van a triunfar hasta que formen parte del currículo escolar.
Siguiendo esta misma línea, muchos padres esperan que sus niños regresen del colegio convertidos en excelentes músicos, deportistas, actores y pintores, y que aprendan a manejar con esmero la pala del pescado. Es el mito de la escuela infinita, de la que solo puede caerse -¡vaya por Dios!- la religión católica.
Mientras la sociedad confió la enseñanza a los maestros, y no a la escuela, la educación integral era algo bastante asequible, aunque su resultado dependiese en buena medida de la suerte.
Pero desde que la escuela empezó a tener más importancia que el maestro, y todo se fía a los planes de estudio diseñados por el Gobierno, la educación integral se ha convertido en un mito, ya que no serían suficientes las veinticuatro horas del día para atiborrar a los chicos con los aberrantes currículos que pretendemos los padres y profesores para librarnos de nuestras responsabilidades personales y delegar en la conselleira del ramo los resultados de la socialización escolar.
Fruto de este error es la polémica que se ha generado por el borrador de decreto de bachillerato que la Consellería de Educación tiene en fase de circulación y debate. Porque frente al acierto básico de la conselleira, que trata de distribuir las horas lectivas en función de las necesidades y las preferencias de la modernidad educativa, se alzan impetuosas las protestas generadas
- por los colectivos que pierden docencia,
- por los sindicatos que defienden intereses laborales,
- por los padres que piensan que nada de la educación va con ellos,
- por los que ven la escuela como un saco de tiempo que nunca se agota, y
- por los que piensan que lo que no se aprende en la escuela tampoco se puede aprender fuera de ella.
Contra los intereses profesionales de los docentes, y frente a los padres que solo desean guarderías gratuitas que se dediquen a embuchar en sus hijos los conocimientos que necesitan para garantizarse un empleo, la idea de hacer un currículo racional, moderno y consensuado es una quimera.
Y sin embargo no hay más camino que ese:
- pensar en el maestro más que en la escuela, y
- en la educación y el alumno más que en el papel que la certifica.
Aunque no parece que a Laura Piñón, la conselleira, se lo vayan a poner fácil.
Xosé Luís Barreiro Rivas - "La Voz de Galicia" - Santiago - 21-Abr-2008
- Los cocineros y los dietistas quieren que el niño aprenda en la escuela las nociones básicas de la alimentación y los sabores.
- Los ecologistas confían en la escuela para que el hombre aprenda a vivir de forma sostenible.
- Y muchos sociólogos consideran que las políticas de igualdad no van a triunfar hasta que formen parte del currículo escolar.
Siguiendo esta misma línea, muchos padres esperan que sus niños regresen del colegio convertidos en excelentes músicos, deportistas, actores y pintores, y que aprendan a manejar con esmero la pala del pescado. Es el mito de la escuela infinita, de la que solo puede caerse -¡vaya por Dios!- la religión católica.
Mientras la sociedad confió la enseñanza a los maestros, y no a la escuela, la educación integral era algo bastante asequible, aunque su resultado dependiese en buena medida de la suerte.
Pero desde que la escuela empezó a tener más importancia que el maestro, y todo se fía a los planes de estudio diseñados por el Gobierno, la educación integral se ha convertido en un mito, ya que no serían suficientes las veinticuatro horas del día para atiborrar a los chicos con los aberrantes currículos que pretendemos los padres y profesores para librarnos de nuestras responsabilidades personales y delegar en la conselleira del ramo los resultados de la socialización escolar.
Fruto de este error es la polémica que se ha generado por el borrador de decreto de bachillerato que la Consellería de Educación tiene en fase de circulación y debate. Porque frente al acierto básico de la conselleira, que trata de distribuir las horas lectivas en función de las necesidades y las preferencias de la modernidad educativa, se alzan impetuosas las protestas generadas
- por los colectivos que pierden docencia,
- por los sindicatos que defienden intereses laborales,
- por los padres que piensan que nada de la educación va con ellos,
- por los que ven la escuela como un saco de tiempo que nunca se agota, y
- por los que piensan que lo que no se aprende en la escuela tampoco se puede aprender fuera de ella.
Contra los intereses profesionales de los docentes, y frente a los padres que solo desean guarderías gratuitas que se dediquen a embuchar en sus hijos los conocimientos que necesitan para garantizarse un empleo, la idea de hacer un currículo racional, moderno y consensuado es una quimera.
Y sin embargo no hay más camino que ese:
- pensar en el maestro más que en la escuela, y
- en la educación y el alumno más que en el papel que la certifica.
Aunque no parece que a Laura Piñón, la conselleira, se lo vayan a poner fácil.
Xosé Luís Barreiro Rivas - "La Voz de Galicia" - Santiago - 21-Abr-2008
El mar que nos lleva
Por culpa del cambio climático, Galicia ha perdido músculo en su condición de tierra esponjosa. Ahora caen tres gotas y se monta -como decía un viejo amigo- el equinosio. Las tormentas ya no son como antes, pero causan el doble de daño. Será, pues, la falta de costumbre.
En mi infancia, en el barrio de la Banda do Río de Bueu, la maruxía, lo más parecido a un tsunami que se puede encontrar en Galicia, pero un tsunami de varias horas, era esperada cada año como un rito de temporada, puntual como las vacalouras en primavera.
Parecíamos Pompeya, pero bajo un Vesubio que en lugar de flujos piroclásticos vomitara agua salada.
El mar se volvía loco, se agigantaba, las olas se hinchaban como montañas y batían contra las casas con la fuerza de un tren desbocado. La gente más previsora solía tener a mano portones de hierro para engastarlos en las fachadas, la única forma de protegerse de aquella mezcla atronadora de agua y arena.
Había veces, sin embargo, en que el mar venía tan bravo que ni los parapetos servían, y lo mejor era dejarle paso y que hiciese lo que buenamente quisiera, a poder ser el menos daño posible.
Ocurrió en la casa de mi amigo Tavito durante una maruxía de las que hicieron época. La parte de atrás daba a la playa y la otra a la calle, y como el mar rugía afuera con la violenta tozudez de quien se empeña en ser invitado, decidieron abrir las puertas de ambos lados y darle vía libre.
Tengo la imagen de mi amigo y yo, subidos a una silla, contemplando alucinados el torrente de agua salada que corría bajo nuestros pies con un tintineo de espumas y cacerolas, boquiabiertos ante el rugido de aquel señor que se paseaba por la intimidad del hogar con la soberbia de quien se sabe poderoso.
Los niños éramos felices con las maruxías. No podíamos ir a clase porque el barrio entero amanecía bajo toneladas de agua y arena, tanta arena que algunos balcones se podían tocar con la mano. La violencia del mar, del viento y la lluvia, más que, como ocurre ahora, una excepción, era una rutina que nos educaba en el respeto por ese ser magnífico que, a cambio de tanta riqueza, acababa cobrándose su tributo de vez en cuando.
Así había sido desde la noche de los tiempos y así fue durante mi infancia, hasta que el progreso trajo el espigón, y las maruxías, tras algún esporádico estertor, desaparecieron para siempre.
Ahora los temporales se quedan afuera, ya no entran en la bahía con la energía de antaño.
El mar ya no llega a la Banda do Río como el único Dios verdadero que era. Quizá siente, nuestro otrora temido Poseidón, que los niños le han perdido el respeto. Por eso yo, que tanto lo venero, sigo recordando en su honor, en días como éste, aquella mañana en casa de Tavito, cuando rugía bajo nuestros pies como una fiera caprichosa y furibunda, enseñoreándose del pasillo y del pueblo, del mundo entero, con un tintineo de espumas y cacerolas.
Álvaro Otero - "El Faro de Vigo" - Vigo -20-Abr-2008
En mi infancia, en el barrio de la Banda do Río de Bueu, la maruxía, lo más parecido a un tsunami que se puede encontrar en Galicia, pero un tsunami de varias horas, era esperada cada año como un rito de temporada, puntual como las vacalouras en primavera.
Parecíamos Pompeya, pero bajo un Vesubio que en lugar de flujos piroclásticos vomitara agua salada.
El mar se volvía loco, se agigantaba, las olas se hinchaban como montañas y batían contra las casas con la fuerza de un tren desbocado. La gente más previsora solía tener a mano portones de hierro para engastarlos en las fachadas, la única forma de protegerse de aquella mezcla atronadora de agua y arena.
Había veces, sin embargo, en que el mar venía tan bravo que ni los parapetos servían, y lo mejor era dejarle paso y que hiciese lo que buenamente quisiera, a poder ser el menos daño posible.
Ocurrió en la casa de mi amigo Tavito durante una maruxía de las que hicieron época. La parte de atrás daba a la playa y la otra a la calle, y como el mar rugía afuera con la violenta tozudez de quien se empeña en ser invitado, decidieron abrir las puertas de ambos lados y darle vía libre.
Tengo la imagen de mi amigo y yo, subidos a una silla, contemplando alucinados el torrente de agua salada que corría bajo nuestros pies con un tintineo de espumas y cacerolas, boquiabiertos ante el rugido de aquel señor que se paseaba por la intimidad del hogar con la soberbia de quien se sabe poderoso.
Los niños éramos felices con las maruxías. No podíamos ir a clase porque el barrio entero amanecía bajo toneladas de agua y arena, tanta arena que algunos balcones se podían tocar con la mano. La violencia del mar, del viento y la lluvia, más que, como ocurre ahora, una excepción, era una rutina que nos educaba en el respeto por ese ser magnífico que, a cambio de tanta riqueza, acababa cobrándose su tributo de vez en cuando.
Así había sido desde la noche de los tiempos y así fue durante mi infancia, hasta que el progreso trajo el espigón, y las maruxías, tras algún esporádico estertor, desaparecieron para siempre.
Ahora los temporales se quedan afuera, ya no entran en la bahía con la energía de antaño.
El mar ya no llega a la Banda do Río como el único Dios verdadero que era. Quizá siente, nuestro otrora temido Poseidón, que los niños le han perdido el respeto. Por eso yo, que tanto lo venero, sigo recordando en su honor, en días como éste, aquella mañana en casa de Tavito, cuando rugía bajo nuestros pies como una fiera caprichosa y furibunda, enseñoreándose del pasillo y del pueblo, del mundo entero, con un tintineo de espumas y cacerolas.
Álvaro Otero - "El Faro de Vigo" - Vigo -20-Abr-2008
Imaginación contra la crisis
Aunque son pocas las empresas que reconocen estar sufriendo los efectos de la crisis económica, muchas ya han comenzado a tomar medidas para sortear lo que se viene encima. La cautela en la inversión, la reducción de gastos, la apertura a nuevos mercados o la optimización productiva para mejorar la competitividad, son medidas comunes que adoptan empresas de todos los sectores. El turismo y la automoción son los primeros que notaron el descenso.
En tiempos de crisis se agudiza el ingenio. Aunque la mayoría de los expertos apuntan a que Galicia está mejor preparada que otras comunidades para sortear los efectos de la desaceleración económica -en concreto, el parón de la construcción-, la crisis está siendo mayor de lo esperado.
En los dos primeros meses del año, 368 empresas gallegas echaban el cierre a sus negocios, un 73% más que en el mismo periodo de 2007. Ante esta situación, son muchos los empresarios que se han puesto manos a la obra para idear estrategias que les permitan afrontar los efectos de la crisis, manteniendo unas expectativas de crecimiento constantes.
- Contener los gastos,
- invertir en tecnologías,
- expandirse a nuevos mercados y
- apostar por ofertas atractivas que llamen la atención del cliente
son algunas de las opciones.
Pero sobre todo, los empresarios apuntan a que éste es el momento de echarle imaginación y descubrir quien es un buen gestor que logre, en tiempos de crisis,
- ganar músculo,
- mejorar la competitividad y
- perder los menos activos posibles (tanto patrimoniales como de capital humano).
Con la expansión del mercado de la vivienda en EE UU, las entidades especializadas en hipotecas de alto riesgo (subprime) multiplicaron su negocio y asumieron más riesgo. Las pérdidas y las quiebras comenzaron a aparecer en el segundo semestre de 2007 originando una crisis de confianza que se extendió como una epidemia al resto de países y que acabó revelándose como una crisis de liquidez real que afectó a más de un banco europeo, aunque no al sistema financiero español.
Sus efectos comenzaron a percibirse en el país con la llegada del nuevo año. La tasa de crecimiento para este año se rebajaba del 3% inicial al último 1,8% del FMI, mientras que en Galicia el PIB en 2008 está previsto que crezca un 2,8%, aunque no se descartan revisiones a la baja por parte del Gobierno.
El parón de la construcción
Previsible tras una década de boom inmobiliario, se ha agravado con la crisis de liquidez financiera y la subida de los tipos de interés. Las entidades financieras, aunque la tasa de morosidad no es alarmante, prestan dinero con más precaución. El índice de confianza del consumidor descendió en marzo 3,7 puntos con respecto al mes anterior.
Otro índice, el de precios al consumo (IPC), aumentó un 4,5% en tasa interanual. El número de desempleados alcanzó los 2.300.975 personas, 241.524 parados más que en 2007. "La crisis tiene dos componentes, una financiera y otra de edificación", resume el presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia, Antonio Fontenla, que considera que tanto el Gobierno como las empresas gallegas, en su mayoría pymes, deben revisar sus estrategias y tomar medidas para evitar males mayores.
"En el tema financiero hay que inyectar dinero en el sistema bancario para que las entidades tengan más liquidez y sea más fácil el acceso al crédito de las empresas", apunta Fontenla como primera medida. En cuanto al sector inmobiliario, que ha liderado durante años el crecimiento del PIB, se "deben tomar medidas sustitutorias a la construcción residencial:
- rehabilitación de cascos históricos,
- construcción de viviendas de protección oficial,
- grandes inversiones en obra pública...".
Todo ello, con el objetivo de proteger a las empresas promotoras y profesiones relacionados con el sector y evitar "el incremento del paro". Pertenezcan a uno u otro sector, el presidente de la CEG considera que los empresarios gallegos lo primero que deben tener en cuenta para afrontar la crisis es la demanda existente: "adecuar tu empresa a la demanda que tienes, porque si hay un exceso de oferta se enrarece el mercado", explica.
Y un sector termómetro de la demanda es el automovilístico. Los concesionarios de toda España ya han notado descensos importantes en las ventas.
Qué hacer para hacer frente a la situación
- Primar la patrimonialización. Ganar activos mediante la compra de edificios o naves industriales, para explotarlos con su alquiler o venta. Esta fórmula es utilizada especialmente en la industria inmobiliaria.
- Especializarse en sectores menos sensibles. Pensada especialmente para la industria inmobiliaria, la que sufre los mayores aprietos, plantea reorientar su actividad a otros nichos como la VPO o la restauración.
- Invertir en bienes de equipo. A pesar de ser tiempos de falta de liquidez y dificultades para acceder a la financiación, la inversión en herramientas que potencien la competitividad de la empresa resulta una de las medidas más recomendadas.
- Contratar a tiempo parcial. Se trata de una forma de evitar la pérdida de capital humano, que sigue siendo valioso para la empresa, ante la reducción de la demanda. Se recomienda ajustar los horarios del personal, en lugar de proceder a su despido.
- Recortar gastos corrientes. Ante el riesgo de una reducción de los ingresos, algunas empresas ya han tomado medidas par ajustar sus costes fijos, reduciendo, por ejemplo, el presupuesto de limpieza de la oficina o la tintorería industrial.
- Diversificar la inversión. La alta rentabilidad de la industria inmobiliaria animó a una concentración de las inversiones, pero su desaceleración encamina a las empresas a dispersar su capital hacia otros negocios rentables, como son el sociosanitario o el tecnológico.
- Eliminar intermediarios. Para evitar la pérdida de margen de beneficio, algunas empresas han optado por comercializar directamente sus productos. Ejemplo de ello son las constructoras que generan suelo, promueven y edifican sin intermediarios.
- Buscar nichos de actividad en el extranjero. La opción se plasma tanto en la apertura de centros productivos en países de menores costes o desarrollo de proyectos para el cliente local de esos países, como están haciendo un buen número de constructoras.
- Mejorar la productividad. No es cuestión de trabajar más, sino de trabajar mejor. Ahorrar esfuerzos se traduce en ahorrar costes y un buen número de firmas prefieren orientarse a la mejora de la eficiencia en los procesos de trabajo.
Cristina Amigo - "Faro de Vigo" - Vigo - 20-Abr-2008
En tiempos de crisis se agudiza el ingenio. Aunque la mayoría de los expertos apuntan a que Galicia está mejor preparada que otras comunidades para sortear los efectos de la desaceleración económica -en concreto, el parón de la construcción-, la crisis está siendo mayor de lo esperado.
En los dos primeros meses del año, 368 empresas gallegas echaban el cierre a sus negocios, un 73% más que en el mismo periodo de 2007. Ante esta situación, son muchos los empresarios que se han puesto manos a la obra para idear estrategias que les permitan afrontar los efectos de la crisis, manteniendo unas expectativas de crecimiento constantes.
- Contener los gastos,
- invertir en tecnologías,
- expandirse a nuevos mercados y
- apostar por ofertas atractivas que llamen la atención del cliente
son algunas de las opciones.
Pero sobre todo, los empresarios apuntan a que éste es el momento de echarle imaginación y descubrir quien es un buen gestor que logre, en tiempos de crisis,
- ganar músculo,
- mejorar la competitividad y
- perder los menos activos posibles (tanto patrimoniales como de capital humano).
Con la expansión del mercado de la vivienda en EE UU, las entidades especializadas en hipotecas de alto riesgo (subprime) multiplicaron su negocio y asumieron más riesgo. Las pérdidas y las quiebras comenzaron a aparecer en el segundo semestre de 2007 originando una crisis de confianza que se extendió como una epidemia al resto de países y que acabó revelándose como una crisis de liquidez real que afectó a más de un banco europeo, aunque no al sistema financiero español.
Sus efectos comenzaron a percibirse en el país con la llegada del nuevo año. La tasa de crecimiento para este año se rebajaba del 3% inicial al último 1,8% del FMI, mientras que en Galicia el PIB en 2008 está previsto que crezca un 2,8%, aunque no se descartan revisiones a la baja por parte del Gobierno.
El parón de la construcción
Previsible tras una década de boom inmobiliario, se ha agravado con la crisis de liquidez financiera y la subida de los tipos de interés. Las entidades financieras, aunque la tasa de morosidad no es alarmante, prestan dinero con más precaución. El índice de confianza del consumidor descendió en marzo 3,7 puntos con respecto al mes anterior.
Otro índice, el de precios al consumo (IPC), aumentó un 4,5% en tasa interanual. El número de desempleados alcanzó los 2.300.975 personas, 241.524 parados más que en 2007. "La crisis tiene dos componentes, una financiera y otra de edificación", resume el presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia, Antonio Fontenla, que considera que tanto el Gobierno como las empresas gallegas, en su mayoría pymes, deben revisar sus estrategias y tomar medidas para evitar males mayores.
"En el tema financiero hay que inyectar dinero en el sistema bancario para que las entidades tengan más liquidez y sea más fácil el acceso al crédito de las empresas", apunta Fontenla como primera medida. En cuanto al sector inmobiliario, que ha liderado durante años el crecimiento del PIB, se "deben tomar medidas sustitutorias a la construcción residencial:
- rehabilitación de cascos históricos,
- construcción de viviendas de protección oficial,
- grandes inversiones en obra pública...".
Todo ello, con el objetivo de proteger a las empresas promotoras y profesiones relacionados con el sector y evitar "el incremento del paro". Pertenezcan a uno u otro sector, el presidente de la CEG considera que los empresarios gallegos lo primero que deben tener en cuenta para afrontar la crisis es la demanda existente: "adecuar tu empresa a la demanda que tienes, porque si hay un exceso de oferta se enrarece el mercado", explica.
Y un sector termómetro de la demanda es el automovilístico. Los concesionarios de toda España ya han notado descensos importantes en las ventas.
Qué hacer para hacer frente a la situación
- Primar la patrimonialización. Ganar activos mediante la compra de edificios o naves industriales, para explotarlos con su alquiler o venta. Esta fórmula es utilizada especialmente en la industria inmobiliaria.
- Especializarse en sectores menos sensibles. Pensada especialmente para la industria inmobiliaria, la que sufre los mayores aprietos, plantea reorientar su actividad a otros nichos como la VPO o la restauración.
- Invertir en bienes de equipo. A pesar de ser tiempos de falta de liquidez y dificultades para acceder a la financiación, la inversión en herramientas que potencien la competitividad de la empresa resulta una de las medidas más recomendadas.
- Contratar a tiempo parcial. Se trata de una forma de evitar la pérdida de capital humano, que sigue siendo valioso para la empresa, ante la reducción de la demanda. Se recomienda ajustar los horarios del personal, en lugar de proceder a su despido.
- Recortar gastos corrientes. Ante el riesgo de una reducción de los ingresos, algunas empresas ya han tomado medidas par ajustar sus costes fijos, reduciendo, por ejemplo, el presupuesto de limpieza de la oficina o la tintorería industrial.
- Diversificar la inversión. La alta rentabilidad de la industria inmobiliaria animó a una concentración de las inversiones, pero su desaceleración encamina a las empresas a dispersar su capital hacia otros negocios rentables, como son el sociosanitario o el tecnológico.
- Eliminar intermediarios. Para evitar la pérdida de margen de beneficio, algunas empresas han optado por comercializar directamente sus productos. Ejemplo de ello son las constructoras que generan suelo, promueven y edifican sin intermediarios.
- Buscar nichos de actividad en el extranjero. La opción se plasma tanto en la apertura de centros productivos en países de menores costes o desarrollo de proyectos para el cliente local de esos países, como están haciendo un buen número de constructoras.
- Mejorar la productividad. No es cuestión de trabajar más, sino de trabajar mejor. Ahorrar esfuerzos se traduce en ahorrar costes y un buen número de firmas prefieren orientarse a la mejora de la eficiencia en los procesos de trabajo.
Cristina Amigo - "Faro de Vigo" - Vigo - 20-Abr-2008
Los juegos de las fuentes de poder
Cada vez son más los tratos internacionales que están en las tuberías.
El mapa energético de Europa pareciera que va a ser redibujado este invierno. Al centro de las maniobras está la francesa EDF, el mayor grupo energético europeo según su valor de mercado y el mayor generador de energía nuclear del continente.
El tamaño de EDF y su solidez financiera son aún mayores, porque el 85% de su propiedad está en manos del gobierno francés. Por lo tanto, es libre para flexionar sus músculos sobre todo el continente. Como sus planes fueron arruinados en Italia hace algún tiempo, EDF ha puesto su atención en España y Gran Bretaña para reforzar su posición dominante.
El 9 de abril, el jefe del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero dijo que quería que dos empresas españolas, Iberdrola y Gas Natural, se unieran para protegerse a sí mismas y esquivar a EDF. Iberdrola, que es atractiva porque es líder mundial en generación eólica, ha solicitado ayuda de los tribunales españoles para bloquear cualquier oferta de la francesa.
Por mientras en Gran Bretaña EDF es uno de los pretendientes de British Energy, empresa que posee ocho plantas generadoras de energía nuclear que producen aproximadamente un sexto de la electricidad de Gran Bretaña. La compañía entró en escena el mes pasado, cuando el gobierno inglés dijo querer vender su 35,2% de participación.
Los potenciales compradores incluyen a EDF, la alemana RWE y Centrica, una empresa británica que posee yacimientos de gas, entre otras. Es probable que el gobierno aliente la formación de un consorcio de compradores para British Energy, con el fin de evitar poner parte importante de su producción de energía nuclear en manos de una firma extranjera.
Los potenciales postores están menos interesados en las envejecidas plantas de British Energy (BE) que en las que podrían construirse. El gobierno quiere más plantas nucleares porque están preocupados por
- el cambio climático,
- la seguridad energética y
- que la producción doméstica de gas y petróleo ha disminuido.
British Energy no tiene los fondos para invertir en plantas nucleares, algo que los gigantes extranjeros sí pueden hacer.Cualquier nuevo reactor tiene más posibilidades de ser construido en los lugares que tiene British Energy, asegura Andrew Moulder, analista de la consultora CreditSights.
Esos lugares tienen la ventaja que los habitantes ya han aceptado las plantas nucleares, el personal está entrenado y las conexiones ya existen. El problema está en que el gobierno no ha dicho si va a permitir la construcción de plantas en lugares distintos a los que hoy tiene British Energy.Si el gobierno está preparado para permitir que se construyan nuevas plantas en otros lugares, empresas de generación extranjeras puede que prefieran buscar los permisos para nuevas construcciones y no pagar altos precios por BE.
La deuda de la compañía es calificada de "basura" por sus problemas financieros y sus pobres resultados operativos.El nuevo programa nuclear de Gran Bretaña será un experimento. Antes, las plantas nucleares eran construidas con el apoyo del gobierno o con la garantía de tener precios de electricidad regulados.
El gobierno británico quiere que el desarrollador de las nuevas plantas tome el riesgo del precio de la energía y no proveerá ningún subsidio. Tomando en cuenta la incertidumbre frente a lo que se ofrece y a los riesgos financieros que implica, los potenciales postores para British Energy están sabiamente manteniendo sus cartas cerca del pecho.
Editorial - "El Mercurio" - Santiago de Chile - 21-Abr-2008
El mapa energético de Europa pareciera que va a ser redibujado este invierno. Al centro de las maniobras está la francesa EDF, el mayor grupo energético europeo según su valor de mercado y el mayor generador de energía nuclear del continente.
El tamaño de EDF y su solidez financiera son aún mayores, porque el 85% de su propiedad está en manos del gobierno francés. Por lo tanto, es libre para flexionar sus músculos sobre todo el continente. Como sus planes fueron arruinados en Italia hace algún tiempo, EDF ha puesto su atención en España y Gran Bretaña para reforzar su posición dominante.
El 9 de abril, el jefe del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero dijo que quería que dos empresas españolas, Iberdrola y Gas Natural, se unieran para protegerse a sí mismas y esquivar a EDF. Iberdrola, que es atractiva porque es líder mundial en generación eólica, ha solicitado ayuda de los tribunales españoles para bloquear cualquier oferta de la francesa.
Por mientras en Gran Bretaña EDF es uno de los pretendientes de British Energy, empresa que posee ocho plantas generadoras de energía nuclear que producen aproximadamente un sexto de la electricidad de Gran Bretaña. La compañía entró en escena el mes pasado, cuando el gobierno inglés dijo querer vender su 35,2% de participación.
Los potenciales compradores incluyen a EDF, la alemana RWE y Centrica, una empresa británica que posee yacimientos de gas, entre otras. Es probable que el gobierno aliente la formación de un consorcio de compradores para British Energy, con el fin de evitar poner parte importante de su producción de energía nuclear en manos de una firma extranjera.
Los potenciales postores están menos interesados en las envejecidas plantas de British Energy (BE) que en las que podrían construirse. El gobierno quiere más plantas nucleares porque están preocupados por
- el cambio climático,
- la seguridad energética y
- que la producción doméstica de gas y petróleo ha disminuido.
British Energy no tiene los fondos para invertir en plantas nucleares, algo que los gigantes extranjeros sí pueden hacer.Cualquier nuevo reactor tiene más posibilidades de ser construido en los lugares que tiene British Energy, asegura Andrew Moulder, analista de la consultora CreditSights.
Esos lugares tienen la ventaja que los habitantes ya han aceptado las plantas nucleares, el personal está entrenado y las conexiones ya existen. El problema está en que el gobierno no ha dicho si va a permitir la construcción de plantas en lugares distintos a los que hoy tiene British Energy.Si el gobierno está preparado para permitir que se construyan nuevas plantas en otros lugares, empresas de generación extranjeras puede que prefieran buscar los permisos para nuevas construcciones y no pagar altos precios por BE.
La deuda de la compañía es calificada de "basura" por sus problemas financieros y sus pobres resultados operativos.El nuevo programa nuclear de Gran Bretaña será un experimento. Antes, las plantas nucleares eran construidas con el apoyo del gobierno o con la garantía de tener precios de electricidad regulados.
El gobierno británico quiere que el desarrollador de las nuevas plantas tome el riesgo del precio de la energía y no proveerá ningún subsidio. Tomando en cuenta la incertidumbre frente a lo que se ofrece y a los riesgos financieros que implica, los potenciales postores para British Energy están sabiamente manteniendo sus cartas cerca del pecho.
Editorial - "El Mercurio" - Santiago de Chile - 21-Abr-2008
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